Entrevista con Neil Woods: El Ex Agente Secreto de la Brigada de Drogas Habla sobre la Legalización del Cannabis y la Guerra Contra las Drogas

Un retrato del ex oficial de escuadrón de drogas encubierto, Neil Woods

Neil Woods es una persona increíble. Pasó 14 años viviendo una doble vida, metido en la piel de un adicto a la heroína y al crack trabajando como infiltrado. Hoy es el presidente de LEAP UK y un importante defensor de la reforma de las políticas de drogas. Sensi Seeds le ha entrevistado sobre la legalización del cannabis y la guerra contra las drogas.

Conocí a Neil Woods por primera vez en Product Earth Expo en Birmingham, Reino Unido, en 2017, donde promocionaba la delegación británica de Law Enforcement Action Partnership (antes Law Enforcement Against Prohibition) y su libro, “Good Cop, Bad War”. Neil estaba en un stand al lado de United Patients Alliance, donde los vaporizadores funcionaban a toda marcha. Ni siquiera parecía darse cuenta de esta desconsideración clandestina por la ley que una vez había jurado defender.

Más tarde, Neil dio una charla sobre la inutilidad de la guerra contra las drogas y el daño que está causando, y respondió encantado a las preguntas sobre cómo detectar a la policía secreta en las tiendas de cultivo (parecen muy simpáticos, hacen muchas preguntas y quieren conocer a tus colegas). Cuando nos preguntó si Sensi Seeds quería cubrir el tema de la presentación de LEAP Scandinavia en el congreso Nordic Reform Conference en Oslo, y tal vez entrevistarle, la respuesta fue un sí rotundo.

Good Cop Bad War – un libro misteriosamente fascinante

Esta no es en absoluto la primera entrevista que ha concedido Neil Woods. Desde la publicación de su polémica autobiográfica ‘Good Cop Bad War‘ en 2016, todos, desde The Guardian hasta Penguin Books, le han preguntado por el tiempo que pasó como agente secreto de la Brigada de Drogas. Es un libro apasionante y misteriosamente fascinante. Para alguien que siempre ha estado del otro lado de la guerra contra las drogas, parece más bien una reivindicación, pero también un relato aleccionador para no fiarse de nadie con autoridad, sobre todo si trabajas para ellos (casi como «1984» de Orwell).

Neil Woods tenía dudas cada vez más serias sobre lo que hacía: fijar como objetivo a las personas más vulnerables de la sociedad, que se convertían en daños colaterales una vez que le daban la información que necesitaba para llegar más allá en la cadena de los narcotraficantes; y sobre cómo lo hacía.

Los equipos policiales que se suponía que le apoyaban estaban llenos de luchas internas y corrupción, el apoyo psicológico era prácticamente inexistente, e incluso el equipo que se le proporcionaba estaba peligrosamente anticuado (a Neil casi le matan cuando un mafioso vio una voluminosa cámara oculta en su chaqueta; después descubrió que sus superiores habían dejado en reserva una versión diminuta y moderna para los operativos de «Nivel Uno», aquellos que espiaban a delincuentes más ricos, pero menos violentos en persona).

Neil Woods trabajando como un oficial de policía con escuadrón de drogas encubiertos
Neil Woods trabajando como agente infiltrado de la brigada de drogas de la policía en 1995

Fumar cannabis antes de unirse a la policía…

Sin embargo, tardó más de una década en llegar a la conclusión de que las drogas debían legalizarse. En el caso del cannabis, para la mayoría de nuestros lectores, se llega a esa conclusión con solo consumirlo. De hecho, Neil Woods había fumado cannabis en repetidas ocasiones de forma recreativa antes de unirse a las fuerzas del orden.

«Un amigo mío decía que fumar hachís iba genial para escuchar discos, por lo que de vez en cuando le pillábamos un poquito de chocolate al hermano mayor de alguien, luego nos poníamos cómodos y escuchábamos a The Doors y Yes. Como me había prometido, fue increíble», relata en el libro, para pasar a admitir que nunca se había metido en el Éxtasis, pero» Unas pocas caladas a un porro y podía bailar toda la noche en la Haçienda con todos los demás».

…y fumar cannabis después de unirse a la policía

A veces, consumir cannabis era vital para mantener su tapadera: «Saltarme mi turno para dar una calada al bong me habría descubierto inmediatamente como poli antidroga… Así que usaba mi turno. Y me colocaba increíblemente… Nunca nadie de la Brigada de Drogas me preguntó por qué me daba la risa tonta mientras completaba mi registro de pruebas, pero creo que hacían sus conjeturas».

A veces, como en una fiesta libre de mafiosos, lo hacía por pura diversión: «Iba a comprar algo de Thai stick y resina marroquí, y Cate se hacía un gran porro de marihuana y hachís. Luego bailamos hasta reventar al ritmo del techno soul con influencia de Detroit…» En este punto de «Good Cop, Bad War», en lugar de molestarme por la hipocresía percibida o por el uso del dinero de los contribuyentes para que se coloquen los agentes de policía, en realidad me sentí aliviada de que él disfrutara de un breve respiro del estrés y del peligro del resto de su trabajo.

