Lavado de raíces en el cannabis: Guía para optimizar el rendimiento y aroma

Flejando plantas de cannabis con cubo de riego de metal contra el fondo rosa

Se recomienda lavar las raíces de las plantas de marihuana para eliminar el exceso de sales y mejorar la experiencia al fumar. Aquí te explicamos cómo realizar el lavado en distintos medios de cultivo, cómo optimizar el riego y muchas cosas más. Esta guía proporciona información útil tanto para principiantes como para cultivadores experimentados.

¿Qué es el lavado de raíces?

El lavado de raíces se ha convertido en una práctica habitual durante las etapas finales del ciclo vital de las plantas de marihuana. Si estas crecen en tierra, coco, o en un medio de cultivo hidropónico, aportarles agua sin nutrientes en los últimos 7-14 días conlleva muchas ventajas. El lavado es esencial para el proceso de cultivo, tanto para instalaciones de cultivo con licencia legal como para cultivadores aficionados.

Riegando una planta de cannabis con cubo de riego de plástico

Muchos creen que lavar las raíces no solo elimina las sales no disueltas que se han acumulado en el medio de cultivo que rodea la zona radicular, sino que también hace que las plantas entren en un estado catabólico. Es decir, que empiezan a alimentarse de sí mismas, lo que hace pensar que están utilizando sus reservas internas de nutrientes antes de la cosecha.

¿Cuándo se deben lavar las raíces?

Un aspersor de metal enjuagando una planta de cannabis que crece al aire libre

La duración ideal del periodo de lavado es objeto de debate entre muchos cultivadores. Aunque la mayoría prefiere un intervalo de 14 días antes de la cosecha, algunos consideran que bastan 7 días de agua pura. En este sentido, el período de lavado debe estar en consonancia con la etapa de floración de la variedad. Por ejemplo, si el cultivo tiene un tiempo de floración previsto de 8 semanas, el lavado se realizará entre las semanas 6 y 8 de la etapa de floración para garantizar unos resultados óptimos.

El resultado de lavar las raíces es un humo más suave y un mejor sabor y aroma en el producto final.

Los beneficios del lavado de raíces

Primer plano de la hoja de cannabis con gotas de agua

El lavado de las raíces en las plantas de marihuana ofrece muchas ventajas. El sabor de la hierba te resultará mucho más suave y refinado, mientras que la combustión del porro es más lenta y sin quemaduras laterales. La ceniza adopta un color blanco tenue y se cae con el más ligero golpecito. Desde el punto de vista práctico, los sustratos como el coco y la tierra pueden reutilizarse tras un buen lavado, y los usuarios medicinales prefieren la tranquilidad de un producto sin sustancias químicas ni sales.

¿Qué sales se eliminan con el lavado?

Como seguramente sabrás, las plantas de marihuana necesitan una proporción equilibrada de nutrientes primarios y secundarios, así como de oligoelementos minerales, para crecer fuertes y sanas. Estos nutrientes esenciales se suministran en forma de sales que se disuelven en contacto con el agua. Sin embargo, con el tiempo, estas sales pueden acumularse alrededor de las raíces y asentarse en el medio de cultivo, pudiendo perjudicar a la planta. Por eso es fundamental conocer los riesgos de la acumulación de nutrientes y tomar las medidas adecuadas para lavar correctamente las raíces.

Un riego naranja se sacudió en tiros una planta de cannabis que crece en una maceta

Nutrientes primarios

Los nutrientes primarios, o micronutrientes, son elementos esenciales que las plantas necesitan en abundancia para poder crecer y desarrollarse. Existen tres nutrientes primarios:

1. Nitrógeno (N)

El nitrógeno es un componente imprescindible para la producción de clorofila, la cual se emplea para la realización la fotosíntesis y para almacenar energía. Las plantas de cannabis consumen nitrógeno durante las etapas de plántula, vegetativa y floración.

2. Fósforo (P)

El fósforo contribuye al crecimiento de las raíces y es responsable de la producción de flores. Es esencial durante las primeras fases de crecimiento de las plantas de marihuana y los esquejes.

3. Potasio (K)  

El potasio, combinado con el fósforo, favorece una producción abundante de flores y cogollos. También es responsable de la función estomática del tejido foliar, la cual permite a las plantas absorber CO2 y realizar la fotosíntesis.

