Durante mucho tiempo, el mundo del cannabis no ha valorado ni reconocido le presencia femenina. El Hash Marihuana & Hemp Museum albergó una exposición dedicada a aquellas mujeres maravillosas que han dejado su huella en la industria de la marihuana. Desde pioneras hasta consumidoras, la exposición rinde homenaje a mujeres de éxito que definen esta cultura.
La exposición We are Mary Jane: Mujeres y Cannabis tuvo lugar en 2018 en el Hash Marihuana & Hemp Museum de Ámsterdam. La comisaria de la exposición, Simone Badoux, y la fotógrafa destacada, Maria Cavali, hablaron con Sensi Seeds sobre sus influencias, experiencias y exploraciones como mujeres en el mundo de la marihuana.
En esta videoentrevista, Simone desvela la inspiración y motivaciones que influyeron decisivamente a la hora de crear la exposición. También habla de su formación en estudios de género y de su experiencia personal como mujer que trabaja en la industria de la marihuana.
Simone Badoux lleva trabajando en el Hash Marihuana & Hemp Museum desde principios de 2017 en calidad de subdirectora. Desde entonces, ha comisariado las exposiciones El Papa fuma droga y La cocina del cannabis. Ambas tuvieron un éxito notable en Ámsterdam y Barcelona, y además participaron en festivales españoles y holandeses.
Simone fue la encargada del planteamiento inicial de We are Mary Jane: Mujeres y Cannabis, la primera exposición del museo que destaca a las mujeres que están a la vanguardia de la cultura de la marihuana. Como menciona Simone, era imposible encontrar una sola representante de todas ellas en los diseños gráficos de la exposición. Por ello, el empleo de la propia planta como motivo principal refleja el carácter inclusivo del mensaje de la muestra. La feminidad tiene todas las formas y tamaños.
La emancipación de la mujer y la industria del cannabis
La exposición se inauguró en uno de los momentos álgidos de la emancipación femenina: la cuarta ola del feminismo. Este movimiento estaba marcado por el interés en la defensa de la justicia para las mujeres, enriquecido por la inclusión del inconformismo de género, y utilizaba los canales de comunicación de las redes sociales, hasta entonces inexistentes, para difundir su mensaje.
Un paseo por el museo y la galería bastaba para demostrar que, hasta ahora, las mujeres han estado muy poco representadas en la industria del cannabis. Esta exposición se propuso rectificar esa inexactitud histórica.
El mundo de la marihuana (integrado por cultivadores, consumidores, aficionados, criadores, historiadores, investigadores e innovadores) puede interpretarse como un microcosmos dentro de la sociedad. El control patriarcal del poder económico es visible en ambos, ya que todas las mujeres entrevistadas en la exposición mencionaron el papel tradicional de los hombres como vendedores, ya sea en coffeeshops o de manera informal. Si queremos normalizar y legitimar de verdad la industria del cannabis, hay que abordar este desequilibrio.
En cualquier iniciativa donde las mujeres sean el centro de atención es imperativo escuchar y amplificar sus voces. Rechazando el dominio de la mirada masculina, el sexismo interiorizado y los supuestos patriarcales, los comisarios de la exposición tuvieron mucho cuidado al retratar a las mujeres de la comunidad cannábica.
Las mujeres, ya sea por elección o por falta de oportunidades, han permanecido históricamente en un segundo plano. Sin embargo, se está produciendo un cambio. Si queremos animar a nuestras hijas a emprender trayectorias profesionales relacionadas con la marihuana, debemos mostrarles modelos positivos. Como reza el proverbio, no puedes ser lo que no puedes ver.
Las mujeres sembraron las semillas de la cultura del coffeeshop
Parece que existe unanimidad a la hora de evaluar el efecto positivo que tiene una legislación que garantice un mercado seguro y legal, ya que favorece la confianza y participación activa femenina. Este hecho es especialmente visible en Estados Unidos, donde el promedio de mujeres en cargos ejecutivos dentro del negocio del cannabis supera con creces al resto de sectores empresariales.
