Cómo elegir una variedad de hachís

Cuatro tipos diferentes de hash

Determinar la calidad y el efecto del hachís puede resultar bastante difícil. Las flores del cannabis poseen características obvias, como el aroma y la cobertura de cristales, que indican su calidad y potencia. Sin embargo, el hash no proporciona estas pistas evidentes, y además puede contener contaminantes si se produce en malas condiciones.

Cómo determinar la calidad del hachís

En este artículo, en general voy a suponer que «hachís» se refiere a los tipos tradicionales del mismo, como el tamizado en seco o el frotado a mano, en lugar de a las extracciones realizadas con disolventes, de gran potencia y tan populares hoy en día. Sin embargo, también he hecho alguna referencia al hachís obtenido con el Ice-O-Lator (ahora también conocido como extracción «sin disolvente»), porque es frecuente en los coffeeshops holandeses, y además se puede evaluar de la misma forma que el hash tradicional.

En los coffeeshops, no siempre puedes examinar tu posible compra de hachís minuciosamente. Algunos de estos exámenes o controles implican manipular el hachís, y por lo general, la mayoría de los «vendedores» de los coffeeshops intentan evitar que sus productos se manipulen, por si acaso las manos están sucias, o perfumadas, comprometiendo la calidad del producto. En caso de que no lo puedas tocar con tus propias manos, por lo menos puedes pedirle al vendedor que te lo enseñe.

Bolas redondas de hash

Lo que te vas a encontrar en un hachís de buena calidad depende del tipo, ya que el frotado a mano y el tamizado en seco tienen propiedades diferentes. No importa qué tipo de hachís sea, comprueba primero el aroma. El hachís fresco de buena calidad debe presentar, por lo menos, un aroma ligero. Las señales de advertencia aparecen en forma de olor a rancio o a moho (si el producto no se ha secado totalmente, esto se aplica más al hash frotado mano y al ice-o-lator, extraído con hielo), o incluso un olor perceptible «a plástico» que podría indicar la presencia de contaminantes.

Características visuales del hachís de buena calidad

El aspecto del hachís varía mucho según el tipo. Probablemente, el tamizado en seco es el tipo que se encuentra con más frecuencia en los coffeeshops hoy en día. Este tipo se produce mediante el tamizado de los cogollos secos de modo que los tricomas se separen. El polvo seco, y lleno de tricomas, que resulta se conoce como kif o kief, que después se prensa para convertirlo en hachís.

El hachís tamizado en seco y prensado, de buena calidad, varía en apariencia yendo de un ligero color marrón tirando a rubio o amarillento, con una textura suave y que se desmigaja (casi «arenoso») (en el caso del hash ligeramente prensado), a un marrón oscuro, de aspecto brillante y duro (en el caso de los tipos muy prensados). Si lo que tienes delante es un tipo de hachís tamizado en seco, muy prensado, y duro, debería seguir presentando un tono marrón tirando a amarillento más claro cuando se corta por el medio, y debería volverse suave cuando se calienta. Algunos tipos de hash tamizado en seco, sobre todo el de origen libanés, pueden tener un aspecto más rojizo que rubio.

El hachís frotado a mano, que suele proceder de Afganistán, la India y Pakistán, es el segundo tipo más común encontrado en los coffeeshops holandeses. Esta forma de hachís se produce frotando las plantas vivas para retirar la resina pegajosa, que luego se enrolla en bolas, o huevos, y se dejan curar antes de ser consumidos o vendidos.

Hash frotado a mano

El hachís frotado a mano debe ser suave, de color negro o marrón negruzco, y, suele ser pegajoso al tacto. Cuando se abre, el interior debería ser de un marrón suave, tal vez con un matiz ligeramente verde (un interior muy verde indica un exceso de material vegetal residual).

