Blueberry Bubblegum Autofloreciente

Blueberry Bubblegum Autofloreciente

En nuestro exhaustivo informe de cultivo ofrecemos información detallada y consejos para cada fase del ciclo de cultivo, describiendo paso a paso todo el proceso, desde la germinación hasta la cosecha. Este informe ofrece los conocimientos y técnicas necesarios para el cultivo de la Blueberry Bubblegum Autofloreciente y así apreciar todo su potencial.

Etapa de floración: 63 días

Periodo total, desde la semilla hasta la cosecha: 84 días

Rendimiento final:  151 gramos

Contenido en THC: 24.6%

En 2024 se lanza la Blueberry Bubblegum Autofloreciente, una variedad cuidadosamente desarrollada para Sensi Seeds Research a partir de un retrocruce entre una Sunset Sherbert y una Gelato #420, consiguiendo así realzar sus rasgos únicos. Esta variedad amplifica el aroma, rendimiento y efectos estimulantes de la Gelato #420, complementados por la estabilidad y relajación propias de la Sunset Sherbet.

Para este ciclo de cultivo optamos por el sustrato BAC Lava Mix y recurrimos a lámparas Green Power Phillips de 1.000 W para conseguir unas condiciones de crecimiento óptimas. A medida que las plantas se desarrollan es necesario variar los niveles de humedad. En este caso mantuvimos el nivel de humedad en el 65% durante las fases iniciales, cuando todavía eran plántulas. Las temperaturas diurnas se mantuvieron en los 23°C, y las nocturnas bajaron hasta los 21°C.

A las variedades autoflorecientes no les influyen los cambios de luz y, en teoría, puedes mantenerlas con un régimen 18/6 durante todo su crecimiento. Sin embargo, como las cultivamos junto a otras variedades, la transición a un programa de iluminación 12/12 puede ayudar a su maduración y producción, reduciendo a su vez el estrés.

Durante la etapa vegetativa aplicamos Bio Grow y mantuvimos un horario lumínico de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Al pasar a la etapa de floración, ajustamos la estrategia nutricional mediante la introducción de Bio Bloom para responder a las necesidades específicas de ese periodo. Al mismo tiempo, modificamos el programa de iluminación a 12 horas de encendido y 12 horas de apagado.

Germinación y plántula

Iniciamos la germinación colocando nuestra semilla de Blueberry Bubblegum dentro de un cubo de lana de roca previamente humedecido, situado a 80 cm por debajo de una lámpara Green Power Phillips de 600 W. El brote emergió sin problemas al cabo de 72 horas. Al tercer día, vertimos 100 ml de agua alrededor del tallo. Durante toda esta fase, mantuvimos el valor del pH en 6, y la conductividad eléctrica (CE) comenzó en 0,8.

Una vez que las raíces comenzaron a asomar por el fondo del cubo de lana de roca, trasplantamos las plántulas a un tiesto de 1 litro. Hicimos un pequeño hueco bajo la superficie, encajamos el cubo y lo cubrimos con tierra. Además, para favorecer el crecimiento de las raíces, añadimos una hormona de enraizamiento. Nuestra diminuta plántula ya estaba mirando hacia arriba en busca de la luz, con su primer conjunto de hojas apenas visible. Al final de la semana, nuestro pequeño ejemplar ya había alcanzado los 6 cm.

Etapa vegetativa

En el transcurso de la segunda semana colocamos las jóvenes plantas bajo una lámpara de larga duración: la Green Power Phillips de 1000 W. Nuestra Blueberry Bubblegum siguió creciendo y el tallo alcanzó los 16 cm. El aumento del desarrollo provocó un mayor consumo de agua, por lo que incrementamos la cantidad de agua a 200 ml y elevamos la CE a 1,4. Al final de la semana trasladamos la planta a una maceta de 8 litros para que el sistema radicular pudiera seguir expandiéndose.

En la tercera semana, a medida que notábamos cómo se asentaba adecuadamente la zona radicular, ajustamos el aporte de agua a 400 ml y modificamos la técnica de riego para cubrir un radio más amplio alrededor del tallo. El resto de las condiciones ambientales permanecieron inalteradas. La planta mostró un crecimiento robusto, revelando múltiples yemas visibles y hojas anchas en abanico que maximizaban estratégicamente la absorción de luz. Al llegar a esta fase avanzada, al final de la semana la planta había alcanzado una altura de 32 cm.

