Existen muchos métodos de cultivo avanzados destinados a maximizar el rendimiento, y uno de los más eficaces es el mainlining. Esta técnica puede transformar una planta en un centro de producción. Aunque requiere tiempo y pericia, la recompensa merece la pena.
En esencia, el mainlining es una técnica de cultivo avanzada destinada a maximizar el rendimiento de una sola planta. Se trata de un proceso de muy alto estrés que incrementa el tiempo necesario para que la planta florezca entre 6 y 8 semanas, dependiendo de lo lejos que quieras llegar. Pero ¿qué es exactamente, cómo funciona y por qué lo emplean los cultivadores?
¿Qué es el mainlining y por qué lo utilizan los cultivadores?

Antes de profundizar en el asunto, es importante aclarar algunos términos: mainlining y manifold.
El mainlining consiste en podar repetidamente la planta de marihuana con el fin de generar tallos extra que den lugar a varias colas grandes y densas. La estructura de la planta que se crea para conseguirlo se llama manifold (distribuidor en inglés). Básicamente, se aplica el topping y el entrenamiento para crear un manifold, que es la base del mainlining. Ahora mismo parece complicado, sobre todo por la cantidad de términos en inglés, pero pronto le daremos sentido.
El concepto básico del mainlining en la marihuana consiste en crear un manifold en el que cada una de las ramas esté igualmente alejada de las raíces. Así se elimina eficazmente la posibilidad de que la planta desarrolle ramas laterales, convirtiendo cada una de ellas en una cola apical, lo que permite aumentar enormemente el rendimiento.
Si todo esto te parece complicado, echa un vistazo a nuestras guías exhaustivas sobre el topping y el entrenamiento de bajo estrés y aprenderás lo básico antes de profundizar en este tema.
Ventajas e inconvenientes del mainlining
Antes de profundizar en el «cómo», es importante entender primero el «por qué». El mainlining es lento, complicado, un poco arriesgado y no está recomendado para cultivadores principiantes. Entonces, ¿por qué lo usan tanto algunos cultivadores?

Ventajas del mainlining
- Aumenta el cultivo de colas, lo que puede incrementar enormemente la cosecha.
- Menor número de ramas laterales, lo que permite una mayor penetración de la luz y un mejor flujo de aire.
- Mayor control sobre la forma y el tamaño de la planta.
- Se puede ampliar o reducir para adaptarlo a tu espacio de cultivo.
Desventajas del mainlining
- Se necesita mucho más tiempo.
- Requiere mucho más trabajo y atención.
- No se recomienda para cultivadores sin experiencia.
- El número de plantas se reduce considerablemente, ya que la planta a la que se aplica el mainlining necesita más espacio.
Ahora que ya conoces las ventajas e inconvenientes, si el mainlining te parece una buena opción, puedes aplicarlo en tu próximo cultivo de marihuana. ¿Te animas?
Preparar una planta de marihuana para el mainlining
Como se suele decir, más vale prevenir que curar, lo cual es totalmente cierto en este caso. Si te tomas el tiempo necesario para prepararte adecuadamente, todo el proceso será más fácil, fluido y seguro.

