La Purple Skunk Autofloreciente posee un linaje increíble. Es el resultado del cruce entre una Skunk #1 con una Shiva Skunk y una Hindu Kush autofloreciente. Esta variedad se caracteriza por su gran rendimiento, unas ramas fuertes, su forma compacta, así como una densa cobertura de tricomas y tonalidades púrpuras que dejan a muchos cultivadores maravillados.
Etapa de floración: 56 días.
Periodo total, de la semilla a la cosecha: 85 días.
Rendimiento final: 136 gramos.
Contenido en THC: 18.3%.
Antes de plantar nuestras semillas, se optimizó el espacio de cultivo para la Purple Skunk Autofloreciente. Una lámpara HPS Green Power Phillips de 1.000 vatios fijada a 300 cm por encima de la superficie del suelo fue la encargada de suministrar la luz a las plantas, una iluminación fantástica tanto para la etapa vegetativa como para la de floración. El medio elegido fue BAC Lava Soil Mix, que se utilizó durante todo el ciclo de crecimiento.
Cuando creamos este espacio de cultivo interior, añadimos varios ventiladores para mover suavemente el aire por encima del dosel y por todo el follaje inferior. Este diseño redujo la posibilidad de que el aire viciado y húmedo se acumulara y se estancara. También utilizamos un ventilador en línea que sacaba el aire de la zona de cultivo y lo llevaba a un purificador de carbono, el cual disminuyó el olor que generaba nuestra Purple Skunk Autofloreciente.
La iluminación y el flujo de aire son elementos esenciales, pero ambos resultan irrelevantes sin el entorno adecuado. Mantuvimos un control estricto de las condiciones ambientales a lo largo del cultivo. Así, la temperatura se mantuvo en 23 °C cuando las luces estaban encendidas. Estando apagadas, disminuíamos la temperatura hasta los 21 °C. La humedad era otro factor que había que controlar rigurosamente. Empezamos fijándola en un 65%, pero la fuimos reduciendo a medida que alcanzábamos las últimas semanas de floración.
Germinación y plántula
Empezamos colocando nuestra semilla Purple Skunk Autofloreciente en un cubo Jiffy previamente humedecido. A los pocos días pudimos observar cómo la plántula emergía de la parte superior del orificio. A lo largo de la primera semana, dejamos que nuestra Purple Skunk Autofloreciente creciera en el cubo Jiffy durante unos días con un programa lumínico compuesto por 18 horas de encendido y 6 horas de apagado. Posteriormente, trasplantamos nuestra Purple Skunk Autofloreciente a un recipiente de 5 litros. El trasplante en un macetero favorece la expansión de las raíces y la creación de una red en la tierra.
Tras colocar la plántula de Purple Skunk Autofloreciente en la tierra, le proporcionamos 100 ml de agua pura alrededor de la base del tallo. A lo largo del cultivo, tanto con agua pura como con una solución nutritiva, siempre hemos ajustado el pH a 6,2 antes de su vertido a la tierra.
Nuestro programa de gestión integrada de plagas se basa en el uso de insectos beneficiosos para cazar y eliminar cualquier insecto dañino que pueda perjudicar al jardín. Empezamos a actuar tempranamente para aumentar las posibilidades de éxito. Cuando colocamos la planta en la tierra, también soltamos ejemplares de Hypoaspis miles, un insecto al que le gusta devorar mosquitos del hongo y pupas de trips.
Etapa vegetativa
Al comienzo de la segunda semana llevamos a cabo un entrenamiento suave de la planta para fortalecer las ramas, para que más tarde puedan soportar bien el peso de los cogollos. Lo primero que hicimos fue asegurarnos de que nuestra Purple Skunk Autofloreciente recibiera una brisa constante que moviera las hojas y las ramas. La corriente de aire no era demasiado fuerte. Los cultivadores deben evitar vientos fuertes y sostenidos que incidan directamente en las plantas de marihuana. Seguimos suministrando agua pura en dosis de 100 ml cuando era necesario.
En segundo lugar, cada noche girábamos la planta 1/2 vuelta antes de apagar las luces. Al igual que ocurre con los girasoles, el cannabis se inclina hacia la fuente de luz. Al darles una vuelta cada noche, las ramas se verán obligadas a construir paredes celulares y a realinearse.
Nuestra Purple Skunk Autofloreciente había crecido hasta alcanzar los 12 cm de altura en la tercera semana. Nos pareció que el sistema radicular estaba lo suficientemente consolidado como para empezar a utilizar los nutrientes Bio Grow. Los añadimos al agua para obtener una CE final de 1,6 y a continuación ajustamos el pH de la solución a nuestro valor objetivo de 6,2. El volumen de riego siguió siendo el mismo, 100 ml alrededor de la base del tallo.
