En este informe describimos nuestra experiencia con la Candy Hash Feminizada. Esta variedad 70% índica ha sido desarrollada junto con el equipo de Sherbinskis y es una mezcla de Gelato #41 y Hash Plant. Aunque surgieron algunos contratiempos, la planta demostró ser sumamente resistente y generó un rendimiento enorme, impresionándonos con sus cogollos XXL.
Duración total del cultivo: 90 días
Etapa de floración: 60 días
Altura final: 94 cm
Rendimiento final: 156 gramos
Contenido en THC: 22.91%
Cultivamos nuestra planta de marihuana Candy Hash Feminizada en una maceta de plástico de 12 litros rellena de BAC Lava Mix cubierta con cubos de lana de roca y colocada bajo una lámpara HPS Philips GreenPower de 1.000 W. Mantuvimos el espacio de cultivo a una temperatura constante de 23°C durante el día y 21°C por la noche. En las primeras fases del crecimiento, fijamos la humedad relativa en un 65%, aunque la fuimos reduciendo gradualmente a medida que la planta maduraba.
Germinación y plántula
Iniciamos el proceso de cultivo con la germinación de la semilla, algo que, por suerte, es bastante sencillo. En primer lugar, doblamos unas toallitas de papel y las humedecimos con agua sin llegar a empaparlas. A continuación, colocamos la semilla sobre ellas, la cubrimos con otra servilleta de papel húmeda y lo metimos todo en una bolsa de plástico abierta.
Transcurrido poco más de un día, la semilla ya se había abierto y sobresalía una pequeña y delgada raíz pivotante. La colocamos (con la raíz primaria hacia abajo) en un cubo de lana de roca previamente empapado, la pusimos bajo una lámpara LED de 600 W y la dejamos reposar unos días. Las plantas en esta fase inicial son extremadamente frágiles y un exceso de luz, calor o agua puede impedir que arraiguen correctamente.
Al tercer día administramos a nuestra plántula 100 ml de agua con un pH equilibrado (pH 6,2; CE 0,8) mezclada con una pequeña cantidad de hormona de enraizamiento. Al final de la primera semana ya alcanzaba una estatura de 8 cm y le habían brotado las primeras hojas. Las raíces sobresalían por la base del cubo de lana de roca, así que la trasplantamos a una maceta de plástico de 12 litros y la pusimos bajo una lámpara de 1.000 W. A partir de ese momento, la alimentábamos diariamente con 100 ml de agua (pH 6,0; CE 1,4) mezclada con nutrientes líquidos Bio Grow.
Etapa vegetativa
En la segunda semana, la planta alcanzó los 11 cm de altura, lo cual no era mucho, pero le brotaron varias hojas nuevas con un espaciado internodal moderado. Las hojas eran más bien delgadas, de un color verde intenso y saludable. Como preveíamos una semana de fuerte crecimiento aumentamos la alimentación a 200 ml de agua diarios.
En la tercera semana, nuestra planta duplicó su altura hasta alcanzar los 22 cm y las hojas se volvieron más gruesas y pesadas. Empezaron a crecer ramas laterales, pero sólo llegaban hasta la mitad del tallo principal. Ante la proximidad de la etapa de floración, aumentamos el volumen de agua a 400 ml al día.
Pero antes de comenzar la floración, quedaba una tarea por cumplir. Colgamos bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii en las ramas inferiores para controlar las plagas. Criaturas como los trips y los ácaros pueden destruir rápidamente una planta sana, pero estas bolsas contienen bichitos diminutos que se alimentan de estos parásitos sin dañarla en absoluto. Reemplazamos las bolsitas cada cuatro semanas para garantizar la población.
Etapa de floración
Al entrar en la cuarta semana, iniciamos el ciclo de floración modificando el programa de iluminación a 12/12. Además, disminuimos la humedad al 60% y aumentamos el régimen alimenticio, suministrando 800 ml de agua (pH 6,0; CE 1,8) mezclada con nutrientes líquidos Bio Flower. Al final de la semana, nuestra planta medía 31 cm de altura y parecía sufrir un exceso de riego.
En aquel momento experimentamos algunos problemas técnicos que afectaron a la circulación del aire, lo que provocó un aumento de la humedad más allá de lo normal. Esto, unido a las altas temperaturas veraniegas, causó ciertas dificultades a nuestra planta. Ante este desafío, tomamos la difícil decisión de eliminar las ramas más bajas para ayudar a reducir la humedad que se acumulaba por encima del suelo. Esto salvó a nuestro ejemplar, ya que, si no lo hubiéramos hecho, probablemente habrían aparecido hongos o moho. A pesar de todo, este contratiempo no pareció afectar a la cosecha final, la cual fue extraordinariamente abundante.
Este pequeño revés quedó solucionado en la quinta semana, pues desapareció por completo cualquier rastro de amarilleamiento. También se produjo el mayor crecimiento semanal de toda la cosecha: la planta ganó 28 cm y alcanzó una estatura de 59 cm. Para entonces ya habíamos conseguido estabilizar la humedad en torno al 60%. Las cosas parecían haber vuelto a su cauce, por lo que empezamos a suministrar 1000 ml de agua diarios. La etapa vegetativa resultó extremadamente abundante y las ramas laterales crecían casi verticalmente.
