La Buttercream Gelato Feminizada se desarrolló seleccionando cuidadosamente a mano las mejores cualidades de una Durban, una Gelato y una Hindu Kush. Es una planta fácil de cultivar, la cual termina su etapa de floración en 99 días y produce una abundante cosecha con un exótico perfil de terpenos, con efectos estimulantes al comienzo y relajantes al final.
Etapa de floración: 77 días
Periodo total, de la semilla a la cosecha: 99 días
Rendimiento final: 87 gramos
Contenido en THC: 17.13 %
La Buttercream Gelato Feminizada es un verdadero híbrido, por lo que ofrece a los cultivadores lo mejor de ambos mundos. Sin lugar a dudas, nos encantó cultivar esta planta como parte de nuestra serie de informes de cultivo.
En la mayoría de los casos, el área de cultivo puede reutilizarse, algo que hemos hecho nosotros mismos para facilitar el ciclo de cultivo en nuestra zona interior. Unos ventiladores oscilantes se encargaron de mover el aire por encima y por debajo del dosel, mientras que unos extractores lo filtraron a fin de eliminar los olores. Para nuestros informes de cultivo continuamos empleando la mezcla BAC Lava Soil Mix.
Aplicamos un sencillo sistema de alimentación en dos fases que incluye nutrientes Bio Grow y Bio Bloom. Para suministrar a la planta la energía necesaria para que realice la fotosíntesis, instalamos una lámpara Green Power Phillips HPS de 1.000 W fijada al techo, a 300 cm por encima de la superficie del sustrato. Tanto si se trata de agua pura como si es una solución nutritiva, siempre ajustamos el pH a 6,2 antes de administrarla.
El control ambiental fue otro factor importante, procurando en todo momento que las fluctuaciones fueran mínimas. Las temperaturas oscilaron entre 23°C durante el día y 21°C por la noche. La humedad se fue ajustando durante el ciclo de cultivo, empezando por un 65%. El programa de iluminación era el estándar: 18 horas de encendido/6 horas de apagado en la fase vegetativa, y 12/12 horas en la etapa de floración.
Germinación y plántula
Para hacer germinar nuestras semillas, las colocamos entre dos hojas de papel de cocina húmedo y luego las trasladamos a un espacio oscuro. A las 24 horas observamos que la semilla se había abierto y que empezaba a asomar una radícula blanca. A las 36 horas, la radícula sobresalía 0,5 cm de la cáscara. En ese momento, sacamos la semilla del tejido húmedo con ayuda de unas pinzas y la depositamos suavemente en la tierra. Enterramos la semilla 0,5 cm de la superficie, con la radícula apuntando hacia abajo.
Al finalizar la semana, nuestra Buttercream Gelato Feminizada sobresalía 3 cm del suelo. A menudo, la iluminación HPS puede ser demasiado intensa para las plántulas, por lo que la nuestra pasó su primera semana bajo una HPS de 600 W, de menor potencia, situada a 100 cm de altura. Al tercer día, la tierra estaba algo seca y vertimos 100 ml de agua enriquecida con un estimulante de raíces alrededor de la base del tallo.
Etapa vegetativa
En la segunda semana decidimos trasplantar nuestra Buttercream Gelato Feminizada a una maceta de 5 litros. La planta era diminuta en ese momento, tanto por encima como por debajo de la tierra, pero queríamos que las raíces tuvieran espacio suficiente para expandirse. Como dice el proverbio, cuanto más grandes sean las raíces, más grandes serán los frutos. Además, así evitábamos tener que trasplantarla más tarde, algo que puede provocar un shock a la planta.
Continuamos regando la plántula con 100 ml de solución, pero sustituimos el estimulante de raíces por los nutrientes Bio Grow. La CE se ajustó a 1,4 y, como hicimos en ocasiones anteriores, aplicamos la solución alrededor de la base del tallo para dirigirla a la zona radicular joven.
Como siempre, llevamos a cabo un tratamiento proactivo contra las plagas utilizando métodos ecológicos. En este caso, añadimos algunos insectos beneficiosos: colgamos bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii en las ramas laterales inferiores de nuestra Buttercream Gelato Feminizada. Estos depredadores son eficaces a la hora de frenar infestaciones de trips, mosquitos de los hongos y arañas rojas de dos manchas.
Cuando llegó la tercera semana, nuestra Buttercream Gelato Feminizada había duplicado su altura: medía 19 cm. Aumentamos el volumen de la solución nutritiva a 200 ml por riego el cual seguíamos concentrando en la base del tallo.
