En nuestro Informe de cultivo te explicamos cómo cultivamos la Banana Frosting Feminizada de Sensi Seeds. Esta belleza, un híbrido de predominio índica, florece rápidamente manteniendo una estructura compacta. Con un sencillo protocolo conseguimos una hermosa Banana Frosting Feminizada que ofrece una abundante cosecha de espectaculares y deliciosos cogollos.
Etapa de floración: 63 días
Duración total (de la semilla a la cosecha): 84 días
Rendimiento final: 106 gramos
Contenido en THC: 17-20%
Esta intrigante variedad híbrida proviene de una impresionante línea de cuatro leyendas de la marihuana: Silver Haze x Diesel x Skunk Kush x Hindu Kush. La Banana Frosting se creó para recopilar las mejores características de cada clásico. Con un 70% de índica y un 30% de sativa, ofrece un potente efecto índica con algunas características sativas revitalizantes.
Este impresionante híbrido de predominio índica es especialmente célebre por su elevado rendimiento en forma de cogollos densos y pegajosos, con un aroma deliciosamente dulce y afrutado. Gracias a su linaje índica, las plantas tienden a ser cortas y compactas. Pero no dejes que su tamaño te engañe: estas señoritas son capaces de producir cosechas abundantes y de gran rendimiento, que se obtienen fácilmente cuando la Banana Frosting se cultiva en exteriores, aunque también puede crecer en interiores.
Aunque su rendimiento es característico de su linaje índica, el aroma, el sabor y los efectos de la Banana Frosting son los típicos de una variedad sativa clásica. Aunque sigue ofreciendo la intensa relajación de una índica, el subidón es también estimulante y eufórico. En resumen, es una variedad híbrida perfectamente equilibrada.
También es apreciada por su etapa de floración relativamente corta, por lo que la Banana Frosting suele estar lista para la cosecha en 50-65 días. Esto la convierte en una variedad ideal para aquellos cultivadores que buscan una cosecha rápida.
Nuestra Banana Frosting Feminizada ha sido cultivada en un cuarto de cultivo de 220 x 150 cm, bajo una luz Phillips GreenPower de sodio de alta presión de 600 vatios. Se colocó sobre una mesa de 180 x 90 cm para facilitar el acceso. Durante todo el proceso de cultivo se utilizaron unos nutrientes mínimos y nuestra planta se regó a mano diariamente.
¡Así pues, síguenos mientras te explicamos los pasos que hemos dado para cultivar esta magnífica variedad híbrida!
Germinación y plántula
Hicimos germinar nuestras semillas feminizadas de Banana Frosting en un taco de propagación. Una vez que las raíces de nuestra plántula sobresalieron por el lado de la vaina, trasplantamos nuestra plántula de 4 cm a una maceta de 5 litros llena de BAC Lava Soil Grow Mix. Evitamos regarla durante los dos primeros días para permitir que el sistema de raíces se asentara.
Nuestra plántula ya había desarrollado sus cotiledones en esta fase temprana, y se podían ver sus hojas verdaderas creciendo. La luz de cultivo estuvo suspendida a 80 centímetros por encima de la plántula durante todo el crecimiento vegetativo, recibiendo 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Rotamos nuestra Banana Frosting a diario para asegurarnos de que todas las partes de la planta recibían la luz adecuada.
Durante la primera semana dispersamos bolsitas de Hypoaspis miles. Estos ácaros depredadores se alimentan de las pupas de mosquitos y trips que se desarrollan en el suelo. Repetimos esta aplicación en la tercera semana con una concentración de 250 por metro cúbico (250/m3) para evitar que se generaran posibles plagas.
Comenzamos a regar nuestra Banana Frosting al tercer día, y añadimos una hormona de enraizamiento para fomentar el crecimiento de las raíces. En esta fase inicial sólo necesitaba 100 ml de agua al día. Antes de alimentarla, se ajustó el pH de una solución nutritiva ligera hasta alcanzar un valor de 6,2 mientras que su conductividad eléctrica (CE) era de 0,8.
Etapa vegetativa
Durante la etapa vegetativa, nuestro cuarto de cultivo se mantuvo a un 65% de humedad relativa (HR). Esta se redujo al 45% durante la etapa de floración. También mantuvimos una temperatura ambiente de 26°C durante el día y de 22°C por la noche.
Al final de la segunda semana, nuestra Banana Frosting había alcanzado una altura de 9 cm. Mostraba con orgullo múltiples hojas de color verde intenso, anchas y dentadas, con márgenes estrechos entre ellas. El corto espacio entre los entrenudos reflejaba su herencia índica, y la planta consumía casi 200 ml de agua al día.
