Mandarin Punch Feminizada

Mandarin Punch Feminizada

Hemos desarrollado la Mandarin Punch Feminizada a partir de una ascendencia espectacular de potentes genéticas: Maple Leaf Indica, White Widow, NYC Diesel y California Indica. Los efectos son equilibrados, pudiéndose disfrutar a cualquier hora del día. Este informe de cultivo destaca su gran rendimiento, su delicioso sabor y sus cogollos cubiertos de resina.

Etapa de floración: 68 días

Periodo total, de la semilla a la cosecha: 99 días

Rendimiento final: 107 gramos

Contenido en THC: 27.23%

La Mandarin Punch Feminizada (también disponible en versión autofloreciente) se creó para aprovechar las mejores cualidades de cuatro variedades muy apreciadas por los aficionados. Inspirándonos en el pasado, seleccionamos las características más destacadas de la Maple Leaf Indica, la White Widow, la NYC Diesel y la California Indica para construir esta robusta variedad.

Creada a partir de cultivos clásicos, la Mandarin Punch Feminizada aporta nuevas y fascinantes características para disfrute de los cultivadores. Descubrir y documentar estas maravillosas cualidades en nuestro último diario de cultivo ha sido una experiencia apasionante.

Empezamos nuestro ciclo de cultivo seleccionando y montando las lámparas. Para la germinación, utilizamos una Green Power Philips HPS de 600 W, y para el resto del ciclo de cultivo, optamos por una bombilla Green Power Philips HPS de 1000 W, la cual fijamos al techo a una distancia de tres metros por encima de la altura del suelo del cultivo. La tierra y los nutrientes son componentes vitales en cualquier jardín de interior, y por eso seleccionamos tierra BAC Lava Mix, la cual ya hemos empleado con mucho éxito en cultivos anteriores, así que no cambiamos nada en ese aspecto. También seguimos utilizando los nutrientes Bio Grow y Bio Bloom.

Hemos mantenido reguladas las condiciones ambientales desde el principio, ya que el control de estos parámetros permite obtener mejores cosechas. La temperatura con las luces encendidas se mantuvo en 24 °C. Con las luces apagadas, bajamos la temperatura tres grados, a 21 °C. Para favorecer la circulación del aire, instalamos varios ventiladores oscilantes del tamaño de una persona bajo el dosel y las ramas inferiores, los cuales fuimos trasladando a medida que las plantas crecían.

Germinación y plántula

Comenzamos la primera semana colocando las semillas en cubos Jiffy previamente humedecidos. Para favorecer la germinación, mantuvimos los contenedores en un entorno con un 68% de humedad. Una vez introducidas las semillas en los cubos, las colocamos a 80 cm por debajo de la lámpara HPS Green Power de 600 W, y empezamos nuestro ciclo de luz vegetativa de 18 horas de encendido y 6 horas de apagado diarios.

Las semillas de Mandarin Punch Feminizadas sólo generan plantas hembras, por lo que sembramos únicamente un número de semillas equivalente al espacio disponible en nuestra zona de cultivo. Al cabo de un par de días, vimos salir los cotiledones de los cubos Jiffy. Todas las semillas habían brotado, buscando la luz.

Dejamos crecer nuestra Mandarin Punch Feminizada durante tres días antes de verter 100 ml de agua alrededor del tallo central. La plántula permaneció en este medio siete días, hasta que vimos que salían raíces por los lados y el fondo del cubo, y decidimos que había llegado el momento de trasladarla a un recipiente más grande.

Etapa vegetativa

La segunda semana comenzó trasplantando nuestra plántula de Mandarin Punch Feminizada a un tiesto de 5 litros. Al ser un recipiente tan grande no hubo necesidad de llevar a cabo más trasplantes durante el ciclo, y las raíces tuvieron espacio de sobra para estirarse.

Alimentamos nuestra planta con una solución de 100 ml compuesta por agua y nutrientes Bio Grow, aplicada directamente alrededor de la base del tallo. Nuestra solución nutritiva registró una CE de 1,4 y un pH de 6,2.