Las ramas inferiores comenzaron a extenderse desde el tallo principal con el fin de recibir la iluminación superior sin obstáculos. Las hojas en abanico eran grandes y estaban densamente agrupadas debido al estrecho espaciado internodal. Los nuevos brotes presentaban un color claro, pero poco a poco se tornaron de un verde intenso, transformándose en las conocidas hojas de marihuana de cinco y siete dedos.
En la cuarta semana continuó el vigoroso crecimiento, por lo que aumentamos la concentración de nutrientes a una CE de 1,7. También incrementamos la solución a 400 ml para sostener el sistema radicular en expansión. A más follaje, más transpiración, así que redujimos la humedad relativa al 60% para compensar.
Etapa de floración
En la quinta semana, nuestra Buttercream Gelato Feminizada alcanzaba ya los 60 cm. Dado que presentaba más de nueve nudos, se tomó la decisión de iniciar la etapa de floración modificando el horario lumínico, que pasó a ser de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad. Sabíamos que nuestra planta se estiraría verticalmente durante esta fase, así que nos pareció un momento excelente para la transición.
Este cambio también supuso el abandono de los nutrientes Bio Grow y el paso a la fórmula Bio Bloom. Durante la etapa de floración, las plantas necesitan menos nitrógeno (N) y pueden utilizar más fósforo (P) y potasio (K) para desarrollar mejor sus flores. El volumen de la solución se aumentó a 800 ml por toma, que se aplicó a toda la superficie del medio, no sólo a la base del tallo.
En la sexta semana nos impresionó mucho observar un crecimiento espectacular. Como consecuencia, algunas ramas inferiores quedaron demasiado bajas o en sombra, por lo que no recibían una iluminación adecuada. Al estar tan lejos de la fuente de luz, no producían flores densas, así que las eliminamos. Esta medida aumentó la circulación de aire a través del dosel, lo cual es un método eficaz para combatir el moho.
Habían pasado cuatro semanas desde que soltamos insectos beneficiosos como parte de nuestra estrategia de gestión integrada de plagas. Diariamente explorábamos la planta en busca de depredadores no deseados, pero no había señales evidentes de insectos dañinos. No obstante, soltamos otra bolsita de Neoseiulus californicus y Ambseius swirskii como medida preventiva.
En la séptima semana aumentamos la cantidad de alimento a 1.500 ml por toma, aunque al comienzo de la misma realizamos un lavado del sustrato. Para ello vertimos agua pura suficiente como para generar una escorrentía. El exceso de líquido arrastra las bolsas de nutrientes concentrados y reduce los niveles de sodio presentes en la tierra. Como alimentamos nuestra Buttercream Gelato Feminizada de forma agresiva, hacer un lavado de vez en cuando puede ayudar a mejorar el sabor y la combustibilidad de las flores obtenidas.
En la octava semana registramos menos crecimiento vertical que en las anteriores. Estábamos en la tercera semana de floración, y la mayor parte de la energía de la fotosíntesis se destinaba a este menester. Las puntas de las ramas estaban adornadas con una hinchada bola blanca de estigmas, y estos jóvenes cogollos ya empezaban a apilarse en el tallo apical, formando una cola alargada.
Las ramas laterales presentaban asimismo un espaciado relativamente estrecho, lo que significaba que también estaban repletas de cogollos en desarrollo. Nuestra Buttercream Gelato Feminizada parecía feliz. Las hojas adoptaban una posición que se asemejaba a unas manos rezando, lo que indica una buena presión interna del agua y unas prácticas de riego adecuadas. Las hojas, de arriba abajo, eran de un intenso color verde.
Las hojas inferiores en abanico no presentaban signos de decoloración, lo que indicaba que habíamos suministrado la nutrición adecuada a nuestra Buttercream Gelato Feminizada. Si la alimentación hubiera sido insuficiente, habríamos observado una transición de nutrientes móviles de la parte inferior a la superior. No se apreciaban indicios de quemaduras en las puntas de las hojas, lo que nos indicaba que tampoco la estábamos sobrealimentando.
La novena semana estuvo consagrada al mantenimiento de la planta. Este ciclo había ido bien, y parecía que los días y las semanas pasaban volando. Nuestra Buttercream Gelato Feminizada aún no había terminado, pero ya se anticipaba la forma final de la planta y el aspecto que debería tener en el momento de la cosecha. Desde la semana pasada no creció nada en vertical. Ahora medía 139 cm.