La entrevista

Así, después de haber profundizado un poco en los antecedentes de Neil Woods, me senté con él en el congreso Nordic Reform Conference y le pregunté por el cannabis, la prohibición, la reforma de la ley, y por lo que les dice a sus propios hijos sobre las drogas.

Q1 ¿Por qué el cannabis tiene que legalizarse?

Neil: La necesidad de regular el cannabis reside en que se trata de un problema de protección infantil. Tenemos que proteger a los niños del cannabis de la misma forma que los protegemos del alcohol. En el Reino Unido, menos del 1% de los adolescentes puede comprar alcohol en un establecimiento autorizado; más del 50% tiene fácil acceso al cannabis. No deberíamos permitir que esto siga así.

Pero lo importante no es solo la protección de las drogas. Los mafiosos del mañana provienen de los jóvenes que se corrompen con ese estilo de vida, y el crimen organizado recluta a esos jóvenes a través del mercado adolescente de cannabis. Le dan media onza [14 gramos – ed.] a un adolescente, de 14 años, y le dicen: «Vuelve cuando hayas vendido 14 bolsitas de un gramo». Esos chicos de 14 años tienen el honor de tener la mejor hierba. Tienen dinero para gastar. Y de repente tienen la atención de personas mayores que ellos, que les fichan para su equipo.

La prohibición causa un incremento de la agresividad en los adolescentes

Esto ocurre en todas partes. El problema es que los adolescentes que tienen más éxito son reclutados para transportar heroína y crack entre las principales ciudades y las poblaciones más pequeñas, según lo establecido por la National Crime Agency (Agencia Nacional Contra el Crimen). A los que se les da bien se les recluta para la venta de esos productos. Y al hacerlo, tienen que adoptar el espíritu de equipo. Pero lo que eso implica es que a los adolescentes que se meten en ello les cambia la personalidad.

Tienen que ser más agresivos con el fin de proteger al equipo de cualquier chivatazo. La policía paga dinero a informadores, así que tienes que aterrorizar a la gente para equilibrar esa oferta de pago. Los equipos que tienen más éxito son los que pueden atemorizar a la gente para que no den ningún chivatazo sobre ellos.

La legalización del cannabis es un problema de protección infantil

Desde LEAP UK, nos gustaría defender la legalización de todas las drogas, pero sabemos que el gobierno está muy lejos de hacer algo así. Sin embargo, el gobierno se encuentra más cerca de regular el cannabis. La regulación del cannabis crearía una barrera enorme entre el crimen organizado y nuestros jóvenes. Realmente mejoraría la situación y socavaría el poder del crimen organizado.

Así que tenemos que dejárselo muy claro a la gente: no se trata de discutir sobre los daños, no se trata de argumentar que el cannabis es seguro, y que la gente se ha equivocado. Esa no es la manera de cambiar la forma de pensar de la gente. No se trata de argumentar que es bueno para la salud de la gente y que por eso debemos legalizarlo. En algunos casos, podría ser cierto, pero no es la forma de ganar el debate. La forma de ganar este debate consiste en aclarar que se trata de un problema de protección infantil.

Q2 ¿Cómo han sido las conversaciones sobre el cannabis con tus hijos? ¿Has hablado con ellos desde una edad temprana?

Neil: mi hijo cumple 18 años el domingo y mi hija tiene 20. Sí, les he hablado a mis hijos de todas las drogas desde muy jóvenes. Todo, desde la historia de las guerras del opio hasta el racismo en la política de drogas; les he contado todo.

Les he dicho que el cannabis no es muy bueno para el cerebro de los jóvenes; en el caso de los cerebros en desarrollo, no debe consumirse, y sin duda no debe consumirse en exceso o con demasiada frecuencia si eres menor de 18 años. Les he dicho que preferiría que no consumieran nada hasta que tengan 18 años, pero también les he contado, por ejemplo, las dosis estimadas para la MDMA. Les he contado que existe un mayor riesgo para los jóvenes de toman una dosis demasiado grande de MDMA, y que la dosis inicial ideal es de 80 mg, y todos los diferentes aspectos de la reducción de daños al consumir cualquier tipo de droga.

Así que a la vez que les he dicho que preferiría que no consumieran, también les he contado todo lo que sé – y soy un poco friki –hasta donde yo sé, la forma más segura de hacer algo en caso de que decidan probarlo.

Neil Woods trabajando encubierto en la esquina de la calle
«Nunca tuve ningún sentimiento de comunidad en el trabajo que solía hacer»

Consejos de reducción de daños

Están más seguros con esos conocimientos, en cualquier decisión que tomen. Esa es la clave. Con el cannabis en particular, en el Reino Unido, y creo que es muy similar en Europa, el 80% de las personas solo pueden conseguir cannabis con un alto contenido de THC y con muy poco CBD. Y eso no es bueno para un cerebro joven. Un adulto puede tomar esas decisiones; me preocuparía menos que los adultos usen productos con alto contenido de THC que los niños.