Al iniciar el cultivo, extremamos las precauciones a fin de minimizar la presencia de insectos no deseados en el huerto. Optamos por un método ecológico, que los jardineros han utilizado durante generaciones: los insectos depredadores. Tras trasplantar nuestra Mandarin Punch Feminizada, liberamos los insectos beneficiosos.

Soltamos una bolsita de Amblyseius californicus para que cazara y matara las arañas rojas de dos manchas que pudiera haber en el jardín. También se liberó otro sobre de Amblyseius swirskii. Este chinche cazador es un «depredador generalista» y se alimenta de insectos pequeños de cuerpo blando. Se suelen utilizar para controlar la mosca blanca y los trips.

En la tercera semana, la planta respondió bien al aporte de nutrientes y la ampliación de tierra. Nuestra Mandarin Punch Feminizada experimentó un crecimiento de 8 cm a 17 cm en una semana. Seguimos alimentándola con una solución nutritiva que registró una CE de 1,4, pero aumentamos el volumen a 200 ml. La solución se aplicó en la base del tallo.  

La Mandarin Punch Feminizada exhibía un vigor estupendo. Nuestra planta ya contaba con más de seis nudos, con hojas verdes llamativas de dedos grandes sombreaban el suelo. Para quienes prefieren realizar un trabajo de topping con sus cultivos, este era un buen momento, pero nosotros decidimos dejar que la planta siguiera creciendo de forma natural.

Llegó la cuarta semana, y el fuerte crecimiento continuaba. Se estaba desarrollando rápidamente una planta tupida, cuyas hojas se extendían por cada uno de los lados del macetero de 5 litros. El estrecho espaciado internodal de la Mandarin Punch Feminizada hacía que la estructura de 28 cm presentara numerosas ramas laterales.

La vegetación creó una densa masa de aire viciado en el interior de la canopia. Aunque disponíamos de un sistema de ventilación adecuado que movía el aire dentro del espacio de cultivo, decidimos intensificar las medidas para evitar unas condiciones que favorecieran la aparición de moho en los cogollos. Retiramos algunas de las hojas más grandes para mejorar el flujo de aire y redujimos la humedad de nuestra zona de cultivo al 60%.

Comenzamos la semana suministrando a la tierra 400 ml de agua. Para favorecer el crecimiento de la zona radicular, fuimos aumentando gradualmente el volumen de riego hasta alcanzar los 800 ml al final de la semana. También elevamos ligeramente la carga de nutrientes, y la CE final de la solución antes de la alimentación fue de 1,7. El pH de la solución nunca cambia y siempre se ajusta a 6,2.

Hacia el final de la cuarta semana cambiamos el fotoperiodo con objeto de inducir la floración de nuestra Mandarin Punch Feminizada. Nuestro horario de luz se ajustó a 12 horas de encendido y 12 horas de apagado diarias.

Etapa de floración

En la quinta semana aumentamos la carga de nutrientes en la solución hasta alcanzar una CE de 1,8, valor que mantuvimos durante el resto del cultivo. El volumen de agua comenzó siendo de 800 ml, y lo fuimos aumentando gradualmente hasta llegar a los 1.500 ml al final de la semana. Nuestra planta había crecido 47 cm y empezaba el periodo de estiramiento durante la transición hacia la floración.

En la sexta semana observamos un pequeño estiramiento: la altura de nuestra Mandarin Punch Feminizada alcanzaba los 71 cm. Aunque ya se había efectuado una defoliación, el crecimiento era rápido y la planta volvía a estar tupida. Eliminamos algunas de las ramas inferiores, lo que mejoró la circulación de aire y aumentó el potencial de crecimiento de las ramas restantes.

Habían pasado cuatro semanas desde la última vez que soltamos los insectos beneficiosos. Colocamos otra bolsita de Amblyseius californicus y otra de Amblyseius swirskii. Esta combinación debería evitar que la araña roja de dos manchas y los insectos dañinos de cuerpo blando dañen la planta.

En la séptima semana empezaron a formarse los cogollos. El explosivo crecimiento de las puntas se había ralentizado, y comenzaron a formarse estigmas blancos en cada extremo de las ramas. Nuestra planta presentaba un color verde sano y brillante, y todos los dedos de las hojas se estiraban hacia fuera para captar toda la luz posible.

