El cannabis en Australia: Leyes, Uso y Historia

The Australian flag and cannabis plants

Es ilegal consumir, comprar o vender cannabis en Australia, aunque las penas correspondientes varían según el estado. Aunque el cannabis medicinal puede ser difícil de obtener para los pacientes, el mercado de cáñamo industrial está prosperando en la actualidad. Es posible que se despenalice su consumo recreativo en un futuro.

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Legislación sobre el cannabis en Australia

¿Se puede poseer y consumir cannabis en Australia?

Es ilegal consumir o poseer cannabis en Australia. Sin embargo, las leyes que rigen el consumo de cannabis varían según el estado.

Por ejemplo, en la mayoría de los estados australianos existen programas de «advertencia sobre el consumo de marihuana«. Estos programas suelen estar basados en una serie de normas que se centran en el tratamiento y en evitar el consumo de drogas, más que en el castigo.

En Nueva Gales del Sur, el Plan de Advertencia sobre la Marihuana está en vigor desde abril de 2000, y lo gestiona la policía del estado. Se desarrolló para responder a las conclusiones extraídas de la Cumbre sobre Drogas de Nueva Gales del Sur, según las cuales detener a personas por delitos menores relacionados con estupefacientes no siempre constituye una respuesta eficaz.

El plan prevé la amonestación formal de aquellos delincuentes adultos condenados por delitos menores relacionados con la marihuana (posesión de 15 gramos o menos), y se sirve de la intervención policial para ayudar a buscar tratamiento y apoyo.

El plan no se aplica a quienes son sorprendidos distribuyendo marihuana, y la policía sigue pudiendo acusar formalmente a los infractores. Los traficantes de drogas siguen siendo detenidos y procesados en virtud de la Ley de Uso Indebido y Tráfico de Drogas de 1985.

Si el infractor tiene en su poder un máximo de 25 gramos de marihuana, se le impone una multa de 100 dólares australianos o se le obliga a asistir a un Programa de Prevención de la Drogadicción. Sin embargo, cada día aumentan las presiones para que se modifiquen las leyes, y personalidades como la diputada Rose Jackson piden que se despenalice en este estado. Se cree que esto puede inspirar a otros estados de Australia a seguir el ejemplo en el futuro.

Hasta hace poco, en la región de la capital australiana, el Reglamento de Infracción Simplificada por Posesión de Marihuana (SCON, por sus siglas en inglés) castigaba la tenencia de hasta 25 gramos, o dos plantas, con una multa de 200 dólares australianos. El 31 de enero de 2020 cambiaron las nuevas normas sobre el consumo personal de cannabis. Ahora es legal poseer hasta 50 gramos de marihuana seca, o hasta 150 gramos de marihuana fresca. Además, está permitido cultivar hasta dos plantas de cannabis por persona, con un máximo de cuatro plantas por hogar, y consumir cannabis en tu casa para uso personal.

En todo el estado de Victoria, el Programa de Advertencia sobre la Marihuana establece un aviso de amonestación para los delitos menores relacionados con la marihuana, para aquellos infractores mayores de 17 años. El transgresor sólo debe estar en posesión de una pequeña cantidad (no transitable) de marihuana, admitir el delito y consentir la amonestación.

Una persona sólo puede acumular dos amonestaciones, y existe un programa voluntario de formación sobre el cannabis que acompaña a la amonestación.

En Australia Occidental es ilegal poseer, cultivar o suministrar marihuana. Sin embargo, en virtud del plan de Intervención de Cannabis (CIR), la policía puede emitir un aviso CIR a cualquier persona de 14 años o más que se encuentre en posesión de pequeñas cantidades de marihuana, así como de parafernalia para fumar.

Si se le sorprende con un máximo de 10 gramos, el infractor debe asistir a una sesión individual de orientación. Una cantidad mayor puede suponer una multa de 2.000 dólares australianos, dos años de prisión o ambas cosas.

En todo Queensland la posesión de cannabis puede castigarse con hasta 15 años de prisión. Sin embargo, las condenas por cantidades menores son raras, y si la cantidad es inferior a 50 gramos, hay que ofrecer al delincuente un programa de prevención de drogas, el cual incluye una evaluación obligatoria y un breve programa de intervención.

Aunque en el Territorio del Norte no existen programas de advertencia sobre la marihuana, las leyes son bastante relajadas. Si se descubre a un infractor con un máximo de 50 gramos de marihuana, un gramo de aceite, 10 gramos de resina o semillas, se le puede imponer una multa de 200 dólares australianos.

