Las semillas de Jack Herer Feminizadas formaban parte de nuestra lista de prioridades, así que durante este ciclo de cultivo documentamos todos los detalles y condiciones relevantes que nos permitieron obtener una buena cosecha. Cubrimos aspectos como la morfología, la duración de la etapa de floración y el perfil (incluyendo un análisis final de THC).
Etapa de floración: 70 días
Periodo total, de la semilla a la cosecha: 91 días
Rendimiento final: 80 gramos
Contenido en THC: 26.92%
Las semillas de Jack Herer Feminizadas (también disponibles en forma de semillas regulares) se crearon en honor a una leyenda de la historia del cannabis. Jack Herer es mundialmente conocido por ser un ferviente defensor de la marihuana y autor de «El emperador está desnudo«. En los años 80, Sensi Seeds creó la variedad conocida como Jack Herer combinando genéticas de una Haze, una Northern Lights #5 y una Shiva Skunk.
Las paredes de nuestro jardín interior eran blancas para que reflejasen y distribuyesen mejor la luz sobre las plantas. Hicimos circular el aire por el espacio de cultivo empleando varios ventiladores colocados estratégicamente por encima y por debajo del nivel del dosel, aumentando así el flujo y eliminando el aire estancado no deseado. A su vez, un ventilador integrado introducía aire en la zona de cultivo, haciéndolo pasar por un filtro de carbono para controlar los olores.
Utilizamos una lámpara Green Power Phillips HPS de 1000 W con un reflector. La luminaria se instaló en una posición fija a unos 300 cm por encima del suelo del cultivo. El sustrato de elección fue tierra BAC Lava Mix, enriquecida con nutrientes Bio Grow y Bio Flower a lo largo de las distintas etapas vitales de nuestra Jack Herer Feminizada.
Se vigilaron minuciosamente las condiciones ambientales durante todo el cultivo. Un entorno óptimo ayuda a obtener los mejores rendimientos posibles. Se mantuvo un control de la temperatura, fijada en 23°C durante el periodo de encendido de la iluminación y en 21°C cuando esta estaba apagada.
Durante el periodo vegetativo, la lámpara siguió un programa de iluminación diario donde se encendía 18 horas y se apagaba 6 horas. Para la etapa de floración, esta programación pasó a ser de 12/12 horas. Los niveles de humedad del cuarto de cultivo se mantuvieron estables en un 65% durante el periodo vegetativo y se redujeron lentamente durante la etapa de floración.
Germinación y plántula
Colocamos nuestras semillas de Jack Herer Feminizadas en cubos jiffy prehumedecidos, con el lado puntiagudo de la semilla hacia abajo. Al cabo de unos días pudimos observar cómo la cáscara de la semilla sobresalía por la parte superior de nuestro cubo jiffy, la cual se iba desprendiendo a medida que iba saliendo del orificio, dejando ver unos cotiledones de un color verde brillante, los cuales proporcionarían nutrientes a la joven planta durante aproximadamente una semana.
Dejamos la semilla de Jack Herer Feminizada en el pellet jiffy durante unos días, hasta que vimos que asomaban raíces por el fondo y las paredes laterales del mismo. Entonces llegó el momento de trasplantarla a un recipiente de 1 litro.
Etapa vegetativa
Comenzamos la primera semana trasplantando nuestra plántula de Jack Herer Feminizada. Cubrimos delicadamente las largas raíces que había desarrollado en el pellet jiffy, dejando el cotiledón justo por encima del nivel del suelo. A continuación, suministramos 100 ml de agua a la planta, ajustando el pH a un valor de 6,2 y aplicándola directamente en la base del tallo.
Una plaga dañina para las plantas puede arruinar en muy poco tiempo el arduo trabajo de un cultivador. A lo largo del ciclo de cultivo liberamos proactivamente insectos beneficiosos para reducir la probabilidad de que eso ocurriese. Estos depredadores cazan y se comen ciertos bichos indeseables. En esta ocasión colocamos una bolsa de Hypoaspis miles, que ayudó a controlar los mosquitos de los hongos y las pupas de los trips.