Una vez más, el hash frotado a mano de buena calidad debería ser relativamente duro cuando está frío, y suave y flexible cuando se calienta. Si es demasiado pegajoso, sobre todo cuando hace frío, puede indicar la presencia de aceites añadidos para aumentar el peso. Presta atención a la presencia de moho blanco y esponjoso, que puede aparecer si el hachís no se cura correctamente.

El hachís Ice-O-Lator también varía mucho en apariencia, y se vende en los coffeeshops tanto sin prensar como prensado. El hachís Ice-O-Lator sin prensar debe presentar un color uniforme, y tener un aspecto de polvo cristalino, que puede presentar pequeños grumos formados por el polvo que no se ha deshecho de forma natural.

El hash Ice-O-Lator prensado debería tener un ligero color gris y marrón, tirando a marrón oscuro. La textura suele ser suave, y ligeramente pegajosa, y los tipos de calidad muy alta «que se derriten completamente» se quedan pegajosos y amorfos a temperatura ambiente. Los de peor calidad pueden ser más duros debido a la presencia de material vegetal, pero esto no implica necesariamente una calidad inaceptable.

La «prueba de las burbujas» para el hachís de buena calidad

Una excelente manera de evaluar la calidad del hachís, sea cual sea el tipo, es la «prueba de las burbujas». Consiste en coger un trozo de hachís y en aplicarle una llama. Si el hachís es de buena calidad, la resina comenzará a burbujear visiblemente. El hash de gran calidad suele prenderse fuego rápidamente y se quema con una llama limpia.

Si el hachís es negro después de esta prueba, puede indicar que los contaminantes se han quemado junto con la resina (usa una llama limpia de un encendedor en lugar de una cerilla, ya que la última puede dejar hollín negro propio en el hachís).

Si el hash no burbujea, puede ser de muy mala calidad y, o bien contener contaminantes o altos niveles de material vegetal residual. Como dice el refrán, «si no burbujea, no vale la pena». Por otro lado, si burbujea en exceso, puede indicar la presencia de aceites añadidos, ya que los cultivadores sin escrúpulos conocen la prueba de la burbuja, y añaden deliberadamente aceites que producen el mismo efecto.

Con la experiencia, la combinación del olor y del aspecto y el «factor burbuja» deberían ayudarnos a determinar la calidad o la falta de la misma, por ejemplo, los aceites añadidos suelen proporcionar un aspecto grasiento y un olor a plástico.

Diferentes tipos de hash

¿Qué efecto buscas?

El efecto del hachís puede variar mucho, principalmente dependiendo de la variedad. Sin embargo, el efecto del hachís obtenido de plantas menos maduras, de hecho, puede diferir del obtenido de plantas más maduras, incluso si la variedad es la misma.

El hash «joven» de las primeras plantas suele contener una mayor proporción de THC frente al CDB, y produce un efecto «más cerebral» y «más rápido». El hachís que ha sido curado durante un tiempo más corto antes de la venta también puede proporcionar un efecto de «más cerebral» porque una cantidad menor de THC se ha degradado a CBN.

Dentro de las diferentes variedades, generalmente las sativas producen un efecto de «más cerebral» que las índicas. Sin embargo, muchos de los principales países productores de hachís del mundo han empezado a sufrir una reducción de la reserva genética a medida que se introducen genéticas extranjeras, por lo que puede resultar muy difícil predecir el efecto del hash hasta que se prueba.

El hash producido con el Ice-O-Lator puede variar en efecto, según el tamaño de los agujeros de las mallas, sobre todo en lo que respecta a las variedades híbridas. La razón de esto es que las variedades Sativa e Indica tienen tricomas de diferentes tamaños; generalmente las sativa tienen tricomas pequeños, las indica suelen tener tricomas grandes, y los híbridos contienen una mezcla de ambos tamaños. Por lo tanto, los tricomas grandes pueden separarse de los más pequeños durante el proceso de producción con el Ice-o-lator (sistema de extracción con hielo).

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones referentes al consumo del cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que revise las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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