En la sexta semana asistimos a otro gran estirón, ya que nuestra planta ascendió a los 73 cm de altura. Desprovista de las ramas más bajas, su estructura se había convertido prácticamente en una columna de ramas verticales paralelas al tallo principal. Las enormes hojas en abanico eran de color verde oscuro, con un sutil matiz violáceo en algunas de las mayores. Es difícil saber si se trataba de algo genético o de un persistente desequilibrio de nutrientes, pero desapareció al cabo de unas semanas. Aunque seguíamos sin ver mucha actividad en lo referente a la floración, estábamos seguros de que ocurriría en cualquier momento, por lo que aumentamos la alimentación a 1500 ml al día.
Nuestra planta experimentó su última explosión de crecimiento vertical en la séptima semana, alcanzando los 88 cm, y empezamos a ver pequeños racimos de pistilos blancos en las puntas y los nodos interiores de las ramas. El espaciado internodal seguía siendo bastante estrecho y toda la planta era una densa columna de ramas bastante robustas y hojas gigantes en abanico.
En la octava semana se detuvo el crecimiento vertical, ya que la energía se dedicaba al completo a la floración. Las ramas inferiores empezaron a abrirse ligeramente, pero la planta seguía siendo en gran medida una columna vertical. La etapa de floración se fue acelerando y los cogollos crecían considerablemente cada día. Al no tener las ramas inferiores, la planta se centró en la cola principal y se estaba convirtiendo en una belleza.
En la novena y décima semana, la planta creció ligeramente hasta alcanzar una estatura de 90 cm, al tiempo que se iba desarrollando la cola principal. La cola de la parte superior era un espectáculo imponente, y las flores de las ramas inferiores eran igual de espectaculares. A pesar de ser tan pesada, el robusto tallo soportaba la planta sin problemas.
Nuestro ejemplar alcanzó su máxima altura (94 cm) en la undécima semana, mientras los cogollos seguían creciendo. Los primeros pistilos empezaron a teñirse de naranja y la cosecha se acercaba rápidamente. La planta desprendía un sutil aroma que, sumado a su pequeño tamaño, permitía una discreción que los cultivadores que valoran la privacidad encontrarán muy interesante.
En la duodécima semana continuó la maduración y cada vez más pistilos adquirían un color anaranjado. Los cogollos dejaron de madurar en su mayor parte y la cosecha estaba a la vuelta de la esquina.
En la decimotercera semana cosechamos nuestra Candy Hash.
Cosecha
Cuando por fin llegó el momento de cosechar nuestra Candy Hash Feminizada, comenzamos de la forma habitual: cortándola por la base. A continuación, quitamos todas las hojas en abanico y dejamos la planta colgando boca abajo en una habitación climatizada con una temperatura de 15,5°C y una humedad del 50%. Una vez que las ramas más pequeñas estaban lo bastante secas como para partirse al doblarlas pudimos continuar con el siguiente paso.
Una vez seca, retiramos los cogollos y manicuramos las hojas restantes. Los cogollos presentaban muchas hojas y estaban muy pegajosos, por lo que manicurarlos fue una tarea muy laboriosa. Afortunadamente, como eran tan grandes, solo eran unos cuantos los que necesitaron más atención.
Una vez manicuradas las flores, las colocamos en tarros de cristal para su curado. Dejamos los recipientes abiertos durante las primeras 24 horas para que se evaporara la mayor parte de la humedad restante. Transcurrido un día, los cerramos herméticamente y los fuimos «eructando» varias veces al día durante una hora. Fuimos reduciendo gradualmente la frecuencia de estos eructos hasta que solo los hacíamos una vez al día, y así continuamos hasta que los cogollos terminaron de curarse. Este proceso suele durar de 4 a 6 semanas y no puede acelerarse.
En total, cosechamos nada menos que 156 gramos de flores secas con un contenido de THC realmente impresionante: 22,91%.
Perfil de terpenos
Cuando nuestra Candy Hash alcanzó la madurez, empezó a desprender un aroma sutil, dulce y tropical. Una vez curada, todas estas notas estallaron y dieron lugar a un aroma increíblemente rico que mezclaba cítricos con notas dulces, similares a las de un caramelo, acompañadas de un toque terroso especiado subyacente. Todo esto se manifiesta también en el sabor, que es dulce y similar al de las bayas, proporcionando una fumada muy suave.
Cuando pruebes la Candy Hash, sentirás inmediatamente su 70% de genética índica en forma de profundo y potente subidón corporal que se abre paso a través de los músculos. Sin embargo, también se manifiesta el linaje sativa de la planta, aportando claridad mental y capacidad de atención. Esta variedad es ideal para los que necesitan mantener la concentración, pero quieren relajarse un poco.
El resultado
Teniendo en cuenta su tamaño, puede ser perfectamente una de las plantas más productivas que hemos visto nunca, eso sin mencionar su extraordinaria resistencia. Es raro que un cultivo salga a la perfección, pero en este caso nos enfrentamos a algunos obstáculos más de lo que es habitual. No obstante, la planta se recuperó muy bien y nos impresionó de todas las formas posibles. Si eres un cultivador de interior que busca una variedad pequeña y productiva, con un olor mínimo y un rendimiento máximo, no busques más: ya la has encontrado.
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.