Nutrición mineral para el marihuana – Los macroelementos

Tipos de Nutrientes

Los nutrientes se clasifican en dos grandes grupos: orgánicos e inorgánicos. Los primeros representan entre el 90 y el 95% del peso seco de las plantas y están constituidos por los elementos carbono, oxígeno e hidrógeno, a partir del dióxido de carbono que hay en el aire y del agua del suelo. El 5-10% restante constituye lo que se denomina fracción mineral.

El efecto benéfico que ejerce la adición de minerales en el suelo, como por ejemplo cenizas de los hogares así como cal en las tierras de clima lluvioso, se conocen desde hace varios siglos. Sin embrago, hasta hace 150 años, la función que desempeñan los distintos elementos minerales en el desarrollo de las plantas era motivo de controversia.

Hasta que no se inventaron métodos para analizar los suelos y los tejidos vegetales, no pudieron formularse las primeras teorías sobre la función de los distintos nutrientes y el hecho de que algunos de ellos fueran indispensables para completar el desarrollo de una planta. De ahí surgió el concepto de elemento esencial para el crecimiento de los vegetales.

Una de las teorías surgidas a partir de esos estudios fue la ley del mínimo o ley de Liebig (del barón y químico alemán Julius von Liebig), a mediados del siglo xix. Según dicha teoría, el desarrollo de un cultivo dependía de diversos factores (agua, CO2, nitrógeno, luz, humedad relativa), sin un mínimo de los cuales el vegetal detenía su producción de biomasa.

Más adelante, el botánico Julius von Sachs demostró en 1880 que las plantas podían crecer en una solución nutritiva sin necesidad de suelo (hidroponía). A partir de la experimentación con cultivos hidropónicos y el posterior análisis de los tejidos, se llegó a la conclusión de que ni la presencia ni la concentración de un elemento en una planta significaban que éste fuese esencial.

Las plantas no absorben de forma totalmente selectiva todos los nutrientes, llegando incluso a intoxicarse si en el suelo o en la disolución nutritiva hay algún elemento dañino. También pueden absorber elementos no dañinos pero innecesarios.

Elemento mineral esencial

El término elemento mineral esencial fue propuesto por los investigadores americanos Daniel Arnon y Arlow Scout en 1934. Estos investigadores sostenían que para que un elemento pudiese ser considerado esencial debía cumplir estos tres criterios:

  1. En su ausencia, la planta es incapaz de completar su ciclo vital.
  2. Las funciones que realiza dicho elemento no pueden ser desempeñadas por ningún otro.
  3. El elemento debe estar directamente implicado en el metabolismo o ser necesario en una fase metabólica precisa, como, por ejemplo, una reacción enzimática.

Si un elemento desempeña algunas de las funciones de un elemento esencial o amortigua los efectos de un elemento dañino, entonces hablamos de un elemento beneficioso.

Para las plantas superiores, como las distintas especies de cannabis, se han contabilizado diecisiete elementos esenciales, que se dividen en micronutrientes y macronutrientes. Los micronutrientes, como su nombre indica, sólo son necesarios en algunas reacciones enzimáticas, aun así, sin su presencia, la planta no puede llevar a cabo su ciclo vital.

Algunos elementos como el níquel, el sodio y el silicio sólo son esenciales para un reducido número de especies, en otras son considerados beneficiosos.

ClasificaciónElemento (sólo incluye inorgánicos)
Macroelementosnitrógeno, fósforo, potasio, azufre, magnesio, calcio
Microelementoshierro, manganeso, zinc, cobre, boro, molibdeno
Beneficiosossodio, silicio, cobalto, yodo, vanadio…

A partir del desarrollo de nuevos métodos de análisis de tejidos y de fabricación de compuestos, la adición involuntaria de impurezas será cada vez menor, con lo que quizás esta lista vea incrementado su número en breve. Lo que antes no se consideraba esencial podía estar siendo añadido a las mezclas de abono (sobre todo en el caso de los microelementos) como impurezas de los compuestos principales.

Macroelementos

Estos seis elementos que estudiaremos a continuación (N, P, K, Mg, S, Ca) constituyen, junto con los elementos orgánicos carbono, hidrógeno y oxigeno, la totalidad de los macroelementos. Gran parte de ellos están implicados en la estructura de las moléculas, y su nombre hace referencia a que se necesitan en grandes cantidades (su contenido en los tejidos es siempre superior al 0,1%).

Nitrógeno

El nutriente más importante para el desarrollo de la planta aparte del agua, puesto que participa de la estructura de las proteínas. Sumado a que la cantidad de N en la mayoría de suelos es muy baja, aun en suelos orgánicos, hace que la deficiencia nitrógeno sea la más común junto con la de fósforo y potasio.