Nutrientes secundarios

Se usan menos que los nutrientes primarios antes mencionados, pero son igual de importantes en su función. Existen tres nutrientes secundarios que la hierba necesita durante su ciclo vital.

1. Calcio (Ca)

El calcio es un nutriente esencial que ayuda a las plantas a combatir enfermedades y plagas. Es un componente básico en la formación de las paredes celulares, y a menudo se vende combinado con magnesio con el nombre de Cal-Mag.

2. Magnesio (Mg)

En las plantas, el magnesio desempeña numerosas funciones en su calidad de nutriente secundario, desde la síntesis de la clorofila hasta la activación de enzimas.

3. Azufre (S)

El azufre es responsable de la actividad enzimática y del metabolismo del nitrógeno, del aceite y de la síntesis de proteínas.

Oligoelementos

Tal como señala el término, estos componentes están presentes en cantidades mínimas. Los oligoelementos son responsables de la fotosíntesis, la producción de hormonas, el desarrollo celular y la producción de flores y semillas. Así pues, veamos los seis más importantes.

1. Manganeso (Mn)  

El manganeso es esencial para el crecimiento de las plantas, la producción, el metabolismo y la interacción entre las células vegetales.

2. Cobre (Cu)  

El cobre interviene en la producción de enzimas, el desarrollo de la clorofila y la germinación.

3. Zinc (Zn)  

El zinc contribuye a la producción de enzimas y al metabolismo vegetal, siendo un factor clave para la salud general de la planta.

4. Hierro (Fe)  

El hierro participa en la producción de clorofila y en la fotosíntesis, así como en la producción de frutos y flores. Un exceso de hierro puede atrofiar la planta.

5. Boro (B)  

El boro favorece el alargamiento de las raíces y la producción de tejidos, las membranas celulares y la producción de polen.

6. Molibdeno (Mo)   

El molibdeno es responsable de la síntesis y actividad de las enzimas y es vital para procesar el nitrógeno. De este modo, convierte el nitrógeno en aminoácidos y lo fija en la tierra.

Guía paso a paso para lavar las raíces

Una persona que rega a una planta de cannabis que crece en una maceta con cubo de riego

Todo cultivador responsable debe ser consciente de la importancia de lavar las raíces de las plantas de marihuana para eliminar el exceso de nutrientes y sales que pueden acumularse en el medio. Este proceso facilita el desarrollo completo del potencial de la planta en cuanto a sabor, aroma y calidad en general. Afortunadamente, contamos con una completa guía paso a paso que te ayudará a lavar las raíces de forma correcta y eficaz.

1. La fuente del agua

Para conseguir un lavado correcto es imprescindible disponer de agua limpia. Se puede obtener de fuentes diversas (embotellada, del grifo o de lluvia), pero es muy importante evitar el agua estancada, ya que puede ser perjudicial para las plantas. Es importante señalar que para lavar las raíces de la marihuana es preferible emplear agua blanda, que tiene niveles más bajos de calcio y magnesio, que agua dura.

También es una opción estupenda el agua obtenida mediante ósmosis inversa. Es un agua purificada que se obtiene mediante la filtración de agua del grifo normal, la cual atraviesa una membrana filtrante especializada que hace las veces de tamiz superfino (dejando pasar únicamente las moléculas de agua y bloqueando las impurezas y los contaminantes). Si puedes emplear agua osmotizada, te resultará muy útil a la hora de favorecer un crecimiento óptimo.

2. Comprueba el pH

El pH del agua que recibirán las plantas desde la siembra hasta la cosecha dependerá del medio de cultivo empleado. La mejor forma de comprobar el valor del pH es mediante un lápiz digital. A continuación te indicamos con más detalle los niveles de Ph recomendados para la tierra, el coco y la lana de roca.

3. Temperatura del agua

La temperatura ideal del agua para las plantas de cannabis oscila entre los 18 y los 22°C (64 y 71°F). Procura no regarlas con agua fría, ya que la temperatura de la zona radicular bajaría mucho y podría dificultar el desarrollo de la planta.

4. El lavado

Durante el proceso de lavado de las raíces se recomienda regar la maceta con un volumen de agua de tres a cinco veces superior al habitual. Vierte el agua alrededor de la base del tallo y espera a que penetre en la tierra. Esto ayudará a que el medio de cultivo se empape bien y el agua sobrante se escurra por el fondo.