Añadimos nutrientes BioGrow al agua durante la tercera semana, elevando la CE de la solución a 1,4. Cuando llegamos al final de la tercera semana, nuestra planta se había disparado hasta los 17 centímetros y mostraba grandes y anchas hojas verdes en abanico.
La distancia entre los nudos era escasa, y el tallo principal empezaba a engrosarse. Los brotes axilares inferiores habían empezado a desarrollarse y comenzaban a estirarse hacia la luz. Las brillantes hojas en abanico de color verde lima y el robusto tallo principal indicaban que nuestra Banana Frosting estaba en perfecto estado de salud.
Previmos que se estiraría considerablemente durante las primeras semanas de floración, y decidimos que era el momento de inducirla a principios de la cuarta semana.
Etapa de floración
Empezamos la cuarta semana cambiando el fotoperiodo a 12 horas de luz / 12 horas de oscuridad, y dejamos de añadir nutrientes de crecimiento y hormonas de enraizamiento a la solución. Los sustituimos por nutrientes BioFlower, llevando la CE de nuestra solución a 1,6.
Se colgaron bolsitas de Amblyseius cucumeris y Californicus en la sala de cultivo para eliminar cualquier posible Trips linae o araña roja de dos manchas. Esta aplicación se repitió cada tres semanas hasta la cosecha.
Al final de la cuarta semana, nuestra Banana Frosting había crecido hasta alcanzar los 25 centímetros. Seguía completándose adecuadamente, desarrollando más follaje, tallos más gruesos y ramas más largas. El espacio entre los entrenudos seguía siendo muy corto y compacto. También se habían desarrollado brotes axilares en los nudos superiores, lo que le daba un aspecto inconfundible y tupido.
La planta continuó desarrollándose rápidamente y, durante la quinta semana, aumentó su consumo de agua a 400 ml al día. Además, había crecido 20 centímetros y ahora medía 45 cm de altura. Las preflores se habían desarrollado en los nudos del tallo principal apical y rellenaban los cortos espacios internodales.
La sexta semana comenzó con un lavado de un día para deshacer los depósitos de nutrientes en la zona de las raíces, y al día siguiente se reanudó nuestro programa regular de alimentación. Este lavado se repitió cada dos semanas hasta la cosecha.
Los cogollos se desarrollaban muy bien, con abundantes pistilos blancos saliendo de los cálices. El corto espacio entre nudos en el tallo principal revelaba su herencia índica, y al final de la sexta semana, nuestra Banana Frosting alcanzó los 58 centímetros.
Durante la séptima semana, nuestro Banana Frosting empezó a desarrollar una capa de glándulas de resina blanca y lechosa que destacaba especialmente sobre el rico follaje verde. El cogollo apical se hinchaba considerablemente y se hacía más grueso cada día. Empezaba a parecer una cola gigante a medida que los cogollos axilares llenaban los espacios internodales a lo largo del tallo principal apical.
En la octava semana nuestra Banana Frosting empezó a frenar su crecimiento vertical. Alcanzaba ya los 74 cm y consumía unos 800 ml de agua al día, algo considerable. El espacio entre los nudos seguía siendo estrecho y compacto, lo que daba a la planta ese aspecto tupido típico de una índica.
Las anchas hojas de abanico de color verde lima seguían absorbiendo la luz, pero la energía de la planta se concentraba sin duda en la etapa de floración. La capa de tricomas resinosos seguía desarrollándose, y los cogollos brillaban bajo la luz. Una vez más, la regamos con agua del grifo durante un día y reanudamos la alimentación al día siguiente.
Finalmente, la planta se estabilizó en la novena semana, alcanzando una altura de 76 cm. Su cola principal era ahora un grueso y pegajoso racimo de pistilos y cristales. Otros cogollos pesados y resinosos se hinchaban a mitad del tallo principal y en cada rama. Los brotes laterales desarrollaban sus propias colas más pequeñas, y los cogollos estaban cubiertos de una gruesa capa de glándulas de resina pegajosa.
A medida que transcurría la décima y undécima semana, nuestra planta seguía centrándose en la maduración, a la vez que el follaje verde intenso que la cubría empezaba a aclararse y las hojas adquirían bordes amarillos.
El aroma era ya evidente, con un claro matiz cítrico que recordaba al de una sativa clásica, así como con fuertes reminiscencias a plátano. Los cogollos seguían hinchándose, adquiriendo cada uno de ellos un tamaño formidable, y las ramas inferiores estaban coronadas por gruesas flores de marihuana.
