Hemos documentado meticulosamente un informe de cultivo donde explicamos el desarrollo de nuestra Citrus Fuel Autofloreciente semana a semana, desde la germinación hasta la cosecha. Este versátil híbrido, resultado del cruce de una Chemdawg y una OG Kush, presenta una morfología predominantemente índica con unos rendimientos impresionantes. ¡Descúbrela!
Etapa de floración: 56 días
Periodo total, desde la semilla hasta la cosecha: 84 días
Rendimiento final: 72 gramos
Contenido en THC: 20.8%
La Citrus Fuel Autofloreciente, desarrollada conjuntamente con Serge Cannabis para el programa Breeding Grounds de 2024, es el fruto de la hibridación de dos variedades muy apreciadas en Estados Unidos, la Chemdawg y la OG Kush. Esta mezcla única da como resultado un híbrido predominantemente sativa, con una composición genética compuesta por un 70% sativa y un 30% índica. El cuidadoso proceso de selección y crianza ha dado lugar a una extraordinaria variedad con características propias y efectos potentes.
Las variedades progenitoras, Chemdawg y OG Kush, contribuyen al atractivo conjunto de la Citrus Fuel. La Chemdawg es famosa por su intenso aroma y sus potentes efectos que provocan euforia, mientras que la OG Kush aporta su mezcla única de sabores terrosos y cítricos con un subidón corporal relajante. La fusión de estos perfiles genéticos da como resultado una variedad con una deliciosa combinación de sabores, aromas y efectos que satisface a una extensa diversidad de aficionados a la marihuana. ¡Estábamos deseando empezar su cultivo!
Para el medio de cultivo elegimos BAC Lava Mix por sus nutrientes esenciales y oligoelementos derivados de las rocas de lava. Además de la iluminación, compuesta por una lámpara HPS Green Power de 1.000 W, aplicamos nutrientes Bio Grow y Bio Bloom en las distintas fases de crecimiento. Durante la etapa vegetativa optamos por un ciclo lumínico de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad, mientras que para la etapa de floración pasamos a un régimen de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad.
Aunque algunos cultivadores prefieren no cambiar el ciclo de luz, a nosotros nos pareció beneficioso para maximizar el rendimiento. La temperatura diurna se fijó en 23°C, bajando ligeramente a 21°C por la noche. La humedad relativa varió a lo largo del ciclo de crecimiento, empezando en un 65%. Mantuvimos un pH de 6, mientras que los niveles de CE aumentaban a medida que maduraban las plantas. Más allá del equipo y los nutrientes, el elemento más importante del proceso de cultivo es el amor y los cuidados que proporcionamos a cada una de las plantas de cannabis.
Germinación y plántula
Empezamos el ciclo de cultivo colocando la semilla de Citrus Fuel Autofloreciente en un cubo de lana de roca bajo una lámpara HPS de 600 W. La plántula brotó en sólo 36 horas y ya mostraba un vigoroso crecimiento. Al final de la primera semana las raíces ya sobresalían del recipiente, lo que indicaba que había llegado el momento de trasplantarla.
La trasladamos con cuidado a una maceta de 8 litros llena de BAC Lava Mix, aportando así a la planta los nutrientes y el espacio necesarios para un crecimiento óptimo. Al tercer día, regamos nuestra Citrus Fuel Autofloreciente con 100 ml de agua enriquecida con un estimulante del enraizamiento. Como todavía era una plántula delicada, mantuvimos los niveles de CE en 0,8. ¡Al finalizar la semana ya alcanzaba los 14 cm!
Etapa vegetativa
En la segunda semana observamos un aumento significativo en el desarrollo de las hojas de nuestra Citrus Fuel Autofloreciente. Alcanzaba ya los 27 cm de altura y sus hojas, anchas y puntiagudas, se asemejaban a las de una variedad sativa clásica. Nos alegró comprobar que nuestra planta estaba sana, así que aumentamos los niveles de CE a 1,4, regándola con 200 ml de agua alrededor del tallo principal. Así podíamos aportarle a la planta los nutrientes y la hidratación necesarios para que siguiera creciendo.
Añadimos sobres de insectos depredadores como parte de nuestra gestión integrada de plagas. El Neoseiulus californicus se alimenta de arañas rojas, trips y moscas blancas, mientras que el Amblyseius swriskii es muy eficaz para controlar los parásitos perjudiciales en condiciones cálidas y húmedas. Estas bolsitas, colocadas en la base de las plantas, liberan los insectos depredadores durante un tiempo, lo que les permite establecer una presencia permanente y controlar eficazmente las poblaciones de plagas.