5. Eliminación del agua residual

Es muy importante eliminar el agua residual, pues contiene todos los residuos no deseados extraídos del medio de cultivo. Recuerda siempre que un lavado adecuado puede evitar la acumulación de nutrientes y ayudar a las plantas a alcanzar todo su potencial.

Lavado de raíces en coco

La fibra de coco se elabora a partir de la cáscara de la fruta. Una vez tratado con sales y tamponado, es un excelente medio de cultivo gracias a su alto contenido en agua y a su capacidad de aireación. Para el lavado lo mejor es utilizar agua de ósmosis inversa con un pH de 6,0. Si se añaden enzimas al coco ya utilizado también se descompondrá la materia radicular vieja, lo que permitirá reciclarla y utilizarla para un segundo cultivo.

Lavado de raíces en suelo vivo

El lavado de las raíces de las plantas de cannabis cultivadas en suelo vivo es motivo de debate entre los cultivadores. En este medio, los nutrientes orgánicos se acumulan durante 72 horas y los microbios y bacterias beneficiosos del suelo los digieren. En estos casos, algunos cultivadores riegan solo con agua pura durante todo el ciclo vital y puede que ni siquiera necesiten lavar la acumulación de sales. En un sustrato orgánico, el pH del agua debe estar entre 5,5 y 6,5.

Lavado de raíces en lana de roca

La lana de roca es un medio de cultivo que no contiene nutrientes, por lo que es inerte y perfecto para aplicaciones hidropónicas. Se utiliza para la producción de verduras y frutas a escala comercial gracias a su capacidad para retener hasta 18 veces su peso en agua. Es la más popular entre los cultivadores hidropónicos de interior. Para las plantas de marihuana, el agua a emplear en el lavado de raíces en este medio debe tener un pH comprendido entre 5,5 y 6,5. A diferencia del coco, la lana de roca no puede reciclarse y se debe desechar al finalizar la cosecha.

Lavado de raíces en variedades de marihuana autoflorecientes

Las plantas de cannabis autoflorecientes se tratan igual que las de fotoperiodo. Lo ideal es alimentarlas con agua corriente durante catorce días. ¡Así que, si eres nuevo en el cultivo autoflorecientes, sigue nuestra guía donde te explicamos cómo favorecer el desarrollo! Te ayudará a evitar errores comunes y les darás a tus plantas los cuidados adecuados que necesitan durante todo su ciclo de crecimiento.

Bloqueo de nutrientes en las plantas de marihuana

Una visión superior de una planta de cannabis con hoja amarilla y quemada que muestra el bloqueo de nutrientes

El bloqueo de nutrientes se produce cuando las plantas de cannabis no pueden absorber el alimento presente en el medio de cultivo, algo que suele deberse a un desequilibrio del pH o a una acumulación excesiva de nutrientes, sobre todo de las sales procedentes de los fertilizantes.

  1. Causas: pH desequilibrado y sobrefertilización que provocan acumulación de nutrientes y sales.
  2. Síntomas: Estancamiento del crecimiento, decoloración de las hojas y escaso desarrollo de los cogollos, que muestran signos de carencia de nutrientes.
  3. Control: Evita y soluciona el bloqueo lavando regularmente el medio de cultivo con agua cuyo pH esté equilibrado, así eliminarás el exceso de sales y minerales. Controlar los niveles de pH y conductividad eléctrica (CE) ayuda a la detección precoz, y mantener un programa de alimentación equilibrado es esencial para evitar la sobrefertilización.

El lavado de raíces no sólo evita el bloqueo de nutrientes, sino que también puede resolverlo si aparecen los síntomas, manteniendo la salud de la planta.

Lavado activo frente a constante

El lavado de raíces constante es una técnica que se utiliza en el cultivo de cannabis y consiste en regar las plantas exclusivamente con agua corriente durante toda la etapa de floración. Aunque este método parte del supuesto de que los nutrientes del medio de cultivo son suficientes como para sustentar el crecimiento de la planta, puede dar lugar a deficiencias nutricionales si faltan sustancias esenciales.

Por otro lado, el lavado activo es un planteamiento específico que consiste en administrar únicamente agua durante las últimas semanas de floración. Este método ayuda a optimizar la eliminación de nutrientes residuales y a reducir el riesgo de deficiencias de nutrientes durante la mayor parte de la etapa de floración. Sin embargo, requiere un control cuidadoso y puede requerir una gestión más laboriosa que el lavado constante.