Eliminamos algunos de los brotes auxiliares inferiores en cada una de las ramas laterales. Rara vez reciben una cantidad suficiente de luz y, al eliminarlas, el potencial de crecimiento se traslada a los cogollos situados en zonas más altas. La penetración de la luz es un factor a tener en cuenta a la hora de mantener o eliminar las ramas inferiores, y estas no recibían la cantidad adecuada. Para comprender cómo actúan la luz y la distancia, familiarízate con la ley del cuadrado inverso.
En la décima semana seguíamos sin detectar daños por insectos en nuestra Buttercream Gelato Feminizada, ¡pero no queríamos bajar la guardia! Siguiendo nuestro programa de gestión integrada de plagas, soltamos otra bolsita de los dos insectos beneficiosos. La defensa natural contra los trips, los mosquitos del hongo y las arañas rojas de dos manchas fue excelente. No fue necesario utilizar ningún producto químico.
Los cogollos de nuestra Buttercream Gelato Feminizada empezaban a ser muy prominentes y densos. Decidimos reducir el nivel de humedad al 56%. Comprobamos el flujo de aire dentro del dosel, y era excelente. Ambas precauciones se adoptaron para reducir las posibilidades de que el moho afectara a los cogollos.
La undécima semana empezó con un lavado de la tierra. Al observar la planta, sabíamos que a nuestra Buttercream Gelato Feminizada le quedaban todavía unas semanas, así que continuamos con su alimentación habitual después del lavado. La planta había crecido 2 cm desde la última vez que lo comprobamos, pero el desarrollo de los cogollos era imperceptible. Su peso tiraba de las ramas, por lo que añadimos tutores para sostenerlas.
Un manto de diminutas cabezas de tricomas consumía los cogollos y las hojas de azúcar circundantes. Unos pocos estigmas se habían vuelto marrones, pero no apreciamos la hinchazón de las brácteas que suelen ver los cultivadores cuando la planta está dando su último estirón. Notamos una ligera decoloración en las hojas de abanico inferiores, lo que indicaba una necesidad de nutrientes de la parte superior. Por lo demás, la planta conservaba un saludable y brillante color verde.
En la duodécima semana detectamos un aroma floral procedente de la planta en crecimiento. Nuestra Buttercream Gelato Feminizada empezaba a perfumarse. El filtro de carbono estaba desempeñando una excelente labor a la hora de depurar la fragancia del ambiente, ayudando así a mantener la discreción. Decidimos que era conveniente aplicar una ronda más de insectos beneficiosos. Colgamos bolsitas de Neoseiulus californicus y Amblyseius swirskii de las ramas inferiores de la planta para que se dispersaran adecuadamente.
En la decimotercera semana el aroma floral era cada vez más intenso. A medida que nuestra Buttercream Gelato Feminizada se acercaba al momento de la cosecha, su fragancia aumentaba a diario.
Continuamos suministrando diariamente 1500 ml de solución a 1,8 CE. Esta semana observamos un mayor número de brácteas hinchadas y de estigmas marrones. Inspeccionando los tricomas cada dos días para comprobar si la cosecha estaba próxima en función de la proporción de colores. Las cabezas de los tricomas empiezan siendo transparentes, volviéndose lechosas y luego de un tono ámbar oscuro. Para la mayoría de los cultivadores, el punto álgido de maduración se alcanza cuando el 80% de los tricomas son lechosos, el 10% transparentes y el 10% ámbar.
Para reducir la concentración de nutrientes presentes en nuestra Buttercream Gelato Feminizada en el momento de la cosecha, procedimos a alimentarla solo con agua pura. Esta medida provoca que la planta dependa de los nutrientes almacenados para terminar el ciclo vital. El grado de decoloración de las hojas permite evaluar la eficacia del lavado.
Nos decidimos a cosechar en la decimocuarta semana. Ya se veían tonalidades amarillas en las hojas más grandes, pero los cogollos seguían siendo de un verde exuberante, acentuado por unos tricomas relucientes y unos estigmas marrones. Inspeccionamos las cabezas de los tricomas y, tras comprobar que su proporción era la deseada, supimos que había llegado el momento de cosechar.
Habían pasado 99 días desde que colocamos nuestra semilla en la tierra. Nuestra Buttercream Gelato Feminizada ahora alcanzaba una altura final de 143 cm. ¡Estábamos entusiasmados, había llegado el momento de cosecharla!