Al principio de la segunda semana observamos que las raíces asomaban por los orificios de drenaje de la parte inferior del recipiente. Esto nos indicaba que nuestra Jack Herer Feminizada gozaba de buena salud, y tomamos la decisión de trasplantarla a un tiesto más grande, de 5 litros, donde permanecería durante el resto del ciclo de cultivo. Seguimos aportándole 100 ml de agua, aplicándola alrededor de la base del tallo cuando era necesario.
Para favorecer el desarrollo de un tallo principal y unas ramas fuertes, sometimos a la plántula a una ligera brisa. Esto obliga a las paredes celulares a construir capas más robustas para soportar la fuerza del viento. Otra técnica que utilizamos para fortalecer nuestra Jack Herer Feminizada fue girarla 180 grados cada noche. Puesto que no todas las plantas se encontraban colocadas justo debajo de la lámpara, al girarlas las obligábamos a reajustar su posición, lo que también reforzaba sus paredes celulares.
La tercera semana registró un buen crecimiento vertical de nuestra Jack Herer Feminizada. Considerando la biomasa existente sobre el suelo, comprobamos que el sistema radicular se desarrollaba de forma simultánea. Añadíamos una solución nutritiva al agua cada vez que alimentábamos la planta. Combinamos los nutrientes Bio Grow con el agua, y comprobamos la CE y el pH antes de añadirlos a la tierra. La CE deseada era de 1,6, y el pH se mantuvo constante en 6,2.
En un empeño constante por mantener alejados a los bichos no deseados, liberamos dos especies adicionales de insectos beneficiosos. Colgamos bolsitas de Amblyseius cucumeris y Amblyseius californicus en la base de nuestra Jack Herer Feminizada. El primero es un depredador de larvas de trips, y el segundo es un cazador de la temida araña roja de dos manchas. Hasta ese momento no habíamos observado ninguna presión externa de plagas en el huerto, lo que significaba que nuestro programa de gestión integrada de plagas es correcto.
Etapa de floración
Como al principio de la cuarta semana nuestra planta alcanzaba ya los 19 cm de altura, decidimos cambiar el horario lumínico e iniciar el ciclo de floración. Para ello, modificamos el programa de iluminación a 12/12, proporcionando así a nuestra Jack Herer Feminizada la misma cantidad de luz y oscuridad al día. La planta presentaba una buena cantidad de ramas laterales, y cada una de ellas contaba con unas hojas grandes, anchas y verdes, las cuales se dedicaban a realizar la fotosíntesis de la luz para transformarla en azúcares esenciales para el crecimiento.
También lavamos la tierra con 1500 ml de agua pura. El objetivo era eliminar del suelo las sales acumuladas por la alimentación regular. Debido al gran volumen de agua, la mayor parte fluye a través del medio, lo que ayuda a eliminar las impurezas.
En ningún momento bajamos la guardia ante posibles invasiones de plagas, por lo que soltamos otro paquete de Hypoaspis miles para combatir los mosquitos de los hongos y las pupas de los trips. Sabemos que durante la etapa de floración temprana, también conocida como «período de estiramiento», nuestra Jack Herer Feminizada continuaría su crecimiento vertical antes de frenarse para centrarse en la biomasa.
En la quinta semana se produjo un crecimiento de 13 cm con respecto a la semana anterior y, ante el desarrollo creciente de las raíces, decidimos aumentar a 200 ml la cantidad de solución que suministrábamos a nuestra Jack Herer Feminizada. Ajustamos ligeramente la cantidad de nutrientes, y la CE final obtenida al final fue de 1,7.
Todavía no habíamos eliminado ninguna de las hojas grandes en abanico, pues preferíamos mantenerlas para aprovechar y convertir la intensidad luminosa en energía que favoreciera el crecimiento de la planta. Algunas de las ramas inferiores estaban orientando su crecimiento hacia el exterior para evitar la sombra de las hojas superiores. Al entrar en la fase de desarrollo de los cogollos, redujimos el nivel de humedad de la zona de cultivo a un 60% de HR.
