En este informe describimos nuestra experiencia con el cultivo de una California Haze Feminizada. Esta variedad de predominio sativa se desarrolló en colaboración con el equipo de Humboldt Seed Company y nos impresionó profundamente. Es una auténtica bestia y su cultivo fue un desafío continuo, pero los resultados merecieron la pena.
Duración total del cultivo: 95 días
Etapa de floración: 65 días
Altura final: 143 cm
Rendimiento final: 158 gramos
Contenido en THC: 20,47%
Para este cultivo utilizamos una maceta de plástico de 12 litros rellena con BAC Lava Mix y cubierta con una fina capa de cubos de lana de roca. A tres metros por encima del tiesto colgamos una lámpara HPS Philips GreenPower de 1000 W que nos ayudó a mantener una temperatura diurna estable de 23 °C, la cual descendía a 21 °C por la noche. Durante la etapa vegetativa, mantuvimos una humedad relativa del 65 % en el espacio de cultivo y la fuimos reduciendo a medida que la planta maduraba.
Germinación y plántula
Iniciamos el proceso de cultivo con la germinación de la semilla. Para ello, recurrimos al método de la toallita de papel, que es la técnica más rápida y fiable que existe: se dobla una servilleta de papel y se vierten unos 30 mililitros de agua sobre ella hasta que esté completamente húmeda, pero no empapada. A continuación, se coloca la semilla encima y se cubre con otra servilleta de papel humedecida. Luego se mete todo en una bolsa de plástico, la cual se deja en un lugar cálido durante uno o dos días.
Apenas un día después, la semilla ya se había abierto y mostraba una fina raíz primaria blanca. La plantamos con esta raíz primaria apuntando hacia abajo en un cubo de lana de roca, colocándola bajo una lámpara de 600 W. En esta fase temprana, un exceso de luz, calor o agua puede impedir que la semilla arraigue correctamente, así que la dejamos tranquila durante unos días. Al tercer día, alimentamos la plántula por primera vez con 100 ml de agua de pH equilibrado (pH 6,2; CE 0,8) mezclada con una pequeña dosis de hormona de enraizamiento.
Al cabo de una semana, nuestra California Haze había brotado por completo, medía 8 cm y presentaba un conjunto completo de hojas. En este punto, comenzamos a alimentarla todos los días con 100 ml de agua (pH 6,0; CE 1,4) mezclada con nutrientes líquidos Bio Grow. Al final de la semana, las raíces sobresalían por la parte inferior del cubo de lana de roca, por lo que la trasladamos a una maceta de plástico de 12 litros bajo la lámpara de 1000 W.
Etapa vegetativa
En la segunda semana, el crecimiento de la planta fue escaso, alcanzando los 12 cm, aunque desarrolló unos cuantos grupos de hojas nuevas, ligeramente pequeñas y bastante espaciadas. Estaba rebosante de salud, y ya iban apareciendo las primeras ramas laterales. Con el fin de favorecer este desarrollo, aumentamos la cantidad de agua diaria a 200 ml.
La tercera semana inició el verdadero despegue de nuestro ejemplar, pues alcanzó los 22 cm de estatura, le crecieron varios grupos de hojas y las ramas laterales se multiplicaron rápidamente. Su forma era absolutamente perfecta, con una separación internodal completamente uniforme, hojas de igual tamaño y ramas laterales que crecían en un ángulo perfecto de 45°. Como la etapa de floración daría comienzo a la semana siguiente, volvimos a aumentar el volumen de agua a 400 ml diarios.
Sin embargo, antes de poder avanzar a la etapa de floración, teníamos que completar un último paso: colgamos unas bolsitas blancas de las ramas más bajas de la planta, las cuales contenían una gran cantidad de ejemplares de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii, unas diminutas criaturas que viven en simbiosis con las plantas de marihuana. Estos bichitos no perjudican en modo alguno a la California Haze, al contrario: se dedican a cazar plagas como la araña roja y los trips, que pueden destruir hasta la planta más sana. Las bolsitas se cambian cada cuatro semanas para mantener la población.
Etapa de floración
Nuestra planta continuó su rápido crecimiento durante la cuarta semana, duplicando su altura hasta alcanzar los 44 cm. No obstante, mantuvo las mismas proporciones y se estiró de una forma bastante uniforme desde la parte superior hasta la inferior. Fue entonces cuando pasamos a la etapa de floración, algo que se consigue de una forma muy sencilla. En primer lugar, cambiamos el ciclo lumínico a 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad, modificando asimismo los hábitos de riego: empezamos a regar añadiendo nutrientes líquidos Bio Grow mezclados con 800 ml de agua (pH 6,0; CE 1,8). Por último, redujimos la humedad al 60 % para prevenir la aparición de moho.
Llegó la quinta semana, y con ella un crecimiento espectacular de la planta, la cual ganó 28 cm hasta alcanzar una altura de 72 cm. Las ramas inferiores experimentaron un desarrollo igual de impresionante y todas tenían aproximadamente la misma longitud, adquiriendo una forma casi perfecta de árbol de Navidad. Aunque presentaba un aspecto algo desangelado con tanto espacio entre las hojas, estaba en plena forma. Esperábamos el inicio de la floración para la semana siguiente, así que aumentamos la alimentación diaria a 1000 ml.