Como habíamos suministrado unos niveles altos de fertilizantes en el riego, iniciamos la semana enjuagando la tierra con agua pura. La finalidad de este lavado es eliminar los nutrientes salinos acumulados en la zona radicular. Lo conseguimos vertiendo agua pura sobre la superficie de la tierra hasta que escurrió.

El exceso de agua de la base se recogió en el plato del macetero y se retiró para que la tierra no la reabsorbiera. Tras el lavado al principio de la semana, volvimos a la solución nutritiva regular con una CE de 1,8 por toma.

En la octava semana el crecimiento vertical se mantuvo estable. Nuestra Mandarin Punch Feminizada se alzaba hasta los 116 cm por encima de la superficie del suelo. Las puntas de las ramas y el tallo apical mostraban un aumento del espacio entre los nudos en comparación con la semana anterior. Ahora existía un soporte para el desarrollo de la cola apical y una estructura en candelabro uniformemente espaciada desde las ramas inferiores.

Completamos otra ronda de defoliación, y esto permitió que la luz penetrase lo máximo posible por el dosel para incidir en los cogollos inferiores. Nuestra Mandarin Punch Feminizada estaba en perfectas condiciones para iniciar el engorde de cogollos, lo que supondría la finalización del crecimiento vertical.

Al principio de la novena semana eliminamos algunas de las ramas más delgadas de la parte inferior, sin ánimo de provocar un shock o un estrés excesivo en la planta. Sin embargo, consideramos que estas ramas estaban demasiado alejadas de la fuente de luz y así podíamos concentrar más energía en los cogollos en formación.

En la décima semana, nuestra Mandarin Punch Feminizada había desarrollado flores macizas cubiertas de estigmas blancos. Se empezó a formar una fina capa de tricomas en la vegetación circundante, cerca de cada uno de los lugares donde crecían los cogollos. Las flores eran tupidas, pero también se apreciaba una cierta dispersión gracias a las brácteas apiladas. Debido al aumento de la masa de cogollos y a la probabilidad de formación de moho en condiciones húmedas, redujimos la humedad de la zona de cultivo al 56%.

Las flores del tallo apical aumentaban de tamaño y crecían lentamente hasta formar lo que anticipamos sería una gran cola. Habían pasado cuatro semanas desde nuestra última liberación de insectos depredadores, así que soltamos más Amblyseius californicus y Amblyseius swirskii.

La undécima semana comenzó con un lavado de la tierra para eliminar el exceso de nutrientes antes de volver a nuestro programa regular de alimentación. La planta aún no estaba cerca de la cosecha, pero queríamos evitar una acumulación tóxica de nutrientes que pudiera afectar al crecimiento en una de las fases esenciales: el desarrollo de los cogollos.

La Mandarin Punch Feminizada, como la mayoría de las plantas, aumenta la densidad de sus cogollos en las últimas tres o cuatro semanas. Este incremento provocó que algunas ramas se inclinaran hacia el suelo, por lo que las sujetamos con tutores (una forma de sujetar las ramas pesadas). El uso de una red SCROG es otro método eficaz para sujetar las ramas con cogollos pesados.

Comprobamos la altura en la duodécima semana, ya que hacía un par de semanas que nuestra Mandarin Punch Feminizada no crecía. Esto confirmó lo que sospechábamos: toda la energía de la planta se dirigía ahora a la producción de cogollos y tricomas. Visualmente apreciamos los cogollos en formación, pero observamos que las brácteas aún no se habían hinchado.

Esto indicaba que todavía nos quedaban más de un par de semanas para la cosecha. Otro aspecto a destacar de nuestra Mandarin Punch Feminizada era el creciente aroma floral que llenaba el cuarto de cultivo cada vez que entrábamos.

Nuestra planta empezaba a desprender olor y, para garantizar la discreción, se utilizó un extractor y un filtro de carbono para eliminar y limpiar los olores del cuarto de cultivo. En el exterior, el olor era indetectable.

La decimotercera semana transcurrió lentamente, pero nos permitió tener más tiempo para ocuparnos de nuestra Mandarin Punch Feminizada. Cuando la revisamos de arriba abajo, descubrimos unas cuantas ramitas laterales que formaban pequeñas flores aireadas en lugar de un cogollo apretado. Como no queríamos recortar el larf aireado y frondoso, retiramos algunas ramas pequeñas adicionales de la parte inferior de la planta.

