La Master Kush Feminizada es el resultado de combinar dos variedades, una india y otra afgana, ambas seleccionadas cuidadosamente. Las dos regiones son muy conocidas por su hachís, concretamente por un tipo denominado charas. No es de extrañar que la Master Kush esté cargada de tricomas y desprenda un fuerte perfil que apasiona a los amantes del hachís.
Etapa de floración: 63 días
Periodo total, de la semilla a la cosecha: 98 días
Rendimiento final: 102 gramos
Contenido en THC: 24,26%
La Master Kush Feminizada es una opción excelente para aquellos cultivadores que disfrutan con una marihuana extremadamente resinosa, siendo el resultado del cruce de dos respetadas variedades locales. Seleccionamos a mano un cultivo de la India y otro de Afganistán para este proyecto y el resultado fue la Master Kush, que podemos ofrecer en versiones regulares, feminizadas y autoflorecientes.
La Master Kush se desarrolló con unos objetivos específicos. En lo que respecta al crecimiento, la meta era conseguir una planta compacta y de rápido crecimiento que cualquier persona pudiera cultivar sin problemas, independientemente de su experiencia previa. Para los aficionados al hachís y al charas se buscaba una variedad con una gran cobertura de tricomas. Para los entendidos más veteranos, queríamos capturar ese perfil terroso y amaderado que a menudo se encuentra en las variedades clásicas. Nos complace afirmar que logramos todos estos objetivos: nuestra Master Kush lo tiene todo.
En primer lugar, tuvimos que reunir el equipamiento y preparar la sala. Este informe de cultivo se llevó a cabo en una gran cámara de cultivo provista de una lámpara HPS Green Power Philips de 1000 W a una altura fija de 300 cm sobre el terreno. El flujo de aire en el interior de la cámara se mantuvo constante gracias a los grandes ventiladores colocados en todo el recinto. El aire extraído seguía un proceso de filtrado para eliminar los olores, empleando para ello un ventilador en línea conectado a un filtro de carbono.
Resulta fundamental controlar las condiciones ambientales. La capacidad del cultivador para mantener unos niveles constantes de temperatura y humedad repercutirá directamente en el rendimiento final. A lo largo de este cultivo, las temperaturas se mantuvieron en 23°C con las luces encendidas y en 21°C con las luces apagadas. La humedad varió ligeramente, alcanzando su máximo durante la fase de germinación y plántula.
Germinación y plántula
Para comenzar el ciclo de cultivo, tomamos una pequeña cantidad de agua con un pH de 6,2 y empapamos dos servilletas de papel de cocina, las cuales colocamos en platos separados. Depositamos las semillas de Master Kush Feminizadas en las servilletas de papel humedecidas, y acercamos los dos platos, creando así un entorno oscuro ideal para la germinación. Al cabo de unas 36 horas, pudimos observar cómo emergía de las semillas una raíz pivotante.
A continuación, trasladamos las semillas a la tierra BAC Lava Mix Soil para generar la raíz primaria. Nuestra Master Kush permaneció en el pequeño contenedor durante unos pocos días, tras los cuales las raíces asomaron por el fondo. A continuación, trasplantamos la planta a un recipiente de 1 litro. Hecho esto, añadimos 100 ml de agua con un pH controlado alrededor de la base del tallo.
Los niveles de humedad suelen ajustarse a su nivel máximo en todo el periodo durante la fase de germinación y plántula. En nuestra zona de cultivo, la humedad se fijó en un 65% durante esta etapa vital. Nuestra Master Kush Feminizada estaba sometida a un horario lumínico que consistía en 18 horas de encendido y 6 horas de apagado, el cual se aplicó sin cambios hasta la etapa de floración.
La prevención de las plagas en el jardín es importante para lograr un mayor rendimiento y mejorar la salud de las plantas. Actuando de forma proactiva, liberamos el insecto beneficioso Hypoaspis miles en nuestro contenedor. Este depredador busca y devora las pupas de mosquito de los hongos o trips que se encuentren en las inmediaciones de nuestra Master Kush.
Etapa vegetativa
Llegamos a la segunda semana, durante la cual regamos nuestra Master Kush con 100 ml de agua que aplicamos alrededor de la base del tallo. La planta ya emergía 3,5 cm por encima de la tierra. El sistema radicular era joven y aún se estaba desarrollando, y añadir demasiada agua puede atrofiar el crecimiento.
A mediados de la semana observamos un signo muy alentador: las raíces comenzaron a sobresalir por el fondo de la maceta. Esto indicaba un fuerte crecimiento bajo tierra, y decidimos trasplantarla a un tiesto de 3 litros.
Con el fin de fortalecer los tallos, aplicamos una ligera brisa a la joven planta y la giramos 1/4 de vuelta cada día. A medida que el crecimiento apical se reorienta según la posición de la luz, las paredes celulares se fortalecen.