En la sexta semana se produjo el mayor brote de crecimiento del ciclo, aumentando 32 cm de golpe, sumando así un total de 104 cm de altura. Las ramas eran muy delgadas y nos preocupaba que no pudieran sostener los cogollos que empezaban a crecer. Al final de la semana, todos los puntos de floración exhibían un puñado de pequeños pistilos blancos, por lo que incrementamos la alimentación diaria a 1.500 ml.
La séptima semana ofreció su última ronda de crecimiento explosivo y nuestra planta alcanzó una altura de 130 cm. Su copa estaba muy poco definida, pero la escasa vegetación permitía que todos los puntos de floración recibieran la luz y el aire adecuados. Los cogollos se desarrollaban rápidamente y estaban listos para ponerse en marcha en cualquier momento.
La planta empezó a desacelerar su crecimiento vertical en la octava semana, siendo su estatura de 135 cm al final de la misma. La producción de flores estaba en pleno apogeo y todos los puntos de floración desarrollaban cogollos robustos y compactos. El tallo principal estaba bastante combado en ese momento, lo que no es raro en plantas tan esbeltas, pero podría convertirse en un problema si no se le presta atención.
En la novena y décima semana, nuestra planta alcanzó finalmente los 142 cm de altura y tuvimos que añadir varios tutores para evitar que las ramas se doblaran bajo su peso. Los cogollos eran cónicos, grandes y densos, y empezaban a desprender un aroma suave pero perceptible.
En la undécima semana, la planta empezó a marchitarse gradualmente a medida que aparecían los primeros pistilos anaranjados. Las flores seguían aumentando ligeramente su densidad con el paso de los días. Llegados a este punto, sólo nos quedaba esperar.
La maduración continuó en la duodécima semana a medida que los cogollos dejaban poco a poco de crecer en tamaño y densidad, aumentando el número de pistilos de color naranja intenso. Además, los tricomas pasaron rápidamente del blanco lechoso al ámbar, y ya casi era hora de recoger la cosecha.
Cosechamos nuestra California Haze en la decimocuarta semana.
Cosecha
Para cosechar nuestra California Haze Feminizada, primero la cortamos por la base y le quitamos todas las hojas en abanico. Una vez lista, la colgamos boca abajo en una habitación climatizada con una temperatura estable de 15,5°C y una humedad relativa del 50% hasta que las ramas más pequeñas se partieron al doblarlas. En general, este proceso dura entre 10 y 20 días, según el tamaño del ejemplar.
Los cogollos, una vez secos, debían prepararse para su curado. Para ello, se separan de las ramas y se manicuran las hojas restantes. Estos cogollos eran enormes, pegajosos y con muchas hojas, por lo que el manicurado fue un poco laborioso. Una vez hecho esto, los colocamos en tarros de cristal.
Durante las primeras 26 horas, dejamos los recipientes abiertos para que saliera tanta humedad como fuera posible. Luego los cerramos y los pusimos en un lugar fresco y oscuro. Hicimos «eructar» regularmente los tarros varias veces al día, durante una hora cada uno, y redujimos gradualmente la frecuencia hasta que solo lo hacíamos una vez al día. Finalmente, los cogollos alcanzaron la consistencia perfecta. En promedio, el proceso de curado dura de 4 a 6 semanas y no puede omitirse ni acelerarse.
Una vez acabado el proceso, pudimos cosechar unos impresionantes 158 gramos de flor seca con un contenido en THC del 20,47%, una cantidad más que aceptable.
Perfil de terpenos
Más o menos a mitad del cultivo, empezamos a notar un suave aroma floral que procedía de la planta de marihuana. A medida que se acercaba la cosecha, el olor se fue intensificando, aportando notas a naranjas recién peladas y pino. Ciertamente, la fragancia era perceptible, pero no abrumadora. Una vez curados, los cogollos conservaron el aroma, pero su potencia aumentó considerablemente.
El sabor es muy parecido al aroma: limón ácido, tierra fresca, flores dulces y toques aromáticos a sándalo que crean una experiencia que hace la boca agua.
En cuanto a los efectos, son en gran medida los que cabría esperar de una variedad con un linaje sativa tan marcado. Produce un subidón cerebral eufórico y duradero, que sin duda mejora la creatividad, el estado de ánimo y la concentración. Si tienes tareas pendientes por completar, esta es una elección maravillosa.
El resultado
Las sativas son un problema para muchos cultivadores de interior debido a su tamaño, y la California Haze Feminizada no es una excepción. Su altura superior a la media y sus largas y delgadas ramas hacen de esta variedad una auténtica devoradora de espacio, tanto vertical como horizontalmente, aunque lo aprovecha increíblemente bien. Si puedes acomodarla en tu jardín, y no te importa tener que lidiar con algunas ramas desbocadas, esta variedad es una gran elección, sobre todo si utilizas scrogging o mainlining.
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.