En Australia Meridional, el cannabis recreativo es ilegal. Sin embargo, no se aplican sanciones legales por poseer pequeñas cantidades, pero normalmente, si te cogen con un máximo de 25 gramos, se te impone una multa de 125 dólares australianos. Esto se eleva a 300 dólares australianos si la cantidad de cannabis está entre 25 y 100 gramos. Hay quienes hacen campaña para elevar el estatus de la marihuana a «otras drogas controladas», lo que aumentaría la multa a 2.000 dólares australianos o hasta tres años de prisión.

En algunos casos, la policía está facultada para ejercer su criterio. Por ejemplo, en Tasmania, el Programa de Prevención de Drogas por Mandato Judicial (CMD), puede permitir que pasen hasta tres incidentes de posesión de hasta 50 gramos de marihuana sin que se aplique una sanción. Sin embargo, existe una jerarquía de intervención y tratamiento con cada amonestación posterior.

¿Se puede vender cannabis en Australia?

La venta y el suministro de cannabis son ilegales en toda Australia. Sin embargo, al igual que sucede con la tenencia y el consumo, las normativas varían según el territorio.

Por ejemplo, en Victoria, la pena depende de la cantidad de cannabis con la que se sorprenda al infractor, según el siguiente baremo:

  • Cantidad pequeña: hasta 50 gramos, considerada para consumo personal
  • Cantidad apta para el menudeo: a partir de 250 gramos, o 10 plantas
  • Cantidad comercial: a partir de 25 kilogramos, o 100 plantas
  • Cantidad comercial grande: a partir de 250 kilogramos, o 1.000 plantas

Si el tribunal considera que el delincuente pretendía menudear con el cannabis, las penas aplicables serán las siguientes:

  • Quince años de prisión, una multa de hasta 1.800 unidades de sanción o ambas condenas
  • Y, para cantidades comerciales, 25 años de prisión, una multa de hasta 3.000 unidades de sanción o ambas condenas

Si el infractor es menor de 18 años, la sentencia se reduce a 20 años de prisión, una multa de hasta 2.400 unidades de sanción o ambas condenas.

Por otra parte, en Queensland, la legislación funciona de forma distinta, ya que las drogas se clasifican en dos categorías: «sch 1» y «sch 2». El cannabis es «sch 2», lo que significa que, en caso de descubrirse que una persona suministra cannabis a otras (aunque sea en pequeñas cantidades), puede ser condenada a una pena de hasta 15 años de prisión. Esta pena aumenta hasta los 20 años si el cannabis se suministra a un menor de edad o a una persona con discapacidad o intelectual o carencias educativas.

El tráfico se considera un delito aún más grave y se castiga con 20 años de prisión.

Por citar otro ejemplo, en el Territorio del Norte se aplican penas de prisión a quienes suministran cannabis, que pueden ascender hasta los 25 años si el infractor vende la droga a un menor de edad.

¿Se puede cultivar cannabis en Australia?

Es ilegal cultivar cannabis en Australia, pero al igual que sucede con la posesión y la venta, las leyes varían en función del estado.

En Nueva Gales del Sur, las penas por cultivar cannabis se establecen en función del número de plantas, no del tamaño ni del sexo. Esto implica que, aunque las plantas descubiertas sean meros plantones, tendrán la misma consideración que una planta de tamaño normal. Además, se aplican penas todavía más altas a quienes cultivan una «cantidad comercial» de cannabis.

El caso de Tasmania es muy distinto. La tenencia de cualquier tipo de «planta controlada» puede suponer penas de hasta dos años de prisión, y en caso de poseerse a partir de 20 plantas, se considerará que se trata de un cultivo destinado a la venta, en cuyo caso es probable que las sanciones sean aún mayores.

Plantas de cannabis cubiertas en red creciendo dentro.

¿Es legal el CDB en Australia?

Anteriormente, los productos de CBD sólo estaban disponibles para fines medicinales por medio de una receta médica. Según los informes de los pacientes, sólo se podía acceder a él con una autorización aprobada por el gobierno. Para obtener una licencia, los pacientes rellenaban una solicitud en el marco del Plan de Acceso Especial. Sin embargo, no había garantía de aprobación, y la licencia costaba 300 dólares al año.

