En este artículo te contamos nuestra experiencia cultivando una Tezla OG Feminizada. Se trata de una 70% índica fruto del cruce de una Hash Plant, una Shiva Skunk y una SFV OG. Es una de las variedades más “típicas” que hemos probado. Aunque no sorprende ni su tamaño ni su rendimiento, la Tezla OG es una planta muy sencilla que no te complica la vida.
Duración total del cultivo: 94 días
Etapa de floración: 73 días
Altura final: 102 cm
Rendimiento final: 94 gramos
Contenido en THC: 20.6%
Para el cultivo de nuestra Tezla OG Feminizada utilizamos una lámpara HPS Philips GreenPower de 1000 W que colgamos a tres metros del suelo. Durante la etapa vegetativa aplicamos un programa de iluminación de 18/6, lo que nos permitió mantener una temperatura diurna constante de 23°C durante el “día”, mientras que la temperatura descendía a 21°C por la “noche”. La humedad relativa se mantuvo en un 65%. Cultivamos la planta en una maceta de plástico de 8 litros rellena de BAC Lava Mix.
Germinación y plántula
Como siempre, empezamos el cultivo haciendo germinar las semillas. Para lograrlo, utilizamos el conocido método de las toallitas de papel. Es la técnica más rápida, sencilla y fiable que existe y sólo requiere un plato, papel de cocina y una bolsa de plástico.
El método es muy sencillo: dobla un par de toallitas de papel, colócalas en un plato y humedécelas con agua, pero sin llegar a empaparlas. A continuación, coloca la semilla en el centro y cúbrela con otra servilleta de papel húmeda. Por último, mételo todo en una bolsa de plástico abierta y colócala en un lugar cálido. Al cabo de un día más o menos, observarás que la semilla se ha abierto y asoma una pequeña raíz pivotante blanca. Esto significa que ha llegado el momento de plantarla.
En nuestro cultivo, una vez germinada la semilla, la colocamos (con la raíz hacia abajo) en un cubo de lana de roca previamente humedecido, el cual pusimos bajo una lámpara LED de 600 W. Hay que tener muy en cuenta que suministrar a una plántula demasiada luz, calor o incluso agua puede causar daños permanentes e incluso impedir que brote. La dejamos reposar durante tres días. Después le dimos la primera alimentación compuesta por 100 ml de agua de pH equilibrado (pH 6,2; CE 0,8) dosificada con una pequeña cantidad de hormona de enraizamiento.

Al final de la primera semana, nuestra planta medía 7 cm de altura y mostraba unos cotiledones pequeños pero sanos, así como un grupo de prehojas. Tras la alimentación inicial, continuamos con riegos diarios de 100 ml (pH 6,0; CE 1,4) mezclados con nutrientes líquidos Bio Grow. Al finalizar la semana, las raíces sobresalían por la base del cubo de lana de roca, por lo que la trasplantamos a la maceta de plástico de 8 litros, la cual colocamos bajo la lámpara de 1000 W.
Etapa vegetativa


Nuestro ejemplar casi triplicó su altura en la segunda semana (llegó a los 19 cm) y le brotaron las primeras hojas verdaderas. Estas hojas eran bastante pequeñas y de un tono verde muy claro, pero se veían muy sanas. Cuando la planta empezó a desarrollarse de verdad, duplicamos la cantidad de agua diaria a 200 ml.


