Etapa de floración: 56 días Periodo total, desde la semilla hasta la cosecha: 84 días Rendimiento final: 86 gramos Contenido en THC: 23,2% En este ciclo hemos cultivado una Purple Papaya Paradise Feminizada, conocida por sus aromas afrutados dulces y tropicales que recuerdan a un caramelo. Empleamos tierra BAC Lava,
Etapa de floración: 56 días
Periodo total, desde la semilla hasta la cosecha: 84 días
Rendimiento final: 86 gramos
Contenido en THC: 23,2%
En este ciclo hemos cultivado una Purple Papaya Paradise Feminizada, conocida por sus aromas afrutados dulces y tropicales que recuerdan a un caramelo. Empleamos tierra BAC Lava, nutrientes Bio Grow y Bio Bloom, y como fuente de luz optamos por una lámpara HPS Philips Green Power de 1.000 W para conseguir una cobertura lumínica óptima. Durante la etapa vegetativa programamos una iluminación estándar de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. En la transición a la etapa de floración, ajustamos el programa lumínico a 12 horas de encendido y 12 horas de apagado.
Mantuvimos constantes las temperaturas diurnas a 23°C y las nocturnas a 21°C. También gestionamos cuidadosamente los niveles de humedad, iniciando el ciclo con un 65%. Para garantizar una circulación óptima del aire dentro del dosel, colocamos estratégicamente ventiladores oscilantes con filtros de carbono y un extractor para generar una presión negativa. Los extractores sacaron el aire con eficacia, creando un leve vacío, mientras que los ventiladores de admisión inyectaban aire fresco, generando una presión negativa dentro del cultivo.
Germinación y plántula
Durante la semana inicial de cultivo hicimos brotar nuestra semilla de Purple Papaya Paradise Feminizada en un cubo de propagación. Cuando las raíces emergieron por los lados, transferimos la plántula de 4 cm a una maceta de 3 litros que contenía una mezcla de tierra BAC Lava. La planta exhibía unos cotiledones sanos, situados a 80 cm por debajo de la lámpara de cultivo, con dos hojas brillantes y redondeadas que daban paso al primer conjunto de hojas verdaderas.
No regamos hasta el tercer día para favorecer el asentamiento de las raíces. Cuando lo hicimos, ajustamos el pH del agua a 6,2, añadiéndole un estimulante de raíces para conseguir una conductividad eléctrica (CE) de 0,8. También introdujimos unos ácaros depredadores, unos ejemplares de Amblyseius cucumeris y Amblyseius californicus. Estos minúsculos glotones se dan un festín con las pupas de mosquito del hongo y de trips que puedan estar viviendo en el medio.
Etapa vegetativa
Al finalizar la segunda semana, nuestra Purple Papaya Paradise había crecido considerablemente, duplicando su tamaño y alcanzando nada menos que 21 centímetros. Al superar la fase inicial de cotiledón, la planta empezó a producir hojas de dedos anchos. Al final de la semana ya mostraba múltiples nudos con una distancia internodal corta, lo que ponía de manifiesto sus cualidades típicas de las índicas.
Al comienzo de la tercera semana ajustamos el régimen de riego, elevando el volumen de la solución a 200 ml por toma, concentrándolo principalmente en la base del tallo. Sorprendentemente, nuestra Purple Papaya Paradise ya alcanzaba una altura de 46 cm y presentaba tres nudos. Las hojas eran especialmente robustas y mostraban un tono verde oscuro brillante y esplendoroso.
Durante la cuarta semana observamos un crecimiento constante y vigoroso, lo que nos llevó a aumentar la concentración de nutrientes hasta alcanzar una CE de 1,7. Al mismo tiempo, aumentamos el volumen de la solución a 400 ml para dar cabida al sistema radicular en expansión. La altura siguió aumentando y el tallo principal apical parecía más robusto gracias a la brisa constante de los ventiladores oscilantes. Nuestra planta alcanzó una altura de 59 cm.
Etapa de floración
Al cumplirse la quinta semana, nuestra Purple Papaya Paradise medía 63 cm de alto. Ya tenía más de siete nudos, así que iniciamos la etapa de floración ajustando el horario lumínico a 12 horas de luz y 12 de oscuridad. Como teníamos previsto un estiramiento vertical durante esta fase y no disponíamos de mucha altura en la zona de cultivo, consideramos que era el momento ideal para efectuar la transición.
Durante la etapa de floración, las plantas necesitan menos nitrógeno (N) y pueden utilizar más fósforo (P) y potasio (K) para producir mejores flores. Dejamos de utilizar los nutrientes Bio Grow y cambiamos a la fórmula Bio Bloom. Aumentamos el volumen de la solución a 800 ml por toma con una CE de 1,8, y regamos por toda la superficie de la tierra, no solo en la base del tallo.
En la sexta semana pudimos comprobar que el estiramiento estaba en marcha, y el tallo principal apical se elevó hasta alcanzar unos impresionantes 84 cm. Es normal que la planta presente estas características al iniciar la etapa de floración, y no existía ningún motivo de preocupación, pues la planta tenía un aspecto saludable. ¡Presumía de un tallo robusto, hojas de un verde brillante y una abundancia de prebrotes muy prometedores!
Durante la séptima semana del ciclo de crecimiento pudimos constatar que nuestra planta se desarrollaba con rapidez, alcanzando una altura de 97 cm. Resultaba muy emocionante observar los progresos que había realizado en tan poco tiempo. Además, también advertimos que los diminutos estigmas que salían de las brácteas seguían desarrollándose y formando bolitas. Nos alegramos de que la planta creciera sana y esperábamos que prosperara en las próximas semanas.