La mayor parte del nitrógeno del suelo se encuentra en su forma orgánica, que no es asimilable por parte de las plantas. Los vegetales absorben las formas nitrato, NO3, y también el amonio, NH4+, del suelo; también pueden absorber gas amoníaco por las hojas en cantidades muy pequeñas.

Otra forma de adquisición de nitrógeno es el curioso caso de las leguminosas: las raíces de estas plantas viven en simbiosis con algunas bacterias del suelo capaces de fijar el nitrógeno gas atmosférico, N2, para después cederlo a la planta, que lo reducirá u oxidará a su forma amonio o nitrato, respectivamente. La disponibilidad depende, en gran parte, de la vida microbiana, que transforma las formas orgánicas en asimilables (proceso conocido como mineralización); este hecho hace que sea tan importante mantener un nivel constante de nitrógeno en el suelo como favorecer la vida que lo hace disponible a los cultivos. Su contenido en total del peso seco de la planta oscila entre el 1,5 y el 5%.

Fósforo

El fósforo es asimilable por el vegetal en su forma de ión fosfato, se absorbe preferentemente como H2PO4 en suelos neutros o ligeramente ácidos y como HPO42- en suelos calcáreos. En las plantas se encuentra como fosfato en las moléculas energéticas de ATP (adenosín trifosfato), y desempeña un papel fundamental en los procesos metabólicos energéticos, la respiración y la fotosíntesis.

En los suelos muy calcáreos, el fósforo no se encuentra soluble, por lo que se hace indispensable administrarlo en la solución nutritiva (por ejemplo, con un P-K 13-14). También hay otra vía de absorción importantísima: las micorrizas. Estos hongos del suelo solubilizan y absorben el fósforo, de forma que su disponibilidad aumenta enormemente, lo que favorece el desarrollo del planta.

Potasio

Constituye el contenido principal de los fertilizantes de máxima difusión comercial, su comportamiento es muy parecido al del nitrógeno y el fósforo: se distribuye con facilidad de los órganos viejos a los jóvenes, con lo cual su deficiencia se apreciará principalmente en las hojas viejas o más bajas. Desempeña un papel fundamental en la transpiración, puesto que regula la apertura y el cierre de los estomas.

Activa más de cincuenta complejos enzimáticos, aunque en algunos casos puede ser sustituido por el sodio. Es el elemento que confiere el aspecto turgente a los vegetales (hojas y tallos tiesos y vigorosos). Es el catión (K+ ) más abundante en las plantas y se encuentra hasta en un 10% del peso seco de las mismas.

Azufre

El azufre se encuentra en algunos aminoácidos y en diversas enzimas. También ejerce un papel importante en la respiración celular. Se absorbe en forma de ión sulfato, SO42-, y en la misma forma es transportado por el xilema de la planta. También puede ser absorbido por los estomas de las hojas como dióxido de azufre, SO2, contaminante atmosférico que resulta de la quema de combustibles fósiles.

Cuando sucede esto, se forma en la planta un producto llamado bisulfito que desplaza el magnesio de la molécula de clorofila, y en consecuencia se reduce la fotosíntesis. Muchas veces esto queda compensado porque, en lugares con mucho tránsito rodado, la concentración de dióxido de carbono también es muy alta y compensa los efectos adversos del azufre gaseoso. Su concentración en la planta suele ser de 1:15 respecto al nitrógeno.

Calcio

Forma parte de las paredes celulares como pectato cálcico y les confiere su resistencia, igual que en los huesos de los animales. Está implicado en los mecanismos de adaptación de la planta a las condiciones de luz y temperatura. El calcio se absorbe como ión divalente Ca2+, abundante en la mayoría de los suelos y rara vez existe carencia de este elemento salvo si se cultiva con turba sin tratar, que tiene el pH muy ácido.

En las tierras ácidas, desde antiguo se aportó cal para favorecer los cultivos, con lo que su esencialidad se conoce desde hace tiempo. En cultivos hidropónicos, con agua de osmosis, la deficiencia de calcio se puede traducir en un pobre desarrollo radicular. En la planta se encuentra en concentraciones de alrededor del 1% de la materia seca.

Magnesio

El magnesio forma parte de la molécula de clorofila, con lo que es fundamental para un buen desarrollo de las plantas. También interviene en el metabolismo energético, al formar compuestos junto con el ATP. Se absorbe como catión divalente Mg2+, y su presencia en los suelos suele ser suficiente excepto en suelos muy arenoso o ácidos.

Se comporta como un elemento muy móvil en toda la planta, por lo que la deficiencia se muestra siempre en las hojas viejas y en los espacios internervales de las mismas.

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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