¿Qué necesito para el mainlining?
Además del material habitual que se emplea en el cultivo de cannabis, el mainlining requiere algunas herramientas más. Afortunadamente, no te costará conseguir ninguna de ellas. El equipamiento extra más importante que vas a necesitar son bridas flexibles de jardinería y una maceta especial de entrenamiento.
Las macetas de mainlining suelen ser de tela y tienen agujeros espaciados alrededor del borde superior. La función de estos orificios es permitir la sujeción de las ramas, pero hablaremos de ello más adelante. Ten en cuenta que cualquier maceta de tela sirve. Si no tiene agujeros, puedes hacerlos. Con 8 agujeros pequeños alrededor del borde es más que suficiente.
¿Cuánto espacio se necesita para el mainlining?
Es una pregunta difícil de responder, ya que las variedades pueden diferir mucho entre sí, pero existen algunas indicaciones al alcance de los cultivadores. Normalmente, una planta a la que se le aplica el mainlining necesita mucho más espacio horizontal que vertical, ya que cada nuevo tallo se extiende desde el centro.
Una planta estándar de una variedad concreta necesita 50×50 cm, pero una planta con mainlining de esa misma variedad necesitará entre 3 y 4 veces esa superficie, es decir, unos 100×100 cm.
¿Qué variedades aceptan mejor el mainlining?
Elegir la variedad adecuada para el mainlining influirá enormemente en la facilidad del cultivo. Aunque se puede utilizar cualquier variedad (que no sea autofloreciente), algunas serán mejores que otras. A la hora de escogerla, hay que tener en cuenta el patrón de crecimiento, la altura y la resistencia.
Te interesa una variedad que tenga una distancia internodal relativamente corta, un crecimiento simétrico y ramas robustas. Además, como esta técnica se basa en desarrollar la planta hacia fuera en lugar de hacia arriba, es mejor elegir una variedad que alcance una altura relativamente elevada. Las plantas de baja estatura tardan demasiado en desarrollar adecuadamente un manifold. Por último, es preciso que la variedad sea muy resistente, ya que el mainlining es una de las cosas más estresantes que un cultivador puede hacerle a una planta.
La White Diesel, la Northern Lights y la Girl Scout Cookies son excelentes opciones para el mainlining.
¿Se puede aplicar el mainlining a una planta autofloreciente?
En pocas palabras, no. Dado que el mainlining requiere mucho tiempo extra en la etapa vegetativa, las plantas autoflorecientes no son adecuadas, ya que empezarán a florecer por sí solas mucho antes de que hayas desarrollado adecuadamente un manifold.
Puesta en marcha y mainlining en la etapa vegetativa
Bien, ya hemos aclarado las nociones básicas. Ahora, ¿cómo se hace el mainlining? Todo empieza con un simple corte.
Primer topping

Cuando a tu planta de marihuana le empiecen a brotar hojas verdaderas, ya puedes considerar el topping. Aunque es posible hacerlo entre el primer y el segundo nudo, no es lo ideal. El topping es una técnica muy estresante, y hacerlo demasiado pronto puede causar un shock excesivo y dañar permanentemente la planta (o incluso matarla, en el peor de los casos).
Para evitarlo, espera una semana más o menos, hasta que brote el quinto grupo de hojas verdaderas porque así te asegurarás de que hay raíces más que suficientes para sostener el crecimiento que se avecina. Una vez que estas quintas hojas estén creciendo, es hora de hacer el primer corte.
Para el mainlining, el lugar ideal para la poda se encuentra entre el tercer y cuarto nudo interior. Lo más conveniente es que cortes lo más cerca posible del tercer grupo de hojas, pero es vital que dejes al menos un trocito de tallo (<1 cm). En esta fase de crecimiento, tu planta debería haber empezado a desarrollar ramas laterales y los dos pequeños nudos de crecimiento por encima del tercer conjunto de hojas se convertirán en la primera parte de tu manifold.
Deja que la planta se recupere del estrés durante un par de días. Cuando empieces a ver nuevos brotes, habrá llegado el momento de la primera poda. Deberás eliminar toda la vegetación por debajo de la tercera hoja en abanico (deja este tercer conjunto de hojas). Te quedará un pequeño tallo principal con dos hojas en abanico que crecen en direcciones opuestas y dos pequeños brotes nuevos por encima.
Segundo topping

Tras la primera ronda de topping y poda, deberás esperar a que la planta se recupere. El tiempo exacto variará de un ejemplar a otro, pero lo normal es dejar que transcurran entre 10 y 20 días. En una o dos semanas podrás observar los primeros cambios estructurales importantes.
Los pequeños nudos sobrantes de la primera poda se convertirán en tallos principales de los que crecerán nuevas hojas. Cuando empiecen a brotar, átalas usando las bridas de jardinería, fijándolas con mucho cuidado a los agujeros de la maceta.
Una vez más, la paciencia es un factor decisivo. Espera a que los nuevos tallos hayan desarrollado de tres a cinco nudos antes de volver a podar la planta. Sin embargo, en esta ocasión recortarás justo por encima del primer nudo, dejando de nuevo las hojas y un trocito de tallo.
Si vas a cortar en el primer nudo, ¿por qué esperar a que la planta haya crecido de tres a cinco? Una vez más, la razón hay que buscarla en el estrés que provoca el topping. En unos días, la planta empezará a crecer con fuerza y las raíces deben sostenerla.
Al cabo de unos días, los dos tallos existentes se habrán dividido en dos, con lo que tendrás un total de cuatro, todos ellos separados por igual del centro de la planta. A medida que vayan creciendo estas ramas, deberás ir atándolas para estimular el crecimiento hacia fuera en lugar de hacia arriba.
Topping final

