Te contamos cómo fue nuestro cultivo de una Raspberry Critical Kush Feminizada, una variedad 70% índica creada en colaboración con el equipo de Champelli. Esta planta de altura intermedia y floración rápida superó incluso nuestras expectativas más ambiciosas cuando la cosechamos. Aunque necesitó un poco de ayuda extra, los resultados hablan por sí solos.
Duración total del cultivo: 95 días
Etapa de floración: 60 días
Altura final: 132 cm
Rendimiento final: 186 gramos
Contenido en THC: 23.68%
En el cultivo de nuestra Raspberry Critical Kush Feminizada empleamos una lámpara HPS Philips GreenPower de 1.000 W programada para estar 18 horas encendida y 6 horas apagada al día. Bajo ella colocamos una maceta de plástico de 12 litros rellena con BAC Lava Mix y cubierta con una capa de cubos de lana de roca. Mantuvimos el espacio de cultivo a una temperatura constante de 23°C durante el día y 21°C por la noche, con una humedad relativa del 65% durante la etapa vegetativa.
Germinación y plántula
En primer lugar, debíamos germinar las semillas. Por suerte, se trata de una tarea extremadamente sencilla que sólo requiere unos pocos elementos domésticos de uso cotidiano: toallitas de papel, un plato y una bolsa de plástico. Doblamos las servilletas de papel, las colocamos en el plato, las rociamos con unos pocos mililitros de agua (lo suficiente como para humedecerlas sin empaparlas) y colocamos con cuidado las semillas encima, dejando un par de centímetros entre cada una. Tras cubrirlas con otra toallita de papel húmeda, colocamos el plato en una bolsa de plástico ligeramente abierta.
Al cabo de unas 24 horas, las semillas ya se habían abierto y mostraban su raíz pivotante. Colocamos la plántula en un cubo de lana de roca con la raíz primaria hacia abajo y la pusimos bajo una lámpara LED de 600 W para que empezara a brotar. En esta fase inicial, las plántulas son increíblemente frágiles y un exceso de luz, calor o humedad podría interrumpir fácilmente su crecimiento.
Tres días después llegó el momento del primer riego: 100 ml de agua con un pH equilibrado (pH 6,2; CE 0,8) enriquecida con una pequeña dosis de hormona de enraizamiento. Al final de la primera semana, la plántula había crecido hasta alcanzar los 11 cm de altura y mostraba un conjunto completo de hojas sanas de un color verde oscuro. A continuación, la trasplantamos a una maceta de 12 litros y empezamos a regarla diariamente con 100 ml de agua (pH 6,0: CE 1,4) mezclada con nutrientes líquidos Bio Grow. El tallo aún tenía un aspecto delgado y la plántula necesitaba un poco de sujeción suplementaria, pero es algo que suele ocurrir.
Etapa vegetativa
La planta creció hasta llegar a los 15 cm de altura en la segunda semana, y brotaron nuevos grupos de hojas con un espaciado internodal muy estrecho. Además, el crecimiento de las ramas laterales arrancó con fuerza, y una de ellas superó incluso al tallo principal. Este fenómeno se fue estabilizando gradualmente a medida que la planta maduraba. A tenor del frondoso crecimiento, duplicamos la alimentación diaria a 200 ml de agua.
En la tercera semana, la planta casi duplicó su altura, alcanzando los 27 cm. Las hojas en abanico eran enormes y las ramas más bajas seguían siendo más altas que el tallo principal. Sin embargo, ya era lo suficientemente robusta como para retirar el tutor de madera, aunque tuvimos que volver a colocarlo posteriormente. Como íbamos a iniciar la etapa de floración a la semana siguiente, volvimos a duplicar el volumen de agua, ajustándolo a 400 ml al día.
Por último, antes de entrar en la etapa de floración, colgamos unas bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii de las ramas más bajas. Estos bichitos viven en armonía con la planta de marihuana y no la dañan en absoluto. Al contrario, cazan parásitos como los trips y las arañas rojas, que pueden destruir rápidamente hasta las plantas más sanas. Las sustituimos cada cuatro semanas para mantener la población constante.
Etapa de floración
Iniciamos la etapa de floración en la cuarta semana. Para ello, modificamos el horario de iluminación a 12/12, redujimos la humedad al 60% y empezamos a regar con 800 ml de agua (pH 6,0; CE 1,8) mezclada con nutrientes líquidos Bio Flower. Nuestra planta siguió creciendo rápidamente hasta alcanzar los 41 cm y se cubrió de una vegetación densa y sana. Los entrenudos seguían siendo estrechos, pero se iban espaciando poco a poco y la copa empezaba a igualarse.
En la quinta semana, la planta se elevó vertiginosamente hasta alcanzar los 66 cm de estatura. La distancia internodal aumentó rápidamente y el tallo principal superó por fin a las ramas inferiores. Además de ganar altura, también crecía rápidamente hacia el exterior. Era obvio que iba a ser un ejemplar grande. Aunque aún no veíamos signos de floración, aumentamos el riego a 1.000 ml al día para proporcionar a la planta todo lo que necesitaba.
