La situación actual de la legalización del cannabis en todo el mundo ha sido un incentivo importante para realizar estudios científicos de los efectos de la marihuana a nuestro organismo. Y ahora le toca el turno al movimiento corporal. ¿Afecta la Marihuana A Nuestra Forma de Andar?
Actualmente, existe una gran cantidad de estudios científicos relacionados con los efectos corporales de la marihuana, y constantemente se realizan nuevos descubrimientos. La situación actual en cuanto a su legalización tanto recreativa como medicinal, a nivel mundial, ha motivado que así sea. La afectación de los fitocannabinoides contenidos en la planta de marihuana al organismo humano y su interacción con nuestro propio sistema endocannabinoide se han convertido en un importante tema de estudio para la ciencia.
Y ahora le ha tocado el turno a un aspecto poco investigado hasta el momento. ¿Afecta el consumo de marihuana a la forma de caminar y al equilibrio? Un estudio realizado por una universidad australiana nos revela sus descubrimientos.
¿Por sus Andares le Conoceréis?
Hasta el momento, se ha estudiado poco la manera en la que la marihuana puede afectar determinadas partes del aparato psicomotor y, en consecuencia, nuestro equilibrio y nuestros andares. Y para abordar esto, a principios del mes de septiembre, en la revista Drug and Alcohol Dependence, un grupo de investigadores australianos publicó un estudio que analiza la relación entre el uso de marihuana y la manera de andar de sus consumidores después de haberla fumado, vaporizado o ingerido.
La ciencia ya tiene evidencias de que los receptores cannabinoides se localizan en las regiones cerebrales relacionadas con el movimiento, concretamente, en los ganglios basales, la corteza cerebral y en el cerebelo. Además, el consumo habitual de marihuana se ha relacionado con cambios estructurales y funcionales a nivel cerebral.

Por ese motivo, el principal objetivo de este equipo de investigación ha sido estudiar los efectos que tiene la marihuana en los consumidores habituales, además de comprobar cómo afecta a su capacidad para mantener el equilibrio y a su forma de andar.
Metodología del Estudio
Para llevar a cabo este estudio, se contó con la participación de 44 individuos, de edades comprendidas entre los 20 y 30 años, que se dividieron en dos grupos de 22 personas. El primer grupo estaba formado por las personas que no presentaban un historial de consumo de ningún tipo de sustancias ilegales, mientras que el segundo sí contaba con antecedentes de consumo de marihuana, aunque no de otras sustancias.
Los 44 miembros de la muestra fueron sometidos a una serie de pruebas con el fin de analizar los efectos de los cannabinoides en el aparato locomotor. En primer lugar, se realizó una prueba de cribado para confirmar la presencia de marihuana y, a continuación, se analizó su forma de caminar y su equilibrio, mediante un sistema de captura del movimiento y un examen neurológico del tipo de movimiento que presentaba cada individuo.

Conclusiones
Después de estudiar los comportamientos de los participantes usuarios y no usuarios de marihuana al estar en movimiento, los investigadores llegaron enseguida a varias conclusiones. Por un lado, confirmaban algunos datos con los que ya contaban, y por otro, aportaban algún dato que ignoraban hasta entonces.
Según el estudio, en lo que respecta a la velocidad al andar, al equilibrio y a los parámetros neurológicos durante la marcha, apenas se apreciaron diferencias entre los dos grupos.
Sin embargo, parece que la marihuana afecta a los usuarios habituales de las maneras siguientes al andar:
- Presentan un movimiento de rodillas mayor y más rápido; las rodillas de los usuarios de cannabis se movían un 7 % más rápido que las de los no usuarios durante el trayecto.
- Tienden a mover menos los hombros; la postura de sus hombros es menos flexible y más rígida.
Los resultados de estas investigaciones, que contradice los resultados de los escasos estudios realizados con anterioridad, concluyen que, aunque el consumo de marihuana se asocia con cambios sutiles en ciertos aspectos de la motricidad de una persona, dichos cambios son tan insignificante que resultan casi imperceptibles a nivel clínico.
En palabras de Verity Pearson-Dennett, una de las autoras del estudio: «Los cambios en la forma de caminar eran tan mínimos que un neurólogo especializado en trastornos del movimiento no podía detectar en todos los usuarios de marihuana».

¿Qué Demostraron los Estudios Previos?
En el 2006, un estudio publicado en Neuropsycopharmacology concluyó que el uso de marihuana con un alto contenido de THC (13 %) provoca deterioro de la función ejecutiva y del control motor inhibitorio de los individuos. Parece que las deficiencias presentadas por los usuarios de marihuana a lo largo de seis horas después de haber consumido, como cambios en el equilibrio, eran más pronunciadas durante las dos primeras horas.
A lo largo de las cuatro horas siguientes, los efectos eran menos perceptibles. No obstante, se recomendaba realizar estudios controlados con dosis más bajas de THC para obtener resultados más fiables.
Dos años más tarde, en el 2008, otro estudio observó que los participantes presentaban un cambio más claro en la estabilidad y en el equilibrio corporal cuando se les suministraban dosis altas de THC.
Estos estudios parecen indicar que existe una relación entre tomar una dosis recomendable de marihuana y su uso frecuente con la aparición de variaciones en el movimiento. Sin embargo, cabe destacar que la muestra de 2006 solo comprendió 20 personas de edades entre 19 y 29 años (catorce hombres y seis mujeres).

Dudas ante los Resultados
Debido a la pequeña muestra del estudio que hoy nos ocupa, y a la de los antes mencionados, no podemos olvidar que existe un margen de error alto en lo que respecta a las conclusiones. Los mismos investigadores reconocen la necesidad de realizar más estudios, y con un mayor número de participantes, para determinar qué procesos y en qué medida la marihuana afecta al movimiento corporal. Parece claro que todavía quedan unas cuantas cuestiones por abordar.
«Se necesita más investigación para investigar si los cambios sutiles en la marcha observados en esta población se hacen más evidentes con el envejecimiento y con el aumento del consumo de marihuana», afirma el estudio.
No olvidemos que la ciencia no es perfecta y no siempre acierta a la primera. Por esta razón, las limitaciones de un estudio ayudan a los expertos a saber en qué esforzarse más en futuras investigaciones.
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