La tercera semana marcó algunas «primicias» en el recorrido vital de nuestra Master Kush feminizada. Una de estas novedades fue la incorporación de nutrientes Bio Grow al agua. Una vez agregados, comprobamos el pH de la solución para confirmar que se encontraba en el objetivo de 6,2 que nos habíamos fijado. A continuación, examinamos la CE de nuestra solución de riego, la cual marcó 1,5.
El volumen de solución administrado se mantuvo constante en todo momento. La Master Kush recibía diariamente 100 ml de agua en torno a la base del tallo. Para controlar las posibles larvas de trips, colgamos bolsitas de Amblyseius cucumeris en una rama inferior de la planta. Al mismo tiempo, se colocaron bolsitas de Amblyseius californicus para combatir los inoportunos ácaros de dos manchas.
Una vez más, nuestra Master Kush había duplicado su tamaño de una semana a otra y, al comienzo de la cuarta, la planta ya estaba a 15 cm del suelo. Aunque el crecimiento vertical era rápido, el espacio nodal seguía siendo escaso. Al observarla detenidamente, sus grandes hojas en abanico proyectaban sombras sobre el suelo.
Entre los cambios realizados en el jardín esta semana se incluyen un lavado de un día, la inclusión de más Hypoaspis miles y un trasplante. Se colocaron en la planta las bolsitas que contenían nuestros insectos beneficiosos después de trasplantarla al macetero final de 5 litros.
Antes de proceder al trasplante, lavamos el tiesto de 3 litros con 500 ml de agua pura a un pH de 6,2. Esta práctica elimina las acumulaciones de sal en la tierra y en los microporos. Este procedimiento se llevó a cabo el primer día de la semana, y volvimos a la solución de agua y nutrientes con una CE de 1,6 durante los días restantes, siempre con ese volumen de 100 ml al día.
En la quinta semana modificamos el nivel de humedad, bajándolo del 65% al 60%. En esta etapa observamos que, al haber muchas hojas grandes muy próximas, algunas superpuestas, podía ser beneficiosa una ligera defoliación. Pero como hicimos un excelente trabajo a la hora de reducir la humedad en la zona de cultivo y mantener el aire en movimiento a través de la copa, consideramos que la defoliación todavía no era necesaria.
Nuestra Master Kush Feminizada crecía rápidamente, por lo que aumentamos el volumen de riego a 200 ml, a fin de favorecer la expansión de la zona radicular y la transpiración de las hojas. Aumentamos ligeramente la CE de la solución a 1,7. Teniendo en cuenta el tamaño completo de nuestra Master Kush y el número de nudos, tomamos la decisión de comenzar el ciclo de floración una vez concluida la semana.
Etapa de floración
La sexta semana supuso el inicio del ciclo de floración, que arrancó al cambiar el horario lumínico. Aunque esta variedad está feminizada (lo que significa que sólo genera hembras), sigue siendo una planta de fotoperiodo, y para activar la floración se fijó un horario lumínico de 12/12.
Reemplazamos los nutrientes de crecimiento por los de floración y aumentamos la CE de la solución de riego a 1,8. Nuestra Master Kush bebía con rapidez y, para ayudarla, aumentamos el volumen de la solución de riego a 400 ml en cada toma.
El estiramiento fue mínimo en la séptima semana. La Master Kush pasó de 34 cm en la anterior a 46 cm en la presente. La morfología cambió ligeramente, con una diferencia notable en el espaciado cercano al tallo principal. La planta empezó a abrirse un poco gracias a este crecimiento adicional. Eso favorece que llegue más luz a las ramas inferiores y a los puntos donde se forman los cogollos.
Aumentamos el volumen de la solución a 500 ml, pero este fue el único cambio de procedimiento o ambiental realizado en esta semana. Siguiendo con nuestra gestión integrada de plagas, soltamos otra ronda de Amblyseius cucumeris y Amblyseius californicus para combatir las larvas de trips y las arañas rojas de dos manchas.
La octava semana comenzó con un día de lavado, en el que regamos nuestra planta con 1500 ml de agua corriente para eliminar cualquier acumulación de nutrientes salinos en la tierra. A partir de entonces, la alimentamos regularmente con nutrientes para la floración. El crecimiento continuó a un ritmo constante, alcanzando los 62 cm.
Como ya hemos mencionado, la Master Kush es una planta compacta y tupida. Ahora que nos acercamos a la época donde empiezan a formarse los cogollos, queríamos eliminar cualquier microclima dentro de la copa. La humedad y el calor atrapados en unas hojas apretadas y con transpiración pueden favorecer la putrefacción de los cogollos.
