La tierra viva es el sustrato más natural que puedes ofrecer a tus plantas ya que está repleta de microorganismos beneficiosos y es rica en nutrientes. Si decides utilizar tierra viva para cultivar marihuana disfrutarás de plantas resilientes con un excelente perfil de terpenos, pero también te enfrentarás a algunos desafíos.
La tierra es la base de la vida, sobre todo de la vegetal. Rica en nutrientes, proporciona a las plantas los elementos esenciales para un crecimiento sano y refuerza su resiliencia frente a plagas y enfermedades. En la naturaleza, la tierra rebosa de diminutas formas de vida microscópicas, las cuales constituyen una parte integral del ecosistema.
Al cultivar plantas como la marihuana se pueden emplear distintos tipos de tierra para macetas, la cual suele estar compuesta de materiales vegetales, como turba, fibra de coco, cortezas o minerales (como por ejemplo la vermiculita). Los organismos vivos son relativamente escasos en este tipo de tierra preparada para macetas, y hay que añadir constantemente nutrientes a modo de fertilizantes para mantener las plantas sanas durante todo su ciclo de crecimiento.
Una solución alternativa es la tierra viva, más rica en organismos vivos y más parecida a la natural. Cultivar marihuana empleando este tipo de tierra puede resultar muy fructífero, por lo que son muchos los cultivadores que confían en ella.
¿Qué es la tierra viva?
La tierra viva es rica en microorganismos. Estas formas de vida microscópica conviven en una compleja e intrincada cadena alimentaria terrestre. Gracias a este ciclo vital autosuficiente existe una mayor variedad de nutrientes en el medio, por lo que las plantas que crecen aquí no sólo se benefician de ello, sino que viven en simbiosis con el resto de habitantes.
Las plantas liberan carbono y azúcares que sirven de alimento a los microorganismos terrestres. A cambio, estos producen nutrientes esenciales, como nitrógeno y fósforo, que la planta puede absorber a través de sus raíces para desarrollarse. ¡Todo el mundo sale ganando!
Los organismos de la tierra viva
Los siete habitantes principales de la tierra viva son:
1. Bacterias

Estos organismos unicelulares microscópicos descomponen la materia orgánica, liberando y reciclando los nutrientes de la tierra. Sus secreciones ayudan a aglutinar las partículas, favoreciendo la formación de los llamados microagregados, mejorando con ello la estructura del medio. En una sola cucharadita de tierra viva se pueden reunir entre 100 millones y 1.000 millones de bacterias. Un suelo con una composición bacteriana heterogénea da lugar a un ecosistema más robusto y resistente, mejorando el crecimiento de las plantas.
2. Hongos

Los hongos micorrícicos son unos aliados simbióticos esenciales de las plantas y son necesarios para que exista una comunidad activa en el medio. Sus hifas (estructuras delgadas parecidas a raíces) crecen en la tierra y actúan a modo de prolongaciones de las raíces de las plantas. Mejoran la absorción de agua y de nutrientes como el fósforo. Los hongos también ayudan a descomponer la materia orgánica. A cambio, las plantas les suministran hidratos de carbono, formando así un equilibrio perfecto.
3. Protozoos

Los protozoos son formas de vida unicelulares y pertenecen al dominio de los eucariotas. Se alimentan de materia orgánica como bacterias y tejidos orgánicos presentes en el suelo, lo que los convierte en herbívoros microbianos. Su alimentación ayuda a mantener en equilibrio la población de microorganismos. Al mismo tiempo, los protozoos liberan nutrientes esenciales, sobre todo nitrógeno.
4. Nematodos

Los nematodos son gusanos redondos microscópicos de aproximadamente un milímetro de longitud. Mientras que algunos tienen mala fama por constituir una plaga para las plantas de marihuana, otros son exactamente lo contrario. Los nematodos beneficiosos se alimentan de las larvas de algunas de las peores plagas que pueden afectar a las plantas de cannabis, como son los mosquitos de los hongos, las pulgas y otros bichos indeseables.
5. Artrópodos