Ese legado también es visible en Europa. Mujeres como Mila Jansen sentaron las bases de la cultura de los coffeeshops, la cual ha definido a la ciudad de Ámsterdam y a los Países Bajos hasta el día de hoy.
La exposición Somos Mary Jane: las mujeres del cannabis recopila los logros más importantes de las mujeres de la industria del cannabis de hoy en día, así como las experiencias femeninas con la marihuana durante los últimos cuatro mil años de historia.
El poder polifacético de las mujeres que consumen marihuana
Maria Cavali fue la fotógrafa responsable de los impactantes retratos de mujeres fumadoras en los coffeeshops que aparecen en We are Mary Jane: Mujeres y Cannabis.
A diferencia de Simone Badoux, Maria Cavali no se identifica como feminista. Su visión sobre el potencial de las mujeres para empoderarse a sí mismas se debe en parte a su reciente maternidad y a las dificultades para conciliar la paternidad, el trabajo y la vida familiar. Sus retratos logran captar la fuerza, el misterio y el poder abundante y polifacético de las mujeres que consumen marihuana.
Las conclusiones de esta exposición son muchas y variadas. Tanto si se trataba de una nueva visión, o de una afirmación positiva, de la manera en que las mujeres han dado forma a la industria del cannabis a lo largo de su historia, no cabe duda de que We are Mary Jane: Mujeres y Cannabis fomentó la aceptación de la feminidad en todas sus formas.
Cuatro mujeres del cannabis, cuatro voces diferentes
Mila Jansen
Mila Jansen es una heroína para muchas personas. Considerada una prestigiosa influencia para las mujeres dentro del mundo de la marihuana, abrió su boutique en Ámsterdam en 1965. Kink 22 se convirtió dos años después en un conocido centro social y tetería. Al establecimiento acudían muchas personas que deseaban compartir marihuana y cotilleos.
Tras pasar catorce años en la India viajando, trabajando y criando a su familia, Mila regresó a Ámsterdam. Inventó los sistemas de fabricación de hachís Pollinator y Ice-O-Lator. Estos revolucionaron la elaboración de este producto de forma casera y a pequeña escala. No en vano se la conoce como «la reina del hachís».
Amiga de Sensi Seeds y de la familia Dronkers desde hace muchos años, Mila presume de un espíritu audaz y hermoso combinado con un talento natural para la innovación práctica. También tiene una de las risas más contagiosas de la industria del cannabis.
Shiva Maniotidis-Spaarenberg
Shiva Maniotidis-Spaarenberg ha sido la impulsora de diversos eventos relacionados con la marihuana durante más de una década.
Ha organizado y presentado los Cannabis Culture Awards, concedidos por el Hash Marihuana & Hemp Museum a personas y entidades que han contribuido de forma destacada a la aceptación de la marihuana en todas sus formas. Entre los ganadores de certámenes anteriores se encuentran el ex primer ministro de los Países Bajos, Dries van Agt, la Comisión Global de Políticas de Drogas (representada por Richard Branson) y el contrabandista favorito de todos, el añorado Sr. Nice, Howard Marks.
Shiva tuvo un papel fundamental en la gran apertura de la Hemp Gallery de Ámsterdam y en la inauguración oficial del Hash Marihuana & Hemp Museum de Barcelona. Compagina su carrera con su familia: su marido, sus cuatro hijos y dos perros. Es un brillante ejemplo de mujer trabajadora moderna.
Rosalinde Bierings y Odiah Jagroep
Rosalinde es una de las mujeres fotografiadas por Maria Cavali para la exposición We are Mary Jane: Mujeres y Cannabis, y asistió a la inauguración con un grupo de amigas, entre ellas Odiah. Ambas aceptaron ser entrevistadas sin ninguna preparación, y su espontaneidad y sentido de la diversión salen a relucir al responder a las preguntas.
¿Estuviste en la exposición en persona? ¿Te han inspirado las mujeres que aparecen en lo más destacado de nuestra exposición? Háznoslo saber en los comentarios que encontrarás a continuación.