Disponíamos de una buena circulación de aire dentro del espacio del jardín, pero consideramos necesario defoliar en este punto. Eliminamos las hojas grandes en forma de abanico principalmente en la zona central, donde las ramas laterales se habían concentrado. Esto también permitió que llegara más luz a los cogollos inferiores, donde comenzaban a aparecer nuevos estigmas.
En la novena semana, el estiramiento durante la transición empezaba a ser más lento. No se observaba el mismo crecimiento vertical anterior. Sin embargo, la planta empezó a formar cogollos en cada una de sus puntas y nudos.
Dos aspectos importantes a destacar de esta semana fueron la reducción de la humedad del 60% al 58% y el aumento del volumen de la solución de alimentación a 600 ml, ya que al bajar la humedad aumentó el consumo de agua y tuvimos que reajustarla.
La décima semana comenzó con un día de lavado de la tierra mediante el aporte de 600 ml de agua pura, con un pH de 6,2. El color de las hojas de nuestra Master Kush era de un saludable verde esmeralda, sin signos de quemaduras en las puntas. Esto indicaba que los niveles de alimentación eran los adecuados.
El crecimiento renovado de la Master Kush feminizada tuvo como consecuencia el restablecimiento de las zonas que habíamos defoliado unas semanas antes. Volvía a tener un aspecto tupido, y tomamos la decisión de reducir la humedad del jardín al 52%.
En la undécima semana aumentamos el volumen de la solución de riego a 650 ml. La CE de la misma se mantuvo constante en 1,8. La altura vertical sólo aumentó 1 cm, pero el crecimiento de los cogollos empezó a acelerarse. Los pequeños ovillos eran ahora cogollos considerables, y la cobertura de tricomas aumentaba visiblemente a diario.
Habían pasado dos semanas desde nuestro último lavado de la tierra mediante el suministro de agua pura. Comenzamos la duodécima semana llevando a cabo esta operación para eliminar las acumulaciones de nutrientes salinos. Durante el resto de la semana, le suministramos a nuestra Master Kush nutrientes completos.
En esta etapa del proceso, vigilar la maduración es esencial para que el cultivador sepa cuándo debe comenzar el lavado final de la tierra. Inspeccionamos el color de los estigmas, la hinchazón de las brácteas y el color de la cabeza de los tricomas, y todos los signos indicaban que todavía faltaban más de dos semanas para alcanzar el punto máximo de maduración.
La decimotercera semana transcurrió sin incidentes en lo que respecta a las exigencias de la planta. La Master Kush ofrecía un aspecto estupendo en cuanto a color, tamaño, densidad de cogollos y cobertura de tricomas. Su cultivo fue sencillo, y estábamos ansiosos por recoger la cosecha.
Empezamos la decimocuarta semana inspeccionando las zonas mencionadas anteriormente. La mayoría de los estigmas se habían replegado hacia las brácteas, que ahora estaban regordetas y parecían hinchadas. Para determinar la franja óptima para la cosecha, debemos tener en cuenta sobre todo el color de las cabezas de los tricomas de las flores.
Los tricomas cubrían las flores, y muchas de las hojas brotaban de los cogollos. Al observarlos, apreciamos que la mayoría eran lechosos, con unas pocas cabezas de color ámbar que empezaban a formarse. Nuestra Master Kush se estaba acercando a la cosecha, y tomamos la decisión de suspender los nutrientes de floración y sólo alimentar la planta con 1500 ml de agua pura cada día, a modo de lavado final.
Llegó la decimoquinta semana y el día que habíamos estado esperando. Decidimos dejar que nuestra Master Kush feminizada terminara su semana, lo que nos dio más tiempo para limpiar la tierra de cualquier acumulación de nutrientes. Normalmente, las plantas empiezan a marchitarse durante esta etapa, pero nuestra Master Kush estaba vigorosa y bien alimentada. No observamos el típico decoloramiento.
A pesar de ello, tomamos la decisión de cortarla cuando observamos una proporción de color de los tricomas de un 10% claro, un 80% lechoso y un 10% ámbar.
Cosecha
Nuestra Master Kush feminizada era una planta sana con una biomasa decente. Queríamos eliminar una parte de ella antes de colocarla en la sala de secado. Las hojas más grandes, denominadas hojas de sol o de abanico, se retiraron antes del secado. Las hojas más pequeñas, con cobertura de tricomas, se dejaron en la planta para elaborar posteriormente comestibles o para producir hachís de burbujas.
A continuación, agarramos unas buenas tijeras de podar y cortamos el tallo de la Master Kush por la base, cerca del suelo. La planta cosechada se trasladó a nuestra zona de secado, donde se colgó boca abajo.