Consisten en un conjunto de bichitos, insectos y otras criaturas de muchas patas, como los colémbolos, los ácaros y los milpiés. Descomponen la materia orgánica y sirven de fuente de alimento tanto entre ellos como para habitantes más grandes. Al desplazarse por la tierra crean canales que mejoran la aireación y la infiltración del agua.
6. Algas

Las algas no sólo viven en el agua, también se encuentran en abundancia en el suelo. Las algas terrestres realizan la fotosíntesis, producen oxígeno y contribuyen al ciclo de los nutrientes, enriqueciendo la red trófica terrestre. Algunas especies de algas fijan el nitrógeno atmosférico, facilitando su disponibilidad para las plantas. Además, las algas pueden aglutinar las partículas presentes en la tierra, mejorando su estructura y estabilidad. Así pues, son una formidable ayuda medioambiental para el crecimiento de la planta de marihuana.
7. Lombrices de tierra

A las lombrices de tierra a menudo se las considera tuneladoras subterráneas o ingenieras del ecosistema. Cavan la tierra, la remueven y crean túneles por los que pueden fluir el aire y el agua. Las lombrices descomponen la materia orgánica, se comen las plagas no deseadas y las convierten en excrementos ricos en nutrientes. Toda tierra viva se beneficia de estas útiles amigas.
La importancia de la estructura del suelo

La estructura del suelo se define por el grado de densidad o soltura que presentan las partículas de tierra cuando se agrupan en cúmulos más grandes. Vigilar esta estructura resulta esencial para conseguir una capacidad óptima de retención de agua, un intercambio de gases eficaz y espacio suficiente para la penetración de las raíces. Si la estructura del suelo no es la adecuada pueden aparecer diversos problemas, incluyendo insuficiencia de oxígeno, exceso de humedad o nutrientes inaccesibles.
Los principales componentes de la tierra viva
Los cuatro componentes principales de la tierra viva son:
1. Materia orgánica

Las partes orgánicas de la tierra viva incluyen los microorganismos antes mencionados, así como la materia vegetal viva y muerta. Puede incluir hojas caídas, musgo, turba antigua o césped, humus, compost y estiércol animal. La materia orgánica constituye la mayor parte de los nutrientes de la red alimentaria del suelo, retiene el agua y es vital para mantener la estructura, pudiendo suponer entre el 10% y el 20% del volumen total.
2. Minerales

Los minerales proceden de los lechos rocosos a partir de los cuales se formó originalmente el suelo. Pueden clasificarse en carbonatos, fosfatos, óxidos y silicatos, y contienen macronutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, así como oligoelementos como el hierro y el zinc. Los minerales contribuyen a la estructura del medio, influyendo en su capacidad de retención de agua, aireación y salud.
3. Agua

El agua es un elemento indispensable para la tierra viva y para la vida en general. Disuelve los nutrientes, haciéndolos accesibles a las raíces de las plantas, y permite los procesos fisiológicos y químicos necesarios para su crecimiento. Por supuesto, también mantiene a los microorganismos. Sin agua, la tierra no es más que polvo muerto.
4. Aire

La estructura suelta de la superficie de la tierra viva permite que el medio y la parte inferior de las plantas transpiren. El aire presente en el suelo es más húmedo que el que respiramos y posee un mayor contenido de dióxido de carbono (CO2), que es la principal fuente de carbono de las plantas. El oxígeno (O2) es muy importante para el crecimiento de las raíces.
Dónde comprar tierra viva

Puedes comprar tierra viva en tiendas online o en viveros. A la hora de elegir el producto adecuado, debes prestar atención a lo siguiente:
- El vendedor es de confianza y tiene buena reputación.
- Verifica los ingredientes: comprueba si se han añadido microorganismos y hongos.
- Su pH es correcto: para la marihuana, el valor óptimo está en torno a 6.
- Revisa si el producto posee certificados de producción ecológica y respetuosa con el medio ambiente.
Cómo elaborar tierra viva