El color de las cabezas de los tricomas es el indicador visual más adecuado para comprobar la madurez de la planta. Las inspeccionamos con un microscopio de joyero y descubrimos que la mayoría seguían siendo transparentes o lechosas. Sabíamos que pasarían al menos tres semanas más antes de la cosecha y soltamos una última tanda de insectos beneficiosos, una bolsita de cada uno.

Hacia el final de la decimotercera semana, nuestra Mandarin Punch Feminizada empezó a mostrar signos de senescencia en las hojas de abanico más grandes (la senescencia es la decoloración natural de las hojas cuando una planta alcanza la madurez). Un cultivador experimentado puede distinguir entre el amarilleamiento de las hojas debido a deficiencias de nutrientes y la decoloración natural de una planta que está madurando.

Este indicador visual nos llevó a inspeccionar de nuevo las cabezas de los tricomas. Esta vez vimos menos cabezas transparentes, más de color blanco lechoso y unas pocas de color ámbar en desarrollo. La cosecha se acercaba, pero seguimos alimentando nuestra Mandarin Punch Feminizada con las cantidades habituales.

Llegamos a la decimocuarta semana y el olor floral del interior del cuarto de cultivo había ido ganando en intensidad. Al inspeccionar visualmente los cogollos pudimos observar que las brácteas estaban ahora razonablemente hinchadas. Una gruesa capa de tricomas cubría la biomasa inferior, y los estigmas que antes sobresalían se habían vuelto casi todos anaranjados y se habían replegado hacia las brácteas.

Aunque no son los principales indicadores de la madurez máxima, son buenas señales. Volvimos a comprobar el color de las cabezas de los tricomas y descubrimos una proporción cercana a lo que consideraríamos una maduración plena. A partir de este momento, eliminamos todos los nutrientes de la solución y sólo alimentamos la planta con agua corriente.

Al eliminar los nutrientes del suelo se consumieron los que estaban almacenados en las plantas, y el follaje restante mostraba ahora una fuerte pérdida de color. Inspeccionamos las cabezas de los tricomas con una lupa.

Esta vez pudimos observar la proporción deseada de un 10% de cabezas de tricomas transparentes, un 80% lechosas y un 10% ámbar. Nos alegramos mucho cuando lo descubrimos, pues significaba que el cultivo de nuestra Mandarin Punch Feminizada había terminado. Ahora era el momento de la cosecha y del proceso de secado y curado. Estábamos un paso más cerca de probar estas preciosas flores.

Cosecha

Para reducir la humedad que rodea a los cogollos y las grandes concentraciones de clorofila no deseada (que puede dar lugar a un sabor parecido al del heno), se eliminaron todas las hojas grandes de la Mandarin Punch Feminizada antes de proceder al recorte y traslado a la zona de secado. La planta se cortó por la base del tallo, y tuvimos mucho cuidado en no rozar las ramas contra el suelo u otros objetos.

Un entorno controlado es un elemento fundamental para el éxito del secado y curado. Nuestra zona de secado estaba climatizada, manteniendo una temperatura de 15,5 °C y un nivel de humedad del 60%. La circulación del aire es otro aspecto crucial para mitigar la aparición de moho en los cogollos grandes y densos de nuestra Mandarin Punch Feminizada.

Conseguimos una suave brisa en la sala de secado utilizando uno de los pequeños ventiladores que estaban dentro de la zona de cultivo. El objetivo era crear una ligera brisa alrededor de las plantas, pero que no incidiera directamente sobre ellas. Apuntar los ventiladores en ángulo para que reboten en una pared cercana puede ayudar a crear el vórtice de aire deseado dentro de la zona de secado.

Colgamos toda la planta boca abajo en un lugar oscuro durante 18 días. Pasado ese tiempo, al doblar una de las ramas laterales más finas, esta se partió en lugar de doblarse, por lo que estábamos seguros de que nuestra Mandarin Punch Feminizada había alcanzado un estado óptimo de desecación y ya se podía recortar y envasar.

