Aloha OG Feminizada (Research)

Aloha OG Feminizada (Research)

Te describimos nuestro cultivo de una Aloha OG Feminizada, una índica al 70% producto del cruce entre una Girl Scout Cookies y una Face-Off OG. Esta planta alcanzó una altura sorprendente para ser una índica, y los resultados fueron realmente impresionantes, con una de las mayores colas que hemos visto nunca. Si tienes espacio suficiente, te encantará.

Periodo total de cultivo: 97 días

Etapa de floración: 63 días

Altura final: 137 cm

Rendimiento final: 121 gramos

Contenido en THC: 20.4%

Con objeto de proporcionarle el mejor hábitat a nuestra semilla de Aloha OG Feminizada, la cultivamos bajo una lámpara HPS Phillips GreenPower de 1.000 W, en un horario de 18/6 horas. Debajo colocamos la semilla en una maceta de plástico de 8 litros rellena con BAC Lava Mix y cubierta con una fina capa de lana de roca. El espacio de cultivo se mantuvo a una temperatura constante de 23°C durante las horas “diurnas” y de 21°C durante las “nocturnas”, con una humedad relativa del 65% durante la etapa vegetativa.

Germinación y plántula

Comenzamos la aventura de cultivar nuestra Aloha OG, así que el primer paso consistió en germinar la semilla, un proceso que en el caso de la marihuana es increíblemente fácil. Para ello, recurrimos al clásico sistema de la toallita de papel. Basta con colocar una toalla de papel ligeramente humedecida en un plato y esparcir las semillas sobre ella procurando dejar unos centímetros de distancia. A continuación, cúbrelas con otra servilleta de papel húmeda, colócalo todo dentro de una bolsa de plástico abierta y espera unas 24-36 horas.

La semilla se abrió al cabo de un día, dejando al descubierto la raíz primaria. En cuanto estuvo lista, la plantamos (con la raíz hacia abajo) en un cubo de lana de roca y la pusimos bajo una lámpara de 600 W. Hay que tener en cuenta que las plántulas son muy delicadas y un exceso de luz, calor o agua puede dañarlas de forma permanente. A los tres días, regamos la plántula por primera vez, aplicando alrededor de la base 100 ml de agua con un pH equilibrado (pH 6,2; CE 0,8) mezclada con una pequeña cantidad de hormona de enraizamiento.

Al término de la primera semana pudimos afirmar que nuestra planta había empezado con buen pie y ya medía 6,5 cm de altura. Aún no había desarrollado hojas verdaderas, pero los cotiledones eran gruesos y de un saludable color verde oscuro. Había llegado el momento de trasladar nuestra Aloha OG a su nuevo hogar: una maceta de plástico de 8 litros, la cual colocamos bajo una lámpara de 1000 W.

Etapa vegetativa

Durante la segunda semana, la planta creció de forma constante y alcanzó los 10,5 cm de altura. Empezamos a regarla diariamente con 200 ml de agua (pH 6,0; CE 1,4) mezclada con nutrientes líquidos Bio Grow. Al finalizar la semana ya había desarrollado su primer conjunto de hojas verdaderas, y otro más estaba brotando. Estas hojas estaban un poco arrugadas y tenían un aspecto algo deformado, pero es algo que puede ocurrir en ocasiones y no es motivo de preocupación, pues normalmente se soluciona por sí solo en las semanas posteriores.

Al final de la tercera semana, nuestra pequeña dama había duplicado sobradamente su altura hasta alcanzar los 22 cm. Con el fin de mantener este crecimiento explosivo, duplicamos la cantidad de agua que aportábamos, fijándola en 400 ml diarios. A la planta le salieron varias hojas nuevas y la ligera deformación de las hojas iniciales fue desapareciendo poco a poco.

Durante esta semana también colgamos pequeñas bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii de las ramas inferiores de la planta. Estos saquitos blancos están repletos de pequeños ácaros depredadores que prosperan en las plantas de marihuana sin causar ningún daño. Por el contrario, estos bichos cazan parásitos como arañas rojas y trips que pueden destruir hasta la planta más sana. Las bolsitas se sustituyen cada cuatro semanas para garantizar un suministro constante.

En la cuarta semana se produjo un enorme estirón, y nuestra adorable chica duplicó con creces su tamaño, alcanzando así los 52 cm de altura. Como sabíamos lo mucho que le gusta a esta variedad estirarse durante la etapa de floración (puede doblar fácilmente su altura), teníamos claro que había llegado la última semana vegetativa de la planta. Una vez más, duplicamos la cantidad de agua que aportábamos, fijándola en 800 ml diarios. Por último, rebajamos la humedad al 60%.

Etapa de floración

Llegamos a la quinta semana de cultivo de nuestra Aloha OG y todo iba de maravilla. Durante el transcurso de esta semana, la planta experimentó un crecimiento vertical espectacular, llegando a los 74 cm y produciendo varios grupos de hojas nuevas. A estas alturas, la deformación de las primeras hojas había desaparecido por completo y todas las hojas nuevas estaban completamente sanas.

A comienzos de la semana entramos en la etapa de floración. Para ello, simplemente modificamos la iluminación a un programa de 12 horas de encendido y 12 horas de apagado y sustituimos los nutrientes líquidos por Bio Flower. Empezamos a regar con 1.000 ml (pH 6,0; CE 1,8) todos los días.