Así que el consejo de reducción de daños que les he dado ha sido, preferiría que no lo hicieras, pero si alguna vez hay que elegir, entonces mejor hachís marroquí de la vieja escuela 1:1, es mejor que la hierba de THC que huele tan mal.

Q3: ¿Qué opinas del modelo holandés de separar el cannabis de las drogas duras?

N: Cuando sucedió en 1976, cuando el ministro de sanidad separó el cannabis de la heroína, fue para intentar disminuir el contacto que la gente tenía con el mercado de heroína, y funcionó. La evidencia demuestra claramente que los Países Bajos no tuvieron el mismo problema de explosión de la heroína en los años 80 que el resto de Europa; y que fue una decisión muy progresista.

Fue un movimiento político brillante en un momento en que era muy difícil tomar ese tipo de decisiones políticas, y fue una idea fantástica. Los tiempos han cambiado, y ahora se necesitan soluciones más radicales, pero espero que los Países Bajos presenten alguna novedad que siga esa tradición de innovación.

Q4 ¿Podríamos sencillamente anunciar que la guerra contra las drogas se ha ganado y pasar página?

N: Bueno, creo que eso sería realmente complicado… Para conseguirlo, tenemos que reformularlo, y decir que hemos ganado no es reformularlo, es utilizar el lenguaje que ya existe. Para mí, eso entra en la visión tradicional, como cuando las Naciones Unidas manifiestan que podemos lograr un mundo libre de drogas. Los términos de la victoria solo se encuentran dentro de esos términos. Así que preferiría decir que ganaremos al rendirnos y al adoptar una postura más pasiva. Olvídate de la idea de luchar como en una guerra.

Es complicado, porque tienes que convencer a diferentes públicos de diferentes maneras. Entonces tienes que pelear, de nuevo, estoy usando una analogía de batalla, ¿no? – tienes que luchar desde diferentes frentes, y de diferentes maneras. Tienes que hablar con los políticos, pero los políticos no van a cambiar de opinión a menos que les convenzas de que hay votos en juego. No estoy siendo cínico con la naturaleza de los políticos, es la democracia.

Desarrollar un movimiento social a favor de la legalización de las drogas

Se trata de desarrollar y hacer crecer un movimiento social. Desarrollas un movimiento social en todo tipo de formas diferentes, y es ahí donde entra LEAP UK y LEAP en Europa y en todo el mundo, y puede ayudar. La gente escucha a la policía porque hemos estado en primera línea. Así que creo que ahí hay un canal. Tenemos que conseguir la financiación, tenemos que conseguir los contactos con los medios, y básicamente trabajar en hacer crecer el movimiento social. Y si, para algunos públicos, parte de ese mensaje es «hemos ganado así que pasemos página», entonces que así sea. Me gustaría escuchar cualquier reflexión estratégica sobre la mejor manera de transmitir el mensaje.

Q5: Estar en LEAP es, obviamente, muy diferente a estar en la policía, pero ¿hay algún parecido? ¿Hay un sentimiento de comunidad similar?

N: Bueno, nunca he tenido ningún sentimiento de comunidad en el trabajo que solía hacer, porque estaba separado incluso de mis propias filas. No podía contarle nada a ningún colega mío que no estuviera implicado, ni a la gente para la que trabajaba, bueno, cuando me asignaron una operación encubierta, estuve usando un seudónimo para los policías con los que estaba trabajando. Incluso a ellos no se les permitía conocer mi verdadero nombre, y podían sancionarles por preguntarme. Se lo ordenaron el primer día de trabajo. Obviamente, era una protección contra la corrupción.

«Los ex agentes secretos son los más entusiastas»

Resulta liberador poder hablar con honestidad. Tengo un sentimiento de comunidad fascinante de la policía que se une a nosotros todo el tiempo. En concreto, hay dos nuevos ex agentes secretos que se han unido a nosotros este año y que son maravillosos. Han estado allí, y comprenden, y han llegado a algunas de las mismas conclusiones. El sentimiento de comunidad ha sido fantástico.

Resulta curioso que los ex agentes secretos sean los más entusiastas, porque hemos visto – y causado – daños en el terreno; justo en la primera línea. Por eso, es interesante mezclarse con ellos. Así que sí, de repente tengo un sentimiento de comunidad. Sinceramente, está muy bien poder ser honesto.

Neil Woods, muchas gracias por esta entrevista

‘Good Cop Bad War’ también va adaptarse en una serie de televisión. Neil ya está trabajando en la secuela, ‘Drug Wars’, con el mismo coautor, JS Rafaeli. Se espera que se publique en junio de 2018. Se puede contactar con LEAP UK a través de su página web, Twitter y Facebook, y también puedes seguir a Neil en Twitter y Facebook.

Como siempre, Sensi Seeds seguirá informando desde todos los frentes de la guerra contra las drogas; no dejéis de contarnos vuestra opinión en los comentarios de abajo.

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    Scarlet Palmer

    Scarlet se ha interesado por los estados alterados de la mente, lo que le ha llevado a vivir muchas experiencias profesionales como artista, escritora, activista medioambiental, titiritera y comerciante profesional de cannabis. Scarlet cree que la difusión de información objetiva permite que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre el consumo de las mismas.
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