Comenzamos nuestro lavado final en la duodécima semana utilizando agua del grifo con pH ajustado para limpiar la zona de las raíces de cualquier residuo no deseado de nutrientes. Nuestra planta sintió que se acercaba el final y comenzó a dar los últimos retoques para producir glándulas de resina. Una gruesa capa de tricomas cubría los cogollos, y los pistilos se habían vuelto de un delicioso color ámbar oscuro.
Cuando observamos que aproximadamente el 60-70% de los pistilos se habían vuelto de color ámbar, y los tricomas habían cambiado a un blanco lechoso, cosechamos nuestra Banana Frosting Feminizada el primer día de la decimotercera semana. La fuerte capa de glándulas de resina hizo que brillara bajo las luces de 600W, adquiriendo un magnífico color blanco escarchado.
Cosecha
Después de cortar la Banana Frosting, se separaron las ramas y se colgaron boca abajo en la sala de secado, la cual se mantuvo a una temperatura constante de 18-20°C. Se utilizaron ventiladores para que el aire circulase en todo momento.
Fiel a su herencia, nuestra Banana Frosting desprendía un marcado aroma cítrico que ofrecía intensas notas a plátano maduro. También se percibía un ligero matiz de gasóleo, que aludía a la sativa de su linaje.
Tras dos semanas en la sala de secado, nuestra Banana Frosting estaba lista para su extracción y recorte. Una vez que empezamos a recortar, pudimos ver lo densamente estructurados que se encontraban los cogollos, los cuales estaban recubiertos de una capa de resina pegajosa. Por ello, los guantes y tijeras de podar quedaron cubiertos por una capa de resina escarchada. ¡No nos quejamos, por supuesto!
Colocamos los cogollos cortados en tarros de cristal para someterlos al proceso de curado, y permanecieron en ellos hasta que este finalizó. Abrimos los tarros durante media hora al día para reponer el aire. Después de tres meses, nuestra Banana Frosting Feminizada estaba curada y lista para disfrutarla.
Perfil de terpenos
Una vez curada, nuestra Banana Frosting Feminizada olía y sabía de forma excepcional. La presencia de limoneno destacaba frente al resto, dado el intenso aroma cítrico. Además, podía detectarse un aroma especiado como a demerara, lo que sugería la probable presencia de beta-cariofileno, así como de mirceno.
Con un aroma tan delicioso, no nos sorprendió que nuestra Banana Frosting Feminizada ofreciera un sabor igualmente exquisito. Al principio se notaba una oleada de cítricos, que luego daba paso a un intenso sabor a plátano dulce. El dulzor especiado presente inicialmente en el aroma también podía detectarse al exhalar.
Los efectos se manifestaron rápidamente y se mostraron intensos. Las genéticas índicas producen una profunda relajación corporal y un fuerte impacto, que se desarrolla rápida e intensamente. Sin embargo, en lugar de alcanzar una relajante sedación, las genéticas sativas se imponen y se convierten en un subidón eufórico y estimulante. La Banana Frosting es un híbrido excepcional, que equilibra los efectos índica y sativa creando una experiencia relajante y completamente agradable.
El resultado
El rendimiento final en seco de nuestra Banana Frosting Feminizada fue de unos excepcionales 104 gramos, y los resultados de las pruebas de laboratorio revelaron que las flores tenían un nivel de THC de 15,06%. La Banana Frosting Feminizada presenta características sativa en sus efectos y perfil de terpenos. Sin embargo, su patrón de crecimiento es más propio de una índica, ya que estas plantas son pequeñas y tupidas.
Esta variedad de predominio índica cumple perfectamente con los requisitos de un buen híbrido: es fácil de cultivar, fiable y proporciona las abundantes cosechas que todos los cultivadores desean. La Banana Frosting puede cultivarse en interiores y exteriores en un clima mediterráneo, lo que la convierte en una adición versátil al repertorio del cultivador. Su pequeña estatura la hace ideal para quienes intentan cultivar de forma discreta o en un espacio reducido.
¿Eres aficionado a los híbridos con predominio índica? ¿O has cultivado tú mismo la Banana Frosting? Si lo has hecho, cuéntanos cómo fue tu experiencia en los comentarios de abajo. O también puedes subir tu propio Informe de cultivo a GrowDiaries.com.
No olvides echar un vistazo al catálogo de Sensi Seeds y consultar nuestras variedades con predominio índica: tenemos una amplia selección de variedades regulares, feminizadas y autoflorecientes. ¡Visítanos y compra tus propias semillas de Banana Frosting Feminizadas ahora mismo!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.