En la sexta semana observamos un desarrollo prefloral inicial marcado por la formación de estigmas en la base de los nudos y en las puntas de las ramas. Las semillas de Jack Herer Feminizadas únicamente producen plantas hembras, lo que resulta beneficioso por muchas razones, entre ellas, la posibilidad de aprovechar al máximo el espacio del jardín, ya que no crecerán machos que identificar y eliminar. Sin duda, otra característica de calidad que ofrece esta variedad, pues facilita la tarea a los cultivadores principiantes.
Volvimos a regular el nivel de nutrientes de nuestra solución: esta vez la ajustamos para que su CE fuera de 1,8. A partir de ese momento y hasta el lavado final, cada toma se realizó con una CE de 1,8 y un pH de 6,2. También aumentamos el volumen de la solución a 350 ml al día.
En la séptima semana, siguiendo con nuestros procedimientos de gestión integral de plagas, liberamos más sobres de Amblyseius cucumeris para combatir posibles larvas de trips y de Amblyseius californicus para erradicar cualquier araña roja de dos manchas que pudiera estar al acecho en el huerto. Los sobres se colocaron en la base del tallo, permitiendo que los insectos patrullaran tanto por la tierra como por la propia planta.
En la octava semana se produjo el aumento de altura vertical intersemanal más significativo. Nuestra Jack Herer Feminizada ganó 20 cm con respecto a la anterior y medía ya 77 cm. La planta había duplicado con creces su altura desde el inicio de la etapa de floración, algo a tener en cuenta en espacios de cultivo de techos relativamente bajos.
Comenzamos la semana con un lavado de 1500 ml de agua pura, la cual se vertió sobre la superficie de la tierra, arrastrando consigo el exceso de nutrientes hasta depositarse en los recipientes de drenaje situados en la base. A continuación, reanudamos el riego con la solución de alimentación habitual durante el resto de la semana. Recuerda siempre que es esencial recoger y eliminar el agua procedente del lavado, no dejes que las raíces se asienten en el agua estancada de alta CE que se ha eliminado de la planta.
Una vez completado el procedimiento, desplegamos la última ronda de insectos beneficiosos y colgamos una bolsita más de Hypoaspis miles en las ramas inferiores.
El crecimiento vertical continuó en la novena semana, pero advertimos un cambio en la producción de cogollos. Nuestra Jack Herer Feminizada presentaba pequeños brotes de estigmas emergiendo de las brácteas en cada uno de los nudos y puntas de las ramas. La formación de tricomas también empezaba a materializarse en una generosa capa de cabezas relucientes en las flores y las hojas circundantes. Aumentamos el volumen de riego a 400 ml y redujimos la humedad ambiental al 58%.
La planta mostraba un saludable color verde oscuro en las hojas, las cuales presentaban unos dedos estrechos con bordes afilados y dentados, fieles a su origen genético predominantemente sativa. La cola apical había crecido por encima del resto del dosel, asimilando así toda la luz desde todos los ángulos, sin obstrucciones. Las ramas inferiores alcanzaban una altura uniforme y creaban un denso manto de flores en plena floración no mucho más abajo.
Comenzamos la décima semana lavando la tierra, ya que habían pasado varias semanas desde la última limpieza, y nuestro programa de alimentación había aumentado. Tras completar esa tarea el primer día de la semana, reanudamos nuestro programa regular de alimentación.
La Jack Herer Feminizada empezó a aumentar considerablemente su masa de cogollos. Los pequeños cogollos de la semana anterior crecían ahora unos dentro de otros, formando grandes colas, no sólo en el meristemo apical, sino en las puntas de las ramas, que se veían sobrecargadas por el peso. La cobertura de tricomas también aumentó drásticamente, y la planta empezó a emitir un aroma cítrico.
