Al cultivar marihuana, cuanta más luz, mejor, ¿verdad? Pues no. Un exceso de luz en tu jardín de cannabis puede provocar estrés lumínico o quemaduras por luz, mientras que una iluminación insuficiente puede frenar el crecimiento y reducir el rendimiento. Por suerte, prevenir el estrés lumínico es fácil si se tienen los conocimientos adecuados.
La marihuana adora el sol. En la naturaleza, crece en áreas soleadas desde la primavera hasta el verano, absorbiendo los rayos del sol para favorecer su rápido crecimiento.
Por eso, al cultivar marihuana en casa, muchos cultivadores deciden suministrar a sus plantas la mayor cantidad de luz posible con la esperanza de acelerar su crecimiento y obtener una cosecha abundante. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, es muy probable que algunos se enfrenten a un problema común: el del estrés lumínico, el cual aparece cuando las plantas reciben una cantidad excesiva o insuficiente de luz.
El estrés lumínico, además de frenar el desarrollo, puede infligir daños físicos a unas plantas que, por lo demás, están sanas, quemándoles las hojas y los cogollos hasta dejarlos crujientes. Si no se trata, el deterioro causado por el estrés lumínico o las quemaduras puede ser permanente y reducir significativamente el tamaño y la calidad de la cosecha.
En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre el estrés lumínico en la marihuana, incluyendo cuáles son las causas y cómo identificar los síntomas. Con estos conocimientos sabrás exactamente qué cantidad de luz debes suministrar a las plantas para maximizar su crecimiento sin causarles ningún daño.
¿Qué cantidad de luz necesita la marihuana?

Como el resto de las plantas, la marihuana utiliza la luz para realizar la fotosíntesis, un proceso mediante el cual las plantas convierten la energía luminosa en alimento que sustenta su crecimiento físico.
Dependiendo de la especie, las plantas necesitan más o menos luz. Por ejemplo, el poto, la monstera y el filodendro necesitan poca luz para desarrollarse. En cambio, la marihuana crece mejor si recibe luz solar directa.
En exterior, las plantas de cannabis se desarrollan mejor en una zona soleada del jardín, donde reciban al menos 6 horas de luz solar directa al día. En interior, los cultivadores pueden suministrar a sus plantas entre 12 y 20 horas de luz al día, según la especie que cultiven y el tipo de iluminación empleada.
¿Qué intensidad de luz es idónea para la marihuana?
Al aire libre, no contarás con ningún medio para regular la intensidad luminosa del sol. Pero tampoco te hará falta: la Madre Naturaleza sabe lo que hace. Como mucho, puedes proteger tus plantas del fuerte sol del mediodía con una malla de sombra. Sin embargo, la mayoría de las variedades de cannabis soportan el sol del verano sin problemas.

Sin embargo, en espacios de interior tendrás que investigar activamente cuál es la intensidad de luz adecuada para que tus plantas de cannabis prosperen. En general, los cultivadores aplican las siguientes intensidades lumínicas al cultivar marihuana:
- A las plántulas les gusta la luz de baja intensidad, de 200-300 μmol/m²/s. Puedes proporcionársela con una simple lámpara o tubo fluorescente compacto.
- A las plantas en etapa vegetativa les agrada una luz con una intensidad comprendida entre los 400 y los 800 μmol/m²/s. Para favorecer el crecimiento vegetativo, proporciónales un espectro de luz azul de 400-500 nm.
- Por último, las plantas en etapa de floración prefieren una intensidad luminosa de 800-1500 µmol/m²/s. También les beneficia un espectro de luz roja (600-700 nm), fundamental para el correcto desarrollo de las flores.
¿Cuánta luz por m² hay que aplicar en los cultivos de marihuana en interior?
Esta pregunta nos la hacen a menudo, sobre todo los cultivadores principiantes. Una cifra aproximada adecuada se sitúa entre los 300 y los 400 vatios/m², pero son muchos los factores que pueden influir, como la distancia de la luz a la copa, el número y el tamaño de las plantas, las características genéticas y las condiciones del espacio de cultivo, como la HR y la temperatura.
Para obtener los mejores resultados, te recomendamos que respetes los requisitos de luz anteriormente indicados, expresados en µmol, en lugar de intentar ajustar la potencia de la lámpara al tamaño de tu espacio de cultivo.
¿Qué es el estrés lumínico del cannabis?
El estrés lumínico se produce cuando una planta no recibe el equilibrio adecuado de luz que necesita para crecer. En el cannabis se suelen observar los siguientes tipos de estrés lumínico:

1. Estrés lumínico por escasez de luz
Este problema se presenta cuando la planta de marihuana no recibe la luz suficiente como para realizar la fotosíntesis y mantener adecuadamente sus funciones metabólicas. El resultado suele ser un crecimiento atrofiado o retardado durante la fase vegetativa y un desarrollo deficiente de las flores durante la floración. La falta de luz también puede favorecer un desarrollo lento de las plántulas y las plantas de cannabis en fase vegetativa.
2. Estrés por exceso de luz (quemadura por luz)
Este trastorno surge cuando la planta recibe más luz de la que puede soportar. Al igual que el estrés por falta de luz, el exceso lumínico afecta a la capacidad de la planta para hacer la fotosíntesis y crecer. El exceso de luz y calor también puede ocasionar daños físicos a la planta, algo que se conoce con el nombre de quemadura por luz.
3. Fugas de luz
Las plantas de cannabis (especialmente las variedades de fotoperíodo) necesitan periodos de oscuridad total para crecer adecuadamente. Las filtraciones de luz en el espacio de cultivo durante las horas de oscuridad pueden afectar a la capacidad de floración de las plantas.
¿Qué provoca el estrés por falta de luz?

La causa principal del estrés por falta de luz es, como es lógico, una iluminación inadecuada. En los espacios interiores, este problema suele afectar a las plantas que están demasiado alejadas de la fuente de luz o que crecen con luces de bajo consumo (como lámparas fluorescentes compactas o tubos). En los jardines de exterior, el estrés por falta de luz suele afectar a las plantas que no reciben suficiente luz solar directa.
¿Qué produce el estrés por exceso de luz en la marihuana?
El estrés por exceso de luz suele ser más frecuente que el estrés por falta de luz, sobre todo en los jardines de interior. Entre las causas más comunes se incluyen:

1. Acercar demasiado las plantas a la fuente de luz
Las lámparas que se usan en el cultivo de cannabis de interior (halogenuros metálicos, sodio de alta presión y LED) emiten luz de alta intensidad y están pensadas para cultivar plantas sanas y vigorosas. Sin embargo, si se mantienen demasiado cerca de la copa, pueden provocar estrés lumínico y quemaduras por luz.
2. Exceso de horas de luz
La mayoría de los cultivadores de marihuana de interior iluminan sus plantas 18 horas durante la etapa vegetativa y 12 horas durante la etapa de floración. Sin embargo, unos periodos excesivos de luz a veces pueden causar estrés lumínico o quemaduras. Las plantas de cannabis necesitan una cantidad considerable de oscuridad total para respirar y crecer adecuadamente.
3. Elevada intensidad luminosa
El empleo de lámparas excesivamente potentes en relación con el número de plantas cultivadas o el tamaño del espacio de cultivo también puede provocar estrés lumínico o quemaduras en la marihuana.
¿Cuál es la diferencia entre estrés lumínico y quemadura por luz?
A menudo se utilizan indistintamente los términos de estrés lumínico y quemadura por luz. Sin embargo, en teoría, la quemadura por luz es un síntoma de estrés por exceso de luz y se produce cuando hay una quemadura física en una parte de la planta como consecuencia de una exposición elevada.
¿Cómo afectan las filtraciones de luz a la marihuana?
Por mucho que a la marihuana le guste la luz, también necesita horas de oscuridad para funcionar correctamente. Las variedades de cannabis de fotoperíodo son especialmente sensibles a los cambios en su ciclo de luz y necesitan un aumento de las horas de oscuridad para iniciar la etapa de floración.
Esta disminución de las horas de luz ocurre de forma natural al aire libre tras el solsticio de verano, pero los cultivadores de interior tienen que hacerlo manualmente en las tiendas o habitaciones con el fin de desencadenar la etapa de floración. Cualquier filtración de luz en el espacio de cultivo durante las horas de oscuridad puede retrasar la floración o hacer que las plantas vuelvan a la fase vegetativa, una experiencia muy estresante que puede provocar un crecimiento anormal y un desarrollo deficiente de las flores.
¿Las plantas de marihuana que se cultivan en exterior pueden sufrir estrés lumínico?

