Gorillaz Autofloreciente

Gorillaz Autofloreciente

Probamos la Gorillaz Autofloreciente, un cruce entre Chemdawg, Sour Diesel y Chocolope desarrollado conjuntamente por nuestros criadores y los de Fat Beans. Al ser un híbrido 60/40, el resultado es una planta alta y robusta a partes iguales. Aunque quizá no es la opción ideal para cultivadores con poco espacio, ¡los resultados merecen la pena!

Tiempo de cultivo total: 81 días

Etapa de floración: 60 días

Altura final: 103 cm

Rendimiento final: 73 gramos

Contenido en THC: 20.1%

Para este cultivo, colocamos nuestra Gorillaz Autofloreciente en una maceta de plástico de 8 litros rellena con BAC Lava mix, bajo una lámpara HPS Phillips GreenPower de 1.000 W (con una programación de 18/6) colgada a 3 metros por encima de la planta. Para proporcionar a nuestro ejemplar el mejor entorno posible, mantuvimos una temperatura diurna constante de 23°C, una temperatura nocturna de 21°C y una humedad relativa del 65% durante la etapa vegetativa.

Germinación y plántula

Para poner en marcha nuestra Gorillaz Autofloreciente, lo primero que hicimos fue germinar la semilla. Para ello, recurrimos al viejo método de la toallita de papel: coloca una servilleta de papel húmeda en un plato, pon la semilla encima, cúbrela con otra servilleta de papel húmeda y tápalo todo con un plástico sin apretarlo. Al cabo de un día, la cáscara de la semilla se abrió y dejó al descubierto la raíz primaria, indicando así que había llegado el momento de plantarla.

Plantamos la semilla en un cubo de lana de roca con la raíz primaria mirando hacia abajo. Seguidamente la colocamos bajo una lámpara Phillips de 600 W para no sobrecargar nuestra delicada plántula. La semilla brotó al cabo de unos días y dejó al descubierto el tallo principal y los cotiledones. Tres días más tarde, regamos por primera vez la planta con 100 ml de agua con un pH equilibrado y una pequeña cantidad de estimulador de raíces.

Transcurrida la primera semana, nuestra plántula medía unos 5 cm de altura y había desarrollado sus primeras hojas verdaderas. Fue entonces cuando la trasladamos a su nuevo hogar: una maceta de 8 litros rellena con BAC Lava mix. La colocamos bajo la lámpara de 1000 W y empezamos a regar con 500 ml de agua (pH 6,0; CE 0,8), la cual enriquecimos con nutrientes líquidos Bio Grow.

Etapa vegetativa

Durante la segunda semana, nuestra plántula de Gorillaz Autofloreciente pegó un fuerte estirón, alcanzando una altura de 16 cm. Este nuevo crecimiento vino acompañado de la aparición de un total de 4 conjuntos de hojas verdaderas con un espaciado internodal muy estrecho y un color verde intenso. También empezamos a ver los primeros signos de ramas laterales.

Asimismo, en esta semana también colgamos bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii en las ramas inferiores. Estos saquitos están llenos de diminutos ácaros depredadores que viven en simbiosis con las plantas de marihuana. Son unos bichitos que no causan ningún daño a la hierba, sino que se alimentan de parásitos como arañas rojas y trips, los cuales pueden devastar una cosecha. Estas bolsitas se cambian cada cuatro semanas para mantener la población.

En la tercera semana se produjo otro considerable incremento de tamaño, aumentando la altura de la planta otros 11 cm, alcanzando así los 27 cm en total. A lo largo de la semana, las ramas laterales también se desarrollaron significativamente, brotando múltiples nudos interiores. Estas ramas fueron creciendo hacia arriba, manteniéndose cerca del tallo, lo que pone de manifiesto el destacado linaje sativa de esta variedad. Para seguir el ritmo de este rápido desarrollo, aumentamos el volumen de agua a 750 ml al día y elevamos la CE a 1,4.

En la cuarta semana de cultivo, nuestro precioso ejemplar ya mostraba los primeros signos de floración: pequeños pelos blancos en los nudos interiores del tallo principal. El crecimiento de esta semana fue algo más lento, ya que la planta sólo subió 5 cm, alcanzando una altura de 32 cm. Como la etapa de floración estaba a la vuelta de la esquina y sabíamos que iba a aumentar la necesidad de agua, incrementamos el riego a 1.000 ml al día.

Etapa de floración

Pasamos nuestra Gorillaz Autofloreciente a la etapa de floración al inicio de la quinta semana. Aunque se trata de una planta autofloreciente (es decir, que técnicamente no hay que hacer nada), conviene cambiar a un nutriente diseñado para esta etapa (en este caso, al nutriente líquido Bio Flower). También aumentamos el volumen de agua a 1.200 ml al día y subimos la CE a 1,8. Por último, modificamos el ciclo de luz a 12/12. Aunque reducir la iluminación a 12 horas diarias no es estrictamente necesario para las plantas autoflorecientes, estábamos cultivando variedades de fotoperiodo en el mismo lugar y al mismo tiempo, por lo que fue necesario cambiar el programa.

Al finalizar la semana, comprobamos que nuestra dama había experimentado un fuerte crecimiento y ahora medía unos impresionantes 44 cm de altura. Las ramas laterales empezaban a crecer algo más hacia el exterior y las hojas habían adquirido un color verde más claro. En la parte superior del tallo principal y en las ramas se estaban formando grupos de pistilos que rápidamente se convertirían en flores.

