En este informe de cultivo relatamos nuestra experiencia con una Blue Sunset Feminizada, una 60% índica desarrollada en colaboración con el equipo de Sherbinskis. Nos sorprendió su patrón de crecimiento claramente sativa, pero al final su estatura demostró ser muy productiva, ofreciendo un rendimiento enorme de cogollos increíblemente potentes.
Duración total del cultivo: 90 días
Etapa de floración: 60 días
Altura final: 139 cm
Rendimiento final: 186 gramos
Contenido en THC: 23.31%
Para cultivar nuestra Blue Sunset Feminizada empleamos una maceta de plástico de 12 litros rellena de BAC Lava Mix y cubierta con una fina capa de cubos de lana de roca. Añadimos una lámpara HPS Philips GreenPower de 1.000 W suspendida a 3 metros por encima de la planta de marihuana, ajustando la programación lumínica a 18/6. Para conseguir el mejor entorno de crecimiento posible, mantuvimos una temperatura diurna constante de 23°C, una temperatura nocturna de 21°C y una humedad relativa del 65% durante la etapa vegetativa.
Germinación y plántula
El cultivo de nuestra Blue Sunset comienza con la germinación de la semilla. Como siempre, recurrimos al clásico método de la toallita de papel: coloca una toallita húmeda en un plato, pon la semilla encima, cúbrela con otra toallita húmeda y mételo todo en una bolsa de plástico abierta. Un día después, la cáscara de la semilla se abrió y dejó al descubierto la raíz primaria.
A continuación, plantamos la semilla en un cubo de lana de roca previamente empapado, con la raíz pivotante hacia abajo, colocándola bajo una lámpara Philips de 600 W. En esta etapa, es mejor que la planta permanezca en reposo unos días, ya que un exceso de luz, agua o calor podría ocasionar daños persistentes. Al cabo de tres días, la regamos por primera vez con 100 ml de agua de pH equilibrado (pH 6,2: CE 0,8), añadiéndole una pequeña cantidad de hormona de enraizamiento.
Transcurrida la primera semana, la plántula medía unos 9 cm de altura y había desarrollado sus primeras hojas verdaderas, así que la trasladamos a su nuevo hogar: una maceta de plástico de 12 litros rellena con BAC Lava Mix y cubierta de pequeños cubos de lana de roca. Además, colocamos una pequeña varilla para sujetarla, para que así tuviera una pequeña ayuda desde el principio. Colocamos el tiesto bajo la lámpara de 1000 W y empezamos a regarla diariamente con 100 ml de agua (pH 6,0; CE 1,4) mezclada con nutrientes líquidos Bio Grow.
Etapa vegetativa
En la segunda semana, la planta creció hasta alcanzar los 12 cm de estatura y le brotaron unos cuantos grupos de hojas nuevas. La distancia internodal era increíblemente amplia y las hojas, bastante pequeñas, brotaban de unos tallos largos. En general, parecía bastante sana, aunque era uno de los ejemplares más esbeltos que habíamos visto. Incrementamos el volumen de riego a 200 ml al día para que pudiera seguir creciendo a buen ritmo.
En la tercera semana, nuestra planta duplicó su altura hasta alcanzar los 24 cm. La distancia internodal seguía siendo extrema, pero las hojas se desarrollaban a un ritmo acelerado. A pesar de que estábamos todavía en los primeros días de desarrollo, las ramas laterales ya eran casi tan altas como el tallo principal y su crecimiento era casi vertical. Como la etapa de floración empezaba la semana siguiente, volvimos a duplicar el volumen de agua a 400 ml.
Antes de pasar a la etapa de floración, colgamos unas bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii en las ramas inferiores de la planta. Estos saquitos están llenos de unos bichos beneficiosos que tienen una relación simbiótica con las plantas de cannabis. No dañan en absoluto a las plantas, sino que cazan plagas como arañas rojas y trips, los cuales pueden causar estragos en el jardín. Reemplazamos estas bolsitas cada cuatro semanas para mantener una población constante.
Etapa de floración
Iniciamos la etapa de floración al comienzo de la cuarta semana. Para ello, solo tuvimos que cambiar el horario de iluminación a 12/12, reducir la humedad al 60% y modificar la alimentación, la cual fijamos a 800 ml de agua (pH 6,0; CE 1,8) mezclada con nutrientes líquidos Bio Flower. A lo largo de la semana, la planta creció hasta los 42 cm, con el tallo principal ligeramente más alto que las ramas inferiores. Las ramas iban ganando grosor y crecían casi verticalmente, lo que daba a esta planta un perfil muy característico.
En la quinta semana, nuestra planta se estiró hasta una estatura de 67 cm, aumentando la distancia internodal. La vegetación era muy escasa en las largas ramas, pero las hojas eran enormes y robustas. Como la planta estaba a punto de entrar en la etapa de floración, aumentamos el riego a 1.000 ml al día.
