¿Se Ven Afectados los Consumidores de Cannabis por la Guerra contra las Drogas de Filipinas?

La bandera de Filipinas, plantas de cannabis e imágenes de la 'guerra contra las drogas'

Desde que el presidente Rodrigo Duterte llegó al poder en Filipinas ha librado una cruenta guerra contra las drogas que amenaza con desestabilizar el país, y ha afectado a los consumidores de cannabis y de drogas «duras». Hablamos con una activista destacada del cannabis para conocer la situación y los riesgos cotidianos para los consumidores de cannabis.

El 9 de mayo de 2016, la población de Filipinas eligía a un nuevo presidente – Rodrigo Duterte, ex alcalde de la ciudad de Davao. A Duterte se le ha relacionado con el muy conocido Escuadrón de la Muerte de Davao, del que se cree que es responsable de la muerte de más de mil presuntos traficantes de drogas entre 1998 y 2008.

Desde que asumió el poder, Duterte se ha embarcado en una sangrienta campaña policial con el fin de acabar con los traficantes de drogas y los consumidores de drogas de la sociedad filipina. Según la cadena de noticias filipina Rappler, 3.526 presuntos traficantes y consumidores de drogas perdieron la vida entre el 1 de julio de y 13 de septiembre. De éstos, 1.571 fueron «muertes bajo investigación» – sospechosos «abatidos legítimamente» por la policía, parece que con frecuencia por resistencia a la autoridad. El resto fueron, según se informa, el resultado de ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por grupos de vigilancia, o son «inexplicables».

Filipinas suspendió provisionalmente la pena de muerte en 2006; Duterte ha pedido en repetidas ocasiones que se restablezca, pero mientras tanto parece sentirse satisfecho con saltarse las debidas garantías procesales en su totalidad.

La Policía Nacional de Filipinas (PNP) ha llamado a su campaña Plan Double Barrel – que con uno de los dos «cañones» (barrels, en inglés)) apunta a traficantes de drogas ricos y de alto nivel, y con el otro se dirige a los consumidores y camellos de a pie de calle. Sin embargo, hasta el momento, parece que la gran mayoría de las muertes se han producido en los sectores más pobres de la sociedad, mientras que sólo se ha detenido a un puñado de traficantes de alto nivel.

Esto ha llevado a algunos críticos internacionales a afirmar que la actual guerra contra las drogas es, en realidad, una guerra contra los pobres. A pesar de diferentes polémicas, Duterte registró una caída drástica de la delincuencia (generalmente relacionada con la pobreza) durante su alcaldía en Davao, lo que condujo a una ciudad más segura en general y a una mejora del rendimiento económico.

A nivel nacional, durante los últimos seis meses, Filipinas ha presentado un rendimiento económico considerablemente grande, a pesar de (o quizás debido a) la actual represión. Parece que, dentro de ciertos sectores de la industria, existe la creencia de que las medidas agresivas adoptadas por Duterte contribuyen a la aparición de unas Filipinas nuevas y «limpias», preparadas para un auge de su crecimiento.

Como parte del Plan Double Barrel, la PNP ha visitado más de 940.000 hogares, efectuado más de 16.000 detenciones, y ha obligado a entregarse a más de 700.000 personas (de las que se dice que poco más de 50.000 son traficantes y el resto consumidores).

Rodrigo DUTERTE, 16º Presidente de Filipinas
Rodrigo Duterte, 16º Presidente de Filipinas (© Wikimedia Commons)

Según afirmaba en 2015 la Junta de Drogas Peligrosas de Filipinas, 1,8 millones de filipinos son consumidores de drogas. Más de la mitad de esta cifra ya han sido objeto de visitas a domicilio – pero como el propio Duterte ha afirmado que el número de consumidores de drogas asciende a unos 3,7 millones, no está claro cuándo se dará por concluida la operación. Ya existe una preocupación generalizada porque no son solamente los distribuidores y los consumidores de drogas los que se ven atrapados en la ola de violencia.

