Pineapple Autofloreciente

Pineapple Autofloreciente

La Pineapple Autofloreciente, producto de la colaboración con el equipo de Fat Beans, es un híbrido creado a partir de una Pineapple, una Skunk #1 y una Cheese. Este cultivo de ensayo ha sido muy interesante: la planta alcanzó una altura que superó nuestras previsiones iniciales y generó una cosecha impresionante, a pesar de la rapidísima etapa de floración.

Etapa de floración: 63 días

Periodo total, de la semilla a la cosecha: 91 días

Altura final: 150 cm

Rendimiento final: 122 gramos

Contenido en THC: 19,8%

En el cultivo de nuestras semillas de Pineapple Autofloreciente empleamos BAC Lava Mix y una lámpara HPS Philips Green Power de 1.000 W suspendida a 3 metros por encima de la planta. En el espacio de cultivo mantuvimos una temperatura constante de 24°C durante el día y de 21°C por la noche, con una humedad estable del 65% durante la etapa vegetativa, que descendió al 56% al final de la floración.

Germinación y plántula

Para hacer germinar la semilla de Pineapple Autofloreciente aplicamos el método clásico de las toallitas de papel. Colocamos la semilla entre dos servilletas de papel húmedas y esperamos a que brotaran las raíces pivotantes. Al cabo de un día, se abrió y empezaron a asomar las raíces. Con cuidado, la plantamos a 0,5 cm de profundidad, con la raíz hacia abajo, en un cubo de lana de roca. A continuación, lo colocamos bajo una lámpara Philips Green Power de 600 W.

En el transcurso de la primera semana, la plántula creció de forma constante, alcanzando los 5 cm de altura, y las raíces empezaron a salir del cubo de lana de roca. Controlamos cuidadosamente la aportación de agua, suministrando 100 ml con el pH ajustado (pH 6,5, CE 0,8) en el tercer día.

Durante la segunda semana, la plántula de Pineapple Autofloreciente mostró un crecimiento significativo, alcanzando una altura de 14 cm. Además de los 500 ml de agua mezclada con nutrientes líquidos Bio Grow, añadimos un estimulador de raíces alrededor del tallo para favorecer un desarrollo saludable. Para entonces, la planta ya había desarrollado sus primeras hojas verdaderas y progresaba adecuadamente.

Etapa vegetativa

Durante la tercera semana, nuestra Pineapple Autofloreciente continuó creciendo saludablemente y alcanzó una altura de 26 cm. Las raíces se extendían visiblemente desde la base y los lados del cubo de lana de roca, lo que significaba que había llegado el momento de trasplantarla a un tiesto de 8 litros. Aprovechamos la ocasión para colocarla bajo la lámpara Philips Green Power de 1.000 W.

Nuestra planta ya contaba con tres grupos de hojas completas e incluso empezaban a crecer brotes en los nudos interiores, señal de que estaba entrando en la prefloración. A medida que avanzaba el crecimiento, fuimos aumentando el volumen de agua hasta alcanzar los 400 ml diarios, incrementando la CE hasta 1,4.

Para prevenir la aparición de plagas, colgamos bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii de las ramas laterales inferiores. Estos depredadores beneficiosos ayudan a controlar plagas como trips, mosquitos de los hongos y arañas rojas de dos manchas, todo ello sin perjudicar a la planta.

Al entrar en la cuarta semana, la planta experimentó un progreso impresionante, alcanzando una altura de 35 cm. Llegados a este punto, aumentamos a 1000 ml diarios la cantidad de agua administrada. Además, cambiamos el horario de iluminación, pasando de 18 horas de luz a 12 horas de encendido y 12 horas de apagado. Aunque esto no es necesario para las plantas autoflorecientes, también cultivábamos plantas de fotoperíodo en el mismo espacio.

Etapa de floración

En la quinta semana, nuestro ejemplar de Pineapple Autofloreciente alcanzó una estatura de 48 cm y empezó a desarrollar sus primeros puntos de floración en la parte superior de las ramas. En ese momento, las hojas eran anchas y oscuras, con un aspecto general muy saludable, y el crecimiento era constante. Volvimos a aumentar el volumen de agua a 1.200 ml diarios con una CE de 1,7. Además, rebajamos la humedad al 60%.

Al entrar en la sexta semana, nuestra planta siguió creciendo hasta los 62 cm y, una vez más, aumentamos el riego a 1.500 ml diarios, con una nueva CE de 1,8. Estos valores se mantendrían constantes durante el resto del cultivo. En ese momento, las ramas laterales inferiores estaban desarrollando un bonito dosel y la planta estaba adquiriendo la clásica forma de árbol de Navidad que caracteriza al linaje índica. En esta semana, renovamos los sobres de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii.

