En muchos países del mundo está prohibido el cultivo, posesión y distribución de marihuana. Sin embargo, cada vez más voces se alzan en su defensa, y son numerosos los países en los que se puede comprar legalmente. Si te interesa el mundo del cannabis, es esencial que conozcas las diferencias entre un dispensario, un coffeeshop y un Club Cannábico.
Tanto en Canadá como en numerosas regiones de los Estados Unidos se puede comprar marihuana de forma legal y sin receta médica. En los Países Bajos se puede llevar y consumir en los coffeeshop, mientras que en España existen Clubes Cannábicos de carácter privado. ¿Y en qué se diferencian unos de otros? ¡Veámoslo!
¿Qué es un dispensario?

Un dispensario de marihuana es un establecimiento legal y regulado donde se pueden comprar artículos y parafernalia relacionados con el cannabis. Son una modificación del modelo de coffeeshop holandés y sólo existen en Estados Unidos. Es ilegal consumir dentro del local cualquier tipo de producto elaborado con marihuana, por lo que se venden para su uso en espacios privados.
Un dispensario es un establecimiento similar a una farmacia y ofrece un entorno seguro para que los aficionados al cannabis puedan adquirir artículos de alta calidad garantizados por unos empleados que los conocen a fondo. Todos los productos se analizan en laboratorios independientes para determinar su contenido de cannabinoides y terpenos. Existen dos tipos de dispensarios, así que vamos a describirlos.
Dispensario medicinal

Los dispensarios medicinales permiten a los pacientes comprar su medicación en un entorno seguro, para lo cual deben contar con una receta expedida por un médico colegiado y ser mayores de 18 años. Los impuestos que se aplican a estos productos son más bajos, los límites de compra más elevados y los precios más asequibles que los de los establecimientos recreativos.
El cannabis medicinal se encuentra profundamente arraigado en el norte de California y su aceptación ha ido en aumento desde principios de la década de los 90. El primer dispensario de marihuana fue el San Francisco Cannabis Buyers Club, el cual fundaron en 1992 los antiguos miembros de un colectivo cannábico. Con él se puso de relieve la existencia de un amplio respaldo a la marihuana medicinal, al tiempo que ayudó a concienciar a la población sobre sus propiedades terapéuticas.
En 1996, el gobierno californiano aprobó la Proposición 215, en virtud de la cual se permitía el consumo de marihuana con fines medicinales siempre que contase con la recomendación de un médico. En este caso, la principal diferencia radica en el contenido de cannabinoides: mientras que el cannabis recreativo presta más atención al contenido de THC, los productos medicinales presentan un espectro completo, incluyendo niveles elevados de CBD y porcentajes reducidos de THC.
Los dispensarios medicinales ofrecen un surtido adaptado a aquellos usuarios que están interesados en las propiedades terapéuticas del cannabis. Los budtenders se encargan de ayudar a los clientes, atendiendo sus necesidades específicas.
Dispensario recreativo

Los primeros estados en legalizar la marihuana para uso recreativo fueron Colorado y Washington, algo que sucedió en el año 2014. De este modo, los adultos mayores de 21 años con un documento de identidad expedido por el gobierno pudieron comprar cannabis de forma totalmente legal, sentando así las bases para la liberalización a escala nacional.
La marihuana recreativa es una opción excelente para aquellas personas que no reúnen los requisitos médicos necesarios pero desean productos de alta calidad. Los budtenders de establecimientos recreativos ofrecen su inestimable ayuda, pero en comparación con los dispensarios medicinales, no disponen del tiempo necesario para explicar cada variedad detalladamente. Es preciso destacar que el cannabis recreativo ofrece una alternativa legal al alcohol y a medicaciones fuertes como las basadas en opiáceos, además de limitar el mercado negro.
Los dispensarios de cannabis recreativo son más accesibles para el público general. Muchos de ellos cuentan con tiendas online donde los clientes pueden consultar la oferta de productos y hacer el pedido para recogerlo en tienda o recibirlo a domicilio. ¡Incluso, durante la pandemia de COVID, varios dispensarios ofrecían la posibilidad de comprar desde el propio automóvil! Sin embargo, si los comparamos con los dispensarios medicinales, su catálogo es limitado y los productos derivados de la marihuana recreativa están sujetos a impuestos más elevados. Los límites de compra también varían de un estado a otro.
Salas de consumo de cannabis