Para averiguarlo, hemos tenido la oportunidad de hablar con la activista del cannabis y madre de dos hijos Kimmi del Prado, fundadora de la Philippine Cannabis Compassion Society, un grupo de presión que aboga por un acceso seguro al cannabis medicinal.

En tu opinión, ¿cuáles fueron los principales factores que hicieron que Rodrigo Duterte llegase a la presidencia?

Yo diría que es porque la mayoría de los filipinos se sintieron decepcionados con la administración anterior y las precedentes; la mayoría consideraba que ya era hora de que alguien diese un paso adelante e hiciese cambios drásticos.

La gente observó con interés su actuación cuando fue alcalde de la ciudad de Davao. A pesar de que niega tener nada que ver con el muy conocido Escuadrón de la Muerte de Davao, o con los responsables de las ejecuciones extrajudiciales en la ciudad, los que le votaron aprueban sus medidas para acabar con la delincuencia y para garantizar la seguridad pública.

Ahora, como presidente, ha dejado patente su especie de liderazgo estricto, y a menudo brutal. Se han producido detenciones, tiroteos y muertes que se están investigando, todo bajo el pretexto de la Guerra contra las Drogas – y algunas personas parecen creer que esta es la manera adecuada de abordar la situación.

¿Qué ocurría con los traficantes y consumidores de drogas en Davao cuando Duterte era alcalde? ¿Qué pensaban los ciudadanos?

Los consumidores de drogas recibían servicios sanitarios gratuitos en los centros de rehabilitación. A los «adictos» se les denominaba «pacientes» y el gobierno local garantizaba un presupuesto suficiente para su rehabilitación. Como he mencionado anteriormente, Davao tiene una buena reputación como una de las ciudades más seguras. La gente respeta la ley en Davao, así de eficaz puede ser su liderazgo.

Kimmi del Prado, fundador de la Sociedad de Compasión de Cannabis Filipinas, dando un discurso
Kimmi del Prado, fundador de la PCCS, Sociedad Filipina de Cannabis Compasivo (© PCCS)

¿Qué opina la gente de la situación actual? ¿Viven con un miedo constante? ¿Por qué algunos creen que la purga está justificada?

Las medidas adoptadas conforme a la actual guerra contra las drogas han dividido a la mayoría de los filipinos. Ha sido un tema delicado desde que las muertes empezaron a salir a la luz. Hay quienes creen y apoyan la idea de que hay que acabar con todos los implicados en asuntos relacionados con las drogas ilegales y eliminarlos de la sociedad. Por otro lado, hay quienes piensan que el presidente Duterte presenta un panorama desesperado al que sólo él puede enfrentarse.

Según declaraciones del presidente, la «meta» o el «cristal» (una forma de metanfetamina de cristal) sólo son frecuentes entre los pobres. La mayoría de, si no todos, los tiroteos tuvieron lugar en barrios pobres. Sin embargo, en lo que respecta a los grandes capos de la droga, aún tenemos que averiguarlo (si se van a dirigir a ellos también).

¿Cuál es la situación sobre el terreno? ¿Dónde resides, y te encuentras cerca de la violencia?

Vivo en una pequeña ciudad de provincia. La mayor parte de la violencia y tiroteos suceden en las grandes ciudades. Tenemos dos tipos de personas, los que sienten que están más seguros ahora, y los que creen, entre los que me incluyo, que nuestras vidas corren más peligro que nunca. Junto con esos asesinatos documentados, hay una gran cantidad de muertes cuestionables. Se ha producido un aumento de los grupos de vigilancia; se encuentran cadáveres tirados y marcados con cartulinas que indican que se trataba de «camellos», de ahí el término «justicia de cartón».

¿Corres el peligro de ser arrestada, o la gente que conoces está en peligro actualmente de ser arrestada?