En la tercera semana de la etapa vegetativa nos alegramos al descubrir que nuestra Citrus Fuel Autofloreciente había alcanzado una altura de 32 cm y había desarrollado cuatro nudos. Aumentamos el volumen de agua a 400 ml y elevamos los niveles de CE a 1,4 para optimizar el crecimiento. El tallo tenía un aspecto robusto y bien formado, mientras que el exuberante follaje era de un tono verde intenso, lo que indicaba unos niveles de nitrógeno adecuados.
Etapa de floración
Nuestro cuarto de cultivo albergaba plantas de fotoperiodo y automáticas feminizadas (como la Citrus Fuel Autofloreciente), así que en la cuarta semana decidimos cambiar la iluminación a 12 horas de encendido y 12 de apagado para mantener la coherencia entre todos los ejemplares. Así nos aseguramos de que todas las plantas de marihuana recibían la misma exposición lumínica, facilitando un desarrollo y crecimiento óptimos.
Comenzamos los preparativos para la etapa de floración pasando de Bio Grow a Bio Bloom y aumentando el aporte de nutrientes a 400 ml. Mantuvimos los niveles de pH en 6, creando un entorno de cultivo idóneo para nuestra Citrus Fuel, y esperamos con impaciencia la fase de estiramiento, donde la planta aumenta rápidamente de tamaño y sienta las bases de sus densos cogollos. Al final de la semana, nuestro ejemplar parecía gozar de buena salud y había crecido hasta alcanzar una altura de 38 cm.
En la quinta semana del ciclo de cultivo eliminamos el exceso de follaje alrededor del dosel inferior (un proceso que también se conoce como defoliación), lo que facilitó la circulación del aire y un crecimiento adecuado. En ese momento, nuestra planta había alcanzado una altura de 42 cm y mostraba hojas puntiagudas de color verde oscuro. Nos emocionó observar la aparición de pequeños mechones blancos en las uniones de los nudos, lo cual señalaba el inicio de un buen desarrollo de los cogollos, por lo que aumentamos los niveles de CE a 1,7 y el volumen de agua a 800 ml.
Durante la sexta semana observamos un aumento de la distancia de los entrenudos a medida que la planta crecía. Las ramas también mostraban signos de desarrollo, y muchas casi alcanzaban la parte superior del tallo principal. A medida que avanzábamos en la etapa de floración, incrementamos la CE a 1,8 y suministramos a la planta 1500 ml de agua. Para favorecer la ventilación, redujimos la humedad relativa al 60% y, al final de la semana, nuestra Citrus Fuel Autofloreciente había alcanzado una altura de 50 cm.
Todo cultivador experimentado debe contar siempre con una estrategia eficaz con respecto a la Gestión Integrada de Plagas (GIP). En la duodécima semana continuamos aplicando medidas preventivas, así que colocamos en el jardín más bolsitas de ácaros depredadores. Es una forma natural y segura de ahuyentar las plagas no deseadas, garantizando un cultivo sano y próspero. ¡Siempre es mejor ser proactivo y prevenir cualquier problema antes de que surja!
Al llegar a la séptima semana del ciclo de cultivo nos entusiasmó constatar que nuestra planta había crecido hasta alcanzar una altura de 61 cm. El follaje tenía un aspecto radiante, con hojas de un verde exuberante y sin signos de decoloración amarillenta. El desarrollo del tallo apical indicaba un progreso muy prometedor, ya que tenía un aspecto robusto. Los cogollos se formaban con rapidez, rellenando espacios, y pudimos apreciar los primeros signos de crecimiento de los tricomas. Los cálices, las pequeñas vainas que contienen las flores, también empezaban a hincharse.
Al final de la octava semana, nuestra Citrus Fuel Autofloreciente registró un crecimiento vertical aún mayor y alcanzó una altura de 70 cm. El aumento de la producción de tricomas era evidente, y la humedad relativa se mantenía en torno al 60%. Este valor es ideal, pues garantiza que las hojas de la planta no se sequen y que el exceso de humedad no provoque la aparición de moho, algo que puede ser perjudicial para la salud de la planta.
En la novena semana de nuestro proceso de cultivo notamos un estirón considerable en la Citrus Fuel Autofloreciente. Creció 5 cm, llegando a una altura de 75 cm. El espacio internodal se llenó de cogollos compactos, y las hojas anchas rellenaron el dosel inferior. No observamos signos de marchitamiento ni deficiencias de nutrientes, algo fundamental en las últimas semanas del proceso de cultivo y un factor determinante para el éxito de la cosecha.
En la décima semana tomamos medidas proactivas para mantener la salud del jardín. Añadimos más sobres de ácaros depredadores ya que no habíamos colgado ninguno en las últimas cuatro semanas. Nuestra Citrus Fuel Autofloreciente tenía ahora 78 cm de altura y las brácteas empezaban a hincharse de forma espectacular, lo que era una buena señal. La producción de tricomas iba en aumento y la planta tenía un aspecto fantástico.