En la sexta semana se produjo uno de los mayores crecimientos intersemanales que recordamos, ya que nuestra planta aumentó su altura nada menos que 36 cm, alcanzando así los 103 cm. Una vez más, fue prácticamente un estiramiento, tras el cual pudimos observar distancias de hasta 20 cm entre los nodos. También empezaron a surgir los primeros signos de floración, con pistilos blancos a lo largo del tallo y las ramas. Esa semana aumentamos la alimentación a 1.500 ml de agua, cantidad que mantendríamos constante durante el resto del cultivo.
La séptima semana marcó el último estirón, ya que nuestro ejemplar creció hasta los 125 cm. El tallo principal superaba ligeramente a las ramas inferiores, pero la planta conservaba una bonita copa. Las ramas laterales se erguían casi verticales, con una figura única que recordaba a un árbol de Navidad invertido. En cada punto de floración crecía rápidamente un racimo de pistilos blancos.
En la octava semana se detuvo el crecimiento vertical, alcanzando una altura de 129 cm. La producción de flores se aceleraba rápidamente y las ramas soportaban bien unas flores cada vez más densas.
En la novena y décima semana, la planta llegó a su altura final, 139 cm, y los cogollos se estaban desarrollando sorprendentemente bien. La cola principal cubría el cuarto superior y cada rama empezaba a doblarse bajo el peso de sus cogollos.
En la undécima semana tuvimos que añadir varios tutores para evitar que la planta se desplomara bajo su peso. Los primeros pistilos ya estaban adquiriendo poco a poco un color anaranjado, lo que indicaba que se acercaba rápidamente el momento de la cosecha.
El proceso de coloración de los pistilos continuó durante la duodécima semana, a medida que los cogollos ralentizaban gradualmente su crecimiento. Los tricomas adquirían rápidamente un precioso color ámbar y ya no quedaba nada por hacer.
Cosechamos nuestra planta en la decimotercera semana.
Cosecha
Dimos comienzo a la cosecha cortando nuestra Blue Sunset por la base. A continuación, la colgamos boca abajo en un espacio climatizado durante unas semanas. Al mantener una temperatura constante de 15,5°C y un nivel de humedad relativa del 50%, pudimos reducir en gran medida las posibilidades de que aparecieran mohos o enfermedades durante el proceso de secado. La dejamos en este entorno hasta que las ramas más pequeñas se volvieron lo bastante quebradizas como para partirse, algo que normalmente suele tardar entre 10 y 20 días.
Seguidamente, procedimos a quitar los cogollos de las ramas y a manicurar las hojas restantes. Las flores eran bastante grandes y densas, pero no formaron grandes colas. Gracias a la fuerte genética sativa de la variedad, nos encontramos con muchos cogollos repletos de hojas, lo que hizo que el proceso de manicurado fuera laborioso.
Por último, introdujimos los cogollos en frascos de cristal para su curado. Al principio los dejamos sin cerrar durante 24 horas para que se evaporara la mayor parte de la humedad restante. Después, los cerramos y los fuimos «eructando» varias veces al día durante las dos primeras semanas. Poco a poco fuimos reduciendo la frecuencia hasta que sólo lo hacíamos una vez al día, finalizando el proceso cuando los cogollos alcanzaron la consistencia deseada. En general, se tarda una media de 4 a 6 semanas en completar el curado.
Al final conseguimos cosechar la asombrosa cantidad de 186 gramos de flores con un contenido en THC igualmente impresionante: 23,31%.
Perfil de terpenos
Según nos acercábamos al momento de la cosecha, un sutil e inconfundible aroma iba ganando protagonismo en nuestro espacio de cultivo. El olor es una agradable mezcla de arándanos y cítricos, con un toque terroso bajo la superficie. Una vez curadas, estas mismas notas afloran con toda su fuerza y proporcionan una sensación realmente deliciosa.
Aunque la variedad presenta el crecimiento típico de una sativa, su subidón es claramente índica. Al principio provoca un breve período de euforia risueña que se transforma rápidamente en un potente colocón corporal que puede mantenerte pegado al sofá durante unas cuantas horas. Si tienes cosas que hacer, quizá no te venga bien esta variedad. En cambio, si quieres relajarte tras un largo día o simplemente desconectar la mente durante unas horas para ver una película, disfruta de la Blue Sunset.
El resultado
Al final, quedamos muy impresionados con nuestra Blue Sunset Feminizada. Aunque su patrón de crecimiento alto y esbelto no era exactamente lo que esperábamos, en ningún momento hubo riesgo de que se descontrolara. Como las ramas eran altas y se mantenían cerca del tallo principal, logramos mantener una copa asombrosa. Si tienes mucha altura pero una superficie limitada, esta variedad es una de las mejores opciones.