En la sexta semana se produjo otro crecimiento espectacular, elevando la altura de nuestra belleza floreciente hasta alcanzar los 92 cm. Al final de la semana observamos los brotes de pistilos blancos en la parte superior de las ramas y en los nudos interiores, lo que indicaba que la etapa de floración estaba a punto de comenzar. En ese momento, la planta estaba cubierta de una vegetación exuberante, con hojas delgadas y enjutas que crecían por todas partes. En este punto, aumentamos el agua a 1.500 ml al día, una cifra que no cambiaría durante el resto del cultivo.

Al llegar la séptima semana, nuestra Aloha OG registró el segundo mayor estirón de todo el ciclo, ascendiendo otros 25 cm hasta alcanzar una nueva altura de 117 cm. El tallo principal había crecido muy por encima del resto de la copa, imprimiendo a la planta la forma de árbol de Navidad tan común en muchas índicas. Los pistilos crecían exponencialmente y las flores brotaban por doquier.

A partir de la octava semana, el crecimiento vertical se fue desacelerando y, al final de la semana, nuestra planta medía 127 cm. El tallo principal se estaba empezando a caer ligeramente, por lo que necesitaría un refuerzo durante el resto del cultivo. Asimismo, las ramas laterales se extendían bien y los cogollos se iban desarrollando.

En la novena semana apenas hubo crecimiento vertical, pues nuestra dama alcanzó una altura de 130 cm. A decir verdad, fue una buena noticia, ya que la cosa se nos estaba empezando a ir un poco de las manos. Las flores crecían a buen ritmo día tras día, aunque seguían careciendo de una densidad significativa.

Nuestra planta creció otros 3 cm en la décima semana, alcanzando una altura de 133 cm, y disminuimos la humedad al 55%. Las ramas laterales empezaban a doblarse ligeramente bajo el peso de los cogollos, que crecían rápidamente y se hacían notoriamente más grandes cada día que pasaba.

Llegamos a la undécima semana y nuestra Aloha OG alcanzó por fin su altura máxima, 137 cm. En ese momento, cada una de las zonas de floración contenía un cogollo grande y denso. La cola principal estaba adquiriendo unas dimensiones formidables y algunos pistilos iban tomando poco a poco un color anaranjado. La cosecha estaba a la vuelta de la esquina, solo nos quedaban un par de semanas.

Los cogollos aumentaron todavía más su densidad en la duodécima semana, hasta el punto de adquirir una dureza extraordinaria al tacto. El olor que desprendía la planta era una mezcla inconfundible de almizcle terroso con un toque a bayas dulces. Si se cultiva en interior, es importante adoptar medidas preventivas para controlar el olor. A estas alturas, el número de pistilos que cambiaban de color iba en aumento y la cosecha estaba a la vuelta de la esquina.

En la decimotercera semana dejamos madurar un poco la planta antes de la cosecha. La cola principal de este ejemplar era una de las más grandes que habíamos visto nunca y todos estábamos deseando prepararla para su gran debut.

Cosecha

Cosechar nuestra Aloha OG Feminizada fue relativamente sencillo. Primero, cortamos la planta por la base, recortamos todas las hojas en abanico y la dejamos colgada boca abajo en una sala climatizada (15,5°C; 50% de humedad) durante unas 2 semanas, hasta que las pequeñas ramas se secaron lo suficiente como para romperse al doblarlas.

Una vez que la planta estuvo lo suficientemente seca, nos pusimos a recortar los cogollos. En este caso la tarea fue algo más laboriosa, ya que las hojas largas y finas exigían un mayor cuidado que con otras variedades. Además, el gran tamaño de la cola y otros cogollos dificultó un poco el trabajo.

Finalizado el recorte, colocamos los cogollos en tarros de cristal y los dejamos abiertos durante las 24 horas posteriores. Una vez evaporada la mayor parte de la humedad restante, cerramos los tarros y los fuimos «eructando» varias veces al día en intervalos de una hora. Fuimos reduciendo gradualmente la frecuencia de los eructos a lo largo de las semanas siguientes, hasta hacerlo sólo una vez al día.

Al final, obtuvimos una cosecha impresionante: 121 gramos de flores secas con un contenido en THC del 20,4%.

Perfil de terpenos

Cuando nuestra Aloha OG Feminizada estuvo lista para su degustación, nos liamos un porro para experimentar su sabor. Lo primero que notamos fue las notas terrosas y almizcladas que se fundían en un inconfundible regusto skunk que escondía sutiles notas a fruta cremosa. El humo era increíblemente suave y nos dejó un sabor persistente en la boca.

Con respecto a los efectos, el 70% de linaje índica de esta variedad se manifiesta en todo su esplendor. Aunque el subidón empieza con un leve estímulo cerebral debido a la herencia sativa de la planta, da paso rápidamente a un subidón corporal profundamente relajante que disipa el estrés.

El resultado

El cultivo de la Aloha OG Feminizada fue un verdadero placer. Contemplar cómo los enormes cogollos crecían con el paso de los días fue muy gratificante, y obtener una hierba de tan alta calidad fue la guinda del pastel. Si dispones de suficiente espacio vertical, esta variedad es una gran elección. Los cultivadores con poco espacio también pueden cultivarla si tienen previsto usar técnicas como Screen of Green o Mainlining.

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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