Existen miles de dispensarios repartidos por todo el territorio de los Estados Unidos, pero no es posible consumir los productos cannábicos dentro del establecimiento. También existen muchas restricciones a la hora de fumar en exteriores, por lo que era necesario disponer de locales o salones especialmente habilitados para ello. Alaska fue el primer estado en legalizar el consumo de cannabis in situ. En California, el debate difiere según la ciudad, y cada municipio puede aplicar su propia legislación.
Los salones de consumo de cannabis proporcionan un entorno seguro, limpio y cómodo para que los clientes puedan disfrutar de sus productos cannábicos, contribuyendo asimismo a eliminar los prejuicios sociales. Estos establecimientos suelen disponer de un salón principal, donde se pueden consumir flores de marihuana, y zonas separadas para el dabbing.
Normalmente están asociados a un dispensario y piden al cliente que compre marihuana antes de entrar. En la sala de consumo se pueden adquirir bebidas y aperitivos, pero no productos cannábicos. A diferencia de un coffeeshop o de un Club Cannábico, se asignan franjas horarias programadas, y no siempre es posible hacer una visita improvisada.
¿Qué es un coffeeshop?
Un coffeeshop es un tipo de establecimiento que se puede encontrar exclusivamente en los Países Bajos. Son cafeterías con una autorización especial, donde se permite la venta de un máximo de cinco gramos diarios de marihuana a cualquier persona mayor de 18 años. Se puede consumir el producto en el local, pero es ilegal fumar tabaco. También está prohibida la publicidad y el alcohol.

La Ley del Opio de 1928 prohibía el uso y consumo de cualquier tipo de droga, a la vez que las separaba en dos subcategorías (duras y blandas) en función de su potencia y la dependencia que creaban. En 1976, la Directiva de la Ley del Opio estipuló que las fuerzas del orden tolerarían el consumo de marihuana en ciertos establecimientos como los coffeeshops. En neerlandés, esto se denomina gedoogbeleid y significa que las autoridades hacen la vista gorda ante una actividad ilegal.
En cuanto a la legislación relativa a la marihuana, en estos momentos plantea una paradoja: es legal comprar y consumir cannabis dentro de los límites establecidos, pero es ilegal que el coffeeshop se abastezca comprando a proveedores. Esto se debe a que la distribución, el cultivo y la posesión de cannabis siguen siendo ilegales.
Los coffeeshops pueden almacenar legalmente hasta 500 gramos de marihuana en el local, pero estos límites suelen ser poco realistas, ya que muchos establecimientos venden al menos diez variedades. Sin más opciones, los coffeeshops deben comprar cannabis no regulado a escondidas, sin ninguna garantía de calidad.
Así, la mayor parte de la marihuana que se vende en los coffeeshops holandeses suele estar mal cultivada, sin curar, y no es agradable estéticamente. Sin embargo, estos establecimientos son una parte esencial de la cultura del país. Al disponer de una amplia selección de genéticas que no están disponibles en otros países, los Países Bajos se han convertido en un centro neurálgico para los aficionados.
Coffeeshop vs dispensario: ¿En qué se diferencian?
Así pues, ahora que hemos examinado detalladamente los coffeeshops y los dispensarios, veamos en qué se parecen y en qué se diferencian.

Selección de productos
Las estrictas disposiciones legales que regulan el control de las existencias en los coffeeshops limitan la cantidad de productos cannábicos que pueden suministrar. En cambio, los dispensarios acceden a un mercado controlado y regulado que les permite disponer de un gran surtido de flores y concentrados de alta calidad. Debido a las posibles propiedades terapéuticas del cannabis, los dispensarios medicinales ofrecen una selección más completa que los puntos de venta recreativos.
Relación calidad-precio
Los impuestos que gravan los dispensarios recreativos y medicinales varían de un estado a otro pero, gracias a su amplio catálogo, ofrecen una gran variedad de opciones asequibles. Como los coffeeshops siguen estando tolerados en lugar de legalizados, el mercado negro puede aumentar artificialmente los precios, haciendo que la marihuana tenga un precio prohibitivo para el usuario medio.
Control de calidad
Todos los dispensarios autorizados deben comprar sus productos a un cultivador registrado, sujeto a rigurosas pruebas de laboratorio realizadas por empresas independientes, las cuales determinan el contenido de cannabinoides y terpenos. Como los productos a base de marihuana no están regulados en Holanda, la calidad puede ser muy variable.
Disponibilidad: recreativa o medicinal
Los coffeeshops holandeses tienden a ofrecer sus servicios al mercado recreativo, y no tanto a educar a los clientes sobre las características de cada variedad. En cambio, los dispensarios medicinales procuran informar en profundidad sobre cada producto y dar consejos terapéuticos a sus pacientes. Eso sí, hay que tener en cuenta que a estos dispensarios medicinales sólo pueden acceder aquellos pacientes que dispongan de una receta médica donde esté prescrito el consumo de cannabis.
Estética
Al igual que las farmacias, los dispensarios médicos suelen ser establecimientos pulcros, espaciosos, de ambiente agradable. En cambio, los coffeeshops son locales recreativos y, aunque hay algunos muy vistosos, la mayoría están mal iluminados y no destacan por su decoración.
Como la marihuana sigue siendo ilegal en la mayor parte de Europa, en España existen los llamados Clubes Cannábicos, un modelo que responde con su propia propuesta a los coffeeshops holandeses y a los dispensarios de marihuana estadounidenses.
¿Qué es un Club Cannábico?
Las autoridades españolas despenalizaron el consumo personal de marihuana en 1983, y a partir de entonces se permitió su posesión y cultivo. Sin embargo, el tráfico y la distribución seguían siendo ilegales. En 2001, se abrió el primer Club Cannábico en la capital catalana, Barcelona, y el Club de Catadores de Cannabis de Barcelona fue el precursor del primer modelo de Club Cannábico. Ahora hay cientos de Clubes Cannábicos en toda España, y más de 200 sólo en Barcelona.

