Raro, exclusivo y caro, el kief es el caviar del mundo del cannabis. No es solo hachís marroquí, como mucha gente cree, sino que es el nombre de los cristales resinosos que protegen a la planta de cannabis contra las plagas. A los insectos no les gustan los terpenos aromáticos ni los cannabinoides. ¡Pero a nosotros, los humanos, sí!
Si manipulas cannabis, habrás notado que tus manos suelen quedarse pegajosas. Una capa resinosa y cristalina un poco como el polen se adhiere a la punta de tus dedos. ¿Alguna vez te has preguntado qué es? Es kief, la forma más potente de cannabis sin procesar.
En Marruecos, el término se utiliza para referirse a una pipa sebsi (una pipa tradicional de la región del Magreb) llena de hachís y tabaco. Por eso, el término kief suele usarse como sinónimo de hachís marroquí, lo que en realidad es incorrecto. El kief es solo una etapa del camino hacia el hachís.
Puedes hacer muchas cosas con el kief, aunque mezclarlo con tabaco no es muy buena idea. Pero vamos a empezar por el principio.
¿Qué es el kief?
Si te fijas bien en el cannabis, verás unos diminutos cristales. Eso es el Kief. Para ser más precisos, se trata de glándulas de resina en forma de setas, también denominadas tricomas.
Los tricomas son estructuras similares a los pelos o pelillos que se encuentran en la superficie de plantas, algas e incluso organismos unicelulares. Protegen a las plantas de los daños externos, como los causados por los insectos o las grandes fluctuaciones de temperatura. Los botánicos distinguen entre muchos tipos diferentes de tricomas.
En las plantas de cannabis, los tricomas tienen una función de secreción. También se les conoce como pelos glandulares. Producen cannabinoides y terpenos, dos palabras que alegran el corazón de todos los amantes del cannabis. Vistos bajo el microscopio, los tricomas se parecen a las setas. Tienen un tallo y una cabeza que parece el sombrerete de una seta.
El mejor kief procede solo de la cabeza o glándula. Las cabezas de tricomas son la mejor parte de la planta de cannabis, ya que contienen el mayor porcentaje de cannabinoides. Casi todo su peso consiste en cannabinoides y terpenos puros.
Las extracciones más puras y sin disolventes se hacen a partir de ellas. Resulta evidente por qué el kief es tan popular entre los fumadores de cannabis de todo el mundo. El kief, que rebosa THC y tiene un aroma fascinante, es una verdadera delicia.
¿Cómo se puede extraer el kief?

El kief se separa mecánicamente del material vegetal, por lo que es un concentrado puro, libre de disolventes con pocas o ninguna impureza. Otras extracciones, como el aceite de Rick Simpson o la Live Resin (resina en vivo), se producen usando disolventes como acetona, butano o alcohol.
Hay varias formas de cosechar el kief. La más fácil es usar un grinder de tres piezas. Usarlo es facilísimo. Primero quita la tapa superior, luego coloca los cogollos entre los dientes del grinder, y cierra el grinder otra vez. Después de darle unas cuantas vueltas, el kief habrá llegado a la sección inferior. Pero hará falta mucho material vegetal antes de tener cualquier tipo de cantidad.
Cualquiera que haya viajado por las Montañas del Rif en Marruecos puede estar familiarizado con el método tradicional de tamizado en seco. Los cogollos se agitan y lo que cae se filtra a través de una serie de tamices que son cada vez más finos. Cuanto más fino es el tamiz o malla, mejor es el producto final. Lo ideal es que solo queden los potentes tricomas de la cabeza.
Como se puede ver en el video, estos arduos métodos requieren una gran dosis de paciencia. Lo que también lo complica más es que, dependiendo del material vegetal, hay que usar diferentes tamices. Dependiendo de la variedad de cannabis, el tamaño de las cabezas de tricomas variará.
Ocho formas de consumir kief
El kief es la base de muchos otros productos a base de cannabis, que ahora me gustaría presentaros. Desde mejorar un porro o una pipa a la producción de un e-líquido y a la cocina, aquí tenéis ocho maneras de usar el kief.
1. Vaporizar kief
Uno de los métodos más eficaces y saludables de consumir kief es en un vaporizador. Debido a que los ingredientes activos (el THC y los demás cannabinoides) se calientan cuidadosamente hasta una temperatura predeterminada, no se pierde nada debido al sobrecalentamiento. El vapor no contiene carbono ni sólidos medio combustionados, por lo que es mucho más sano que el humo.
