Un subidón de marihuana puede tener muchos efectos, tanto psicológica como físicamente. Muchos consumidores de cannabis afirman que este puede mejorar su vida sexual. Pero habitualmente infravaloramos de cuántas maneras un subidón de cannabis puede enriquecer positivamente las experiencias sexuales.
¿Cómo puede una subida producida por la marihuana mejorar el sexo–si se utiliza con habilidad y conocimientos en circunstancias favorables? Mi respuesta es breve: de muchas más formas de las que suelen mencionarse. La marihuana y el sexo funcionan bien juntos.
«Si se quisiera representar el conjunto gráficamente, cada episodio, con su clímax, se necesitaría un modelo tridimensional, o, más bien, ningún modelo: cada experiencia es irrepetible. Lo que hace que el acto sexual y la lectura se parezcan es que dentro de ambos se abren tiempos y espacios, a diferencia del tiempo y del espacio cuantificables».
Italo Calvino (1923-1985), Si una noche de invierno un viajero
Incluso los expertos subestiman el amplio espectro de efectos psicológicos de una subida de marihuana. A este espectro lo llamo el «efecto bouquet» psicológico de la subida. Una subida puede afectar a toda una gama de funciones cognitivas y fisiológicas: desde la memoria episódica, la atención y el reconocimiento de patrones hasta la alteración de nuestro sentido del tiempo, la percepción de nuestro cuerpo, la imaginación, el pensamiento creativo, y la comprensión empática.
Cada una de estas funciones puede desempeñar un papel vital a la hora de enriquecer las citas sexuales. A continuación, os presento un breve estudio sobre las muchas formas en que estos efectos pueden mejorar el sexo.
La subida de la marihuana, un efecto bouquet sensual
La marihuana se ha utilizado desde hace miles de años para múltiples fines, y son muchas las culturas y subculturas de todo el mundo que han estudiado su valor para el sexo a lo largo de la historia. En la región del norte de la cordillera Himalaya y de la India, la marihuana se ha utilizado desde tiempos prehistóricos en el chamanismo.
En algunos linajes de la tradición tántrica, la marihuana se utilizaba para inducir un estado meditativo, para traer la mente de vuelta al «aquí-y-ahora» del momento presente, y para alcanzar finalmente un estado de iluminación a través de las prácticas sexuales. Estos antiguos usos de la marihuana superan en mucho nuestra comprensión occidental actual tanto del potencial de la experiencia sexual en sí, como del potencial de una subida de la marihuana para mejorar esta experiencia.
Pero incluso sin este conocimiento tántrico, incontables consumidores contemporáneos de marihuana han redescubierto distintos usos de la subida de la marihuana para mejorar su vida sexual. Cuando se está bajo los efectos psicoactivos de la marihuana la atención se centra en el aquí y el ahora y nos relajamos. Nos olvidamos de una pelea verbal previa con nuestra pareja, de un examen que tenemos al día siguiente. En este espacio, nos concentramos en nuestro propio cuerpo y en el de nuestra pareja, sus necesidades, anhelos y deseos.
El cuerpo tiende a centrar la atención. Las sensaciones corporales se intensifican y se experimentan con más intensidad; el roce de los labios al besarse, los olores, las caricias, todo parece más intenso, pero también se percibe con mucho más detalle.
Es como si te hubieras separado del pasado y del futuro, flotando. Parece que el tiempo pasa más lentamente durante una subida. Como remarcó una vez Carl Sagan, esta desaceleración de la percepción del tiempo conduce a una sensación prolongada del orgasmo, y, yo añadiría, a una sensación prolongada de toda la experiencia de hacer el amor.
Todos los efectos mencionados hasta son de otros autores que han tratado el tema de los efectos positivos de la subida en el sexo, pero estos son sólo el principio. En un cuento de la colección de cuentos árabes Las Mil y Una Noches se describe una de las mejoras más importantes producidas durante una subida que, sin embargo, suele ignorarse. Un fumador habitual de marihuana, «tiene un viaje» tras consumir una gran cantidad de hachís y vuelve en sí en un baño público:
«Abrió los ojos y se encontró tendido en el borde del depósito de agua fría, entre una multitud de personas que se reían de él porque le picaba algo y la túnica se le había caído de la cintura. Entonces supo que todo eso no era más que una confusión producida por los sueños y una ilusión del hachís (…)»
Durante una subida fuerte después de consumir una dosis tan grande, los usuarios de marihuana han descrito, con frecuencia, que «tienen viajes visuales». Pero incluso con dosis moderadas, las habilidades imaginativas pueden potenciarse. La imaginación juega un papel crucial en el sexo, pero cuando se trata el tema de la marihuana y el sexo, los analistas olvidan mencionar esta mejora experimentada durante una subida.