En la undécima semana aumentamos el volumen de alimentación a 500 ml al día. Nuestra Jack Herer Feminizada se acercaba al final, pero sabíamos que le quedaban todavía unas semanas si observábamos el desarrollo de las flores. Las brácteas habían empezado a hincharse y se apilaban sobre sí mismas. Sin embargo, esto sólo se manifestaba en las flores superiores, no en toda la planta.
Algunos estigmas habían empezado a ponerse marrones, lo que nos hizo comprobar la madurez de los tricomas. El objetivo es tener una mayoría de cabezas de tricomas lechosos, con algunas cabezas ámbar y transparentes en el momento de la cosecha. Vimos las cabezas lechosas y un número decente de cabezas transparentes, pero parecía que nuestra Jack Herer necesitaba más tiempo para madurar.
Al inicio de la duodécima semana inspeccionamos de nuevo las cabezas de los tricomas. Junto con las lechosas, apreciamos una proporción más ajustada de cabezas transparentes y ámbar. Nuestra Jack Herer Feminizada afrontaba sus dos últimas semanas, por lo que decidimos suprimir todos los nutrientes de la alimentación. A partir de ese momento, lavamos regularmente con agua pura para eliminar cualquier exceso de nutrientes en la tierra.
El proceso de lavado contribuye a obtener una flor de mejor sabor y más fácil de quemar. Muchos de los estigmas adquirieron un color naranja rojizo y se replegaron en las brácteas cubiertas de tricomas. Fue agradable ver lo bien que nuestra Jack Herer Feminizada mantenía su saludable color verde en todo el follaje y las flores.
La decimotercera semana fue la última para nuestra Jack Herer Feminizada. Había alcanzado los 95 cm. Toda la energía final se dedicó a la producción de flores, que ahora podíamos apreciar en toda su plenitud. El cuarto de cultivo desprendía un aroma maravilloso al entrar, y las flores brillaban bajo la potente iluminación.
Continuamos lavando la tierra durante esa semana con 1.500 ml de agua pura. No hubo un aumento de tamaño apreciable, pero el aroma se hizo más potente y, con toda probabilidad, la planta estaba poniendo su empeño final en aumentar los niveles de cannabinoides en las cabezas de los tricomas. Habían pasado 91 días desde que pusimos la semilla en la tierra, y ahora nuestra Jack Herer Feminizada estaba lista para ser cosechada.
Cosecha
Antes de cortar nuestra Jack Herer Feminizada retiramos las grandes hojas en abanico. Eliminar esta biomasa no deseada ayuda a eliminar la humedad extra. Vigilamos el mantenimiento de las condiciones ambientales para conseguir tiempos de secado adecuados y garantizar un buen sabor. Si los cogollos se conservan demasiado húmedos, puede aparecer moho durante el secado. Si se secan demasiado rápido, las flores sabrán a heno.
Cortamos la Jack Herer Feminizada por la base del tallo utilizando unas tijeras grandes. Luego la llevamos a nuestra zona de secado climatizada, con una humedad del 60% y una temperatura de 15,5ºC. Colgamos la planta entera, boca abajo, en el cuarto oscuro. Mantuvimos una ligera brisa alrededor de la planta, pero tuvimos cuidado de no soplar directamente sobre ella, ya que demasiado aire directo podría secarla antes de tiempo.
Al cabo de 18 días, nuestras flores estaban listas para ser recortadas y colocadas en tarros. Tomamos esta decisión al palpar los cogollos para calibrar su contenido de humedad. El exterior estaba ligeramente crujiente, pero el interior aún estaba húmedo, y los cogollos tenían un tacto esponjoso cuando se apretaban suavemente.
Eliminamos las hojas grandes antes del secado, por lo que apenas quedaron algunas puntas de hojas sobresaliendo de las flores. Esto hizo que recortar nuestra Jack Herer Feminizada fuera fácil y rápido. Las flores, una vez cortadas, se colocaron en frascos de cristal para curarlas, lo que ayudó a preservar los perfiles de cannabinoides y terpenos.