En general, el estrés por exceso de luz es más habitual en los jardines de marihuana de interior. Esto se debe a que hay más margen de error cuando los humanos se encargan de gestionar una fuente de luz que cuando lo hace la Madre Naturaleza.
Sin embargo, en los cultivos de exterior también se puede producir un estrés por exceso de luz. Suele ocurrir cuando las plantas jóvenes se sacan al exterior por primera vez y no se han aclimatado bien al sol.
En raras ocasiones, el estrés por exceso de luz también afecta a las plantas maduras que crecen a pleno sol durante la mitad del verano en unas condiciones especialmente calurosas. En estas situaciones, este estrés lumínico suele ir acompañado de estrés térmico. Aquí encontrarás más información sobre el estrés térmico y cómo afecta negativamente al cannabis.
Por otra parte, el estrés por falta de luz es muy común en los jardines de exterior. A menudo se observa en plantas cultivadas en balcones, alféizares o terrazas, donde simplemente no reciben suficiente luz solar directa como para desarrollar todo su potencial.
¿Cuáles son los signos o síntomas del estrés por falta de luz?
Las plantas de cannabis cuentan con una serie de defensas para hacer frente a la falta de luz. En particular, aquellas que no reciben la luz suficiente tratan de incrementar su ritmo fotosintético para obtener la energía que necesitan para seguir vivas.
Por desgracia, los signos que revelan el estrés por falta de luz son menos evidentes que los del estrés por exceso lumínico (ver más adelante). Algunos indicios que sugieren una falta de luz incluyen:

1. Crecimiento lento o atrofiado
La luz es una de las principales fuentes de energía de las plantas, y sin ella tienen dificultades para desarrollar su follaje. Además, cuando sufren estrés por falta de luz, las plantas destinan la energía disponible a maximizar el ritmo de la fotosíntesis (por ejemplo, mediante el aumento de genes específicos), en lugar de al crecimiento vegetativo o al desarrollo de las flores.
2. Crecimiento anormal
Como reacción a la escasez lumínica, las plantas de marihuana a veces desarrollan unas hojas más grandes y finas para absorber más luz, así como unos tallos y ramas largos y esbeltos. Las plantas en etapa de floración que sufren este tipo de estrés suelen presentar flores livianas y débiles.
¿Cuáles son los signos o síntomas de un estrés por exceso de luz?