Al principio de la undécima semana examinamos detenidamente las cabezas de los tricomas de nuestras plantas. Como cultivadores experimentados, determinamos que aproximadamente el 20% de los tricomas eran transparentes, el 5% ámbar y el 75% lechosos. Sin embargo, queríamos que alrededor del 80% de los tricomas fueran ámbar, por lo que esperábamos que la cosecha se produjera en la semana siguiente. Nuestra Citrus Fuel Autofloreciente sólo había crecido 3 cm, y para reducir la posibilidad de botritis (podredumbre del cogollo), bajamos los niveles de humedad al 56%.
A medida que nos acercábamos al final de nuestro ciclo de cultivo, en la duodécima semana, la Citrus Fuel siguió luciéndose y alcanzó la impresionante altura de 81 cm. Su estructura robusta, sus nudos poco espaciados y su productiva ramificación eran una prueba irrefutable de su morfología índica dominante. La planta produjo largos cogollos cónicos de color verde oliva con una gruesa capa de glándulas de resina escarchada y pistilos de un naranja brillante, exhibiendo una estructura densa y compacta, a diferencia de la mayoría de variedades de predominio sativa.
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Cosecha
Quitamos las hojas grandes en abanico para evitar que el exceso de humedad entrara en la zona de secado. A continuación, con la ayuda de unas tijeras de podar, cortamos la planta a unos dos centímetros de la base y separamos las ramas más pequeñas, colgando cada una por separado. A continuación, la trasladamos con cuidado a una zona de secado controlada a una temperatura de 21°C y un nivel de humedad del 50%, asegurándonos de que estuviera colgada boca abajo hasta completar el proceso.
La planta estuvo colgada en la zona de secado controlado durante 14 días, y después realizamos una sencilla comprobación para confirmar que ya podíamos pasar a la siguiente etapa. Para ello, doblamos suavemente las ramas más pequeñas de los cogollos para ver si se rompían. Nos alegró comprobar que el exterior de los cogollos se había vuelto bastante crujiente y que las ramas se rompían al doblarlas. ¡Llegó la hora de recortar!
Una vez terminado el secado, recortamos las hojas de abanico sobrantes y colocamos cuidadosamente los cogollos en recipientes herméticos, listos para el proceso de curado. Eructamos los frascos a diario durante las primeras semanas y luego disminuimos la frecuencia a una vez a la semana durante los tres meses restantes. Al finalizar la curación de los cogollos obtuvimos un total de 72 gramos con un impresionante contenido en THC del 20.8%. Sin duda, un resultado perfecto para los consumidores de marihuana experimentados que buscan un subidón potente y duradero.
Perfil de terpenos
El cuarto de cultivo de interior se inundó de un dulce y sutil aroma floral durante la etapa de floración de la Citrus Fuel. A medida que la planta maduraba, y en el momento de la cosecha, los cogollos desprendían un intenso aroma a Diesel, acompañado de delicados matices a combustible y un potente aroma a skunk.
Tras liar el porro se manifiesta el perfil de sabor, con sutiles toques ácidos que añaden una capa de complejidad al sabor general. Al consumirla, la variedad desvela la riqueza de su carácter a través de un sabor a combustible muy marcado, que se intensifica con notas cítricas picantes. Cuando empezamos a sentir los efectos de la variedad, experimentamos una euforia cerebral duradera y estimulante. Era potente y alegre, aumentando nuestra felicidad, creatividad y concentración.
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El resultado
La Citrus Fuel Autofloreciente superó nuestras expectativas y al final obtuvimos 72 gramos de flor seca. Quedamos gratamente satisfechos con su potencia tras analizar los cogollos en el laboratorio. Con un fascinante contenido en THC del 20.8%, es perfecta para ser una autofloreciente. La Citrus Fuel Autofloreciente es una variedad fácil de cultivar y de bajo mantenimiento, con un linaje excepcional. La poda fue pan comido, ya que eliminamos el exceso de follaje antes del secado, y el perfil de terpenos era divino. ¡Estamos deseando volver a cultivarla!
Si has probado la Citrus Fuel Autofloreciente o cualquier otra variedad automática, nos encantaría conocer tu experiencia en los comentarios que aparecen a continuación. ¡No dudes en compartir con nosotros tus opiniones y comentarios!
- Disclaimer:Las leyes y regulaciones relativas al cultivo de cannabis difieren de un país a otro. Por lo tanto, Sensi Seeds recomienda encarecidamente que se revisen las leyes y regulaciones locales. No se debe actuar en contra de la ley.