Durante la octava semana, nuestra Purple Papaya Paradise redujo su crecimiento vertical y se concentró en el desarrollo de sus cogollos. Eliminamos el exceso de hojas en abanico con el fin de favorecer un entorno ideal para el crecimiento y evitar la aparición de mohos y plagas no deseadas, lo que mejoró el flujo de aire en la parte inferior del dosel. Mantuvimos constantes el volumen de riego y los niveles de CE, y al final de la semana la planta había alcanzado una altura de 102 cm.
En la novena semana la planta ya medía 107 cm de altura. Presentaba una estructura esbelta, con forma columnar, grandes hojas en abanico y espaciosos entrenudos. Notamos la aparición de un ligero aroma en la zona de cultivo y, al frotar el tallo empleando unos guantes de jardinería, detectamos una fragancia floral penetrante y dulce.
Al entrar en la décima semana, nuestra Purple Papaya Paradise dio un estirón de 2 cm. A pesar de este modesto ascenso, los cogollos se estaban desarrollando muy bien. Los cálices se hinchaban y la producción de tricomas estaba en pleno apogeo, envolviendo a los cogollos en una gruesa capa, mientras que los pistilos adquirían un tono naranja más intenso. ¡Sin duda, los cogollos iban viento en popa!
La planta alcanzó una altura de 112 cm en la undécima semana. Los cogollos estaban muy apretados y tenían forma de pala, con un color verde bosque y una capa de relucientes tricomas cristalinos, junto con algunos pistilos de color ámbar. Las hojas eran grandes y tenían una densa capa de tricomas. Incluso los cogollos situados bajo el dosel inferior se estaban hinchando, adquiriendo el tamaño de una palomita de maíz.
La duodécima semana señaló el momento que tanto esperábamos: la cosecha. A lo largo de 84 días (28 de etapa vegetativa y 56 de floración) nuestra Purple Papaya Paradise alcanzó la impresionante altura de 113 cm. Los cogollos, minuciosamente cultivados a lo largo de este proceso, se habían convertido en un impresionante espectáculo de maestría hortícola. Cada cogollo exhibía una sinfonía de colores, tricomas e intrincadas formaciones del cáliz, lo que prometía una cosecha para recordar.
Cosecha
Comenzamos los preparativos previos a la cosecha examinando con una lupa de joyero el color de las cabezas de los tricomas. Esto nos permite calibrar el momento idóneo para cosechar, cuando la potencia está en su punto máximo. Los cultivadores experimentados buscamos una proporción cercana al 70% de color blanco lechoso y turbio, mientras que el 30% restante es anaranjado o ámbar.
Retiramos las hojas en abanico más grandes para evitar un exceso de humedad durante el proceso de secado. Cortamos la planta por la parte inferior del tallo empleando tijeras de podar, dejando unos dos centímetros desde la base. Para garantizar unos resultados óptimos durante el proceso de secado, separamos las ramas más pequeñas y las colgamos individualmente. Por último, trasladamos la planta a una sala de secado controlada, la cual se mantuvo a una temperatura de 21°C y una humedad relativa del 50%.
Dejamos secar los cogollos de nuestra Purple Papaya Paradise durante 14 días, hasta que estuvieron casi crujientes por fuera, pero todavía húmedos por dentro. Para comprobar si el proceso de secado ha finalizado, se doblan y si se rompen, significa que están listos para el siguiente paso. Es una forma excelente de comprobar que los cogollos se han secado correctamente.
Tras colocar las flores secas en tarros de cristal herméticos, comenzó el proceso de curado, algo que nos llenó de entusiasmo. Hicimos eructar los tarros a diario durante las primeras semanas y luego una vez a la semana durante los 3 meses restantes de la curación. Al final de este agradable ciclo de crecimiento, el rendimiento fue de 86 gramos. ¡Tras enviar algunas flores curadas al laboratorio, nos quedamos alucinados al descubrir que nuestra Purple Papaya Paradise contenía un 23,2% de THC!
Perfil de terpenos
La Purple Papaya Paradise destaca por la riqueza de su perfil, en el que abunda el limoneno que le confiere ese delicioso aroma tropical. A medida que los cogollos se secan aparecen notas a frutas tropicales con un aroma dominante a papaya. Al inhalar, las papilas gustativas reciben un marcado dulzor tropical. A medida que se desarrolla el sabor, surgen sutiles matices ácidos que añaden una capa de complejidad al sabor general.
Trituramos las flores curadas profesionalmente con un molinillo y las cargamos cuidadosamente en un vaporizador. Ajustamos la temperatura a 220 grados con el fin de disfrutar de una experiencia superior. Una vez que el vaporizador hubo hecho su trabajo, lo pasamos a nuestros amigos, los cuales pudieron apreciar un subidón duradero, estimulante e increíblemente cerebral. La potencia experimentada iba acompañada de una deliciosa sensación de alegría, por lo que fue muy agradable para todos los participantes.
El resultado
Nos lo pasamos en grande cultivando la Purple Papaya Paradise. ¡Al término de los 84 días fuimos capaces de producir 86 gramos de esta fantástica variedad con un contenido en THC del 23,2%! Si buscas una variedad de floración rápida, entonces la Purple Papaya Paradise es tu elección perfecta. La cultivamos en interior, y nos pareció que es una planta de bajo mantenimiento y muy vigorosa durante todo el ciclo.
Si tienes algún consejo o pregunta relacionados con la Purple Papaya Paradise, compártelos con nosotros en los comentarios de abajo. ¡Feliz cultivo!