El estrés por exceso lumínico genera ciertos signos característicos en las plantas de marihuana, incluyendo:
1. Hojas y flores decoloradas o amarillentas
Se trata, con diferencia, del signo más común de estrés lumínico en la marihuana. Se manifiesta en las zonas directamente expuestas a un exceso de luz, que por lo general se encuentran en la parte superior de la copa. La decoloración se produce cuando la planta produce una cantidad menor de pigmentos en el follaje como mecanismo de defensa ante el exceso de luz.
2. Hojas «con forma de taco» o curvadas hacia arriba
Ante una exposición a la luz demasiado intensa, las hojas de una planta de cannabis pueden curvarse hacia arriba. Los cultivadores lo llaman «tacoing», pues la forma de las hojas recuerda a la de un taco mexicano, y en realidad es un intento de la planta por disminuir su exposición a la luz mediante la reducción de la superficie de sus hojas.
3. Hojas curvadas hacia abajo
Las hojas de marihuana también pueden encorvarse cuando están sobreexpuestas a la luz. De nuevo, se trata de un intento de la planta de minimizar la superficie de sus hojas y reducir así su exposición a la luz.
4. Hojas caídas
A veces, las plantas de cannabis que han estado sobreexpuestas a la luz pueden presentar unas hojas caídas y dar la impresión de que les falta agua. Suele ser un efecto secundario de la transpiración rápida, el proceso por el que las plantas devuelven agua a la atmósfera a través de los pequeños poros del envés de las hojas.
5. Crecimiento atrofiado
Las plantas expuestas a un exceso de luz experimentarán un crecimiento más lento o dejarán de crecer por completo.
Quemadura por nutrientes vs quemadura por luz
Si una planta desarrolla algunos de los síntomas mencionados, lo primero es asegurarse de que la causa es el estrés lumínico. Existen diversas afecciones que pueden provocar síntomas similares, como por ejemplo una deficiencia de nutrientes o un exceso o falta de riego.

Para descartar una insuficiencia de nitrógeno (que provoca el amarilleamiento de las hojas), inspecciona detenidamente la planta. Si presenta un follaje blanquecino o amarillo en la parte superior de la copa, es probable que sufra estrés lumínico.
En cambio, una carencia de nitrógeno amarillea el follaje más viejo de la parte inferior de la planta. En cualquier caso, es buena idea comprobar el pH del suelo para asegurarte de que está dentro de unos valores saludables que favorezcan la absorción de nitrógeno y otros nutrientes. Además, mantener una rutina estricta en la alimentación reducirá al mínimo el riesgo de sufrir carencias de nutrientes.
A continuación, comprueba si el riego es excesivo o insuficiente, ya que ambos pueden provocar hojas rizadas o caídas. Para ello, inspecciona la tierra y asegúrate de que sigues una rutina de riego correcta. Aunque no existe un método universal a la hora de regar las plantas de marihuana, recomendamos regarlas sólo cuando lo necesiten (es decir, cuando la tierra se seque).
Cómo tratar el estrés lumínico en el cannabis

Una vez descartadas otras causas potenciales de los síntomas anteriores y estés seguro de que tus plantas sufren estrés lumínico, soluciona el problema aplicando las medidas siguientes:
- Coloca correctamente las lámparas. Consulta la tabla siguiente para saber a qué altura debes colgar los focos de cultivo de interior para maximizar el crecimiento de las plantas. Si estás cultivando cannabis en exterior y te enfrentas a un estrés por falta de luz, tendrás que trasladar las plantas a un lugar más soleado o considerar la posibilidad de llevarlas a un espacio interior y finalizar el ciclo empleando luces de cultivo.
- Reduce la intensidad de las luces o protege las plantas del sol. Si cultivas cannabis en exterior, utiliza toldos o mallas para proteger las plantas del intenso sol del mediodía. En interior, coloca un regulador de intensidad o un regulador de potencia en la lámpara de cultivo (algunos modelos de lámparas de cultivo LED los llevan incorporados). Si las luces no se pueden regular, coloca una malla entre la copa y la lámpara.
- Reduce las horas de luz. En interior, plantéate reducir el número de horas de luz si las plantas presentan síntomas de estrés por exceso lumínico. Sin embargo, procura administrar al menos 12 horas de luz diarias, ya que un periodo menor desencadenaría la etapa de floración.
- Aumenta la humedad y la circulación de aire en el espacio de cultivo. Elevar la humedad relativa puede mitigar los efectos del aumento respiratorio en las plantas sometidas a estrés lumínico. Por otra parte, una buena circulación de aire por encima y por debajo de la copa también ayuda a eliminar el exceso de calor en el espacio de cultivo, un efecto secundario común del uso de lámparas demasiado intensas. Puedes instalar humidificadores para aumentar la humedad del espacio de cultivo, y ventiladores para impulsar el flujo de aire.
- Recorta el follaje quemado.
- Deja que las plantas se recuperen. Espera al menos 1 o 2 semanas a que las plantas se recuperen del estrés de recibir un exceso de luz.
Colgar las lámparas correctamente es la mejor forma de evitar el estrés lumínico en la marihuana