Todo el mundo lo está. Vemos las noticias y las historias personales de confusión de identidades. La policía recibe órdenes de disparar a cualquiera que oponga resistencia a la autoridad, y la mayoría de esos tiroteos, al parecer, se produjeron porque los sospechosos ofrecieron resistencia al arresto. En ausencia de las debidas garantías procesales, ¿cómo vamos a saber si eran culpables o no?

Un niño en una cama de hospital adjunta a la vida médica.
La paciente con Síndrome de Dravet, Moon Jaden, lamentablemente murió en 2013. La PCCS hizo campaña, sin éxito, para que recibiera cannabis medicinal (© PCCS)

¿Alguno de tus amigos o familiares, o tú misma, habéis sido arrestados, o sufrido acoso o violencia debido a la situación actual?

Por suerte, no.

¿Están, en general, los consumidores y distribuidores de cannabis en peligro, o el cannabis se ve de manera diferente a otras drogas?

Como he mencionado antes, parece que el objetivo principal es la «metanfetamina». La mayoría, si no todas las medidas represivas han implicado metanfetamina. Pero también hay detenciones de consumidores de cannabis. En realidad, las directrices de sus gobiernos locales obligan a los residentes a entregarse voluntariamente si están involucrados en asuntos de drogas ilegales, tanto a los consumidores como a los camellos. Por miedo, incluso algunos consumidores de cannabis se han entregado, sólo para obligarles a firmar una declaración por escrito en la que se comprometen a no volver a tomar drogas.

A pesar de la campaña general contra las drogas de la actual administración, se dice que el presidente ha manifestado estar a favor del cannabis medicinal.

¿Cuál es la magnitud del cultivo de cannabis y su uso dentro de la sociedad filipina? ¿Es siempre una actividad de alto secreto?

Personalmente creo que es un secreto a voces. Sigue siendo un tabú. Tenemos cultura del cannabis local, sobre todo en el norte. Algunas tribus se conocen por su uso del cannabis en los rituales y la medicina tradicional. Hay gente que consume cannabis por motivos personales, ocultando su uso a su familia y amigos para evitar llamar la atención. Algunos lo utilizan como medicina, algunos con fines recreativos y como sustituto del alcohol y del tabaco. El cannabis se ha generalizado, gracias a la información gratuita online y otras fuentes. Aunque estoy segura de que todavía quedan unas cuantos que siguen mal informados y teniendo prejuicios en contra de los consumidores.

Una multitud de personas con globos de colores conmemorando a la luna Jaden.
«Una celebración de Vida y Esperanza» en memoria de Moon Jaden (© PCCS)

Antes de la llegada al poder de Duterte, ¿hasta qué punto corría riesgo la vida del consumidor medio de cannabis? ¿Cómo han cambiado las cosas desde que Duterte asumió el cargo?

Antes se corrían riesgos, pero no tantos como ahora. Antes, la gente podía terminar encerrada en la cárcel por la mera posesión de un porro. Nuestro sistema judicial necesita una reforma importante. Nuestras cárceles están llenas de personas detenidas por delitos de drogas no violentos. A estos pequeños infractores ocasionales se les encierra junto a delincuentes que son juzgados por asesinato, homicidio, etc. Ahora bajo la presidencia de Duterte, la gente tiene más cuidado porque no parece haber ninguna distinción entre las clasificadas como drogas peligrosas.

¿Consumes cannabis? En ese caso, ¿hasta qué punto te sientes cómoda hablando de tu propio consumo de cannabis con otros miembros de la sociedad?

Tengo que declinar responder al respecto en público, por las consecuencias a las que podría enfrentarme. Sigue siendo un tema complicado, como he dicho – tabú. Desde que el PCCS aboga por el cannabis medicinal, suelen preguntarme por mi motivación para la fundación de dicho grupo. No estoy enferma, mis hijos tampoco no lo están. Nadie de mi familia tiene una enfermedad médica grave.