Añadimos dos nuevos insectos beneficiosos al jardín. El Amblyseius cucumeris es un insecto muy útil que destruye las larvas de trips nada más verlas. Además, añadimos Amblyseius californicus para eliminar cualquier población oculta de arañas rojas de dos manchas. Ambos insectos se suministran en pequeñas bolsitas, que colocamos en la tierra de cada uno de los recipientes de la Purple Skunk Autofloreciente.
Era evidente que los nutrientes que añadimos la semana anterior estaban dando un buen empujón a la planta. En la cuarta semana, nuestra Purple Skunk Autofloreciente había alcanzado los 29 cm de altura. Al igual que crecía hacia arriba, el sistema radicular crecía hacia abajo, y aumentamos el volumen de riego a 150 ml diarios. También añadimos otra bolsita de Hypoaspis miles para evitar que los mosquitos del hongo y las pupas de los trips proliferaran. Aunque no los vimos activamente, es conveniente ser preventivo en lugar de reactivo.
Nuestra Purple Skunk Autofloreciente presentaba ya más de siete nudos, y las ramas inferiores habían hecho un trabajo fenomenal para alcanzar las nuevas puntas. Cada rama buscaba un camino de luz que no estuviera ocupado por las nuevas incorporaciones superiores. Estábamos encantados con la estructura y el crecimiento de la planta.
Etapa de floración
Al comienzo de la quinta semana detectamos los primeros signos de floración. Al principio, algunos de los nudos superiores tenían los estigmas reveladores. Al final de la semana, cada una de las puntas de las ramas parecía tener un cogollo de algodón puntiagudo. Como esta Purple Skunk es una variedad autofloreciente, no tuvimos que cambiar el horario de luz para iniciar la floración: la planta empezará a florecer cuando esté lista.
El primer día de la semana lavamos la tierra con 1500 ml de agua pura. Este proceso elimina el exceso de nutrientes salinos de la misma, y resulta esencial para evitar la acumulación de las sales a lo largo del cultivo. Se recogió y eliminó el agua escurrida de cada maceta (no dejes agua estancada en los platos de los tiestos).
Continuamos entonces con las aportaciones regulares de solución nutritiva a razón de 500 ml al día, pero elevamos la CE a 1,7. En este momento, dejamos de utilizar los nutrientes Bio Grow y empezamos a utilizar los nutrientes Bio Flower. Cuando nuestra Purple Skunk Autofloreciente comenzó a producir cogollos, disminuimos la humedad de la zona de cultivo al 60%.
En la sexta semana pudimos observar claramente el estiramiento. Nuestra Purple Skunk Autofloreciente pasó de 34 cm la semana anterior a 88 cm. Para dar soporte a este crecimiento continuo, elevamos la CE de la solución alimenticia a 1,8. También eliminamos las grandes hojas de abanico de la planta, lo que permitió acceder a la luz directa a todas las zonas de cogollos. También empezamos a ver el desarrollo de tricomas en las hojas y cogollos emergentes.
En la séptima semana se produjo un aumento menor de la altura de la planta, añadiendo sólo 8 cm en comparación con la anterior. Comenzamos la semana suministrando a la planta 500 ml de solución, y la aumentamos gradualmente cada día hasta terminar la misma con 600 ml de solución nutritiva. La CE de esta solución se mantuvo igual, en 1,8, que es el valor máximo que hemos aplicado a los nutrientes en este cultivo.
Hacía unas semanas que no liberábamos ningún insecto beneficioso. Aunque el Amblyseius californicus se reproduce, era necesario reponer el número total. Añadimos otra bolsita, incluyendo otra de Amblyseius cucumeris, al recipiente de tierra a fin de combatir los ácaros de dos manchas y las larvas de trips.
En la octava semana pudimos apreciar que los cogollos empezaban a apilarse en colas de mayor tamaño, principalmente en el tallo apical. Algunos de los estigmas ya habían empezado a volverse marrones, pero sabíamos que aún faltaba mucho tiempo para que nuestra Purple Skunk Autofloreciente alcanzara su máxima madurez. El crecimiento vertical se había ralentizado, añadiendo sólo 2 cm desde la semana anterior. Toda la energía se dirigía ahora a la producción de cogollos.
Habíamos estado alimentando abundantemente a nuestra Purple Skunk Autofloreciente, así que decidimos hacer otro lavado de tierra para empezar la semana. Utilizamos 1.500 ml de agua pura con un pH de 6,2 para aclarar las sales acumuladas. Al inspeccionar la planta, seguimos sin ver una presión de insectos perjudicial, pero soltamos un último lote de Hypoaspis miles para estar seguros.
