Hans Kamperman lucha por la despenalización del cannabis. Desde principios de 2018, ha estado acampado frente al edificio del parlamento en La Haya. El momento más triste de su campaña ha sido un intento de suicidio fallido.
Mucha gente cree que el cannabis es legal en los Países Bajos. Sin embargo, es una suposición errónea. Como parte de la llamada «política de tolerancia», la venta y el consumo de cannabis sencillamente se toleran. Esto también se aplica al cultivo de hasta cinco plantas, siempre que estén destinadas para tu propio consumo. Este último punto selló el destino de Hans Kamperman.
A causa de cinco plantas de cannabis, ha tenido un montón de problemas desde el año 2016. Kamperman quería usar las plantas para producir aceite para pacientes con cáncer. Pero la policía echó por tierra todos sus planes. Le confiscaron las plantas y le arrestaron. En diciembre de 2017, el tribunal de Arnhem-Leeuwarden le declaró culpable.
La sentencia no acarreaba ninguna sanción, pero sí tuvo consecuencias. Como Kamperman tenía una condena anterior, durante los próximos cinco años no podrá viajar a Canadá, donde ha invertido una gran cantidad de dinero en una reserva natural. Su compañía en Gróenlo también ha sufrido dichas consecuencias como resultado de este caso.
Kamperman se considera a sí mismo más un luchador que una víctima. Aunque, por supuesto, eso es lo que es: víctima de una política del cannabis anticuada, que fue pionera e innovadora en 1976, pero que no se ha actualizado desde entonces. Incluso los que se oponen a la legalización no están contentos con la situación actual. Los coffeeshops pueden vender cannabis, pero tienen que comprar sus existencias en el próspero mercado negro. Esta contradicción inherente en la política de drogas holandesa se describe como un problema de la puerta de atrás.
Con su campaña, Kamperman quería llamar la atención de los políticos de La Haya sobre estas circunstancias tan tristes. Salió a darlo todo: «No terminaré esta campaña hasta que esta política grotesca cambie». Como no lo ha conseguido, ha tomado la medida más extrema:
Ha saltado desde la galería de visitantes del parlamento, después de publicar una carta de despedida en Facebook. Kamperman ha sobrevivido a su intento de suicidio y ha salido del hospital al día siguiente, pero Sensi Seeds se sigue encontrando en estado de shock. Nos entristece que Hans Kamperman no haya podido ver ningún otro camino que seguir que quitarse la vida. No podemos apoyar sus acciones, pero al final del día, sin duda, luchamos por lo mismo.
¿Eres uno de los residentes de los Países Bajos que quiere ver el cannabis legalizado? Por favor, firma la petición de Hans Kamperman: ¡cada firma cuenta!
https://cannabisuitstrafrecht.petities.nl
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