En la sala de secado corría una ligera pero constante brisa procedente del sistema de ventilación, que hacía circular el aire por la zona. Evitamos que el ventilador soplara directamente sobre la planta en proceso de secado, ya que esto puede acelerar el proceso en exceso.
Las condiciones ambientales presentes en la sala de secado resultan esenciales, al igual que ocurre durante el cultivo. A diferencia de este último, no se añadió iluminación en ningún momento del ciclo de secado. Nuestra Master Kush permaneció en una zona oscura y con control ambiental. La temperatura se mantuvo a 15,5°C, y la humedad se equilibró al 60%.
Al cabo de 12 días, doblamos los tallos para comprobar su nivel de humedad. Se doblaron y no se rompieron, así que decidimos esperar unos días más. En el día 17, los tallos de la Master Kush Feminizada emitieron un chasquido al doblarlos, así que nos pusimos los guantes y nos preparamos para recortarlos.
Antes de introducir los cogollos en los tarros de curado, recortamos todo el exceso de material foliar de los mismos. Este recorte presentaba una gruesa cobertura de tricomas, así que lo recogimos y lo dejamos a un lado para utilizarlo más tarde. Nuestros cogollos parecían ligeramente secos por fuera, pero al pellizcarlos con los dedos, era evidente que aún conservaban algo de humedad en el interior.
Una vez colocados los cogollos en los tarros para su curación, la humedad interna se desprende lentamente del centro del cogollo, lo que rehidrata la parte externa. Por eso, es importante hacer eructar los tarros todos los días. Durante la primera semana, realizamos este procedimiento durante 30 minutos al día quitando la tapa para liberar la humedad atrapada.
Los aromas que emanaban de los tarros de curado eran más intensos cada vez que los abríamos. Una vez que la humedad de los cogollos de nuestra Master Kush alcanzó el equilibrio, mantuvimos los tarros cerrados y los almacenamos en una habitación oscura y fresca durante otras cuatro semanas.
Como nos esforzamos por conocer todo lo posible sobre las plantas que producimos, enviamos una muestra de nuestra Master Kush a un laboratorio para que la analizaran. Allí se realizaron pruebas para identificar los cannabinoides presentes y sus niveles, así como el perfil de terpenos. Los resultados del laboratorio revelaron que el contenido total de THC de nuestra Master Kush Feminizada era de un impresionante 24,26%.
Perfil de terpenos
Nuestra Master Kush ofrecía una presencia aromática que exigía atención. Los aficionados al charas se sentirán como en casa respirando este maravilloso aroma. El informe de laboratorio indicó que los tres terpenos más importantes eran el cariofileno, el limoneno y el mirceno.
El perfil aromático de nuestra Master Kush desprendía una suave tonalidad terrosa, con notas a sándalo exótico. Esta combinación se completaba con una envoltura de matices florales dulces. Este perfil también se trasladó al sabor. Nos quedamos con un regusto persistente y agradable en la boca después de probar las extraordinarias flores que habíamos cultivado.
Los efectos de la Master Kush resultaron maravillosamente relajantes, y la encontramos ideal para después de terminar de trabajar en el jardín. Cuando llegaba la hora de descansar, pero aún queríamos estar despejados para terminar algunas tareas, lo primero que buscábamos era el frasco de Master Kush.
El resultado
Como jardineros que disfrutan de un hachís clásico, nuestra Master Kush nos hizo muy felices. No sólo el perfil general recordaba al del charas frotado a mano, sino que las hojas estaban cubiertas de miles de cabezas de tricomas que podemos utilizar posteriormente para elaborar hachís. No sólo teníamos hermosas flores, sino también material extra para maximizar el rendimiento de la planta.
A lo largo del ciclo de cultivo, nuestra Master Kush Feminizada se mantuvo compacta, con ramas gruesas que no necesitaban ningún soporte adicional. Saber que iba a ser una hembra antes de empezar nos ayudó a planificar cuántas plantas podían entrar en nuestra pequeña área de cultivo. ¡Cultivarla fue un juego de niños, por lo que es una variedad ideal tanto para cultivadores principiantes como experimentados!
Después de haber secado y curado las flores, las pesamos para determinar el rendimiento total. En este cultivo, cosechamos 102 gramos de una planta de 79 cm, y el nivel total de THC fue del 24,62%.
Las semillas de Master Kush están disponibles en variedades regulares, feminizadas y autoflorecientes. Nos divertimos tanto cultivándola que quizá probemos otra versión a continuación. ¿Cuál ha sido tu experiencia con la Master Kush?
¿Alguna vez has tenido la oportunidad de cultivar una Master Kush? Cuéntanos en la sección de comentarios qué opinas de esta variedad tan excepcional. Si este informe de cultivo te ha servido de inspiración, ¡asegúrate de visitar el resto de diarios de cultivo de nuestro blog!
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