¿Qué deben saber los principiantes sobre los sistemas de cultivo en tierra frente a los sistemas hidropónicos?

Una planta de cannabis cultivada en el suelo y una planta de cannabis cultivada en el sistema hidropónico

Muchos pacientes que se benefician del cannabis medicinal pueden cultivar su propia medicina. Pero una vez que se ha elegido la variedad correcta, surge la siguiente cuestión: ¿en qué medio se deben plantar las semillas de cannabis? Este artículo comprende los aspectos básicos de la división entre los sistemas en suelo natural y los hidropónicos.  

¿Te interesa cultivar tu propio cannabis medicinal porque es difícil conseguirlo de otra forma, no te sientes cómodo comprando tu medicina a un camello, o porque la calidad del cannabis disponible en la calle deja mucho que desear?

A muchos pacientes que se benefician del cannabis medicinal, este tipo de problemas les resultan familiares y cultivar su propio cannabis puede suponer una buena alternativa. Sin embargo, una vez que se ha elegido la variedad correcta, se plantea la siguiente cuestión: ¿en qué medio se deben plantar las semillas de cannabis? Este artículo comprende los aspectos básicos de la división entre los sistemas en tierra natural y pura, y los sistemas hidropónicos.

Cultivar semillas de marihuana en tierra

El medio de cultivo es donde se cultivan las plantas. El medio más natural es la tierra y es el que utiliza la Madre Naturaleza. Al elegir la tierra, los cultivadores pueden optar por cultivar sus plantas en el suelo o en macetas. Cuando se cultiva directamente en el suelo, a los sistemas de raíces se les proporciona mucho espacio y las plantas pueden llegar a ser muy grandes, lo que se traduce en un rendimiento más elevado. Sin embargo, es prácticamente imposible controlar el proceso de crecimiento. El crecimiento se controla más fácilmente en macetas y cuanto más grande sea la maceta, más grande será la planta. Además, las macetas se pueden mover, lo que podría resultar útil en caso de mal tiempo continuo, o cuando las plantas más grandes quitan luz solar a las plantas más pequeñas.

Pequeñas plantas de cannabis cultivadas en macetas
Cannabis medicinal. Hojas de marihuana en la parte superior de las plantas

La tierra se compone de minerales, materia orgánica, agua y aire. De hecho, se trata de un producto de desecho orgánico, razón por la que es tan nutritiva. Una buena tierra o sustrato contiene todo lo que las plantas de cannabis necesitan, aunque los cultivadores deben asegurarse de comprar tierra para macetas con pH neutro. La tierra para macetas contiene demasiados aditivos, por lo que es demasiado ácida para las plantas de cannabis, que requieren un grado de acidez de entre 5,5 y 6,5. Dentro de este margen, las raíces de las plantas son más capaces de absorber los nutrientes del sustrato. También hay mezclas de tierra disponibles que han sido especialmente compuestas para el cannabis. Contienen los nutrientes adecuados y son más ligeras, lo que asegura que las raíces reciban suficiente oxígeno.

La tierra es el medio ideal para los cultivadores noveles, porque es completa. Tiene todo lo que las plantas necesitan, sobre todo en las fases iniciales, y puede actuar como un agente regulador del pH, lo que significa que un error, como proporcionar demasiados nutrientes, no afectará de inmediato a la planta. Además, es barato.

Dicho esto, la tierra tiene sus desventajas. Es pesada y resulta complicado determinar la cantidad de humedad que tiene ya, lo que significa que el exceso de riego es un peligro. La tierra también podría ser demasiado densa (o podría llegar a ser demasiado densa), impidiendo que llegue suficiente oxígeno a las raíces. Por esta razón, los cultivadores nunca deben presionar la tierra. Si es necesario, puede aligerarse mezclándola con perlita, vermiculita o arcilla expandida. Debido a que la tierra es un producto natural, atraerá a los bichos, pero la desventaja más significativa del sustrato es que resulta difícil de determinar y corregir su valor de pH.

Cultivo hidropónico

La hidroponía implica el cultivo de plantas en un medio artificial que, en sí, no contiene nutrientes. Este medio – y por lo tanto las plantas, también – reciben sus nutrientes directamente del agua, al que se le han añadido previamente. El valor nutritivo del medio es cero, y se utiliza principalmente para proporcionar estabilidad y protección. Algunos sistemas pueden suministrar una cantidad de agentes reguladores del pH, pero por lo general es el agua el que alimenta a las plantas. Existe una amplia gama de sistemas hidropónicos, pero los pellets de arcilla y la lana de roca son los más conocidos.

Una persona que trasplanta una pequeña planta de cannabis en cubo de lana de roca
Cultivador de cannabis trasplante de planta de marihuana bebé en cubo de lana de roca

La ventaja más importante que ofrecen los sistemas hidropónicos es que proporcionan el máximo control sobre la cantidad de nutrientes que reciben las plantas, así como el valor del pH fundamental y antes mencionado. Al alcanzar un equilibrio óptimo entre estos dos factores, las plantas reciben las condiciones nutricionales ideales, que benefician enormemente su rendimiento. Además, la mayoría de los sistemas hidropónicos son de bajo coste, en parte debido a que pueden ser reutilizados, y pesan muy poco.

Aunque todo esto suena fantástico, por supuesto los sistemas hidropónicos también presentan desventajas. En primer lugar, estos sistemas requieren más conocimientos que el cultivo en la tierra. No hay margen para el error al determinar la cantidad correcta de nutrientes que hay que proporcionar a las plantas y como las raíces absorben los nutrientes directamente, un error tendrá resultados inmediatos. El valor del pH es fácil de controlar, pero también puede fluctuar con facilidad. Como consecuencia, el pH debe comprobarse con mucha regularidad. Los sistemas hidropónicos sólo se pueden montar en interior, lo que significa que las fugas podrían tener consecuencias drásticas. Además, el agua no puede ser expuesto directamente a la luz, ya que esta descompone los nutrientes y aumenta el riesgo de crecimiento de algas.

Coco: un término medio

El coco es un medio cada vez más popular que, en lo que respecta a sus características y los conocimientos necesarios, es una combinación de tierra o sustrato y medios hidropónicos convencionales. Como la tierra, el coco es orgánico y tiene una estructura similar pero es mucho más aireado, lo que proporciona un buen equilibrio entre el oxígeno y el agua. A las raíces les gusta mucho, y el resultado es un gran rendimiento.

Turba de Coco para jardinería y una llana de jardín
Turba de coco para jardinería. La turba de coco es un medio de cultivo hecho con cáscara de coco.

El coco no pesa mucho, es absorbente y actúa como un agente regulador de pH, tal y como hace el suelo, lo que lo convierte un medio indulgente. El coco retiene bien la humedad y su valor de pH es más estable que el de los otros sustratos hidropónicos. También se puede emplear en interior, en forma de esteras, o al aire libre, como sustrato para macetas. Sin embargo, el coco está prácticamente desprovisto de nutrientes, y los cultivadores tendrán que seguir un programa de alimentación.

Esta información básica es suficiente para proporcionar a los cultivadores principiantes una idea de cuáles son sus opciones, además de las ventajas y desventajas a tener en cuenta.

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Autor

  • Profile-image

    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
    Más sobre este autor
Ir arriba