Además, un sinfín de consumidores de marihuana han descrito un aumento de su capacidad para reconocer patrones durante una subida. Descubren un patrón fijo en su propia forma de caminar, o una predisposición para el comportamiento defensivo en un oponente de una partida de ajedrez. Cuando se practica el sexo durante una subida, reconocer mejor los patrones puede ser útil de muchas maneras.
Puede ayudarte a reconocer mejor un estado de ánimo en el lenguaje corporal de tu pareja, o a darte cuenta de que has estado llevando una rutina sexual aburrida durante un tiempo con tu pareja, que luego te facilita ir más allá de la rutina.
Muchos consumidores han descrito que se vuelven demasiado introspectivos durante las relaciones sexuales, lo que, sin duda, no ayuda con la experiencia. Parece que la dosis, las habilidades, el humor, la actitud, y el contexto juegan un papel crucial aquí.
Sin embargo, para muchos otros, la subida no sólo genera fuertes sentimientos de intimidad, sino que conduce a una comprensión verdaderamente empática y más profunda del carácter del otro, de sus necesidades y deseos, en base a varios patrones en el lenguaje corporal de la pareja, en el tono en que se habla, o en los gestos faciales. Esta mejora de la comprensión empática es fundamental para el sexo, que es como una danza, una forma de comunicación que necesita, constantemente, seguir explorando y descubriendo cosas fascinantes en común.
Lo que nos lleva a uno de los efectos más fundamentales de la subida, la mejora de la creatividad. Los amantes bajo los efectos psicoactivos o subida suelen romper con las rutinas y se vuelven creativos durante las relaciones sexuales. Además, la subida puede proporcionar un efecto ansiolítico, que ayuda a superar las inhibiciones morales y de otro tipo. Este puede ser un factor importante para que fluya de verdad la energía sexual.
Como Jim Morrison dijo en una ocasión:
«El sexo está lleno de mentiras. El cuerpo intenta contar la verdad. Pero, por lo general, está demasiado castigado por las reglas que hay que seguir, y limitado por los pretextos así que casi no se puede mover. Nos paralizamos nosotros mismos con mentiras».
En resumen, entonces, hay todo un bouquet de efectos durante una subida que pueden resultar de profunda utilidad para mejorar las relaciones sexuales. Durante el acto sexual, experimentas la riqueza y singularidad de varios estados alterados de la conciencia que culminan en un orgasmo. Mezcla estas alteraciones cargadas emocional e intelectualmente para que den un nuevo significado a la experiencia.
El efecto séquito de la marihuana en el sexo
¿Hay otras formas fisiológicas, más directas en las que la marihuana pueda funcionar como un afrodisíaco? Y, en cuanto a los métodos de consumo: ¿Puede tener efectos cuando se aplica tópicamente o se consume por vía oral? Si es así, ¿los efectos son distintos? A pesar de que se dispone de una gran cantidad de evidencias anecdóticas de los efectos afrodisíacos de la marihuana, todavía no hemos empezado realmente a investigar la eficacia de la aplicación por vía tópica.
Si queremos comprender mejor lo mucho que la marihuana puede hacer por el sexo, también tenemos que investigar más a fondo su efecto séquito. La marihuana expresa más de 100 cannabinoides, unos 150 terpenos y algunos flavonoides, que de forma sinérgica interactúan y generan diferentes subidas a través de un «efecto séquito».
El singular «efecto bouquet» de la marihuana, descrito anteriormente, varía de manera significativa según cada variedad de marihuana y depende de su composición única. Los consumidores tendrán que averiguar qué variedad les funciona mejor. Mientras tanto, algunos criadores se esfuerzan por crear variedades específicas de «maría para el sexo».
Quién sabe, puede que algunos herbolarios tántricos crearan las variedades más increíbles para el sexo hace más de mil años y aún no hemos descubierto. Sin embargo, una cosa es segura. Nos queda un largo y placentero viaje por delante, un viaje que comenzó hace miles de años.
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