Tienes la posibilidad de elaborar tu propia tierra viva si te pones manos a la obra experimentando diferentes composiciones e investigando cuál es la mezcla perfecta para tu jardín.
Ingredientes de la tierra viva:
- Musgo de turbera
- Fibra de coco
- Compost o té de compost
- Mezcla base
- Perlita
- Arena
El primer paso es preparar la mezcla base a partir de materiales secos como musgo de turbera, fibra de coco, mix ya preparado o compost. Añade un acondicionador que ayude a airear la mezcla, puedes emplear perlita o piedra pómez, ofrecen unos resultados excelentes. Empieza con tierra para macetas como mezcla base y añade agua hasta alcanzar la densidad deseada.
A continuación, añade más elementos orgánicos mediante acondicionadores, inoculaciones y organismos vivos. Un ingrediente esencial son los excrementos de lombriz, pero hay muchos tipos de alimentos ricos en nutrientes, incluidas plantas como la alfalfa, y suplementos de origen animal, como pescado y huesos. También existe la posibilidad de preparar té de compost rico en ingredientes nutritivos y añadirlo a la mezcla.
La elaboración de tierra viva es tarea que requiere su tiempo. Después de preparar la mezcla debes dejarla reposar una o dos semanas para que los organismos puedan desarrollarse. Cuando cultives marihuana en tierra viva, comprueba regularmente el pH y asegúrate de que tus plantas reciben la cantidad adecuada de los macronutrientes nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), así como calcio, magnesio y boro.
La tierra viva, debido a la gran variedad de microorganismos que contiene, no necesita tanta agua como otros medios de cultivo, así que ten cuidado, pues es fácil regarla en exceso. Tras la cosecha, podrás mantener vivo el sustrato y reutilizarlo muchas veces.
Usar tierra viva para cultivar marihuana en interiores y exteriores
En definitiva, ¿deberías utilizar tierra viva para cultivar marihuana?
Si cultivas en exteriores, la respuesta es sencilla: tus plantas de marihuana pasan a formar parte del ecosistema y, por supuesto, la tierra debe estar lo más viva posible. Si pretendes conseguir cosechas extraordinarias, puede ser aconsejable, dependiendo de las condiciones del suelo, mejorarlo primero con un poco de tierra viva externa o añadir soluciones nutritivas.

Para llevar a cabo esta tarea, primero debes analizar la tierra para conocer su pH, composición y contenido en nutrientes. Luego puedes añadir acondicionadores, materia orgánica y microbios. Puedes agregar un mantillo hecho de paja, virutas de madera u hojas para retener la humedad y suprimir las malas hierbas. Vigila el suelo a lo largo del tiempo y añade acondicionadores para mantener su salud.
En cuanto al cultivo de interior, la tierra viva es una opción interesante que puedes sopesar. Cultivar con este tipo de tierra se acerca más a la naturaleza y, si se cuida correctamente, creará un entorno más nutritivo, autosuficiente y resistente. Se podría decir que la tierra viva es más ecológica y holística que un planteamiento más técnico y sistemático, donde se analiza la composición de la tierra y el aporte de nutrientes.
Las ventajas de utilizar tierra viva en los cultivos de marihuana
1. Mayor disponibilidad de nutrientes
La variada población microbiana de la tierra viva ayuda a mantener un suministro natural de nutrientes, favorece el crecimiento óptimo de las plantas y reduce la necesidad de fertilizantes sintéticos.
2. Mejora de la salud y la resiliencia de las plantas
Las plantas y los microorganismos trabajan juntos en simbiosis. En condiciones ideales, esta relación genera un pequeño ecosistema, por lo que se defiende mejor frente a las plagas, las enfermedades y el estrés ambiental. Se mejora la absorción de nutrientes y agua, lo que favorece el crecimiento de las raíces y da lugar a plantas más sanas.
3. Mejores perfiles de terpenos y cannabinoides
Las plantas de cannabis cultivadas en tierra viva nutritiva tienden a producir unos niveles altos de terpenos, cannabinoides y flavonoides. Así, tu producto vegetal puede ser más aromático, sabroso y potente.
4. Menores requisitos de riego
La retención de agua supera a la de los suelos menos enriquecidos porque la tierra viva es rica en materia orgánica, minerales y microorganismos beneficiosos. Esto significa una menor necesidad de riego.
5. Inversión
El coste inicial de la tierra viva prefabricada es mayor que el de la tierra para macetas común, pero con el tiempo puede merecer la pena la inversión. La tierra viva puede utilizarse una y otra vez, y al mismo tiempo necesitas menos nutrientes sintéticos, fertilizantes y medidas de control de plagas.
6. Sostenibilidad medioambiental
Cultivar con tierra viva se asemeja más a un proceso ecológico y natural. Cuanto más autosuficiente sea el sistema, menos fertilizantes, pesticidas y herbicidas embotellados necesitarás para mantener su salud en condiciones óptimas. Además, la calidad de la tierra mejorará a medida que se utilice correctamente.
Los problemas que plantea cultivar marihuana con tierra viva
Uno de los primeros inconvenientes que pueden surgir al comprar sustratos vivos para cultivar marihuana es simplemente su coste inicial. Las tierras vivas suelen ser más caras que las normales. Sin embargo, debes tener en cuenta que, si sigues el método adecuado para la tierra viva, es posible que saques más partido a tu dinero, ya que se puede reutilizar varias veces.