Etapa de floración

Nuestra Blueberry Bubblegum siguió prosperando durante la cuarta semana, mostrándose cada día más exuberante. La característica distintiva de estas autoflorecientes feminizadas consiste en su capacidad para iniciar la floración de forma independiente. Al pasar a la fase de floración tradicional, ajustamos el ciclo lumínico a 12/12, añadimos Bio Bloom y aumentamos el volumen de agua a 800 ml con una CE de 1,7. Las plantas presentaban un aspecto impresionante, con un desarrollo robusto, un aroma realzado y un desarrollo precoz del estigma.

Como parte de nuestra estrategia de Gestión Integrada de Plagas, en la quinta semana añadimos unas bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii para ahuyentar proactivamente las arañas rojas y otras posibles plagas. Si se aplican sistemáticamente, estos resistentes ácaros depredadores resultan muy eficaces a la hora de proteger el entorno frente a plagas. También observamos que la estructura de la planta se había fortalecido, lo que nos llevó a reforzar la rutina de riego con 1.000 ml de fertilizante diluido. Al concluir la semana, nuestra planta ya medía 60 cm.

En la sexta semana aumentamos el volumen de riego a 1.500 ml, y el exuberante color verde de la planta nos confirmó que estaba recibiendo las proporciones adecuadas de nutrientes. El rápido crecimiento se desaceleró ligeramente y los procesos bioquímicos pasaron de la etapa vegetativa a la reproductiva. La altura al final de la sexta semana era de 68 cm. Pudimos observar cierto «estiramiento» entre los nudos, como esperábamos, pero en general la planta presentaba un aspecto frondoso.

En la séptima semana continuó el desarrollo vigoroso de la planta. Estábamos muy satisfechos con su estado de salud, y para evitar posibles problemas de moho bajamos los niveles de humedad al 60%. Continuamos regando con nutrientes diluidos, suministrando 1500 ml con un pH de 6 y una CE de 1,8. En la zona de cultivo se respiraba un suave aroma, y los cogollos seguían desarrollándose con un estigma largo y brillante que cubría las flores. También observamos un mayor crecimiento, pues nuestro ejemplar alcanzaba ya los 84 cm.

Al final de la octava semana, nuestra Blueberry Bubblegum alcanzaba la impresionante altura de 93 cm, lo que demostraba un crecimiento robusto y una estatura bien consolidada. La planta presentaba un tallo principal apical robusto, hojas anchas en abanico y un desarrollo cada vez mayor de los tricomas, lo que ponía de manifiesto los intrincados detalles de su proceso de maduración.

En la novena semana llevamos a cabo una ligera defoliación, eliminando las hojas de abanico más viejas que obstruían la luz destinada a los cogollos en maduración. Dado el rápido ciclo vital de las autoflorecientes y su limitado tiempo de recuperación del estrés de la poda, limitamos este proceso al mínimo. Durante este tiempo, la planta se estiró otros 12 cm, alcanzando una altura de 105 cm. El aroma se intensificaba cada día, y se hicieron visibles multitud de tricomas en los cogollos en desarrollo.

Al final de la décima semana, la planta ya había alcanzado una altura de 117 cm. La mayoría de los cogollos estaban completamente desarrollados, por lo que únicamente necesitaban madurar un poco más. Como resultado, algunos brotes auxiliares comenzaron a soportar el peso de los cogollos. Aunque existía la posibilidad de llevar a cabo un entrenamiento para facilitar el soporte, para así evitar que pudieran romperse, al final no fue necesario porque la planta demostró su resistencia: se dobló sin quebrarse. En las últimas semanas lavamos el medio para eliminar las sales residuales que pudieran afectar al sabor general de los cogollos curados.

En la undécima semana vigilamos de cerca la coloración y la densidad de los tricomas. En estos días nos centramos en identificar el característico color turbio que indica el punto álgido de madurez de la flor. Aunque algunos tricomas estaban adoptando un aspecto más turbio, menos transparente, nuestro objetivo era alcanzar una proporción del 70% de cabezas de tricomas opacos y un 30% de ámbar, con el fin de obtener unas condiciones óptimas para la cosecha. Para compensar el aumento de la biomasa redujimos la humedad al 56%.