En la tercera semana continuó el crecimiento vertical acelerado, alcanzando así los 33 cm. Esta evolución vino acompañada de varios grupos nuevos de hojas mucho más grandes, así como de las primeras ramas laterales. El espaciado internodal era bastante estrecho y la vegetación de la planta era densa y cercana al tallo, algo típico de muchas variedades de predominio índica. Como sólo faltaba una semana para la etapa de floración, volvimos a duplicar el volumen de agua diario, fijándolo en 400 ml.
Antes de iniciar la etapa de floración, colgamos de las ramas más bajas unas bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii. Estos bichos especializados establecen una relación simbiótica con la planta de marihuana y no la dañan en absoluto. Muy al contrario, como cazan plagas perjudiciales como los trips y las arañas rojas, evitan que destruyan la planta. Con el fin de mantener la población estable, fuimos reemplazando las bolsitas cada cuatro semanas.
Etapa de floración



La cuarta semana comenzó con el cambio a la etapa de floración. Para lograrlo, modificamos el programa lumínico a un horario 12/12, redujimos la humedad relativa al 60% y cambiamos los hábitos de riego. Empezamos a alimentarla diariamente con 800 ml de agua (pH 6,0; CE 1,8) mezclada con nutrientes líquidos Bio Flower. Al final de la semana, nuestra planta ya alcanzaba los 48 cm de altura y exhibía una vegetación frondosa e increíblemente densa. Las ramas laterales crecían muy bien y las hojas en abanico eran realmente enormes para su tamaño. Para reducir el riesgo de moho, bajamos la humedad al 55%.


En la quinta semana el crecimiento fue más rápido: la planta creció hasta los 59 cm y empezó a estirarse considerablemente. La distancia internodal se ampliaba rápidamente y las ramas laterales eran casi tan altas como el tallo principal. En ese momento notamos que la planta se inclinaba ligeramente, lo que provocó un crecimiento algo desigual. Esto no suele ser un problema grave, pero hay que vigilarlo. Como iba a comenzar la etapa de floración en cualquier momento, aumentamos el riego diario a 1.500 ml.


En la sexta semana se produjo el mayor crecimiento intersemanal del ciclo de floración, pues la planta creció 15 cm hasta alcanzar los 74 cm. La ligera inclinación que habíamos detectado la semana anterior se estaba acentuando, por lo que decidimos sujetarla con un tutor de madera. Al final de la semana, la planta empezó a florecer, apareciendo unos pistilos blancos en la parte superior y en los nodos interiores de cada rama. La separación internodal era moderada y las ramas laterales formaban una bonita copa con el tallo principal.
La planta empezó su floración en la séptima semana, y lo hizo de forma correcta, pues en todos los puntos de floración brotaron pequeñas agrupaciones de pelos blancos. El crecimiento vertical disminuyó considerablemente su ritmo, pues solo subió 8 cm, situándose así en una altura de 82 cm. La parte más baja era una densa maraña de vegetación, por lo que podríamos haber aplicado una poda ligera, pero no lo hicimos porque el aire circulaba bien y nos gusta dejar que las plantas crezcan con la menor interferencia posible.


Nuestro ejemplar alcanzó una altura de 86 cm en la octava semana y el estiramiento cesó gradualmente. Al mismo tiempo, se aceleró a tope la floración: en cada uno de los puntos de floración asomaba ya una flor propiamente dicha. Los cogollos crecían día tras día sin descanso y las ramas laterales se hundían lentamente por el peso de sus flores.


La novena semana marcó un crecimiento vertical mínimo: la planta solo llegó a los 92 cm de altura, si bien la cola principal seguía creciendo. A estas alturas, el tallo principal estaba muy por encima de la copa inferior y presentaba una sola cola larga que crecía día tras día sin cesar.
En el transcurso de la décima semana continuó el lento crecimiento vertical, llegando a los 95 cm, y la producción de flores se aceleraba día tras día sin pausa. Como el crecimiento era tan intenso, bajamos la humedad al 55% para evitar la aparición de moho. Además, las ramas inferiores apenas soportaban el enorme peso de las flores, por lo que tuvimos que añadir varios tutores más para evitar que se desplomaran.
Durante la undécima y la duodécima semana, la planta alcanzó su altura final de 102 cm. El momento de la cosecha se acercaba rápidamente. Los primeros pistilos estaban cambiando de blanco a naranja y ya se percibía un sutil aroma floral en el ambiente. Los cogollos seguían creciendo cada día y lo único que podíamos hacer ahora era esperar.
En la decimotercera semana, la planta seguía madurando y la mayoría de los pistilos presentaban un color naranja intenso. Del mismo modo, la mayoría de los tricomas habían pasado del blanco lechoso al ámbar. Por fin se acercaba el momento de la cosecha.