No veo ninguna razón por la que no estar a favor del cannabis. Siempre digo que nunca he encontrado una planta tan polémica como el cannabis. He investigado y estoy convencida de que es una medicina que puede salvar vidas. Sólo estoy aquí para concienciar sobre los muchos beneficios de la misma, pero lo que es urgente es que los pacientes tengan un acceso seguro al cannabis medicinal.

El cannabis medicinal debe ser lo primero. ¿Por qué? Porque seguimos teniendo dificultades para convencer a nuestros legisladores de que se trata de una de las medicinas más seguras conocidas por el hombre, ¿cuánto va a llevarnos convencerles de que es una alternativa segura al alcohol, y es una industria prometedora? Antes de que siquiera debatamos el tema, tenemos que tener en cuenta que hay vidas en juego, esperando para probar el cannabis medicinal.

Como activista, ¿crees que corres un riesgo mayor de lo habitual en la actualidad? ¿Tienes intención de mantener tu compromiso con el activismo a pesar de la situación?

Sí, por supuesto. Por mucho que odie contemplar la idea, corro mucho más riesgo de ser arrestada o de ser acosada. Pero esta ha sido mi defensa personal. Ya hemos perdido pacientes. Niños y adultos. Es desgarrador ser testigo de la muerte de miembros, pero al mismo tiempo, el apoyo es cada vez más grande y más fuerte. Mientras que conozca mis derechos y mis intenciones sean decentes, no voy a dar marcha atrás.

Activistas de PCCS sentados alrededor de una mesa sosteniendo un cartel con un símbolo de cannabis
Como la guerra contra las drogas filipina continúa, activistas como los de la PCCS son más necesarios que nunca (© PCCS)

¿Crees que tus esfuerzos en el activismo han tenido éxito hasta ahora? Si es así, ¿de qué forma?

Me sigo sintiendo incrédula a veces cuando intento recordar cómo empecé. Todo lo que recuerdo es que empecé con una página de Facebook para promover el conocimiento del cannabis, 3 años después, aquí estamos, presionando para presentar otro proyecto de ley. El primer proyecto de ley para el que ejercimos presión política fue el HB4477, The Compassionate Use of Medical Cannabis Act (La Ley de Uso Compasivo de Cannabis Medicinal). Sólo conseguimos que se presentará ante el Comité de Sanidad. Luego llegó la nueva administración. Ahora nos regimos por la HB180, The Philippine Compassionate Medical Cannabis Act (La Ley de Cannabis Medicinal Compasivo de Filipinas). Vamos a probar diferentes formas con el fin de lograr que las cosas empiecen a ponerse en marcha. Si las cosas van muy bien, vamos a ser los primeros en Asia en cultivar, manufacturar y dispensar legalmente cannabis medicinal.

Entonces, ¿anticipas futuros éxitos para el activismo del cannabis?

Éxitos futuros, sin duda. Nuestros compañeros defensores de Malasia, Tailandia e Indonesia nos admiran y respetan. Vamos a empezar con el medicinal. Esto va a abrir más vías para dar a conocer el cannabis. Creo que Filipinas tiene un alto potencial para una industria del cannabis que tenga éxito.

¿Cuál crees que es la mejor solución a la situación actual?

Hay que pedir una mayor unidad para respetar y defender los derechos humanos. La Guerra contra las Drogas es una guerra contra la gente. Debemos recordar al gobierno de Filipinas que nunca en la historia de la Guerra contra las Drogas ha funcionado hacer la guerra contra la gente. Necesitamos compasión más que nunca.

Para obtener más información sobre el movimiento de Kimmi del Prado para legitimar el cannabis en las Filipinas, por favor visita la página de Facebook de la Philippine Cannabis Compassion Society.

Las leyes relativas a las drogas de Filipinas se pueden encontrar en su totalidad aquí.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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