La Blueberry Bubblegum exhibía unas flores de tamaño considerable, adornadas con una resina pegajosa, confiriéndole un aspecto denso y compacto. En medio de la etapa de floración aparecieron unos llamativos pistilos anaranjados con matices púrpura, añadiendo un atractivo contraste visual entre los abundantes tricomas.

Tras examinar de cerca los tricomas y confirmar que cumplían nuestros criterios específicos, decidimos dar por concluido el ciclo de cultivo de nuestra Blueberry Bubblegum, la cual había alcanzado una altura final de 120 cm. Esta decisión fue el resultado de un planteamiento detallado y cuidadoso, teniendo en cuenta tanto el momento óptimo como la altura ideal para la cosecha. Cuando llegamos al final de la duodécima semana cortamos las plantas con delicadeza, asegurándonos de que fueran cosechadas en el punto álgido de su madurez.

Cosecha

Una vez alcanzadas las proporciones de tricomas recomendadas, cosechamos toda la planta cortándola por la base del tallo. A continuación, eliminamos meticulosamente todas las hojas grandes en abanico y colgamos la planta boca abajo en un entorno oscuro durante un riguroso periodo de secado de 21 días.

En este periodo inspeccionamos regularmente la planta, comprobando la sequedad de las ramas (para ello, las doblábamos para ver si se rompían). Una vez satisfechos con el grado de desecación, la dividimos cuidadosamente en ramas grandes para facilitar el recorte. Recortamos meticulosamente los cogollos secos, eliminando el exceso de follaje para mejorar el proceso de curado y garantizar una calidad óptima.

Colocamos los cogollos en tarros de cristal con mucho cuidado a fin de comenzar el correspondiente proceso de curación. Con el fin de eliminar el exceso de humedad, el primer día dejamos las tapas abiertas. Al siguiente cerramos los tarros y llevamos a cabo una meticulosa rutina consistente en hacer «eructar» los recipientes, es decir, dejando salir el aire durante aproximadamente una o dos horas, de 2 a 3 veces al día, durante una semana.

Posteriormente, durante cuatro semanas, abrimos los frascos una vez al día. Para mejorar el proceso de curado, transferimos los cogollos a un contenedor C-vault, en el cual permanecieron durante 2 meses, manteniendo un nivel de humedad constante del 62%.

Perfil de terpenos

La Blueberry Bubblegum comenzó a desprender intensas notas florales en las últimas semanas de floración. Sin embargo, tras el curado, el aroma se transformó en un perfil dulce, encarnando la esencia de su homónima «Blueberry Bubblegum», complementado por un aroma picante subyacente con sutiles toques a pino. Su distintivo perfil de terpenos muestra ricas notas cítricas acompañadas de matices herbáceos y especiados. Además, un sutil toque diésel añade profundidad a la experiencia aromática general.

Nada más cargar el vaporizador pudimos observar cómo esta variedad despliega distintos sabores cítricos, herbales, diésel y especiados, acompañados de un marcado fondo a hierba. La Blueberry Bubblegum ofrece un subidón calmante y estimulante que produce un colocón completo en todo el cuerpo. Sus efectos combinan a la perfección una relajación corporal completa con un estado mental estimulante e inspirado. Nos sentimos muy orgullosos de este cultivo, el cual ostenta un contenido probado de THC del 24.6%.

El resultado

La Blueberry Bubblegum es una elección excelente para principiantes o para quienes deseen una planta de alto rendimiento sin tener que añadir un estrés excesivo a su rutina diaria. El resultado es un ejemplar resistente con colas impresionantes y densas. A medida que las flores de nuestra Blueberry Bubblegum maduraron durante el meticuloso proceso de curado iban revelando un aroma perfectamente armonizado con el perfil de sabor. La experiencia a la hora de consumirla se ve reforzada por un delicioso efecto corporal, siendo muy gratificante para cultivadores de todos los niveles.

Si tienes alguna experiencia con la Blueberry Bubblegum como cultivador o como consumidor, no dudes en dejarnos tu comentario a continuación. Gracias por leernos y, como siempre, puedes consultar más artículos como este en nuestro archivo de informes de cultivo.

  • Disclaimer:
    Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.

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    Sensi Seeds

    El equipo editorial de Sensi Seeds incluye botánicos, expertos médicos y legales, además de activistas de renombre como el Dr. Lester Grinspoon, Micha Knodt, Robert Connell Clarke, Maurice Veldman, Sebastian Marincolo, James Burton y Seshata.
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