La solución óptima para evitar el estrés lumínico al cultivar cannabis es mantener las lámparas a una distancia segura de la parte superior de la copa. Consulta las tablas siguientes para determinar la altura perfecta para tus luces de halogenuros metálicos (MH), sodio de alta presión (HPS) y LED.
Halogenuros metálicos / Sodio a alta presión
POTENCIA | DISTANCIA HASTA LA COPA |
150-250 vatios | 20-35 cm (8-14 pulgadas) |
400 vatios | 30-50 cm (12-19 pulgadas) |
600 vatios | 35-60 cm (14-25 pulgadas) |
1000 vatios | 40-75 cm (16-30 pulgadas) |
LED
POTENCIA | DISTANCIA HASTA LA COPA |
150-250 vatios | 30-60 cm (12-23 pulgadas) |
400 vatios | 50-70 cm (20-27 pulgadas) |
600 vatios | 55-80 cm (22-32 pulgadas) |
1000 vatios | 60-90 cm (24-36 pulgadas) |
Nota: Las lámparas fluorescentes compactas (CFL) no provocan estrés lumínico, pero tampoco proporcionan una iluminación adecuada para una buena floración. Aunque son estupendas para las plántulas, no recomendamos utilizar bombillas CFL para cultivar plantas de cannabis maduras.
Otros consejos para evitar el estrés lumínico al cultivar marihuana
Además de mantener las lámparas a una altura apropiada, se pueden tomar otras medidas para evitar el estrés lumínico en un jardín de cannabis. Entre ellas:

1. Uso de paredes reflectantes
Las paredes reflectantes, como su nombre indica, ayudan a reflejar la luz de la lámpara de cultivo en las plantas. Así se aprovecha al máximo la luz que emiten las bombillas y puedes alejarlas más de la copa.
2. Conoce la cantidad de luz que necesitan tus plantas
En exterior, la marihuana necesita al menos 6 horas de luz solar directa para crecer adecuadamente. En interior, la mayoría de las variedades de cannabis funcionan mejor con una iluminación de 18 horas en la etapa vegetativa y de 12 horas en la etapa de floración. Las plantas autoflorecientes pueden cultivarse con un ciclo de luz de 18 horas, desde la fase vegetativa hasta la cosecha. Recuerda también respetar las exigencias relativas a la intensidad luminosa que mencionamos anteriormente.
3. Crea un entorno adecuado para las plantas
Cultivar hierba es una actividad holística, y cuanto más tiempo inviertas en cada aspecto del cultivo, mejores resultados obtendrás. Si controlas adecuadamente la temperatura y la humedad del jardín, así como el pH de la tierra y el calendario de riego y alimentación, reducirás las probabilidades de que surjan problemas durante el cultivo.
Además, si por casualidad te encuentras con un problema como el estrés lumínico, tus plantas estarán lo bastante sanas como para recuperarse de ello rápidamente.
La luz es importantísima en el cultivo de marihuana. Pero, como ya hemos aprendido, demasiada luz puede ser muy perjudicial para su salud (y, por consiguiente, para el tamaño y la calidad de tu cosecha).
Por suerte, evitar el estrés lumínico es bastante sencillo una vez que conoces las necesidades básicas del cannabis y aprendes a adaptar el equipo de iluminación a tu espacio de cultivo. Por ejemplo, colgar las lámparas de cultivo a una distancia segura de la copa es fundamental para evitar el estrés lumínico, al igual que conocer el fotoperiodo y la intensidad de luz óptimos para cultivar plantas de cannabis sanas.
¿Tienes tus propios consejos para prevenir el estrés lumínico en tu jardín de marihuana? ¡Compártelos con nosotros y con el resto de nuestros lectores en los comentarios que aparecen a continuación!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.