Una vez más, tendrás que armarte de paciencia mientras la planta se recupera del segundo topping. Déjala crecer un poco más que la última vez, espera a que los cuatro tallos midan unos 10 cm. Cuando hayan adquirido la longitud suficiente, es hora de aplicar otro topping. A estas alturas, ya deberías conocer el procedimiento. Corta la rama por encima del primer o tercer nudo interior (depende del tamaño de la planta en ese momento y del tamaño final que desees).
Al cabo de unos días, deberías tener ocho ramas iguales atadas a cada uno de los ocho orificios de la maceta. Teóricamente, no hay límite en el número de veces que puedes repetir este proceso, aunque pasar de ocho a 16 es un aumento significativo que te exigirá una maceta bastante grande y un espacio amplio.
Poda y entrenamiento

Una vez transcurridos entre 10 y 15 días desde el último topping (es decir, unas seis semanas después de la siembra), es hora de preparar la planta para la transición a la etapa de floración. Es importante eliminar todo el crecimiento por debajo del punto en el que has cortado la planta (aunque debes esperar unos días entre el corte y la poda). También es necesario que las entrenes adecuadamente. Si no atas los tallos durante las etapas vegetativa y de floración temprana, la planta se convertirá en una maraña de ramas que compiten entre sí.
La etapa de floración
Llegados a este punto, deberías tener ocho tallos principales atados, todos a la misma distancia del centro de la planta. Ya has completado la parte más difícil, y ahora puedes hacerla florecer con normalidad. Basta con que cambies el ciclo de luz a 12/12 y modifiques los nutrientes por los de floración.

A lo largo de las dos o tres semanas posteriores, es probable que notes un aumento espectacular del crecimiento vertical a medida que la planta se estira. No es raro que las plantas dupliquen (o incluso tripliquen) su altura durante este periodo, así que asegúrate de iniciar la etapa de floración mucho antes de lo que crees necesario. Afortunadamente, gracias al topping y al entrenamiento realizados, el estiramiento no debería representar un problema grave si se ha aplicado bien el mainlining. A lo largo de la etapa de floración es esencial continuar con el entrenamiento y la poda.
A medida que la planta avance por las etapas de floración, irán apareciendo cogollos a lo largo de cada uno de los tallos principales. A diferencia de una planta cultivada de forma «tradicional», no serán pequeños cogollos individuales, sino que se convertirán en una cola enorme en cada uno de los ocho tallos.
Los mejores consejos y prácticas para aplicar el mainlining

Si quieres iniciarte en el mainlining, aquí tienes más consejos que debes tener en cuenta.
- Ante todo, es muy importante que sólo apliques la técnica del mainlining a plantas de cannabis sanas. Este método es muy traumático, e intentarlo con un ejemplar que no esté en perfecto estado de salud puede conducir al desastre. Aunque la planta tarde 3 semanas en recuperarse, dale todo el tiempo que necesite. No es algo que pueda hacerse con prisas.
- Asimismo, hay que mantener la planta bien recortada. Una buena poda facilita el flujo de aire y el acceso a la luz de las zonas de floración, permitiendo que la planta desarrolle todo su potencial. No olvides nunca que debes eliminar las hojas de abanico innecesarias antes de la etapa de floración. En lo que respecta al mainlining, la simetría es clave. Debes controlar la planta a diario y asegurarte de que está bien sujeta, espaciada por igual y a una altura uniforme.
- Aunque el mainlining se puede aplicar a esquejes, estos tienden a adoptar un patrón de crecimiento algo irregular, lo que los hace mucho más complicados que las semillas. Si tu objetivo es el mainlining, invierte en semillas aunque tengas acceso a esquejes de calidad.
- Por último, es importante realizar todas las tareas con cuidado. Las plantas de marihuana son increíblemente resistentes, pero no invencibles. Cuando ates las ramas, no las aprietes demasiado, ya que podrías limitarlas o matarlas. Del mismo modo, no las amarres demasiado lejos. Si notas resistencia, deja de tirar.
Aprovecha al máximo tus plantas

El mainlining es una técnica bastante complicada, pero no es imposible. Siguiendo los pasos aquí descritos, puedes aumentar la cosecha por planta hasta niveles impensables. Puede que el mainlining no sea viable para algunos cultivadores, pero los que tengan paciencia, dedicación y meticulosidad descubrirán que es uno de los métodos más gratificantes que existen.
¿Lo has probado? ¡Describe tu experiencia y comparte tus consejos en los comentarios!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.