En este informe de cultivo describimos todo lo que hemos aprendido cultivando una Zkittlez Autofloreciente. Esta variedad híbrida, ideal para cultivadores principiantes, se desarrolló junto con los criadores de Fat Beans. Tiene un tamaño compacto y una etapa de floración relativamente larga, con un rendimiento decente para una autofloreciente tan compacta.
Etapa de floración: 68 días
Periodo total, de la semilla a la cosecha: 91 días
Altura final: 82 cm
Rendimiento final: 57 gramos
Contenido en THC: 20.2%
Para el cultivo de las semillas de Zkittlez Autoflorecientes empleamos una maceta de plástico de 8 litros rellena de BAC Lava Mix, la cual colocamos bajo una lámpara HPS Phillips Green Power de 1.000 W, colgada a tres metros del suelo. Asimismo, mantuvimos una temperatura ambiental de 23°C durante el día y de 21°C por la noche, con una humedad estable del 65% durante la etapa vegetativa y del 50% durante la etapa de floración.
Germinación y plántula
Para poner en marcha nuestra semilla recurrimos al clásico método de las toallitas de papel. Basta con ponerla en una servilleta de papel húmeda, encima de un plato, colocando encima otra servilleta humedecida. A continuación, se cubre todo con una bolsa de plástico, sin apretar. La cáscara de la semilla se abrirá al cabo de un día aproximadamente, revelando la raíz primaria.
Una vez abierta, plantamos la semilla con la raíz hacia abajo en un cubo de lana de roca y lo colocamos a 80 cm por debajo de una lámpara Phillips de 600 W. Así la planta puede brotar con la luz suficiente, pero sin sobrecargarla.
Al final de la primera semana, nuestra plántula medía 5 cm de altura y lucía unos cotiledones verdes muy sanos. Tres días después de la germinación, la regamos por primera vez con 100 ml de agua de pH equilibrado vertida alrededor de la base del tallo. Este primer riego no incluyó ningún nutriente, ya que la planta no estaba preparada para ellos en esta fase.
Etapa vegetativa
En la segunda semana, nuestra Zkittlez Autofloreciente duplicó su altura hasta alcanzar los 10 cm y brotaron sus primeras hojas verdaderas. En ese momento, la trasplantamos a su hogar definitivo (una maceta de plástico de 8 litros) y la colocamos bajo la lámpara HPS de 1.000 W que encendíamos durante 18 horas al día. Además, empezamos a regar la planta con 500 ml de agua por toma. La mezclábamos con nutrientes líquidos Bio Grow, ajustando el pH a 6,0 y la CE a 0,8.
En la tercera semana, nuestra pequeña dama alcanzaba ya los 16 cm y le brotaron varias hojas nuevas en los nudos interiores. Las hojas de cinco puntas presentaban un color verde intenso saludable, pero en el centro eran ligeramente más claras. Esto, unido a algunos tallos morados, podría indicar una carencia de nitrógeno, por lo que teníamos que estar atentos. No obstante, en términos generales, la planta estaba feliz y sana. En esta semana aumentamos la cantidad de agua a 750 ml por toma y elevamos la CE a 1,4.
Etapa de floración
Al comienzo de la cuarta semana, las hojas de abanico ya presentaban un color uniforme y la planta alcanzaba los 22 cm de estatura, así que todo estaba en orden. Llegados a este punto, cambiamos la luz a un ciclo de 12/12. Aunque este programa no es necesario para las plantas autoflorecientes, en ese mismo espacio también estábamos cultivando plantas de fotoperíodo, las cuales necesitan al menos 12 horas de oscuridad para florecer.
También colgamos bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii de las ramas inferiores. Son unos ácaros depredadores que viven en las plantas de cannabis sin dañarlas. De hecho, son enormemente beneficiosos, ya que se comen plagas como los trips y las arañas rojas, unos parásitos que pueden destruir toda una cosecha.
Por último, cambiamos al abono líquido Bio Flower, aumentamos el volumen de agua a 1.000 ml al día y elevamos la CE a 1,7.
Nuestra Zkittlez Autofloreciente mostró los primeros signos de floración en la quinta semana, cuando empezaron a aparecer pequeños pelos blancos en los nudos interiores. Este fenómeno, siempre bienvenido, indicaba que la planta iba por buen camino hacia una cosecha sana. Ahora medía 26 cm de altura, con un crecimiento vertical lento pero constante. El desarrollo era firme en toda la planta, por lo que volvimos a aumentar el volumen de agua a 1.200 ml al día.
Llegó la sexta semana y las flores empezaron a brotar en los nudos interiores y en la parte superior de las ramas. Creció hasta alcanzar los 33 cm de altura, y ya se iba perfilando la figura característica de un árbol de Navidad. La vegetación de la mitad inferior era increíblemente tupida. Las nuevas hojas que crecían cerca de la parte superior eran más esbeltas que las antiguas. Por último, aumentamos la cantidad de agua a 1.500 ml al día y elevamos la CE a 1,8.