En 2020, la Asociación de Productos Terapéuticos anunció sus planes de cambiar la Normativa sobre Sustancias Tóxicas para el cannabidiol. Esto significaría que los productos medicinales de cannabidiol se podrían conseguir sin receta en una farmacia, en lugar de necesitar una prescripción facultativa. Los pacientes sólo podrían acceder a un suministro de 30 días, y el producto se ingeriría, en lugar de fumarse.

A principios de 2021, la Administración de Productos Terapéuticos (TGA) rebajó los productos de cannabidiol de la clasificación 4 a la 3. La decisión permitió que los productos de CBD aprobados por la TGA pudieran ser adquiridos sin receta por personas adultas, con un máximo de 150 mg al día.

El Dr. Ben Jansen, fundador y director clínico de CDA Clinics, declaró en la principal publicación de noticias de Australia, («news.com.au«), que «el cambio a la venta libre es un gran paso para reducir el estigma y fomentar una mayor aceptación social en torno al cannabis medicinal». Con el rápido aumento del número de pacientes en los dos últimos años, no cabe duda de que existe un mayor apoyo al uso de productos derivados de la marihuana.

La fórmula química del CBD y una planta de cannabis.

¿Se pueden enviar semillas de cannabis a Australia?

En la actualidad, solo los pacientes con receta válida pueden comprar y consumir cannabis terapéutico. Todo el cannabis debe cumplir también los requisitos de la Ley de Productos Terapéuticos, y solo puede obtenerse legalmente a través de un médico. Por lo tanto, el envío de semillas al país es ilegal.

El cannabis terapéutico en Australia

El cannabis con fines terapéuticos se legalizó en 2016, con la condición de que el mercado quedase regulado por la Oficina de Control de Drogas del Gobierno Federal. En 2017, se legalizó la prescripción de medicamentos a base de cannabis y se elaboró un listado de usos autorizados.

Un estetoscopio y un tubo naranja lleno de cannabis.

Sin embargo, una vez más, también existen leyes estatales, que varían en función de la región. A continuación, ofrecemos un compendio:

Victoria

El cannabis terapéutico se legalizó en Victoria en 2017, pero solo para su suministro a niños con epilepsia grave que no respondieran a otros tratamientos.

Australia Meridional

El cannabis medicinal está disponible con receta médica para los pacientes que cuenten con uno de los síntomas que figuran en una determinada lista. Esta ley se aprobó en 2016.

Territorio de la Capital Australiana

En 2016, el Territorio de la Capital Australiana legalizó el consumo de cannabis medicinal para tratar ciertas afecciones, como la espasticidad de la esclerosis múltiple, las náuseas y los vómitos relacionados con la quimioterapia aplicada a pacientes con cáncer o el dolor y la ansiedad que padecen los enfermos terminales. Asimismo, los médicos tienen derecho a solicitar, a través de las autoridades sanitarias, una «autorización para el uso de drogas», la cual les permite recetar cannabis medicinal también a otros pacientes.

Nueva Gales del Sur

En 2016, el Reglamento Modificado de Productos Toxicológicos y Terapéuticos de Nueva Gales del Sur legalizó el consumo de cannabis medicinal por parte de adultos con enfermedades terminales.

Queensland

La Ley de Salud Pública (Cannabis Medicinal) de Queensland, aprobada en 2016, permitió que el cannabis fuera consumido por pacientes con afecciones como la epilepsia, el cáncer, la esclerosis múltiple y el VIH/SIDA.

Territorio del Norte

En el Territorio del Norte, el acceso a productos medicinales elaborados con cannabis está reservado a pacientes aquejados por ciertas afecciones, como la epilepsia, la esclerosis múltiple, dolor crónico y las náuseas y mareos provocados por la quimioterapia, así como a pacientes que reciban cuidados paliativos.

Tasmania

Tasmania permite que los pacientes gocen de acceso sin previo registro a productos medicinales elaborados con cannabis. Sin embargo, este sistema resulta confuso, por lo que la mayoría de los especialistas médicos todavía no lo han solicitado. Así pues, en la práctica, el acceso a estos productos está restringido.

Australia Occidental

El cannabis terapéutico se legalizó en 2016 para ciertas afecciones.

El mercado de la marihuana medicinal

El gobierno australiano está muy interesado en rentabilizar su mercado nacional de marihuana. En febrero de 2018 se legalizó la exportación de productos de cannabis medicinal gracias a un cambio normativo, en virtud de la Ley de Enmienda de Estupefacientes.