Los Clubes Cannábicos son entidades sin ánimo de lucro inscritas en el registro de asociaciones, las cuales tienen como finalidad proporcionar a sus miembros el acceso a plantas terapéuticas de calidad. Son clubes privados, sólo para socios, donde se comparte marihuana cultivada legalmente. A cambio, los asociados donan dinero para ayudar con los gastos. No están abiertos a los turistas y, al igual que los coffeeshops, no pueden publicitarse.
Todos los Clubes Cannábicos están sujetos a un límite de producción en función del número de socios. Realizan un cultivo colectivo para obtener la máxima calidad y cantidad de marihuana. Muchos organizan cursos y programas educativos para aumentar la concienciación sobre esta planta y sus técnicas de cultivo.
Los Clubes Cannábicos suelen contar con diversas atracciones, como videoconsolas, juegos de mesa o billares, y, a diferencia de los dispensarios de cannabis, los socios acuden para pasar el rato y relajarse. Todos los productos cannábicos deben consumirse en el local, lo que ayuda a regular y evitar su distribución en el mercado negro.
Evolución del Club Cannábico

Aunque la legalidad sigue planteando algunas dudas, el modelo español ha demostrado que un Club Cannábico es una solución organizada y adecuada para abordar el consumo de marihuana en la sociedad. Con el aumento de su popularidad, muchos otros países se han interesado por este modelo asociativo y lo han adaptado a sus necesidades.
Uruguay
Uruguay se convirtió en 2023 en el primer país sudamericano en legalizar la marihuana, sentando las bases para su despenalización en todo el continente. Los Clubes Cannábicos organizan colectivamente la producción y distribución de marihuana entre sus miembros. Las autoridades los reconocen legalmente, y los socios pagan una cuota anual o mensual para sufragar los gastos del club. El número máximo de miembros asciende a 45, y entre todos pueden cultivar legalmente 99 plantas.
Bélgica
Desde 2003, en Bélgica está despenalizada la posesión personal de un máximo de tres gramos de marihuana, así como el cultivo de una planta de cannabis hembra. El primer Club Cannábico inaugurado fuera de España abrió sus puertas en Amberes en 2006 y se estructuró siguiendo el modelo español. En 2010 se produjo la primera cosecha colectiva del Club Cannábico Trekt Uw Plant, y aunque han encontrado cierta oposición, se están abriendo más Clubes Cannábicos en toda Bélgica. ¡El apoyo al cannabis va en aumento!
¿Cuál prefieres?

El modelo de Club Cannábico ha sido elogiado en toda Europa, y muchos aficionados a la marihuana se han animado a fundar asociaciones de este tipo, mientras que en Norteamérica se están abriendo muchos dispensarios. Por otro lado, debido a la dura legislación que los regula, los coffeeshops están disminuyendo en número, pero siguen siendo una parte icónica de la cultura holandesa.
No cabe duda de que la cuestión depende de las preferencias personales y de la ubicación geográfica en la que te encuentres. Si quieres vivir una experiencia informativa y divertida, compra siempre tus productos cannábicos en un establecimiento autorizado, con personal que conozca bien lo que vende. ¡Y si se te dan bien las plantas también puedes cultivarlas tú mismo a partir de unas semillas!
¿Has visitado algún dispensario, coffeeshop o Club Cannábico? ¿Cuál prefieres? Háznoslo saber en los comentarios.
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones referentes al consumo del cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que revise las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.