Consejos a tener en cuenta en el lavado de raíces

El lavado de las raíces de marihuana no sólo mejora la experiencia en el momento de fumarla, sino que también te indica si las plantas están preparadas para la cosecha. A continuación te facilitamos tres consejos que te ayudarán a aprovechar al máximo el lavado.

1. Uso de enzimas en el lavado de las raíces

Las enzimas, además de ayudar a la formación de proteínas, también aceleran la descomposición de las sales no disueltas. Se recomienda probar al menos dos productos enzimáticos distintos. Cuantas más enzimas puedas aportar al sustrato y a las raíces, más te lo agradecerán las plantas.   

Las enzimas son componentes básicos de las proteínas y descomponen activamente la materia orgánica. Ofrecen muchos beneficios a los cultivadores no sólo durante el periodo de lavado, sino también a lo largo de las etapas de plántula, vegetativa y de floración. A las raíces les encanta un buen lavado enzimático y mostrarán un aspecto brillante y sano.

2. Identificar la ventana de cosecha

El día en que un cultivador decide cosechar sus plantas de marihuana no debería basarse únicamente en los días de lavado que quedan, sino también en la madurez y cobertura de los tricomas, el desarrollo de los cálices y la producción de terpenos. Adaptar la fase de floración a los factores mencionados permite obtener el mayor rendimiento posible.

La elección más popular entre los cultivadores es de catorce días. Sin embargo, algunos consideran que siete días de agua corriente es suficiente. El periodo de lavado debe estar en consonancia con la etapa de floración de la variedad. Así, por ejemplo, si el periodo de floración previsto es de 8 semanas, el lavado se realizará entre 6 y 8 semanas tras el inicio de la floración.

3. Prácticas de riego óptimas para un crecimiento sano

Si un cultivo se humedece demasiado, los niveles de oxígeno alrededor de las raíces disminuyen en exceso y se produce una putrefacción de las raíces. Las bacterias aerobias las infectan, lo que provoca un sinfín de problemas. La mejor forma de evitar que se pudran las raíces es dejar que el medio de cultivo se seque. La solución para los sustratos regados en exceso consiste en establecer periodos de secado.

El falso mito del lavado de raíces de marihuana  

Un rociador negro enjuagando plantas de cannabis que crecen en macetas negras

En el año 2020, RX Green Technologies llevó a cabo un estudio interno para determinar si el lavado de las raíces en las plantas de marihuana afectaba a la producción de cannabinoides, el rendimiento, el contenido mineral y la calidad del extracto. Utilizando una Cherry Diesel, el estudio incluyó muestras de lavado realizadas en periodos de cero días (sin lavado), una semana, 10 días y 14 días.

Los resultados mostraron un ligero aumento de los niveles de THC y terpenos en las muestras lavadas, sin diferencias significativas en el contenido mineral. Curiosamente, la muestra lavada durante 14 días obtuvo el mayor rendimiento en extractos, y la prueba de sabor a ciegas dio como resultado una puntuación uniforme en todas las muestras, lo que indica que no se produjeron diferencias significativas en el sabor.

En Sensi Seeds consideramos que el lavado es un paso crucial e integral del proceso de cultivo. Al lavar las raíces con agua pura antes de la cosecha podemos eliminar eficazmente cualquier exceso de nutrientes y sales del sistema de la planta. Este procedimiento ayuda a mejorar la calidad general del producto final, lo que se traduce en un humo más suave y un mejor sabor y aroma. Siempre que cultivamos plantas en nuestras instalaciones con el fin de elaborar un informe de cultivo, aplicamos el lavado también durante la fase final del ciclo.

¿Es esencial llevar a cabo el lavado de raíces en las plantas de marihuana?

El debate entre cultivadores sobre qué técnica de lavado funciona mejor, si la de una semana o la de dos, puede durar horas, y algunos incluso opinan que el lavado no es necesario. Sin embargo, después de leer este artículo, posiblemente tengas una idea más precisa de la importancia del lavado de raíces para las plantas de cannabis.

Los diferentes métodos de lavado de raíces pueden variar de un cultivador a otro, así que mantén la mente abierta y elige lo que mejor funcione según tus habilidades y experiencia. ¡Esperamos que domines como nadie esta técnica y obtengas la mejor cosecha posible!

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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