La estructura de los cogollos de la Mandarin Punch Feminizada era redonda, densa, y presentaba pequeños cúmulos de brácteas hinchadas que creaban una superficie texturizada. Después de quitar las hojas grandes antes de la cosecha, no quedaban muchas, por lo que recortar estas flores fue un trabajo rápido y fácil. Para maximizar la cantidad de THC, evitamos tocar los cogollos directamente y manipulamos todas las flores sujetándolas por el tallo.

Después de la poda, colocamos los cogollos en frascos de cristal y los tapamos durante 24 horas. El recorte realza el aroma, y estos cogollos desprendían notas dulces y cítricas. Abrimos los tarros varias veces al día durante las dos semanas siguientes, y cada vez que lo haciamos los dejábamos destapados durante una hora.

Cada vez que abríamos los frascos podíamos apreciar un perfil de terpenos único. Gracias a los «eructos», las flores de la Mandarin Punch Feminizada habían alcanzado un nivel de humedad aceptable. Seguimos curando nuestra flor durante cuatro semanas más, pero en ese tiempo solo abrimos los tarros una vez al día.

Tras el proceso de curado, un laboratorio independiente analizó nuestras flores de Mandarin Punch Feminizada para determinar sus niveles de cannabinoides y terpenos. Los resultados del laboratorio confirmaron que la Mandarin Punch Feminizada que acabábamos de cultivar contenía un espectacular 27,23% de THC. ¡Es una variedad muy potente con un perfil de terpenos muy llamativo!

Perfil de terpenos

La Mandarin Punch Feminizada posee un gran número de terpenos menores, pero el terpeno limoneno, fácilmente reconocible, destaca por encima de los demás. El limoneno es ácido, refrescante y, a menudo, cítrico. Los cogollos curados de esta variedad desprenden un agradable pero penetrante aroma a limón fresco. Se suaviza con un ligero y dulce perfume de leves matices florales.

El sabor de la Mandarin Punch Feminizada es muy similar a su perfil de terpenos. El sabor dulce se une al del limón fresco para hacerte la boca agua sin arrugártela. El sabor es igual de intenso de principio a fin, lo que la convierte en una variedad muy sabrosa que se disfruta a cualquier ritmo.

La intensidad, tanto del perfil de terpenos como del sabor, indica que se ha hecho un buen trabajo en el jardín, así como en el proceso de curación.

Combinando las influencias del linaje índica y sativa, la Mandarin Punch Feminizada arranca como una variedad estimulante que termina con un colocón calmante y pleno. El efecto inicial constituye una refrescante escapada del estrés mental, a medida que una melancolía cerebral se convierte en el centro de atención.

A medida que las desagradables distracciones de la vida pasan a un segundo plano, un relajante colocón corporal empieza a propagarse de arriba abajo. Los efectos híbridos de la Mandarin Punch Feminizada ofrecen un disfrute que se adapta a una gran variedad de gustos.

El resultado

En 99 días cultivamos con éxito nuestra Mandarin Punch Feminizada desde la semilla hasta la cosecha. El índice de germinación fue perfecto, las semillas feminizadas garantizaron que sólo hubiera hembras en fase de floración en el jardín, y el proceso de curado acentuó el esplendor de los perfiles.

Nos pareció un objetivo final fácil de alcanzar, y esta será una planta a tener en cuenta por cultivadores sin importar su nivel de experiencia. La Mandarin Punch Feminizada también está disponible en variedad autofloreciente.

La Mandarin Punch Feminizada creció con una morfología fácil de manejar, las necesidades de nutrientes eran básicas, y la proporción favorable entre brácteas y hojas facilitó el recorte.

La altura final de nuestra Mandarin Punch Feminizada fue de 122 cm. Tras el secado y el curado, pesamos la flor antes de colocarla en nuestra CVault. Cosechamos un total de 107 gramos de flor seca. Los resultados del laboratorio informaron de que se trataba de una variedad con un elevado contenido en THC, exactamente un 27,23%.

Nos gusta leer los comentarios de los cultivadores que han probado nuestras variedades. Si has cultivado la Mandarin Punch Feminizada, por favor, compártelo en los comentarios de abajo. Publicamos nuevos diarios de cultivo con frecuencia, así que no pierdas de vista el blog. Pero lo más importante… ¡Feliz cultivo!

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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