En la sexta semana, nuestra Gorillaz Autofloreciente siguió floreciendo por todas partes, ya que cada día más pistilos se convertían en cogollos propiamente dichos. La cola se desarrollaba lentamente en la parte superior del tallo principal, y la vegetación inferior era increíblemente densa. Al final de la semana, nuestra planta se alzaba 52 cm del suelo y este rápido crecimiento no se detendría hasta la cosecha.

Para garantizar un aporte suficiente de agua y nutrientes, aumentamos el volumen a 1.500 ml diarios, cerca del máximo que puede soportar una maceta de 8 litros en una sola toma. Para reducir el riesgo de aparición de moho durante la etapa de floración, redujimos la humedad del recinto al 56% durante el resto del cultivo.

En la séptima semana fuimos testigos de un crecimiento vertical aún mayor, alcanzando los 61 cm de altura. Durante este desarrollo, las ramas laterales se mantuvieron unos centímetros más cortas que el tallo principal, por lo que el dosel era bastante uniforme. Estas ramas estaban ahora cubiertas de cogollos en casi toda su longitud. A estas alturas, la planta empezaba a desprender un marcado aroma a diésel con un toque floral afrutado. Si te importa la discreción, con esta variedad quizá te convenga invertir en un buen filtro de aire.

Nuestra planta siguió creciendo al mismo ritmo durante la octava semana, alcanzando los 70 cm. La cola estaba completamente formada y las flores se desarrollaban y se hacían más densas cada día que pasaba. Las ramas laterales empezaban a caerse poco a poco debido al peso de la planta y pronto necesitarían un soporte extra. Por lo demás, no quedaba más remedio que esperar a que la naturaleza siguiera su curso.

En la novena semana de cultivo, nuestra planta continuaba creciendo y ya medía 78 cm. Los primeros pistilos empezaban a volverse anaranjados y algunas hojas en abanico iban perdiendo poco a poco parte de su color. Estas dos señales indicaban que la cosecha estaba a la vuelta de la esquina.

En la décima semana observamos un aumento en el desarrollo de los cogollos, así como un mayor crecimiento vertical, alcanzando ya los 86 cm de altura. Los cogollos maduraban rápidamente y en general la planta estaba increíblemente sana.

La undécima semana vino acompañada de un crecimiento adicional, alcanzando los 93 cm. Si bien notamos una ligera desaceleración, no deja de ser un valor considerable para una planta tan avanzada en la etapa de floración. A estas alturas, las ramas laterales estaban al límite de su capacidad y nuestro ejemplar necesitaba más superficie que altura. Los cogollos estaban cubiertos de pelos anaranjados casi en su totalidad y algunos seguían adquiriendo una mayor densidad con el paso de los días.

En la duodécima semana, nuestra Gorillaz Autofloreciente alcanzó los 98 cm y estaba casi lista para la cosecha. Lo único que quedaba por hacer durante la última semana era enjuagar la tierra regándola con agua corriente con un pH equilibrado. Esto permitiría a la planta utilizar los nutrientes que quedaran en la tierra antes de la cosecha, ya que estos pueden afectar al sabor del producto final.

Por fin, en la decimotercera semana, llegó el momento de la cosecha. Al final, nuestra planta alcanzó una altura total de 103 cm y necesitó varios soportes adicionales para mantenerse erguida.

Cosecha

Cosechar nuestra Gorillaz Autofloreciente fue una tarea muy sencilla. Para empezar, cortamos la planta por la base, quitamos las hojas de abanico y la colgamos boca abajo en una habitación ventilada a una temperatura de 15,5°C y una humedad del 50%. La dejamos secar hasta que las ramas más pequeñas estuvieran lo bastante quebradizas como para romperse al doblarlas, algo que sucedió al cabo de unas 2 semanas.

Con la planta ya seca, recortamos las hojas restantes de los cogollos y colocamos las flores en tarros de cristal para su curación. Estos tarros se dejaron inicialmente sin cerrar durante 24 horas para permitir que se evaporara gran parte de la humedad restante. Transcurrido ese tiempo, los cerramos y se fueron «eructando» varias veces al día. La frecuencia de los eructos se redujo gradualmente hasta hacerlo una sola vez al día en el transcurso de 6 semanas.

Una vez terminado el proceso, pudimos cosechar un total de 73 gramos de flores secas con un contenido de THC del 20,1%.

Perfil de terpenos

Cuando abrimos el tarro de nuestra Gorillaz Autofloreciente, nos impresionó su aroma: notas sutilmente dulces y toques afrutados que son el complemento perfecto para el intenso olor a diésel de esta variedad. En cuanto la probamos, todos estos sabores aparecieron de inmediato, incluyendo matices a sándalo y hachís.

Los efectos son igualmente agradables, con un subidón potente que no llega a ser abrumador. Los usuarios de esta variedad notarán una mejora inmediata del estado de ánimo, seguida de oleadas de relajación física. Todo ello va acompañado de un subidón cerebral creativo que la convierte en la variedad perfecta para una tarde de proyectos en casa.

El resultado

En general, el cultivo de la Gorillaz Autofloreciente fue un verdadero placer, y era impresionante ver cómo crecía día tras día. Aunque este tipo de desarrollo vertical acelerado puede no ser adecuado para algunos cultivadores, los que puedan permitírselo quedarán impresionados por la facilidad de crecimiento de esta variedad.

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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