En la séptima semana, nuestra Zkittlez Autofloreciente seguía creciendo verticalmente, alcanzando los 41 cm de altura, y las ramas laterales se expandían cada vez más hacia el exterior. En el tallo principal, las flores se unían formando la cola principal, y las ramas laterales también estaban cada vez más pobladas de cogollos. Llegados a este punto, ya era solo cuestión de esperar.
Llegó la octava semana y con ella los 49 cm de altura, con flores cada vez más grandes a medida que pasaban los días. En este momento, colocamos unas bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii para evitar la presencia de plagas.
A finales de la novena semana, nuestra Zkittlez Autofloreciente medía 56 cm de altura y empezaba a madurar lentamente. La cola principal estaba completamente formada y los cogollos de las ramas laterales eran densos y pesados. A estas alturas, la planta era casi tan ancha como alta, y no daba señales de desaceleración.
En la décima semana el desarrollo fue algo más lento y la planta sólo creció 5 cm hasta alcanzar una altura de 61 cm. Los primeros pistilos empezaban a adquirir un color anaranjado y la cosecha se acercaba rápidamente. A estas alturas, el olor era bastante intenso, con un aroma penetrante y agradable en general.
En la undécima semana, nuestra chica estaba casi lista para la cosecha. La cola principal ocupaba ya toda la mitad superior de la planta y las ramas laterales estaban repletas de cogollos. La mayoría de los pistilos habían adquirido un color naranja intenso.
Cuando la duodécima semana llegó a su fin, nuestra planta siguió creciendo hasta alcanzar una estatura de 75 cm. Fue todo un estirón en la última semana, pero las flores crecieron igualmente. A estas alturas, lo único que quedaba era purgar la tierra durante una semana para eliminar todo exceso de nutrientes.
Por fin llegó la decimotercera semana y con ella la cosecha de nuestra Zkittlez Autofloreciente. La planta medía 82 cm de altura y estaba cubierta de la cabeza a los pies de flores maduras.
Cosecha
Tras cortar la planta por la base del tallo, la colgamos boca abajo en un entorno climatizado durante varias semanas. Mantuvimos una temperatura constante de 15,5°C y un nivel de humedad relativa del 60% para minimizar la aparición de moho o enfermedades.
Tan pronto como las ramas más pequeñas se volvieron lo bastante quebradizas como para romperse, recortamos los cogollos y los transferimos a unos tarros de cristal para curarlos. Al principio, dejamos los tarros sin cerrar durante 24 horas para que se evaporara la mayor parte de la humedad residual. Después, cerramos los recipientes herméticamente y los fuimos «eructando» regularmente varias veces al día durante las dos primeras semanas. Cada vez que lo hacíamos, dejábamos el tarro abierto durante aproximadamente una hora. En las últimas cuatro semanas, se abrieron los tarros una vez al día hasta que se alcanzó la consistencia deseada.
Quedamos bastante satisfechos con la cosecha que obtuvimos: 57 gramos de flores secas con un contenido en THC del 20,2%.
Perfil de terpenos
Lo primero que notamos al probar nuestra Zkittlez Autofloreciente fue su aroma: tropical y vigorizante, nos recordó a unas vacaciones en la playa. Incluso antes de probarla, la fragancia de las flores nos transportó a una calurosa playa tropical de suave arena y altas palmeras. El potente aroma a pomelo ocupaba un lugar destacado, con sutiles toques a frutas tropicales y exóticas maderas de caoba oscura que le añadían profundidad.
Tras probarla, los efectos se manifestaron de forma inmediata pero suave, con una leve sensación de euforia. Sin embargo, al cabo de unos minutos, lo que en principio era una pequeña sonrisa se convirtió rápidamente en una amplia sonrisa de oreja a oreja. A esta sensación se le unió una ráfaga de euforia cerebral, la cual desembocó en una mentalidad pacífica y contemplativa. Cuando sentimos que nuestras mentes empezaban a quedarse dormidas, el colocón corporal hizo su aparición y comenzamos a sentir el duradero y relajante subidón.
El perfil de sabor de la Zkittlez Autofloreciente es tan inconfundible e impactante como su aroma. Cada calada nos proporcionó sabores cítricos ácidos, dominados por mandarinas recién recolectadas, con un abrumador sabor afrutado tropical que nos dejó con ganas de saborearlo una vez más.
El resultado
La Zkittlez Autofloreciente fue una de las variedades más sencillas que hemos cultivado y es una elección fantástica para cultivadores principiantes. Aunque los cultivadores experimentados (o los que cultivan a mayor escala) pueden considerar que el rendimiento es bajo, el producto final es delicioso, potente y, en general, agradable. Si buscas una variedad sin complicaciones, ¡esta podría ser la tuya!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.