Al llegar la séptima semana, nuestro ejemplar medía 80 cm de altura y estaba en plena etapa de floración, de arriba abajo. Las flores crecían por todas las ramas con un espacio internodal amplio. Las hojas de las flores eran largas y finas, por lo que la planta no estaba saturada, ni siquiera en la parte inferior.

En la octava semana, la planta subió otros 16 cm hasta llegar a los 96 cm de estatura. Los cogollos se desarrollaban muy bien y crecían visiblemente con el paso de los días. En este punto, no quedaba mucho por hacer, salvo esperar.

En la novena semana se produjo otro crecimiento espectacular, y nuestra Pineapple Autofloreciente alcanzó los 109 cm de altura. La cola principal se estaba desarrollando muy bien y las ramas laterales rebosaban de cogollos, tanto que algunas empezaron a doblarse por el peso. Todavía no apreciamos la aparición de pistilos anaranjados y parecía que la planta necesitaría unas semanas más de lo habitual. También reemplazamos las bolsitas de depredadores.

La planta ralentizó un poco su crecimiento en la décima semana, ganando sólo 11 cm, por lo que su estatura se situó en 120 cm. En ese momento, la cola principal estaba completamente formada y era bastante densa, al igual que muchas de las flores de las ramas laterales. Notamos la aparición de varios pelos anaranjados, así como un aroma cítrico y floral cada vez más marcado.

En la undécima semana sólo se produjo un aumento de 3 cm, lo que indicaba que estábamos llegando al fin del ciclo. Nuestro ejemplar, además de alto, también era bastante ancho, con ramas laterales que el peso de las flores empujaba hacia fuera. Cada vez eran más los pelos que adquirían lentamente un color anaranjado y las flores se densificaban casi a diario.

La planta siguió creciendo en la duodécima semana, esta vez fueron 9 cm más. Los pistilos se iban transformando lentamente y las hojas empezaban a amarillear ligeramente. Ambos signos indicaban que se acercaba el momento de la cosecha.

Nuestra Pineapple Autofloreciente experimentó un último estirón en la decimotercera semana, alcanzando una altura de 145 cm. La mayoría de los pistilos se habían vuelto naranjas y la planta estaba casi lista para la cosecha.

Finalmente, al cabo de catorce semanas, nuestra planta medía nada menos que 150 cm de estatura y la recubrían densas y pesadas flores. Estaba lista para la cosecha.

Cosecha

Para cosechar nuestra Pineapple Autofloreciente, cortamos la planta por la base y luego la colgamos boca abajo en un recinto controlado para que se secara. Fijamos la temperatura de la sala en 15,5°C y la humedad relativa en un 50%. Después de colgarla, la dejamos varias semanas secándose, finalizando el proceso cuando las ramas más pequeñas se partían al doblarlas.

Tras recortar las flores de las ramas, las colocamos en tarros de cristal para que se curaran. Al principio, dejamos los recipientes sin cerrar durante 24 horas para que se evaporara la mayor parte de la humedad. Durante las dos semanas siguientes fuimos «eructando» los tarros varias veces al día, reduciendo gradualmente la frecuencia hasta hacerlo sólo una vez al día.

Al final cosechamos un total de 122 gramos de flores secas con una concentración de THC del 19,8%.

Perfil de terpenos

Degustar nuestra Pineapple Autofloreciente fue una agradable recompensa tras el duro trabajo realizado. Sus efectos no se hicieron esperar, proporcionando una explosión de felicidad plena que duró horas. Se notaba una estimulación mental y una relajación física, lo que la hacía perfecta para desconectar tras un largo día.

Lo que realmente destacaba era su delicioso perfil de terpenos. Los aromas skunk y dulces se mezclaban a la perfección, creando una experiencia agridulce única. Se percibía un inconfundible sabor a piña madura, acompañado de sutiles toques cítricos.

En general, nuestra Pineapple Autofloreciente hizo honor a su nombre, ofreciendo un sabor tropical que me dejó con ganas de más. No era excesivamente ácido, pero sin duda tenía un toque cítrico que me incitaba a repetir. Es como disfrutar de una jugosa rodaja de piña recién cortada, con un toque ácido y un matiz funky.

El resultado

En general, este cultivo ha resultado ser muy interesante. La planta creció muy por encima de su altura «normal», pero produjo una cantidad acorde con lo que esperábamos. Es importante tener en cuenta que los datos que aparecen en las hojas informativas se basan en valores promedio y que los resultados pueden variar. Si dispones de espacio vertical y no te preocupa que una planta se descontrole un poco, las flores que obtuvimos de nuestra Pineapple Autofloreciente merecen con creces el trabajo.

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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