Tendrás que ajustar tu metodología si estás acostumbrado a cultivar tus plantas con tierra normal o técnicas hidropónicas. Cultivar con tierra viva tiene un carácter ecológico, lo que significa que tú, como jardinero, no tienes muchas opciones a la hora de ajustar el flujo de nutrientes (como por ejemplo la adición de fertilizantes líquidos).
Los principiantes se enfrentan a una curva de aprendizaje bastante pronunciada. Cultivar cannabis con tierra viva implica conocer cómo elaborar o localizar la mezcla de tierra óptima para tus necesidades específicas. Debes cuidar y mantener el ecosistema de cultivo durante todo el ciclo. Y, al igual que con otros métodos, debes vigilar de cerca el estado del suelo, incluyendo su nivel de pH y la concentración de agua.
Los visitantes no deseados son, por desgracia, un problema al que tendrás que enfrentarte, sobre todo si utilizas tierra viva hecha por ti mismo a partir de compost. Podrías introducir en la mezcla una población de pulgones u otras plagas. Además, el mix podría contener semillas de otras plantas y acabar germinando. Una solución en este caso es calentar y cocer el compost antes de mezclarlo, aunque esto también mata gran parte de la fauna beneficiosa. Un método más natural para hacer frente a las plagas en la tierra viva es fomentar el crecimiento de organismos depredadores, como los ácaros.
La tierra viva entraña algunos inconvenientes, sobre todo para los cultivos de interior. Sin embargo, muchos jardineros han afrontado el reto con éxito y afirman que las ventajas, como el excelente perfil de terpenos que se genera o los beneficios medioambientales, superan con creces las dificultades iniciales.
Utilizar tierra viva en los cultivos de marihuana: natural, desafiante y gratificante

La tierra viva es un medio de cultivo rico en nutrientes, repleto de microorganismos heterogéneos que contribuyen a la salud y la fertilidad del suelo. Se establece una relación simbiótica con las plantas, mejorando su resistencia y la absorción de nutrientes.
Cultivar con tierra viva supone un planteamiento natural en el cultivo de la marihuana, reduciendo la necesidad de fertilizantes sintéticos y pesticidas artificiales. Aumenta la resistencia de las plantas, mejora la disponibilidad de nutrientes y puede dar lugar a fantásticos perfiles de terpenos y cannabinoides.
¿Has cultivado utilizando tierra viva, o tienes algún consejo para quienes quieran probarlo? Cuéntanoslo en los comentarios. ¡Hasta la próxima, feliz cultivo!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.