Desde mediados de 2020, se han expedido 113 licencias de cultivo y producción de marihuana en el marco del plan (37 licencias de cannabis medicinal para el cultivo comercial, 11 licencias para la investigación del cannabis, 36 licencias de fabricación de cannabis y 29 licencias para la importación). En agosto de 2021, en la web del Departamento de Salud del Gobierno australiano sólo están visibles públicamente 44 titulares de licencias.

Algunas personalidades destacadas de la industria elogiaron la decisión, abrumadas por el rápido crecimiento del sector. La Directora Gerente de Freshleaf, Cassandra Hunt, comentó en su web: «El mercado australiano del cannabis medicinal continúa su fuerte trayectoria de crecimiento, y se espera que los ingresos se dupliquen con creces en 2021, desde los aproximadamente 100 millones de dólares del año pasado. También hay buenas noticias para los pacientes, ya que el precio de los medicamentos sigue bajando».

La creciente demanda mantiene los precios bajos y los nuevos productos inundan el mercado del cannabis, lo cual parece muy prometedor para el consumidor medicinal.

El cáñamo industrial en Australia

Es legal cultivar cáñamo industrial en todos los estados de Australia. Tasmania fue el primero en legalizar su cultivo en 1995, seguido de Victoria en 1998 y de Queensland en 2002. Australia Occidental siguió el ejemplo en 2004, con la aprobación de una Ley del Cáñamo Industrial que permitía a los titulares de licencias cultivarlo a escala comercial.

Nueva Gales del Sur promulgaba su Ley del Sector del Cáñamo en 2008, mientras que Australia Meridional no aprobó su Ley del Cáñamo Industrial hasta 2017.

En noviembre de 2017, se reformó el Código de Normas Alimentarias y se permitió la venta de semillas de cáñamo con bajo contenido de THC como producto alimenticio. El año siguiente, en consonancia con el crecimiento del sector, se fundaba la Cooperativa de Cultivadores de Cáñamo de Australia Occidental.

Según los datos de los que dispone el gobierno, este crecimiento parece ser tendencia continuada. Se estima que el valor del sector será de tres millones de dólares australianos anuales para 2023, y los agricultores de todo el país ven el futuro con optimismo.

En declaraciones hechas a ABC News, el investigador científico Mark Skewes se refería en los siguientes términos al rendimiento que las plantaciones de cáñamo de Australia Meridional han arrojado hasta el momento: «Las perspectivas respecto al cultivo del cáñamo y la obtención de semillas de calidad son prometedoras. Estas tierras resultan más que adecuadas para su cultivo».

Plantas de cannabis

El cannabis y los partidos políticos

En Australia, se han alzado numerosas voces a favor de la despenalización del cannabis para su consumo recreativo. Un ejemplo de ello es el del Territorio de la Capital Australiana, cuyo parlamento está debatiendo la cuestión, que fue planteada por el diputado del Partido Laborista Michael Pettersson.

Sin embargo, esta iniciativa ha sido contestada, y otros políticos han destacado los obstáculos de carácter constitucional que supondría. En caso de aprobarse, esta ley estatal entraría en contradicción con la legislación de la Mancomunidad de Naciones, lo que plantearía numerosos problemas.

En Queensland, políticos como Larissa Waters (senadora del Partido Verde) manifestaron que ya era hora de que Australia legalizase el cannabis. En declaraciones a news.com.au, Waters afirmaba que «uno de cada tres australianos lo ha consumido, y la gran mayoría de los australianos piensa que hacerlo no debería ser un delito».

Conviene saber

Si va a viajar a Australia (o actualmente reside en el país), puede interesarle saber lo siguiente:

  • El cannabis es la sustancia ilegal más consumida por los jóvenes del país. El 16 % de los estudiantes de entre 12 y 17 años la han consumido alguna vez.
  • Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Australia ocupa el noveno lugar del mundo en lo que al número de personas consumidoras de cannabis se refiere.
  • Incluso el propio sitio web del gobierno reconoce la prevalencia del consumo de cannabis en el país y afirma que es «relativamente fácil de obtener».

Historia del cannabis

Se cree que el cáñamo se introdujo por primera vez en Australia a petición de sir Joseph Banks, el botánico que navegaba con el capitán James Cook. Su intención era que el cáñamo se cultivase con fines comerciales para la nueva colonia situada en el país.           

Tras este primer período, los primeros gobiernos de Australia fomentaron activamente el cultivo de la planta y el cannabis empezó a consumirse ampliamente en todo el país, tanto con fines recreativos como medicinales.