Cosechamos nuestra planta de marihuana Tezla OG Feminizada en la decimocuarta semana.
Cosecha
Cuando llegó el momento de cosechar nuestra Tezla OG Feminizada, procedimos con rapidez y la cortamos por la base. A continuación, quitamos todas las hojas de abanico y, una vez manicurada, la dejamos colgada boca abajo en una sala de secado climatizada con una temperatura estable de 15,5°C y una humedad relativa del 50%. La dejamos así hasta que las ramas más pequeñas estuvieron lo bastante secas como para quebrarse al doblarlas, algo que sucede normalmente al cabo de unos 10-20 días.
Tras un par de semanas, descolgamos la planta seca y fuimos retirando los cogollos para manicurar las hojas restantes. Estos cogollos eran bastante frondosos y teníamos muchos, por lo que fue una tarea laboriosa. Una vez hecho esto, colocamos todos los cogollos en tarros de cristal para su curado.
Dejamos los tarros sin cerrar durante las primeras 24 horas para que se evaporara la mayor parte de la humedad restante. Luego los cerramos y los pusimos en un lugar fresco y oscuro. A lo largo de las semanas posteriores, fuimos «eructando» estos tarros durante una hora. Al principio lo hacíamos varias veces al día, pero fuimos reduciendo la frecuencia gradualmente hasta hacerlo una sola vez al día. Así continuamos hasta que los cogollos estuvieron listos. El proceso de curado suele durar de 4 a 6 semanas y es vital para garantizar la calidad de las flores.
Al final, nuestra Tezla OG Feminizada produjo 94 gramos de cogollos secos con un contenido en THC del 20,6%.
Perfil de terpenos
En las últimas semanas de la floración, la Tezla OG Feminizada desprende un suave aroma floral con toques afrutados y herbáceos. El olor es perceptible, pero ni mucho menos abrumador. Los cogollos, una vez curados, desprenden un aroma complejo compuesto por notas terrosas penetrantes mezcladas con pino recién cortado y bayas dulces, incluyendo unos matices más sutiles a sándalo, especias, caramelo cremoso y café. El sabor es bastante menos complejo, aunque igualmente agradable, con un sabor cítrico dulce y ácido que se asienta sobre profundas notas terrosas, con un marcado sabor a pino que queda algo enmascarado.
Tras probar los cogollos, lo primero que notamos fue un subidón cerebral estimulante que hacía difícil concentrarse en una sola cosa durante demasiado tiempo y nos dejaba perdidos en nuestros propios pensamientos. Poco a poco, esta sensación dio paso a un subidón corporal más relajante y calmante, el cual siguió presente mucho después de que nuestras mentes se despejaran. Si quieres relajarte con unos amigos en una tarde lluviosa, esta variedad es una gran elección.
El resultado
La Tezla OG Feminizada es una mezcla heterogénea de genéticas. Como híbrido 70% índica, empieza con la típica constitución baja y achaparrada por la que se conocen estas variedades. Sin embargo, a medida que florece, las genéticas sativas salen a relucir, mostrando unas largas y delgadas ramas que tratan de sostenerse como pueden ante el enorme tamaño de los cogollos.
En general, estamos ante una variedad de estatura media, con una etapa de floración estándar, unos rendimientos normales y una potencia equilibrada. Y eso no es malo en absoluto. Si quieres una variedad sencilla, sin complicaciones, que encaje en cualquier espacio de cultivo y que responda bien a cualquier técnica avanzada (scrogging, lollipopping), la Tezla OG Feminizada es una elección fantástica.
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