El crecimiento vertical se detuvo en la novena semana. A partir de ese momento, el objetivo era vigilar los cogollos en desarrollo, apoyarlos si era necesario y comprobar regularmente el color de los tricomas. El color de la cabeza de los tricomas es la característica más precisa para indicar el punto máximo de maduración de la Purple Skunk Autofloreciente.
Con unos cogollos más tupidos, el ambiente que los rodea se vuelve más denso y húmedo. Comprobamos el flujo de aire dentro de la zona de cultivo y nos aseguramos de que se movía adecuadamente por el interior y alrededor del dosel. Para reducir la posibilidad de botritis o blanquilla en los cogollos, redujimos los niveles de humedad al 58%.
En la décima semana observamos un hermoso desarrollo de los cogollos, y la estructura general de los mismos se estaba expandiendo de forma espectacular, produciendo enormes cantidades de tricomas a diario. Sin embargo, lo que realmente nos llamó la atención de la Purple Skunk Autofloreciente fue la gama de colores púrpura que presentaban las brácteas. Las hojas circundantes eran de color verde esmeralda, pero los cogollos exhibían unos púrpuras profundos.
Nos dimos cuenta de que nos estábamos acercando al final del ciclo, pero aún teníamos tiempo suficiente para alimentar y purgar la planta. Empezamos con un lavado de un día con agua pura y luego volvimos a nuestro programa regular de alimentación.
La enorme cola principal provocaba una ligera sobrecarga en nuestra Purple Skunk Autofloreciente. Añadimos una estaca en el suelo y la atamos a ella como soporte. En lugar de gastar energía en sostener su volumen, la planta recuperó la producción de cogollos. Volvimos a reducir los niveles de humedad en la habitación, esta vez al 52%.
La undécima semana se caracterizó por la espera. El color de los tricomas indicaba que a la planta aún le quedaban algunas semanas, pero como vimos más cabezas claras que ámbar, seguimos alimentando a nuestra Purple Skunk Autofloreciente con una solución nutritiva con una CE de 1,8.
Cuando compruebes las cabezas de los tricomas para ver si están en su punto máximo de maduración, asegúrate de examinar las cabezas en los cogollos y no en las hojas. Los tricomas de las hojas maduran más deprisa que los de los cogollos, lo que puede darte una falsa señal de madurez máxima. Una regla general es que, cuando veas muchas cabezas de color ámbar en las hojas, ya casi ha llegado el momento de empezar a purgar.
En la duodécima semana, nuestra Purple Skunk Autofloreciente dio un pequeño estirón. La altura total de la planta creció 2 cm con respecto a la semana anterior, pero lo que más notamos fue el crecimiento suplementario de los cogollos. Las brácteas de los cogollos superiores se apilaron un poco, creando una estructura más abierta sobre un núcleo de mayor densidad. Los colores púrpuras dominaban ahora totalmente los cogollos, lo que les daba un aspecto exótico y sabroso.
A medida que una planta llega al final de su vida, comienza el proceso de senescencia, lo que hace que las hojas pierdan color y mueran. En combinación con el cambio de proporción de las cabezas de los tricomas, que pasaron de ser transparentes a lechosas y ligeramente ambarinas, decidimos dejar de nutrir la planta y empezamos a enjuagarla. A partir de ese momento, nuestra Purple Skunk Autofloreciente sólo recibió agua pura.
Al comienzo de la duodécima semana por fin llegó el momento de la cosecha. En realidad, fue un cultivo relativamente rápido (85 días desde la semilla hasta la cosecha), pero estábamos ansiosos por secar, curar y luego probar algunos de estos cogollos de aspecto fantástico. Cada persona tiene sus preferencias, pero nuestra proporción deseada a la hora de elegir el punto máximo de maduración de una planta de marihuana es de un 10% de cabezas de tricomas transparentes, un 80% de lechosas y un 10% de ámbar.
Continuamos lavando la tierra hasta comprobamos la proporción deseada de colores en las cabezas de los tricomas y decidimos cosechar nuestra Purple Skunk Autofloreciente.
Cosecha
Ya habíamos eliminado la mayor parte de las hojas grandes de nuestra Purple Skunk Autofloreciente durante el ciclo de cultivo. Esto significaba que teníamos ya parte del trabajo hecho en el momento de la cosecha. Quitamos las pocas hojas grandes que quedaban y luego cortamos nuestra planta por la base del suelo. La planta se mantuvo entera y la llevamos a la zona de secado, donde estuvo colgada boca abajo durante 18 días.