La sexta semana marcó el mayor crecimiento del ciclo, pues la planta subió 29 cm y alcanzó los 95 cm de altura. Fue casi todo estiramiento, pues la distancia internodal aumentó considerablemente. Empezamos a ver los primeros signos de floración en forma de pelos blancos en los nodos interiores y en la parte superior de las ramas. Una vez más, aumentamos el volumen de agua a 1.500 ml al día, una cantidad que no cambiaría durante el resto del cultivo.
La séptima semana fue testigo de otro crecimiento extremadamente rápido, ya que nuestra planta ganó otros 24 cm, llegando así a los 119 cm de estatura. El tallo principal estaba muy por encima de las ramas inferiores y en cada zona de floración se observaba un pequeño racimo de pistilos que aumentaba de tamaño con el paso de los días. La planta ya mostraba la clásica forma de árbol de Navidad, tan común en muchas índicas.
La tendencia cambió radicalmente en la octava semana, pues el crecimiento vertical se detuvo bruscamente y la planta sólo creció 4 cm, midiendo en total 123 cm de altura. Sinceramente, fue un verdadero alivio, ya que las larguísimas ramas inferiores se estaban volviendo difíciles de manejar y empezaban a doblarse por el peso. La producción de flores se aceleró rápidamente y la cola principal estaba casi completamente formada.
La altura de la planta alcanzó los 131 cm en la novena y décima semana. Para entonces, el tallo principal y las ramas laterales se estaban doblando bajo el inmenso peso de los densos cogollos y tuvimos que añadir varios tutores. Esto también ayudó a frenar la expansión horizontal, que se estaba convirtiendo en un problema.
Nuestra planta alcanzó su altura máxima (132 cm) en la undécima semana. Incluso con los tutores, empezaba a inclinarse hacia un lado, por lo que estábamos deseando que llegara la cosecha. Afortunadamente, los primeros pistilos se estaban tiñendo de naranja, lo que indicaba que el ciclo estaba a punto de finalizar.
El número de pistilos anaranjados siguió aumentando en la duodécima semana, a medida que los cogollos dejaban de crecer. Ahora sólo nos quedaba esperar pacientemente y confiar en que los tutores resistieran.
Y por fin, en la decimotercera semana, cosechamos nuestra planta.
Cosecha
Cosechar nuestra Raspberry Critical Kush Feminizada fue tan sencillo como el resto del cultivo. En primer lugar, cortamos la planta por la base y le quitamos todas las hojas en abanico. A continuación, la colgamos boca abajo en una habitación oscura a 15,5°C con una humedad relativa del 50%. La dejamos así hasta que las ramas más pequeñas se volvieron lo bastante quebradizas como para partirse al doblarlas, lo cual suele tardar entre 10 y 20 días.
Cuando los cogollos estuvieron completamente secos, los retiramos de la planta y manicuramos las hojas de azúcar restantes. Los cogollos no presentaban muchas hojas y sólo tuvimos que ocuparnos de un puñado de grandes colas. Había varios cogollos de menor tamaño en la parte inferior, pero también eran densos y fáciles de manicurar.
Una vez terminado el manicurado, colocamos los cogollos en tarros de cristal para su curado. Dejamos los recipientes abiertos durante las primeras 24 horas para que se evaporara la mayor parte de la humedad residual. Después, cerramos los tarros herméticamente y los fuimos «eructando» varias veces al día durante una hora. A medida que el proceso de curado avanzaba, fuimos reduciendo gradualmente la frecuencia de los eructos hasta hacerlo sólo una vez al día. Este proceso suele durar entre cuatro y seis semanas.
Al final, cosechamos la asombrosa cantidad de 186 gramos de flores secas con un contenido en THC igualmente impresionante: 23,68%.
Perfil de terpenos
Durante la etapa de floración, la Raspberry Critical Kush Feminizada desprende un aroma floral bastante pronunciado, el cual combina notas dulces y afrutadas con matices terrosos y almizclados, acompañados de sutiles toques a bayas y pino. En general, el olor es bastante perceptible y los cultivadores que valoren la discreción deberían tomar medidas para combatirlo.
Con respecto al sabor, surgen las mismas notas con toda su fuerza y proporcionan un sabor complejo y suave que complace incluso a los paladares más refinados.
En general, la Raspberry Critical Kush ofrece un subidón muy equilibrado que empieza con una sensación estimulante y eufórica. Al cabo de un rato, este efecto da paso gradualmente a un colocón corporal más relajante que, aunque potente, no te apalancará en el sofá. Esta variedad es perfecta para relajarse tras un largo día o para experimentar una explosión de energía creativa.
El resultado
En conjunto, quedamos muy satisfechos con nuestra Raspberry Critical Kush. Estamos ante una planta de marihuana con una corta etapa de floración y una producción increíble, por lo que se hace querer. Sin embargo, si no se cuida adecuadamente, puede resultar un tanto difícil de manejar. Sus larguiruchas ramas y pesados cogollos no son lo más adecuado para cultivadores principiantes o con poco espacio. Sin embargo, si tienes tiempo y espacio, esta variedad es una opción ideal para un screen of green o un mainlining.
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.