En concreto, los consumidores que usan el cannabis como medicina deberían considerar el uso de un vaporizador. El coste de compra se recupera pronto, ya que solo hace falta un poco de kief para obtener un efecto óptimo.
2. Producir hachís a partir de kief
El hachís lleva milenios produciéndose en el subcontinente indio. El método tradicional es muy sencillo. Todo lo que hay que hacer es frotar las plantas de cannabis entre las manos. Una vez que se ha recogido suficiente resina en los dedos, se le forma en bolas de hachís, llamadas Charas. Este “hachís a mano” también se puede hacer a partir del kief.
A nivel profesional, todo esto se hace con una prensa de polen. La presión y el calor convierten los tricomas en resina. Esto no solo cambia el color y el aroma, sino también el efecto del producto final. Si quieres producir hachís, no necesitas invertir en una máquina costosa. Si usas el método Rosin, solo necesitas una plancha de pelo y un poco de papel de horno.
3. Mejorar un porro con kief
La mayoría de la gente sigue consumiendo el cannabis en un porro. El kief les da un toque extra a los cogollos. Debido a sus propiedades, no es muy fácil espolvorearlo sobre un porro, por lo que es mejor mezclarlo con los cogollos antes de liar el porro. Como alternativa, puedes espolvorear un poco de kief con cuidado sobre el exterior humedecido de un porro ya liado.
4. Fumar kief en una pipa
Esta es una de las mejores formas de fumar kief, sobre todo si usas hachís hecho con kief. Por supuesto, también puedes fumar los cogollos en una pipa o bong, y espolvorear el kief por encima. Al igual que con los porros, hay que tener cuidado con este método de consumo. El kief no solo aumenta la potencia del cannabis que consumes, sino que también produce un efecto más rápido e intenso.
Los consumidores inexpertos en particular deben tener cuidado de no fumar demasiado de una sola vez.
5. Consumir kief en comestibles
La cocina y la repostería con cannabis están de moda. El Hash Marihuana & Hemp Museum de Ámsterdam organizaba hace poco una exposición completa dedicada al tema. Casi todas las recetas que contienen cogollos también se pueden preparar con kief. La mantequilla de cannabis es la manera perfecta de incluir el kief en tu comida.
El efecto de los productos comestibles se retrasa en comparación con otras formas de consumo, pero es aún más intenso. Así que tómate las cosas con calma.
6. Convertir el kief en «moon rocks»
Las «moon rocks» (o rocas lunares) constan de tres ingredientes. Si los tiene todos disponibles, puedes hacer las tuyas con mucha facilidad. Hay que sumergir un cogollo seco en aceite de hachís y luego espolvorearlo con kief. ¡Eso es todo! No hace falta desmenuzar las «moon rocks» en un grinder, porque se deshacen fácilmente. Es mejor partir un pedacito y usarlo para rellenar una pipa o un porro.
Debido a su potencia, las moon rocks solo se recomiendan para fumadores con experiencia. Rara vez las vas a ver en los coffee shops o dispensarios.
7. Preparar e-líquidos con kief
Si te gusta vaporizar, entonces el kief es una alternativa interesante a los aromas normales. Hacer tus propios e-líquidos es más fácil de lo que crees. Para hacerlo, necesitas propilenglicol, glicerina vegetal, un filtro de café y dos cazuelas.
Mezcla los primeros dos ingredientes en una proporción de 1:1, más el kief, en una de las cazuelas. Llena la otra cazuela con agua y ponla en el fuego. Coloca la cazuela con el kief encima. Ahora enciende el fuego y espera a que el vapor comience a derretir la mezcla de kief.
Si quieres añadir un aroma adicional a tu e-líquido, el mejor momento para hacerlo es cuando la mezcla haya alcanzado una consistencia suave. Si quieres estar completamente seguro de que no quedan pequeños trozos de restos de plantas en el e-líquido, pasa el líquido a través de un filtro de café como último paso. Consejo: Para introducir los líquidos electrónicos caseros en un cigarrillo electrónico, lo mejor es usar una jeringuilla.
8. Hacer café con kief
Puede usar el kief para mejorar no solo los porros y las pipas, sino también tu café. Esto solo funciona con bebidas calientes, porque primero hay que activar o descarboxilar los cannabinoides. En otras palabras, sin calor, no hay colocón, así que no desperdicies tu kief en una cerveza fría o un café helado. Si no te gusta el café, puedes hacer té con kief igual de fácilmente, por supuesto.
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones referentes al consumo del cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que revise las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.