Cosecha
Mantuvimos en todo momento las condiciones ambientales de nuestra sala de secado, fijando la temperatura en 15,5 °C y la humedad en un 60%, y las flores se preservaron en la oscuridad más absoluta. Unos pequeños ventiladores rotativos movían el aire alrededor de las plantas en proceso de secado, evitando la brisa directa sobre ellas, ya que no queríamos que nuestras Buttercream Gelato Feminizadas se secaran demasiado rápido.
Cortamos nuestra Buttercream Gelato Feminizada a la altura de la base y la llevamos a nuestra zona de secado, colgándola boca abajo. Previamente eliminamos todas las hojas grandes que no tuvieran una cobertura significativa de tricomas.
Dejamos nuestra Buttercream Gelato Feminizada colgada durante 16 días, comprobando a diario su contenido de humedad. Cuando las ramas más pequeñas se partieron en lugar de doblarse, supimos que los cogollos estaban listos para el recorte, el cual realizamos sobre una bandeja para poder recoger las cabezas de resina desprendidas durante la manipulación. Reservamos las hojas cubiertas de tricomas para hacer hachís más tarde.
Tras recortar los cogollos, los colocamos en tarros de cristal para iniciar la fase de curado. Aunque parecían ligeramente secos al tacto, el peso indicaba que aún contenían humedad en su centro. El curado consiste en liberar esa humedad con el paso del tiempo. Como los cogollos recién cortados todavía conservaban algo de humedad, durante las 36 horas iniciales no cerramos los recipientes.
Durante dos semanas fuimos abriendo los tarros tres veces al día, dejándolos destapados alrededor de una hora. A este procedimiento se le suele llamar «eructar los tarros». Los cogollos desarrollaron aromas dulces y terrosos a medida que se curaban. En las últimas cuatro semanas abrimos los recipientes sólo una vez al día, dejándolos abiertos una hora para que saliera la humedad atrapada.
Nuestras flores de Buttercream Gelato Feminizadas ya estaban bien secas y curadas. Había llegado el momento de probarlas, y enviamos una muestra a un laboratorio independiente para que analizara sus cannabinoides. Aunque podíamos describir los efectos, el laboratorio nos diría el porcentaje de THC. Cuando recibimos los resultados, pudimos comprobar que su THC era del 17,13%.
Perfil de terpenos
A lo largo de este ciclo de cultivo se desarrollaron diversos perfiles. Nuestra Buttercream Gelato Feminizada impregnó el aire de un aroma herbal genérico durante la etapa vegetativa y de floración temprana. En las últimas semanas surgió un potente olor floral, que se hizo cada vez más intenso hasta el momento de la cosecha. A medida que avanzaba el proceso de curación, pasaron a primer plano sutiles aromas dulces y terrosos.
La flor que finalmente nos proporcionó nuestra Buttercream Gelato Feminizada presentaba un paladar particular y a la vez complejo. Los terpenos y flavonoides actuaban sincronizados creando un perfil único. Los aromas cítricos abrían las vías respiratorias, facilitando el desarrollo del resto del perfil. La planta emanaba notas a sándalo exótico, menta refrescante y vainilla calmante.
Nos gusta que las flores ofrezcan el mismo sabor y aroma. La Buttercream Gelato Feminizada poseía un sabor fantástico que mostraba las mismas cualidades que el perfil de terpenos. Los efectos de esta agradable flor fueron inmediatos. Un subidón cerebral estimulante que desencadenó conversaciones e inspiró visiones artísticas en algunos. Este efecto inicial dio paso a un colocón relajante y corporal.
El resultado
Si me pidieran que volviera a cultivar esta planta, no lo dudaría un segundo. La Buttercream Gelato Feminizada tardó un par de semanas más en terminar que otras variedades, pero lo hizo en un tiempo razonable. La calidad de la flor seca mereció la espera, y creemos que estarás de acuerdo.
Estamos ante una variedad de bajo mantenimiento que no requiere técnicas de entrenamiento. Su cultivo es sencillo, y recortarla es todo un placer. Después de secar y curar la flor, pesamos nuestra cosecha, que ascendió a 87 gramos.
Las semillas feminizadas garantizan plantas que producen flores. Suma todos estos factores y tendrás una variedad excelente para cultivadores principiantes. Teniendo en cuenta el perfil único y la calidad de las flores, también es ideal para los más experimentados.
Nos encantaría que nos contaras tu experiencia con la Buttercream Gelato Feminizada. ¿La has cultivado o tienes un amigo que no para de hablar de ella? Dinos lo que piensas en los comentarios de abajo. ¡Hasta el próximo diario, feliz cultivo!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.