La última etapa consiste en llevar a cabo la curación, gracias a la cual trasladamos la humedad desde el centro del cogollo hacia el exterior, creando así una sequedad uniforme en todas las flores de marihuana. En las primeras 24 horas dejamos abiertas las tapaderas de los tarros para dejar salir la humedad acumulada en el interior de las flores. En las dos semanas siguientes hicimos eructar los tarros durante una hora varias veces al día. Y para finalizar, en las cuatro semanas posteriores, fuimos abriendo los tarros de cogollos de Jack Herer Feminizada durante media hora cada día.
El intenso aroma aumentaba cada vez que abríamos los tarros, lo cual es un indicio natural de que nuestra curación estaba siendo un éxito. Al cabo de cuatro semanas, las flores se trasladaron a la CVault, que mantiene una humedad ideal del 62%.
Nuestra Jack Herer Feminizada tenía un aspecto y un aroma espectaculares, así que guardamos un poco para nosotros antes de enviar una muestra a un laboratorio independiente para que analizara su perfil de cannabinoides. ¡Los resultados del laboratorio mostraron que nuestra Jack Herer Feminizada alcanzaba un porcentaje de THC del 26,92%!
Perfil de terpenos
El terpinoleno, el cariofileno y el mirceno son los terpenos dominantes en nuestra Jack Herer Feminizada. La abundancia de terpinoleno en su perfil de terpenos puede reconocerse por el aroma fresco y cítrico que llena el aire cada vez que abrimos los tarros. Tras esa fragancia se esconde un toque a pino fresco, que recuerda a un paseo por un frondoso bosque de pinos.
Tras la inhalación, la influencia del cariofileno se puede identificar por las ásperas notas a pimienta que se adhieren a la parte posterior de las papilas gustativas. El mirceno es un terpeno común en la marihuana, y en la Jack Herer Feminizada aporta el aroma terroso que une cítricos y especias.
El sabor de nuestra Jack Herer Feminizada presentaba un carácter más especiado y terroso que cítrico. Por encima de estos sabores predominaba un toque dulce con influencias florales y un refrescante regusto a pino. Equilibran el conjunto unos matices canela y especiados, un sabor complejo digno de representar el nombre de Jack Herer.
Los efectos de la Jack Herer Feminizada son inmediatos, ofreciendo un subidón relajante que empieza como colocón cerebral que se traslada progresivamente al cuerpo. Los pensamientos dejan de revolotear por la mente, aliviando el estrés y aumentando la concentración. Los efectos calmantes mentales pronto se extienden por el cuerpo, infundiendo una sensación de relajación de la cabeza a los pies.
El resultado
Nuestra Jack Herer Feminizada produjo un rendimiento excepcional en tan sólo 91 días, el tiempo transcurrido desde la semilla hasta la cosecha. La planta creció de forma natural, sin necesidad de técnicas de entrenamiento ni defoliación.
El programa de alimentación fue sencillo, tan solo se siguieron las recomendaciones básicas de dosificación, y la planta mostró un crecimiento vigoroso sin signos de exceso de nutrientes que quemaran las puntas de las hojas. Incluso el recorte fue rápido gracias a la elevada proporción bráctea/hoja.
En general, la Jack Herer Feminizada resultó ser una planta fácil de cultivar, por lo que no importa el nivel de experiencia, se puede confiar en la propia capacidad para plantar, cultivar y cosechar cogollos de alta calidad a partir de esta variedad. En total, cosechamos 80 gramos de flores secas, aromáticas y sabrosas, con un impresionante contenido de THC del 26,92%. ¡La Jack Herer Feminizada es una variedad de bajo mantenimiento y un complemento ideal para cualquier jardín!
Nos encantaría conocer tu opinión sobre este diario de cultivo, y si tienes experiencia cultivando la Jack Herer, cuéntanoslo en los comentarios de abajo. ¡Permanece atento a los próximos informes de cultivo! ¡Buena cosecha!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.