Al igual que en muchos otros lugares del mundo, Australia comenzó a cambiar de actitud respecto al cannabis durante la década de 1920. El gobierno se adhirió a la Convención de Ginebra de 1925 relativa al opio y otras drogas, que limitaba el consumo de la planta a fines medicinales y de investigación y la incluía en la misma categoría que la cocaína y la heroína. La presión del Reino Unido alentó al gobierno de Australia a aplicar leyes de ámbito local para erradicar el consumo de cannabis.

Durante la década de 1930, se inició una «campaña de choque» para disuadir aún más a los consumidores de cannabis. En el marco de esta iniciativa, el semanario Smith’s Weekly llegaba a afirmar que se trataba de una «nueva droga que hace enloquecer a sus víctimas». Asimismo, también se insinuó que era una «maligna droga sexual» y «la mayor puerta de entrada al consumo de drogas».

Pese a todo ello, la población siguió consumiendo cannabis y, durante la década de 1960, su popularidad aumentó. La «cultura hippie» se vio atraída por los efectos psicodélicos de la planta, lo que condujo al gobierno a realizar más gestiones para erradicar su consumo.

Actitudes culturales

El cannabis es muy consumido en todo el país, por lo que suele valorarse de forma positiva.

Por ejemplo, una encuesta realizada en 2018 reveló que la mayoría de los habitantes de Tasmania estaban a favor de legalizar su consumo, y que el 59 % afirmaba que debería despenalizarse. Estos datos concuerdan con los ya conocidos sobre la opinión pública. En 2016, la Encuesta de Hogares acerca de la Estrategia Nacional sobre Drogas también revelaba que la mayoría de australianos aprobaban su despenalización.

Algunos australianos abogan hasta tal punto por la despenalización del consumo de cannabis que año tras año asisten al Marijuana Mardi Gras, que se celebra todos los meses de mayo en Nimbin, cerca de Brisbane. ¡Charly Bedrossain, de Sensi Seeds, participó en la edición de 2019 de este evento! La zona de Nimbin también es conocida como la «región del arco iris» por su actitud contracultural.

El festival Mardi Gras incluye una manifestación de protesta, un desfile (en el que participan las hadas de la ganja) y la Olimpiada del Cáñamo, que acoge numerosos eventos relacionados con el cannabis.

El consumo del cannabis para combatir el alcoholismo

El alcohol está muy presente en la cultura australiana. En consecuencia, el alcoholismo supone un importante problema en este país, ya que el 17,4 % de los adultos de más de 18 años beben más de las dos bebidas estándar diarias recomendadas.

Un alarmante estudio realizado en 2009 reveló que, solo en el último año, el 42 % de los adultos jóvenes de entre 16 y 24 años habían consumido 20 o más bebidas alcohólicas en un solo día. De entre el 15 % que admitía haberlo hecho al menos una vez al mes, el 40 % se había lesionado, el 28 % había causado molestias o alborotos en público, el 13 % había manifestado actitudes violentas contra otras personas y el 19 % había causado daños materiales.

El profesor Robin Room destacó el hecho de que los problemas causados por el abuso en el consumo de alcohol son mucho más frecuentes que los ocasionados por el consumo de cannabis. Como estimulante legal, el alcohol es fácil de obtener, lo que hace que un gran número de jóvenes se decidan a probarlo. Room sugirió que se despenalizara el cannabis para ofrecerles una alternativa que quizás sería menos dañina.

¿Se legalizará en un futuro?

Dado que otros países, como Portugal y Sudáfrica, han despenalizado el cannabis (y que Canadá lo ha legalizado), parece probable que Australia siga este mismo camino. El país ya ha mostrado actitudes relativamente progresistas respecto al consumo del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, por lo que es probable que su legalización sea solo cuestión de tiempo.

  • Disclaimer:
    Aunque se ha hecho todo lo posible para garantizar la exactitud de este artículo, no está destinado a proporcionar consejo legal, ya que las situaciones individuales serán diferentes y deben consultarse con un experto y/o abogado.

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Autor y revisor

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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    Maurice Veldman

    Maurice Veldman es miembro de la Asociación Holandesa de Abogados Penales y uno de los abogados más destacados del campo del cannabis de los Países Bajos. Con 25 años de experiencia en dicho ámbito, su conocimiento del derecho penal y administrativo apoya a los vendedores de cannabis y a los productores de cáñamo al abordar la cuestión de las desigualdades entre el individuo y el estado.
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