Controlamos cuidadosamente el ambiente de la zona de secado para garantizar un proceso adecuado, no demasiado rápido, pero tampoco demasiado lento. La sala se mantuvo entre 18-20 °C, y la humedad fue de un 60% constante. Las luces se mantuvieron apagadas porque podían acelerar la degradación del THC en otros cannabinoides. Una suave brisa movía el aire de la habitación, pero ninguno de los ventiladores soplaba directamente sobre la Purple Skunk Autofloreciente mientras estaba colgada.
Transcurridos 18 días en estas condiciones, las finas ramas de nuestra Purple Skunk Autofloreciente se rompieron al doblarse. Antes de introducir las flores en tarros de cristal para el proceso de curación, recortamos el exceso de material foliar. Los cogollos eran muy finos, lo que retrasó un poco el recorte, pero también había muy pocas hojas que sobresalieran del núcleo de las flores. Esto hizo que el recorte fuera un poco más rápido que el de las variedades con mayor densidad de hojas.
Completamos el recorte y colocamos todas nuestras flores en tarros de cristal, pero el primer día dejamos los frascos sin cerrar. Durante este proceso, la humedad que queda en el centro de los cogollos emigra hacia el exterior y rehidrata la capa superficial seca de los mismos. Dejar la tapa abierta permite que este exceso de humedad salga del tarro. Es un proceso llamado «eructo».
Se colocaron las tapaderas después de la primera noche, pero cada uno de los tarros de Purple Skunk Autofloreciente se eructó varias veces al día durante las dos primeras semanas. En cada ocasión los tarros estuvieron destapados durante aproximadamente una hora, y solo se abrieron una vez al día durante las últimas cuatro semanas del proceso de curación.
A las seis semanas de curado, decidimos que nuestra Purple Skunk Autofloreciente estaba lista para ser pesada, enviada al laboratorio para su análisis y colocada en nuestra C-Vault, que mantiene la flor a una humedad perfecta del 62%. En total, cosechamos 136 gramos de flor seca en sólo 85 días desde la plantación de la semilla. Los resultados del laboratorio nos proporcionaron un porcentaje de THC del 18,3%. Un buen rendimiento y una flor potente.
Perfil de terpenos
A lo largo de todo el cultivo, nuestra Purple Skunk Autofloreciente mostró un perfil de terpenos similar, pero que fue evolucionando a medida que pasaba por las etapas de floración, secado y curado. Conforme las flores crecían en la planta, los cogollos desprendían un aroma dulce y skunk, pero también una fina mezcla terrosa. Durante el secado, esa textura terrosa se transformó en ligeros matices florales.
Cuando nuestra Purple Skunk Autofloreciente estuvo curada y lista para su consumo, las flores desprendían un aroma penetrante, profundo, dulce y skunk que llenaba la habitación. Las pruebas de laboratorio revelaron que el mirceno, el cariofileno y el pineno eran los terpenos dominantes en nuestra flor.
El perfil de sabor era una combinación fascinante y ligeramente diferente al perfil de terpenos. Del mismo modo, existía un dulzor skunky en el sabor, pero los tonos ricos y terrosos eran mucho más pronunciados en comparación. En ocasiones, se detectaron incluso notas picantes en el paladar.
Los efectos de nuestra Purple Skunk Autofloreciente fueron instantáneos. Una calmante ola de relajación recorría el cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Nos pareció una experiencia placentera tras la cena, cuando las tareas diarias se habían completado y estábamos listos para disfrutar del espectáculo antes de irnos a la cama. Esta variedad no nos dejaba apalancados en el sofá, sino con el cuerpo bien relajado.
El resultado
En general, estamos ante una hermosa planta que constituye una deliciosa aportación a cualquier jardín. La Purple Skunk Autofloreciente fue una planta fácil de cultivar, cosechar y recortar. No necesitó ningún cambio de horario de luz para florecer, y funcionó bien con una dieta esencial de agua y nutrientes. Aprendimos que el tallo principal podría necesitar apoyo debido al peso de la considerable cola apical.
Nuestra Purple Skunk Autofloreciente fue una excelente productora de flores de marihuana coloridas, fragantes y potentes. Esta variedad presentaba un agradable perfil de sabor y aroma con efectos inmediatos y relajantes. Desde la semilla hasta la cosecha pasaron un total de 85 días, y al final obtuvimos 136 gramos de flor de marihuana seca. El nivel de THC comprobado de nuestra Purple Skunk Autofloreciente fue del 18,3%.
Si te ha gustado la información que te hemos ofrecido sobre este cultivo, no olvides consultar los otros diarios de cultivo que tenemos en el blog. Estamos deseando conocer tus experiencias con la Purple Skunk Autofloreciente. Háznoslo saber en los comentarios de abajo.
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